jueves, 9 de febrero de 2012

Crítica: THE ARTIST (2011) -Última Parte-

MICHEL HAZANAVICIUS






El orgullo.
El descubrimiento de la película que tan apasionadamente guardaba entre sus brazos Valentin, intentando protegerla del fuego, por parte de Peppy, la impulsa definitivamente a ocuparse de él. Pese a todo y hacer todo lo posible por hacerle sentir bien, incluso rehabilitarle para el trabajo, su orgullo herido y frustrado, esa parte de su carácter que siempre se impone en Valentin, se resistirá a aceptarlo.  Pero si Valentin es orgulloso, el principal rasgo de Peppy es la tenacidad para lograr sus propósitos.
En casa de Peppy, la inconmensurable Bérénice Bejo, volveremos a sumergirnos en el universo de “Ciudadano Kane”. Allí el convaleciente Valentin descubrirá algo que lejos de satisfacerle le frustrará totalmente. Su ángel guardián compró y guardó todos los recuerdos que el actor se vio obligado a vender. Allí, como Foster Kane rodeado de todas las estatuas y antigüedades que iba acumulando, se sentirá humillado, llegando al clímax cuando descubre su enorme cuadro egocéntrico, que le recuerda lo que llegó a ser. Ahí está “El retrato de Dorian Gray”, de Oscar Wilde, pero una vez más invertido, aquí es un retrato de belleza inamovible e imperecedera la que le devolverá el reflejo de lo que fue, y lo que en un principio enorgullecía a Valentin poco a poco, cada vez que ve el cuadro, le irá devolviendo el reflejo de su propia humillación. También está ahí “Rebeca” (Alfred Hitchcock, 1940). Una impresionante y emocionantísima escena, otra más…


Hazanavicius recoge de forma maestra las referencias y generalmente les da un giro imprevisto para sorprender al espectador. Así si en “Candilejas” él muere tras su último espectáculo aquí tendrá una segunda oportunidad gracias a la chica; si en “Ha nacido una estrella”, la no aceptación de su nuevo estatus a la sombra de otra estrella lleva al protagonista al suicidio, aquí el nuestro se arrepentirá; si Charles Foster Kane rememora “Rosebud” de forma nostálgica en su lecho de muerte, el “Rosebud” de Valentin, representado en su película con Peppy, le servirá para reinventarse; si en “Cantando bajo la lluvia” la falta de talento de una actriz le impedirá adaptarse, un talento para el baile dará la opción a los protagonistas para crear algo nuevo…
Es muy hermosa la entrega generosa de esa chica con el actor, entendiéndole mejor que nadie en sus frustraciones y desesperándose cuando no logra que libere su mente de complejos e inseguridades. Su defensa de él ante el mismo productor que intentó echarla del plató cuando no era más que una figurante muestra y define todo el carácter y evolución del personaje, una firmeza e iniciativa que recordará a la sutil defensa, que aquel día, donde estuvo a punto de ser expulsada del estudio, hizo Valentin de ella. Si recordamos la anterior escena, ésta está montada y planificada de forma similar, mostrándonos los tensos rostros de los colaboradores expectantes ante la decisión del productor. Algo similar también se ve en la escena del primer encuentro, con los fotógrafos atentos a la reacción de la estrella George Valentin tras el encontronazo con la joven admiradora. Un nuevo eco.


John Goodman, que es un mito casi, vuelve a estar excepcional. Siempre da gusto verlo.
Enternecedora relación.
Cuando debe irse al plató a rodar una escena, Peppy captará al instante el gesto decepcionado de Valentin. Ella, como actriz, entiende sus sentimientos mejor que nadie, al instante.
La aparición de James Cromwell, el antiguo chófer de Valentin, para llevarle el guión del proyecto que Peppy quiere realizar junto a él, nos da otro pequeño giro en la historia y explica cómo y por qué supo que estaba borracho en el bar. Los hilos de Peppy, en el cuidado de su antes mitificado actor y ahora querida persona, son interminables. En el diálogo, ese chófer siempre fiel, le mencionará su tendencia al orgullo y le aconsejará que corrija eso, que Peppy lo merece, un chófer que también comprende a su antiguo jefe y hace hincapié en uno de los temas principales de la cinta y rasgos más destacados del protagonista.
La parte final es de un lirismo intensísimo, de una belleza onírica que entronca con “Vertigo” (Alfred Hitchcock, 1958), por muchos aspectos. Es magistral el plano donde George se ve reflejado en un cristal superponiéndose al traje del escaparate, que le recuerda el suyo de los tiempos gloriosos, un fantasma reflejado, como la Kim Novak de la cinta de Hitchcock, y el tema “Scene d’Amour” de Bernard Herrmann atronando en toda esta parte final, también prestado de la cinta del maestro inglés. El uso de este tema ha creado cierta polémica debido a las palabras de Kim Novak que lo ha considerado una violación de su trabajo. Añorando un pasado que parece no volverá, obsesionado con él. Un policía “hablador” le devolverá a la cruda realidad, primeros planos de la boca del agente le harán recordar la presencia de lo sonoro.
No se pueden escapar las reminiscencias a la tragedia griega que contiene la película, estamos de nuevo ante el mito de Orfeo rescatando a Eurídice, pero una vez más con los papeles cambiados, así como su final.
Atormentadores planos de bocas, constantes bocas, bocas por todas partes, bocas mudas que gritan.


