viernes, 16 de diciembre de 2011

POPEYE, MITO ERÓTICO




De todos es sabido que el marino, el marino clásico, es de una moral muy liberal, un amor en cada puerto, cada agujero una trinchera… Y es que ya se sabe, tanto tiempo en el mar, días, semanas, meses sin nada que alimente la pasión, despierte el apetito, sacie el instinto, una buena mujer que los satisfaga, provoca que ese estimado compañero de fatigas, ese rudo amigo que nos acompaña, pase a ser un bello jovenzuelo, un atractivo veterano sexy e interesante, cuando el instinto, la pasión y el apetito se despiertan solos. Seres hermosos que harán compañía y más llevadera la soledad. Hombres rudos que sólo se ponen tiernos cuando se mojan en leche… o cuando pasa el tiempo.
Popeye, lo llamaremos Poyete nosotros que tenemos confianza, es uno de esos marineros de toda la vida, marino de vocación, pero un pusilánime de tres al cuarto, uno de esos tipos que se dejan comer la tostada continuamente. Sin iniciativa ni reacción y que acumula en su interior todo lo acumulable hasta estallar. Un ser acomplejado.


Poyete es un personaje con graves problemas sexuales debido a su personalidad timorata. Eso, sumado a su belleza picassiana difícil de ver y a la de su propia novia, no ayuda a que nuestro protagonista funcione con fluidez en las artes amatorias, por ello necesita ayuda psicológica y química. Vamos, pequeños apoyos que faciliten la erección, básicamente.



Olivia es su novia, le quiere pero no puede evitar que le vaya la marcha, es decir, Olivia es “una  elevadora de temperatura de lo que un hombre tiene entre las piernas”. Ella quiere un hombre decidido que la domine y someta. Sabe que provocando a Poyete con su archienemigo Brutus logrará lo que busca realmente, su reacción. A nadie se le escapa que Olivia es verdaderamente fea, horrorosa, pero como nuestros dos machotes no le van a la zaga, es casi una necesidad vital contra la soledad el conseguir a esta chica de belleza olvidada.
Poyete es cariñoso y sumiso con Olivia, pero no le da lo que ésta le pide. Ella quiere un semental, alguien que la haga sentir de verdad y Poyete no funciona muy bien en ese aspecto.
Brutus, que quizá por las muy variadas travesías que habrá compartido con Poyete ha tenido sus más y sus menos a todos los niveles con él, ya que cuando Poyete se enciende no distingue entre la carne y el pescado, no aguanta a nuestro amigo de la pipa y le ataca coqueteando con Olivia, una Olivia que se deja querer.
En el terreno sexual la pareja encontrará los mayores problemas. Olivia, que siempre va de rojo, como la menstruación, pone excusas cuando Poyete no la estimula y Poyete no siempre logra “estar dispuesto”.
El tema de las espinacas, llegados a esta parte, parece evidente que no es más que una metáfora de la Viagra. Cuando se logra poner en situación psicológica a Poyete, este consumirá su Viagra, lo que no sólo le estimula si no que le da seguridad en todos los sentidos, su complejo sexual se desvanece y saca el macho que lleva dentro. Si nos fijamos bien, una vez consume su dosis de Viagra la pipa que lleva eternamente flácida en la boca adquirirá una rigidez total, se erguirá verticalmente y saldrá humo por ella, un símbolo fálico muy claro que mostrará su irrefrenable impulso pasional y sexual.


Olivia no quiere en absoluto a Brutus pero sí la estimula su tosquedad varonil, la pone e incita instintos primarios, esto es evidente. Las tramas de Poyete suelen tener la misma estructura, donde Brutus rapta a Olivia, que es una buscona, algo que embrutece a nuestro protagonista que viendo la situación decide tomar medidas. Esa frustración sexual impulsa a nuestro héroe a demostrar que vale y que es más varonil que su antagonista. Pero el hecho es que a Olivia la raptan en todos los episodios, ¿por qué no pide una orden de alejamiento? Te puede pasar una vez, dos, quizá tres, pero ¿todos los capítulos…? ¿No hay policías? La respuesta es clara, le va la marcha pero no consumar, en realidad siempre pondrá la excusa de la regla haciendo honor a su vestido. Brutus, en su nula sutileza, tirará por la calle de en medio.


