Jeff Scott Soto ha paseado su talento por multitud de
proyectos y grupos, tantos que casi pierde uno la cuenta, aunque sólo unos
pocos, fuera de colaboraciones, han contado con él de forma más estable. Soto
es uno de los más grandes vocalistas del Hard Rock, una voz varonil, potente,
de envergadura, de tonalidades “negras”, robusta, que llena, poderosa, compacta…
Un talento extraordinario con unas cuerdas vocales privilegiadas.
Soul Sirkus, un proyecto que no llegó a buen puerto, su
disco “Wold Play” de 2005 no fue especialmente inspirado, Eyes, Takara o Human
Clay, que dejaron buenos trabajos en ocasiones o W.E.T, quizá el más brillante
de todos ellos, con un deslumbrante debut en 2009 y un segundo álbum, reciente,
“Rise Up” (2013), notable aunque por debajo de su predecesor, son algunos de los
proyectos más destacados en los que Soto ha sido pieza esencial. Además muchos
músicos o proyectos han querido contar con su colaboración, le hemos visto como
vocalista de los guitarristas Yngwie Malmsteen, Axel Rudi Pell o Alex Masi, así
como colaborando con Gary Schutt o Panther.
La lista de colaboraciones es larguísima, incluso giró con
Journey y estuvo a punto de grabar un disco, pero la cosa no llegó a
concretarse y no pudimos disfrutar de un trabajo de Soto junto a sus héroes.
Por supuesto Jeff Scott Soto también ha probado suerte de forma independiente. Once discos tiene publicados en solitario, alguno de ellos en
directo.
Dicho esto, si hay un grupo que siempre viene a la mente de
los aficionados al Hard Rock melódico y el Hard AOR ese es Talisman. Su álbum
debut, homónimo, es uno de los referentes del Hard melódico escandinavo, un
disco repleto de himnos y melodías ampulosas, espectaculares y acertadas, que
se subliman en la voz de Soto y el buen hacer compositivo del bajista Marcel
Jacob (también de Scott Soto). Es su mejor trabajo hasta llegar a este “7”.
Las siguientes obras de Talisman siguieron dejando grandes
temas, aunque de forma más irregular, muy buenos discos de Hard AOR y Hard Rock
melódico. “Genesis” en 1993 y “Humanimal”, un disco doble de1994, siguen estos
parámetros comentados, grandes temas y cierta irregularidad para un más que
aceptable resultado final. “Life” (1995) y “Truth” (1995) pasaron más
desapercibidos. “Cats and Dogs”supuso el retorno del grupo en 2003, un álbum
contundente y sólido.
Con toda esta trayectoria es evidente que los discos de
Talisman siempre son bienvenidos, así llegó este “7”, el último en estudio
hasta la fecha. El disco despertó la natural expectación a pesar de la
irregularidad tanto de los trabajos como del ritmo de publicación, siempre en
un ámbito minoritario, y los resultados no pudieron ser mejores. Estamos, quizá,
ante la mejor obra del grupo, no sólo al nivel de su debut, sino incluso por
encima, ya que apenas hay altibajos, desde que empieza hasta que acaba tenemos
una colección de temas memorables, de un Hard Rock melódico del máximo nivel.
Scott Soto está pletórico, el nivel compositivo e
instrumental es excepcional y las influencias se insertaron con una naturalidad
sensacional, matizando el álbum con toques Funkys, tan del gusto de Soto,
melodías al estilo Journey y toda la categoría e inspiración compositiva del
mejor Hard Rock melódico escandinavo, donde Marcel Jacob tiene mucho que ver.
Soto y Jacob componen todos los temas menos uno, “Shed A Tear Goodbye”, que es
obra del batería Jamie Borger y el propio Scott Soto.
Nada falta y nada falla, temas duros y melódicos de primer
nivel, himnos absolutos, temas de estadio, eternos, baladones ejemplares, Jeff
Scott Soto moviéndose como pez en el agua por cada canción y por cada matiz,
riqueza compositiva, contundencia y potencia, melodías perfectas… todo lo que
puede pedirse a un disco del género, a uno de los muy buenos.
“7”es uno de esos trabajos que pasarán excesivamente
desapercibidos pero que están por méritos propios entre las mejores obras de la banda, sino es la mejor, y que entra de lleno en ese limitado grupo de discos
verdaderamente notables del género.
Marcel Jacob falleció, desgraciadamente, en 2009.
Jeff Scott Soto a las voces, Marcel Jacob al bajo, Fredrik
Akesson en la guitarra y Jamie Borger a la batería.
