domingo, 14 de agosto de 2011

Crítica: ESCÁNDALO EN PARÍS (1946)

DOUGLAS SIRK




Interesantísima película del gran Douglas Sirk que aunque no está entre sus más conocidas obras merece toda la atención. Deliciosa, encantadora, de un humor exquisito, irónica y en todo momento brillante.
Vidocq (un magnífico George Sanders) es un delincuente, un ladrón de enorme carisma y con el mismo encanto de Casanova, del que no para de leer sus aventuras, lo que le facilita las cosas en la comisión de sus delitos, especialmente contra entregadas féminas. En esta cinta se cuenta su vida de forma más o menos idealizada.

Siendo de sus primeros trabajos en América, Sirk muestra ya todo su poder alegórico, simbólico y su enorme profundidad en el retrato de personajes, en esta obra sin desperdicio.
Una brillante voz en off nos introduce en la vida de este personaje, con un tono irónico y de humor exquisito, si bien es cierto que no está empleada con el rigor adecuado en la totalidad de la película.
Los diálogos, en especial los que tiene el protagonista, y las situaciones son de una calidad cómica extraordinaria.
Las primeras escenas en la cárcel son muy divertidas y sientan las bases de esos dos personajes, Vidocq y Emile, que afianzan su amistad en base a sus intereses. Emile (Akim Tamiroff) será una especie de Sancho de su Quijote que, sin duda, es Vidocq. Un Quijote y un Sancho pervertidos.
La familia de Emile, caricaturizada al máximo, es uno de los grandes puntos de humor de la cinta, casi una familia mafiosa de tres al cuarto.
Dentro de su tono distendido hay profundas reflexiones sobre lo divino y lo humano, sobre la redención, el volver a empezar, la ambición, la codicia, el interés, el amor y sus consecuencias, la identidad, las apariencias…
La divertida secuencia alegórica donde Vidocq y Emile son retratados como San Jorge y el dragón tendrá sentido al final de la película y además sirve como impulso narrativo y de desarrollo de los personajes. Una gran idea y una divertida secuencia.
Provocadora escena la de Loretta (Carole Landis), la bailarina que caerá en las redes de Vidocq, una manipuladora manipulada y ejemplo de la imprevisibilidad de la película, ya que la relación amorosa no será entre Vidocq y ella. El baile es realmente brillante y sugerente y la relación de Loretta con el inspector de policía y el propio Vidocq uno de los puntos álgidos de la obra.
Vidocq robará una liga repleta de piedras preciosa de la pierna de la bailarina, en otra escena atrevida para la época, lo hará en un coche de caballos antes de una cita que ella tiene con el inspector de policía. De alguna forma recuerda a Madame Bovary.
Vidocq, haciendo gala de su carisma y gracias al dinero conseguido con la liga robada, no tardará en entrar en la buena sociedad francesa, lo que le abrirá múltiples posibilidades para cometer robos. Es ahí donde conocerá a Therese (Signe Hasso), una inocente joven de buena familia prendada del retrato de San Jorge con la cara de Vidocq. El desarrollo de esta relación con sucesivos encuentros mudos está muy conseguido.
Encantadoramente pícara es la hermana de Therese, Mimi, interpretada por la niña Jo Ann Marlowe.





La película está llena de sensualidad, un París realmente sexy y desenfado, donde el sexo lo sobrevuela todo. Excelente al respecto es la escena donde un grupo de chicas se bañan y ven como Vidocq mata a una serpiente que las había asustado, en una nueva referencia a San Jorge matando al dragón de forma irónica.
Los encuentros sin palabras entre Vidocq y Therese son a cual más divertido, mención especial para el primero, cuando nuestro protagonista descubre a la ingenua joven detrás de una cortina.
El retrato de la alta sociedad es brillante, sus entretenimientos con la gente provocativa, su fascinación por las opiniones transgresoras, que de alguna forma les hacen aparentar naturalidad, contrastan con su reacción cuando la realidad contacta con ellos, es entonces cuando no saben cómo actuar y se refugian en sus corsés, en su entramado de formas solemnes.
El comisario de policía es retratado de forma caricaturesca, pero está realizado de forma brillante, obsesivo y celoso lo cierto es que aunque todo le sale mal y nadie valora ni su trabajo, ni sus investigaciones, dicho trabajo va bien encaminado en todo momento. De alguna manera aunque se maneja mal en la vida no lo hace así en el trabajo, pero su ingenuidad general, aunque pensando mal acierta muchas de las cosas de los robos que investiga, hace que fracase en todo cuanto se propone. Un personaje bastante trágico, al que se trata con suma crueldad.