Las relaciones homosexuales entre los dos antagonistas son más que seguras, de ahí su odio visceral. Brutus no acepta ser sometido por Poyete cuando aquel “erupciona” y tampoco acepta que le guste lo que le hace. Brutus tiene hasta en su look todo el aspecto de un gay tabernario de refinería ochentera, pero aún no ha salido del armario, necesita raptar a la novia de su enemigo, esa persona que le hace ver lo que realmente es, para engañarse e intentar reafirmar su masculinidad.
Cocoliso es otro cantar, además es adoptado. Su adopción tiene toda la lógica, ya que viendo el cuerpo anoréxico de Olivia nadie puede pensar que pueda, no ya engendrar, sino mantener un embarazo durante 9 meses. Ahí no cabe nada, pero nada de nada.



En próximos capítulos: He-Man y los efectos secundarios de los esteroides, visiones, desdoblamiento de personalidad, esquizofrenia, impotencia…




16 comentarios:

  1. Y yo que pensaba que Popeye the sailor Man se había creado para favorecer el comercio de espinacas en Estados Unidos...

    No deja de tener su gracia el análisis que propones, pero ¿quizá es rizar el rizo ver en cada uno de los personajes de un comic una clave sexual?: Batman y Robin, dos gays que no se atreven a salir del armario, una propuesta que me llegó, que en España podría trasladarse a nuestros Roberto Alcázar y Pedrín...

    Al final, nos va a pasar como este chascarrillo:
    ¿Cómo coño quieren que me porte bien?
    Si de pequeña veía que Tarzán andaba desnudo, Cenicienta llegaba a media noche sin zapatos, Pinocho mentía, Batman conducía a 320 km/h, la Bella Durmiente era una vaga que solo esperaba un tío que la despertara para follar, Blancanieves vivía con 7 tíos, Caperucita no le hacía caso a su madre y se la comía un lobo, Betty Bop iba vestida como una puta, Pulgarcita tiraba migas por todas partes y Popeye fumaba hierba... Por favor, ¡No me jodas!

    Jajaja!!!

    Un beso, sensei

    R

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  2. Como vuelvas a llamar fea a mi Olivia, la tenemos!

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  3. Jajajaja!!! Cisco!!! qué bueno!!!

    Sensei cuidadín, cuidadín!!!

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  4. Que narices de mito erótico con Popeye

    Pones una crítica de ¡¡Transformers!! ... ¿¿¿y no me avisas???

    Este año ... ni la Copa del Rey, ale :)

    PD: juer con la Megan Fox

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  5. Te estás viniendo arriba. Cuando hagas una crítica de una película de Peter North, que la harás tarde o temprano, me la dedicas. XDDD

    Otro mito erótico es Bugs Bunny, un conejo perseguido por todos y que es un travesti de cuidado.

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  6. Te estás viniendo arriba. Cuando hagas una crítica de una película de Peter North, que la harás tarde o temprano, me la dedicas. XDDD

    Otro mito erótico es Bugs Bunny, un conejo perseguido por todos y que es un travesti de cuidado.

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  7. R, esa es la versión oficial, pero como puedes comprobar todo es muy sospechoso y hay mucho trasfondo jajaja. La cosa consiste es hacer un artículito sobre cosas presuntamente inocentes desde un punto de vista sexual y pervertido, lograr que todo encaje como con Heidi y esta, y dentro de poco Cenicienta jajaja

    Cisco, lo importante es el interior, no lo tengas tan en cuenta.

    Cule1899 es que Megan ya es un mito erótico, la novedad está en Popeye, un feo con atractivo jajaja

    Dosflores, sobre Bugs Bunny te remito a la parte final del artículo Heidi, mito erótico jajaja

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  8. Hay centros médicos donde le pueden ayudar. No se corte. Lo de usted aún tiene solución.

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  9. Hola querido Anónimo, haberle provocado su excelsa participación ya es un regalo. No he sido yo el que ha buscado esta entrada, pillín. Revise su humor.

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  10. Jajajajaa....nunca se me había ocurrida esta visión de Popeye...jajajaja

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  11. Jajajajaja estoy llorando de la risa....ya te digo que puestos a preferir un Brutus, machote con la barba descuidada, que un Popeye con el pi-Piii de la pipa.... y madre mia no había caido en que la pobre olivia siempre va de rojo como la menstruación....Jajajajaja

    Querido eres un GENIO! !

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