-Falling: No podemos comenzar mejor, guitarra trepidante y
ritmos acelerados con una caja frenética marcando el paso. Una contundente
guitarra define la melodía, otra rítmica acompaña a la batería y el bajo
resulta atronador, sin que se distinga un riff. La majestuosa, varonil y
potente voz de Scott Soto termina por redondear el enorme cuerpo del tema.
Estrofas dobladas en la parte vocal que equilibran melodía y poder rockero. El
ritmo cambia, la batería se entrecorta, se hace más pesada, la línea vocal más
melódica, los teclados intervienen en los adornos del acompañamiento y todo se
acelera en la segunda parte de un estribillo deslumbrante. Como si se
prescindiera del puente o se confundiera con parte del propio estribillo. Un
estribillo espectacular. Distorsión guitarrera de transición para un nuevo
comienzo por los vertiginosos ritmos. Retornamos por la misma melodía y ritmos
hasta el estribillo que desemboca en un solo de guitarra igualmente poderoso y
brillante. Más estribillo con la batería dando caña con ganas y un Scott Soto virtuoso. Hay que destacar de forma significativa el trabajo del bajo, que
sobresale en la base de ritmos, además con la aparición de los coros se hará notar con
fuerza mientras los desenfrenados ritmos avanzan firmes llevándonos al final
del tema. El bajo de Marcel Jacob luciéndose a conciencia. Una parte final
instrumental o más bien rítmica con ecos de la voz principal. Deslumbrante tema
para sentar las bases y desestresar a cualquiera a base de movimientos de
melena y saltos desmedidos. Ejemplar.
-Nowhere Fast: Ritmos casi industriales con una rugosa
guitarra y una pesada batería creando una oscura atmósfera junto al
omnipresente bajo de Jacob, dan la bienvenida a la voz de Soto, que inicia el
tema con el estribillo, que vuelve a ser memorable. Cierto deje funky, muy del
gusto de Scott Soto, en el riff que sostendrá las estrofas una vez el tema se
reinicia. De estas sabrosas estrofas poco vistosas pasamos sin transición al
lucido estribillo, una joya indudable, larga y de melodía exquisita. AOR de
quilates. Estrofas con mucho matiz instrumental y para lucimiento de la voz de
Soto, que se recrea en detalles e inflexiones, cogiendo fuerza para el
estribillo. Esta tercera aparición del estribillo acaba de forma más intensa
enlazándose con una estrofa más potente, con más fuerza, como un puente de puro
Hard melódico, perfecta introducción para el solo de guitarra de Fredrik
Akesson, muy bueno. Otra estrofa con gran sabor en el acompañamiento,
brillantes platos y retorno al estribillo para encaminarnos al final. El ritmo
cadencioso de la batería, apoyada por el bajo, es excelente. Las ligeras
inflexiones de Soto, su aumento de intensidad en la parte final, son un pequeño
ejemplo del talento de este cantante excepcional.
-Rhyme Or Reason: Guitarras en eco, como reminiscencias de
otro tiempo, que anuncian la entrada de la base rítmica, oscura y pesada, con la
batería y el bajo. Estrofas densas en ritmos modernos, oscura melodía
creciente. Soto intenso y varonil, agresivo, subiendo hasta definir la melodía
del estribillo que tiene unos coros excelentes. Menos vistoso que los anteriores
pero muy agradecido. Transición de percusión y vuelta a las sugerentes
estrofas. La intensidad sube, cobramos fuerza hasta llegar al estribillo por
segunda vez, donde todo se hace más melódico y aorero, perfecto equilibrio
hardrockero. Hard Rock melódico de mucha clase y calidad. Transición y pausa
antes de la entrada del solo de guitarra, vertiginoso y brillante. Ecléctica
melodía, de tintes oníricos con muchos coros, en la estrofa que sale del solo de
guitarra para volver al estribillo, donde Soto dará lo mejor de sí mismo con
brillantes improvisaciones. Armonías de guitarra redondean
el virtuoso y rico estribillo. Un tema de grandes matices y mucha riqueza.
-End Of The Line: El importantísimo bajo de Jacob inicia el
tema, bombos retumbando en siniestros ritmos oscuros se suman a la base
rítmica. Soto, en consonancia, muestra su lado más siniestro y oscuro en la
primera estrofa, aunque pronto cambiará ayudado por los coros en el puente,
mucho más melódico, y el maduro y sensacional estribillo, que también tendrá
buenos coros. Un tema potente, duro, pesado, de puro Hard Rock melódico serio y
de calidad, masculino y tenebroso. Más ritmos pesados donde los bombos y el
bajo lo inundan todo, dejando a la caja poco tiempo para respirar en la base
rítmica. En el puente los ritmos se aceleran, la caja respira y la melodía
surge de forma creciente en puente y estribillo. Otro estribillo inspirado y
largo. Transición potente y estruendosa de detalles modernos y brillantes. Distorsionado
solo de punteos acelerados. Puente y estribillo nos llevarán a la conclusión
del tema, donde el poder del grupo se desboca con un salvaje grito de Soto y
orgía instrumental con una guitarra alocada, siniestra y psicodélica. Un
estupendo tema con detalles modernos, ritmos originales, toques extraños, pero
melodía poderosa.