No hay un exceso de demagogia, por no decir ninguna, en un sentido político ni social, hay críticas tanto a la alta sociedad como a la baja, igual que hay elogios a ambas.
Son estupendas las secuencias tanto del robo en casa de la marquesa, como la de la posterior investigación protagonizada por el propio ladrón. Esto nos lleva a otro momento memorable de guión, cuando el ladrón acaba siendo jefe de policía.
La redención de Vidocq viene motivada por el amor, pero ésta, aunque acelerada en la parte final, se vine forjando durante toda la película en sus encuentros con Therese. Aunque él no lo sepa está dando pasos de gigante para la mencionada redención. Vidocq es complejo, a las mencionadas cualidades, su carisma, encanto… hay que añadir un perfil nada maniqueo, es un delincuente pero también tiene grandes valores. Por ello Vidocq, una vez es hecho oficial de policía, no se olvida de ayudar a la familia de Emile, que antes le habían ayudado, con esto también se beneficia él ya que pretende un robo y necesita su colaboración, pero la ayuda que les presta es  sincera, como se verá al final.
Es divertidísimo ver como toda la plantilla de trabajadores del banco son la familia de Emilie, ladrones a cargo de un banco y otro como jefe de policía.
El fetichismo es algo que está muy presente en la película, las ligas, los sombreros… obsesiones varias, los celos del policía, los sombreros mencionados de su mujer… la película está llena de detalles y matices que enriquecen la trama, los personajes, la película en general.
Loretta se asemeja en algunos momentos a una mujer fatal, manipuladora y chantajista, usa a los hombres a conveniencia aunque no es rencorosa cuando recibe de su propia medicina, una mujer muy sexual que en busca de sus propósitos no tiene límites en sus estratagemas.
Los dos personajes femeninos, Loretta y Therese, son muy buenos, como no podía ser de otra forma en una película de Douglas Sirk.
El amor es en esta película tratado como la aceptación y el propósito de mejora, la redención. Así Therese aceptará a Vidocq con sus errores y propondrá seguirle en sus delitos, y él cederá en ellos por amor a ella. Ese amor además será la causa que el azar use para evitar el encuentro entre Loretta y el propio Vidocq a la hora que estaba convenida, evitando así un resultado trágico para el redimido ladrón.
La redención, como digo, es un tema esencial en la película, no sólo es Vidocq el que se redime sino que éste, como ya comenté antes, ayuda a la familia de Emile y al propio Emile proponiéndoles un trabajo (el del banco), pero una vez él se redime mantendrá su ayuda de otra forma y les dará la posibilidad de la redención proponiéndoles quedarse con los trabajos que les había facilitado. Los que acepten redimirse se salvarán los que no (Emile) se condenarán. Un Sirk muy moral.
El mismo decorado que confirma el amor de la pareja protagonista será el de la batalla entre Vidocq y Emile, concretándose en el tiovivo.
El jefe de policía totalmente encerrado en sus celos, como esos pájaros que usa de camuflaje lo están en sus jaulas, acaba convirtiéndose en una especie de antihéroe trágico, alguien digno de compasión y a la vez tratado de forma caricaturesca. Un personaje extraordinario.
La película, por tanto, tiene elementos de cine negro, melodrama y comedia, todos integrados con talento.
Emile pasa de la ambición a un inconformismo absoluto e irrefrenable, acaba totalmente absorbido por la codicia. Es en ese momento cuando la analogía con San Jorge y el dragón llega a su punto culminante, representado en la lucha entre Vidocq y Emile, donde el primero acaba con el segundo de la misma forma que en la leyenda. La escena es de una violencia sorprendente, en especial en el momento en que Emile apuñala a Vidocq. Redención totalmente consumada.
Se hizo una película sobre Vidocq  ("Vidocq" 2001) dirigida por Pitof y protagonizada por Gérard Depardieu.
Desconocida película que no tiene desperdicio y sí todas las virtudes de un director incapaz de la mediocridad y el simplismo. Una auténtica delicia, un encanto de principio a fin de visionado imprescindible.
¡¡PARTICIPA!!

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8 comentarios:

  1. Jdr la había visto hace "miles" de años y la buscaba y buscaba pero no me acordaba del título,ni de Gerorge Sanders como prota si a grandes rasgos de la trama
    Voy por ella
    Graciasssss
    Pedro

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  2. De nada jejeje me alegra habértela recordado

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  3. Madre mia cuantos años hace que vi esta peli, jajaja, tengo que revisitarla que además está el maravilloso Sanders que nunca me decepciona

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  4. Joder......no la pillo

    Anónimo Pedro

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  5. Joder.....no la pillo

    Anónimo-Pedro

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  6. Pedro te puse un enlace para Judex, espero que lo vieses. "Escándalo..." la bajé por Emule, sólo en versión original subtitulada la vi.

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  7. Si ya vi el enlace de JUDEX estoy en ello
    Gracias
    Anónomo -Pedro

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