-The 1 I´m Living 4: Vistoso y sutil tapping de inicio, como
un colibrí juguetón que acaba sepultado por la poderosa batería y su pesado
bombo. El bajo también será protagonista en un contraste perfecto, la
vistosidad “revoloteadora” de la guitarra y la melodía suave de las primeras
estrofas cantadas por Soto junto a los contundentes ritmos de la batería de
Jamie Borger y el jugoso bajo. El trabajo de los músicos es excepcional, con
muchos matices y detalles de gran virtuosismo y saber hacer, ejecutando un
trabajo brillantísimo de Hard Rock melódico donde la poderosa contundencia y
las inspiradas melodías se benefician de todo ello. La última frase de la
segunda estrofa funcionará de puente y trampolín hacia el estribillo, que tiene
grandes coros y una acertada melodía, nuevamente. El segundo paso por las
estrofas tiene un trabajo vocal más convencional, con un Soto más agresivo y
poderoso, lo que dota de mayor sentimiento al tema. Así retornaremos al
estribillo, que se alargará un poco y pausará posteriormente para el gusto del
jovial acompañamiento de guitarra. La tercera pasada por las estrofas será como
la primera, con el trabajo vocal a dúo. El estribillo se doblará y ejecutará de
forma más intensa. Cierto sinfonismo en la parte instrumental final, con ricos
matices de percusión y coros, un bajo luciéndose y un Soto juguetón. Sin ser el
tema más vistoso del disco, ni el más inspirado, resulta un nuevo acierto.
-On My Way: Uno de los himnos del disco, un tema asombroso y
deslumbrante, puro Hard Rock melódico de primera clase, sublime y perfecto.
Inicio de puro AOR, y es que este tema tiene mucho de Journey en sus armonías y
melodías, especialmente en el estribillo y el clímax, con el grupo desbordado y
dando rienda suelta a todo su poder en improvisaciones de un sentimiento
melódico semejante al del grupo al que Soto admira tanto. Rudas estrofas de
ritmos vibrantes y guitarra a ritmo de locomotora. Dureza y melodía
perfectamente equilibradas. Un tema para brincar, motivarse y ver de mejor
humor las cosas. Soto está soberbio de principio a fin. Puente expectante y
melódico que brinda el estribillo en bandeja de oro. Un estribillo luminoso que
parece sacado de las cabezas de Schon y Cain. Intenso, de coros perfectos y
precisos. Esta primera aparición será breve, como un preámbulo para dejarte con
más ganas. Devuelta a las estrofas para disfrutar de la trepidante base de
ritmos y sus matices, como ese “Charlie” que suena cuando Soto termina cada
frase. Puente y estribillo, que esta vez sí lo dará todo. Se doblará y Soto lo
cantará con todas sus ganas y sentimiento. Solo de guitarra rockero y
divertido a la par que brillante y melódico. La expectante, luminosa y épica
salida del solo nos encauza hacia el momento sublime, el clímax, con el
estribillo a todo trapo, sublimado, llenándose de armonías e improvisaciones
comandadas por Soto. Uno de los más grandes momentos del álbum. Joya perfecta y
directa.
-Forevermore: El tema más corto del disco se inicia de forma
pausada, con unos románticos y nostálgicos acordes de guitarra. La batería, la
voz de Soto y el piano siguen la misma tendencia al incorporarse poco después.
Balada de corte clásico, de bellas estrofas iniciales. Un estrofa inicial que
también hace de puente en su parte final hacía un estribillo absolutamente
arrebatador, digno exponentede la power
ballad hardrockera más inspirada. Francamente emocionante, un estribillo
perfecto que pone los pelosde punta,
largo e intenso que con la voz de Scott Soto alcanza momentos memorables. Los
coros de apoyo, simplemente subrayando de fondo la melodía principal, son otro
detalle y otro elemento a señalar y que explica el sensacional resultado. Piano
predominante junto a Soto en las siguientes estrofas, bajo intenso dando fuerza
en su lirismo y pletórico estribillo rompiendo moldes y derritiendo tímpanos.
Los coros, que ahora apoyan a la voz principal siguiendo la letra del
estribillo, lo elevan de forma exponencial, una auténtica virguería para poner
a la novia y tener asegurada una intensa noche de arrumacos. El solo de
guitarra está a la altura de todo esto, con grandísimos y virtuosos punteos,
intensos y con sentimiento. La parte final volverá a estar dedicada al
portentoso estribillo, no podía ser de otra forma, y con Soto dándolo todo, con
lo que eso supone. La parte final del estribillo será un diálogo entre las
improvisaciones de Soto y los coros, una variación para rendirte y entregarte
sin condiciones tras poco más de tres minutos y medio.
-Succumb 2 My Desire: Vuelve la dureza, Hard Rock de ritmos
funkys y voz poderosa. La guitarra funky acompañando, la batería dura. El
estribillo vuelve a dar inicio al tema, aunque son las estrofas intercaladas
los mejores momentos del mismo, especialmente el puente y su aceleración, la
parte más melódica. Guitarra de transición también muy poderosa, con mucho
cuerpo. Nuevo estribillo, que es bastante insulso en su tono funky, aunque
divertido, y repetición del tono, estrofas y virtuoso puente. Es como si todo
estuviera descolocado, pero el estribillo es el inicial, así lo dice el
libreto… Onírico parón, arranque a lo Guns N' Roses en “Welcome to the Jungle”
y vuelta al puente y a momentos de Rock “funkero”, con mucho sabor y con Soto
disfrutando como un enano, su color de voz es negro. El tema termina con el
estribillo que menciona el título. Un tema curioso, muy bueno, que aunque no es
de los más destacados da aire fresco y tiene momentos sensacionales.
-Shed A Tear Goodbye: Ritmos modernillos de caja de ritmos,
estrofas poperas iniciales con melodía, arranque de Rock melódico con guitarra
melódica acompañando y Soto dirigiéndolo todo. Un Rock melódico muy clásico, de
progresión perfecta y con la melodía como base de todo. El puente es el que
introduce las guitarras más rockeras. Gran estribillo en este magnífico tema de
Rock melódico, tan vitalista y positivo como dulce en algunas inflexiones.
Arreglos joviales y divertidos de sintetizador como transición y más sabrosas
estrofas. Un gozada de melodía, un Rock melódico suave y para disfrutar con
delectación. Tras el segundo estribillo estrofa intensa, muy en la línea del
mismo, que da paso al solo de guitarra, muy lucido también. Parón guitarrero
pero no de la percusión para unas nuevas estrofas y arranque, el clasicismo
también en estos detalles. Soto deslumbra cuando fuerza la voz, como hace en
esta parte final con el estribillo, al que se añaden buenos coros. Más blando que otros, menos Hard, pero igualmente inspirado. Otro temazo.
-Troubled Water: Toques funkys vuelven a aparecer por entre
las notas rockeras, arreglos modernos y ocasionales aportes vocales, un inicio a
la espera de definición. Una guitarra melódica y solista aparece y da paso a
Soto. Primeras estrofas expectantes, esperando arrancar mientras Soto nos
deleita. Breve puente en el mismo tono y estribillo muy simpático, con un gran
bajo atronando. Un Rock divertido y suave, muy matizado y melódico. Un toque reggae.
Se juega mucho con los ritmos y los estilos manteniendo la base del Hard Rock
melódico y el AOR. Llegamos al segundo estribillo, más completo, con excelentes
coros, que mejoran su nivel, ya de por sí excelente. Transición de toque funky
y reggae para romper con el estribillo nuevamente. El placer del estribillo y
el virtuoso bajo nos acompañarán hasta el final. El tema se dejará llevar con
los jamaicanos ritmos… Un curioso tema nada desdeñable.
-Back 2 The Feeling: La conclusión será por todo lo alto,
con la segunda balada del álbum. Apoteósica. Punteos sutiles de guitarra de
tono blusero introduciendo el melancólico tema, el quejido del alma que nos
cantará Scott Soto con su portentosa voz. La ambientación de sintetizador es de
un dramático y contenido lirismo. Intensa y dramática primera estrofa que
acaba de forma sublime camino del estribillo, un prodigio de sentimiento
sublimado en la voz de Scott Soto. Hay base blusera en el aroma y esencia de
este tema. Más acompañamiento, más elementos, incluso coros, en la siguiente
estrofa que nos encamina al nuevo estribillo. Acto seguido vendrá el solo de
guitarra, poderoso y brillante. Puente y estribillo con un Soto desbocado,
dejándose la piel y el alma en el tema, llenando de sentimientos nuestros
oídos, irán camino del final, donde la guitarra solista volverá a entrar de
forma sublime. Talento a cada nota, sentimiento a raudales. No es tan comercial
como la primera balada, pero tiene tanta o más calidad. No se puede terminar
mejor. Óiganla con detenimiento.
El séptimo disco de Talisman es una obra extraordinaria,
sobresaliente, con todos los alicientes que un seguidor del Hard Rock melódico
y el Hard AOR pueden pedir. Un cantante portentoso, unos músicos brillantes,
calidad e inspiración, puro Hard Rock repleto de melodía que eleva a esta obra
a la altura de las grandes del género, guardando ciertas distancias,
especialmente de los últimos años.
Uno de los nombres más conocidos en el mundo del AOR, Fergie
Frederiksen, nos regala esta pequeña joya que puede estar sin problemas entre lo
mejor de lo mucho y bueno que ha realizado este maestro. Un referente del
género entre otras cosas por ser el vocalista de una de las bandas de
referencia del mismo, Toto.
Hay que mencionar antes de nada que su prestigio no sólo
viene de haber pertenecido a la veterana banda angelina y a su calidad vocal,
sino también de sus trabajos en solitario y proyectos varios, algunos de una
calidad suprema, que han merecido los mayores elogios de la crítica.
Frederiksen estuvo poco tiempo en Toto (1984-1986), con los
que grabó el denostado “Insolation”, la banda sonora de “Dune” (David Lynch,
1984), además de aparecer en un tema de “Farenheit” (1986), concretamente en “Could This Be Love”. Su abandono de la banda se debió a problemas de todo tipo, desde
vocales a malos rollos con algún componente de la misma.
Frederiksen ha demostrado que no tiene complejos en
colaborar con la competencia o compañeros que le son afines, así tenemos su
colaboración con Joseph Williams (“Joseph Williams 3”), su sustituto tras salir
de Toto e hijo del mítico compositor de cine John Williams, o los ejemplos en
este mismo disco, donde vemos la presencia de miembros de Journey, Survivor o
los mismísimos Toto.
Además de su paso por Toto debemos destacar su presencia en
bandas como Le Roux a principios de los 80, RTZ, sus discos junto a Ricky
Phillips, bajista de los míticos Bad English entre otros muchos grupos y que
también aparece en este “Equilibrium” que nos ocupa como el bajista principal.
También realizará un proyecto junto a Tommy Denander, “Frederiksen/Denander”,
magnífico guitarrista de sesión, un clásico en proyectos AOR.
Dicho esto quizá sus dos proyectos más reputados han sido
“Radioactive”, donde ha participado en tres discos, y Mecca, con dos álbumes en el
mercado. El primer disco de Mecca tuvo todos los elogios posibles en el mundillo, un disco notable pero irregular de AOR que no tiene en los temas
cantados por Frederiksen lo mejor del mismo, aunque su voz brilla con luz propia
(es un disco donde Frederiksen y Joe Vana se turnan en las labores vocales).
El disco que nos ocupa es de AOR clásico, con mucho de Toto,
logrando contener su esencia, pero eliminando en gran parte sus elementos más
melosos, salvo en un par de temas. Canciones repletas de melodías, matices y
detalles de calidad. Rock suave con mucha esencia de Toto que se beneficia de
los grandes colaboradores con los que se ha rodeado Frederiksen, que con sus
aportes dan fuerza al conjunto, limando y reduciendo el toque Toto, que aunque
presente está matizado. Un disco muy cohesionado, con un estilo personal y base
clásica de AOR, sintetizando y utilizando elementos eclécticos jazzísticos del
grupo al que perteneció, pero ligado de alguna forma a sus temas más
accesibles. AOR más directo sin perder matices.
La colección de talentos con los que ha contado el bueno de
Frederiksen deslumbra. Descubrimos
en la composición, tocando instrumentos o haciendo coros a gente de la talla de
Neal Schon (Journey), Ricky Phillips (Bad English), Bruce Gowdy (Stone Fury,
Unruly Child), Kelly Hansen (Unruly Child, Foreigner, Hurricane), Ron Wikso
(Foreigner, Richie Sambora, Cher), Tim Pierce (Rick Springfield, John Waite),
Rocket Ritchotte (G. Vanelli, David Lee Roth, Cher), Jeff Scott Soto (Talisman,
Eyes, Takara), Guy Allison (Air Supply), Steve Porcaro (Toto),Michael Monarch (Steppenwolf), Denny Laine
(Wings),Jason Scheff (Chicago), Marcus
Nand (Freak Of Nature), Jim Peterik (Survivor, Pride of Lions)…
La base del grupo la forman Fergie Frederiksen a las voces,
Ron Wikso a la batería, Ricky Phillips al bajo y Bruce Gowdy en las guitarras y
los teclados. El resto de músicos mencionados colabora con sus instrumentos,
haciendo coros o en la composición de los temas.
-Blaze Of Love: Vigoroso inicio de puro AOR con ritmos muy
marcados, vivos, y una guitarra solitaria y melódica, rígida, tensa, limpia,
casi robótica. La voz de Frederiksen tiene un punto militar, firme, dura,
comandando el desfile por las estrofas melódicas y rockeras. No hay guitarras
mientras Frederiksen se pone al mando, será la batería su única compañía
inicialmente. Apariciones de sintetizador, sutiles, y de la melodía de
guitarra se incorporarán de forma intermitente. Puente donde la musicalidad
crece, la melodía se hace más marcada, todo se dulcifica para dar paso al
enorme estribillo, a pesar de incluirse riffs guitarreros. El estribillo es un
auténtico goce, AOR de clase excelsa con coros perfectos y ejecutados en los
momentos precisos para subrayar la melodía y las partes más intensas, como
cuando se recita el título del tema. También habrá apariciones de la guitarra
melódica que mantiene su protagonismo emergiendo episódicamente. La batería
vuelve a aparecer solitaria en las nuevas estrofas, con los aportes y presencias
intermitentes de guitarra y sintetizador mencionadas. Así recorremos los
mismos parajes llegando de nuevo al estribillo que presenta variaciones en los
coros. Buen solo de guitarra que pasará por diferentes etapas, intensidad
inicial, pausa con mucha presencia del bajo y recuperación virtuosa para
engarzarse mediante un soberbio grito de Frederiksen con el estribillo, que
sublima sus cualidades en improvisaciones vocales, juegos de coros y armonías
de guitarra de fondo ejecutando brillantes punteos. Perfecta conclusión para
un tema redondo de AOR clásico inspiradísimo.
-Mata Hari: Sintetizador de base para ritmos clásicos y
rockeros comandados por la guitarra rítmica. El ritmo cambia de forma radical y
del tono rockero pasamos a insinuaciones jazzísticas con sintetizador que
distorsiona, los Toto se hacen más presentes, para presentar la voz de
Frederiksen en las estrofas iniciales. La guitarra, muy desnuda, es la que
marca muchas de las diferencias. La progresión melódica es perfecta y el tema
va subiendo de forma clásica, llegando a un puente que deja en bandeja el
estribillo, que es realmente excelente. El estribillo recupera la base rockera
con la que se introdujo el tema. La segunda parte del estribillo, con las
variaciones melódicas, es lo que da el toque de distinción. Gran estribillo.
Vistosos arreglos de sintetizador. Les vuelve a tocar el turno a las estrofas
de acompañamiento psicodélicamente jazzísticas, un diálogo de estilos muy
conseguido. Llegamos por segunda vez al estribillo, que se hace más intenso en
la voz de Frederiksen, que además añade pequeñas improvisaciones. La estrofa
añadida que actúa de puente al solo de sintetizador es muy brillante, uno de
los grandes momentos del tema. El solo se asentará en la base jazzística y hará
retornar al estribillo, donde Frederiksen volverá a dejar sutiles
improvisaciones y variaciones. Rico, matizado y magnífico tema.
-Equilibrium: La sutileza y la calma siguen gobernando el
disco, base suave y guitarra solista predominante para el tema que da título al
disco. Atmosférica base, detalles sueltos de bajo, teclados, batería y línea
vocal pausada. Moldeando y haciendo crecer el tema poco a poco. El puente hará
aumentar la intensidad, como es lógico, el ritmo se acelera ligeramente, todo
se hace más rítmico y engancha con un estupendo y elegante estribillo, un
estribillo de esmoquin, donde los coros están de gala. La parte de Frederiksen
es excepcional por otro lado. La solitaria guitarra ejerce de bisagra y da paso
a las nuevas estrofas. La canción vuelve a levantarse poco a poco, con clase y
calidad, deleitando con el puente y el excepcional estribillo que se alarga,
doblándose, para nuestro goce y disfrute. Curiosos arreglos de teclado en la
transición de guitarra, una pausa sugerente con muchos coros llegando al
estribillo más intenso. Todo cobra fuerza y mayor pasión, los arreglos son una
maravilla y los coros se agudizan en su acompañamiento a la voz de Frederiksen,
que lidera en todo momento. El tema se deja llevar en sutiles improvisaciones
para despedirse. Mucha calidad.
-All For Love: Luminosos y jubilosos coros, un tanto
étnicos, bonito teclado que sienta las bases de la melodía y bombo latente. El
teclado se hace ambiental para saludar la entrada de Frederiksen en unas
exquisitas estrofas. Estas estrofas se irán enriqueciendo con las entradas
ocasionales de los mencionados coros. La batería arranca para potenciar el
puente, delicioso también con Frederiksen elevándose. El estribillo vuelve a
ser de categoría, con los peculiares coros étnicos decorándolo y un Frederiksen
intenso. No es para menos cuando se da “todo por amor”. Calidad máxima, clase a
raudales y un toque Journey y Steve Perry en la parte final del estribillo.
Estrofas con coros “totianos” y algún detalle vocal de calidez espectacular
decorándolas. Regresamos al estribillo, acogedor como una hoguerahogareña. Solo de guitarra de Tim Pierce,
prestigioso músico de sesión, muy blusero, y retomamos el puente en dirección
al estribillo. Lo alargaremos hasta el máximo, sacándole todo el partido,
matizándolo con inflexiones vocales, con coros, con improvisaciones… hasta la
despedida. Bonito tema de atmósfera exótica, reminiscencias del grupo madre,
Toto, y con un calidad y elegancia que rebosa en cada segundo. En la onda de la
indispensable “Africa” de Toto.
-Best I Can Be: Este quinto tema está más en la línea de
esos Toto melosos y menos directos que ceden a melodías más difusas, ritmos
jazzísticos y variados que se alejan de los cánones clásicos aoreros. Así lo
muestran el teclado y la guitarra, acompañamiento de Jazz-AOR con cadencia
suave de la batería. Estrofas que comparten protagonismo con los coros y muy en
la onda de los Toto más jazzeros. Puente más melódico y estribillo muy
cincuentero, agradable y con indiscutible calidad. Un tema menos llamativo pero
con la clase y el talento de Frederiksen y su grupo. Los eclécticos y variados
elementos que van germinando en las estrofas vuelven a repetirse llevándonos al
excelente puente y al estribillo. El estribillo se alarga en la clásica
estructura que Frederiksen aplica al álbum, donde la primera aparición del
estribillo siempre es más corta que las siguientes, que van añadiendo estrofas.
Solo de guitarra de buena factura y puente para encarar el estribillo en la
parte final, muy modulado. En este tema podemos disfrutar de los coros de Ricky
Phillips, bajista de Bad English entre otros importantes grupos, y el gran Jeff
Scott Soto. Un tema con calidad pero más anodino, un tema distinto, por debajo
del resto.
-Crazy: Uno de mis temas predilectos del disco, con sabor
añejo, un estilo antiguo, clásico, casi anacrónico, especialmente en las
estrofas que inician los movimientos, que son tremendamente brillantes con una
exquisita melodía. Un teclado disonante pone la semilla para la entrada vocal
de Frederiksen, que despierta el tema con una memorable estrofa y un rítmico
piano. Estrofas delicadas, deliciosas y elegantes que progresan de forma
deslumbrante hasta el portentoso estribillo. Estribillo con juegos de coros y una
melodía perfecta y clásica. La base de piano recuerda a los clásicos Toto en
temas lentos, sencilla y virtuosa. Conforme aumentamos la intensidad también se
añadirán nuevos elementos, como la guitarra solista y sutiles detalles que va
dejando. El estribillo también se beneficiará de apuntes guitarreros. Estrofa
de transición, pletórica y épica, que nos devuelve brillantemente al
estribillo, que se desborda en improvisaciones, alardes vocales, armonías de
coros y guitarra... Una pequeña genialidad clásica.
-Tell Me Diana: AOR clásico de inicio sugerente y esencia
“totera”. Lentas estrofas, acorde con el tono suave del álbum, que rompen
bruscamente con la entrada de la batería, la guitarra y los teclados. Así
entraremos en el estribillo, puro AOR, otro acierto. La calma vuelve, los
matices y los detalles de la base rítmica y la guitarra decorando la voz de
Frederiksen hasta la nueva ruptura que nos lleva al estribillo, con más aportes
de la guitarra solista y teclados rellenando huecos. Estrofa de melodía
alternativa, solo de guitarra y nuevo paso por el estribillo. Las armonías de
guitara no cesarán mientras el estribillo se hace más intenso, cabalgando firme
y sobre los lomos de grandes coros hacia el final. Buen tema que vuelve a
recrearse en el estilo clásico aorero.
-Falling Into Place: Acústicas que casi recrean un amanecer
florido. Estrofas más dramáticas y lentas, pequeña aceleración, una acústica protagonista
tras un toque de batería que desgrana un gran puente y da paso a un memorable
estribillo, positivo, luminoso y perfecto. Otra genialidad. Los coros subrayan
el paso por las nuevas estrofas, apoyados por la predominante acústica.
Soberbio puente, mucho más potente con guitarras acústicas y la caja de la
batería pidiendo paso. El estribillo transmite esperanza, ilusión y vitalidad,
una auténtica gozada. Como es menester la cosa se va haciendo más intensa, con
añadidos de coros sublimando el estribillo. Retornamos a las estrofas
protagonizadas por acústicas y un sutil bajo para progresar en la forma
consabida por el enorme puente y el portentoso estribillo, que nos acompañará
hasta el final, sacando partido a todos los elementos posibles con coros y armonías
de guitarra junto a un Frederiksen forzando. Un tema más que vuelve a
deslumbrar.
-Died In The Midst Of A Dream: Teclados melódicos y una
guitarra continua definiendo una sutil melodía dan entrada a la batería. Toques
orientales en los teclados mientras Frederiksen nos canta las primeras estrofas.
Puente más suave y sensual, almibarado, en uno de los temas más melosos del
disco, muy en la onda de los Toto cuando apuestan por este tipo de melodías y
temas lentos de corte jazzístico. Lo cierto es que el estribillo, a pesar de
todo, es de una calidad excepcional. Nuevas estrofas acompañadas de esos
teclados de sutil influencia orientalnos vuelven a llevar al estribillo. Estrofa de melodía algo alterada con
coros preciosistas y paso al último estribillo donde Frederiksen fuerza la voz
y la guitarra aparece de forma sutil al fondo con nuevos ejemplos de clase.
Gran tema aunque algo menos de mi gusto.
-The Truth Is Good Enough: Precioso piano que inicia el
tema, con estrofas deliciosas que va desnudando Frederiksen. Así iremos
avanzando por el puente y el encantador estribillo, otra maravilla compuesta a
dúo por Jim Peterik y el propio Frederiksen. Se nota la mano del miembro de
Survivor. Todo esto sin que entre la batería. La batería, suave, entrará en la
segunda tanda de estrofas, una auténtica gozada que va creciendo
majestuosamente. Un tema lento de melodía perfecta. El estribillo emociona y
crece, añadiéndose más estofas que en su primera aparición. Un puente o
estrofa de transición intenso y muy emotivo da paso al solo de guitarra, un
tema muy clásico de AOR, más en la onda de Survivor que de Toto. La calma llega
brevemente creando una atmósfera perfecta. La cadencia volverá a hacerse más
intensa para hipnotizarnos con el estribillo, que acaba con un último momento
intenso de Frederiksen. Una preciosidad. Imprescindible.
-Language Of Love: No se puede concluir mejor, otro temazo
tranquilo, luminosoy de brillantísima
melodía. Las primeras estrofas tienen un toque también muy clásico, de música de
décadas pasadas, sesenteras. Acompañamiento sutil de guitarra. Excelente
puente, realmente inspirado, la guitarra solista eléctrica deja unas cuantas
notas para que entre la batería y prepare todo para el momento álgido, el
soberbio estribillo. El estribillo acelera todo un poco, los ritmos se hacen
más fluidos y todo más convencional, un estribillo largo lleno de clase y
calidad. La guitarra sirve de bisagra entre estrofas, en los pasos hacia el
puente y hacia el estribillo. La batería se hará presente de forma constante,
aunque con ritmos entrecortados que sólo se harán fluidos en el estribillo. La
eléctrica aparece cada vez más ganando en protagonismo, haciendo armonías
ocasionales. Transición breve de sintetizador y brillantísimo y ágil solo de
guitarra de Neal Schon, inconfundible… Más estrofas, puente y pausa sentida
antes del último arrebato de melodía con el estribillo. Schon se hará notar,
espléndido, acompañando a Frederiksen en la sublimación final con los coros
rellenándolo todo. Una apoteósica conclusión repleta de melodía. Perfecto.
AOR clásico, de primera calidad, con muchísima clase y
elegancia, que no pretende innovaciones pero que derrocha talento, nos inunda
de matices, nos deleita con melodías memorables y sacia con solvencia el
apetito de los más exigentes aficionados al género. Si además podemos disfrutar
de colaboraciones de auténtico lujo, como las mencionadas, se me ocurren pocas
cosas más que pedirle a esta joya. Esto es AOR realizado a la perfección, con
sentimiento y saber hacer, un disco sobresaliente de un grande del estilo.