Este intenso final, con la llegada de George a su casa, símbolo físico de su deterioro, dispuesto a suicidarse porque no se aguanta más, acabará con la música de Herrmann en lo más alto y alcanzando una redención en forma de evolución y transformación. De alguna manera, aunque no comete el suicidio, el antiguo George Valentin muere para renacer de otra forma, evolucionado y desprejuiciado, trasformado en Gene Kelly.
Así de donde no pudo rescatar la protagonista de “Ha nacido una estrella” a su marido, sí lo rescatará la nuestra, Bérénice Bejo. De la muerte.


Es maravillosa la redención y la declaración de Peppy, verdaderamente emocionante, y el perro, que esta vez parecía no lograr evitar la tragedia, los unirá en risas. Llorar aquí, de felicidad y de muchas otras cosas, no será raro. Hacedlo, no os cortéis, sobre todo si estáis solos.
Un ejercicio de arqueología cinematográfica, como se ha comentado, que no deja de ser coherente con la idea mitológica.
Memorable, maravillosa, magistral, excepcional es la última escena, cuando Gene Kelly o Fred Astaire con Ginger Rogers, perdón George Valentin y Peppy Miller, muestran al productor la genial ideal. La comedia musical, otro paso en la evolución, la reinvención, el uso del sonoro sublimado y…
Y se hizo el sonido. De una infinita coherencia y maravilloso talento, rizando el rizo del discurso metalingüístico, nuestros protagonistas hablan. Les oímos respirar y hablar. Viven. Y, por supuesto, bailan claqué.

 

La palabra “ACCIÓN”, para la escena que acabamos de presenciar, redondea el mencionado discurso dando fin a la película. Veremos cómo las claquetas que abren la coreografía es un juego más de metacine, y la cámara se elevará mientras el equipo se prepara para la repetición de la escena, siendo testigos desde nuestra butaca de un rodaje dentro de un rodaje. Algo que remite a aquella grúa excepcional de “Cautivos del mal” que remarcaba este mismo hecho elevándose hasta el último de los colaboradores que presenciaban aquella escena. Callar y aplaudir.


Como dije, sin una buena historia no pasaría de ser una curiosidad, pero la historia y el trasfondo es excepcional y de una emoción desbordante. Si el uso de referencias no resulta novedoso la mirada lo es de forma contundente.
Reirás, llorarás, te emocionarás, pensarás…
La banda sonora de Ludovic Bource es una auténtica maravilla, como he insistido varias veces.
Centrándonos en la relación de los protagonistas, lo más brillante es la idea de que se forje en pequeños detalles u objetos, momentos, recuerdos, lo aparentemente nimio en suma. Una película protegida de las llamas, el primer encuentro recreado en una película, la compra de los objetos de él por parte de ella, un lunar…
La escena final justifica, e incluso explica, la decisión de que la película sea muda. Ese discurso metacinematográfico y metalingüístico carecería del más mínimo sentido sin esa decisión que evoluciona al oírse las voces en esa escena final. Así “The artist” es una profunda reflexión sobre el prejuicio, ya sea desde lo clásico a las innovaciones o desde lo moderno a lo más antiguo. Siendo muda se aprecia verdaderamente el necesario respeto al pasado, es la única forma de hacer sentir y entender al espectador un mundo olvidado y desaparecido y hacerle consciente de los elementos que componen el arte cinematográfico, por eso es tan importante que al final de la cinta se oiga hablar a la gente, ese signo evolutivo pero respetuoso. Mucho más allá del recurso snob.
La fusión de lo clásico, George Valentin, y lo moderno, Peppy Miller, que crea algo nuevo, el musical, y queda refrendado con la propia película, “The artist”.
La dirección y el guión de Hazanavicius, las interpretaciones de Dujardin, Bejo o Goodman, de todo el reparto en suma, la banda sonora, la recreación de época y cualquier aspecto que queramos destacar, es una absoluta maravilla.
Una dirección que respetando los cánones clásicos no omite rasgos estilísticos modernos, en sutiles guiños una vez más, como el abundante uso del primer plano en contraposición con el mayoritario uso del plano general en los años 20.
Se es cruel con los clásicos, despreciándolos en muchas ocasiones, como se reniegan de las innovaciones, y renegaron. Se tiende a dar importancia a lo accesorio, estética clásica, blanco y negro, no hay sonido… que a lo esencia. Es el signo de los tiempos. Lo esencial es que te cuenten una buena historia. La forma sobre el fondo. La forma matando al fondo. La superficialidad. “The artist” es plenamente consciente de los prejuicios que tendrá que sobrellevar sobre sí misma y muestra esa doble vía de reflexión desmantelando así los análisis más simplistas y prejuiciados, alzándose contra cualquier tipo de prejuicio artístico. Reivindicadora.
Así si en “Origen” de Christopher Nolan (2010) se plantea la idea y la reflexión del cine como generador de sueños, ilusiones y su vinculación con nuestro propio ser, en un encubierto mensaje también metacinematográfico, “The artist” se plantea como un juego de espejos entre la vida, la ficción y la verdad, con un mensaje de fondo muy similar.
La colección de referencias es extensísima, como podéis comprobar, y muchas se me pasarán o no las habré visto. Podéis divertiros sacando más. Añadiendo otras mencionar a Jacques Tati, si se homenajea a los grandes del humor mudo americano, también estará presente el grande del mudo francés, incluso habiendo sonido ya… También se intuye a “La rosa púrpura del Cairo” (Woody Allen, 1985), en esa reflexión sobre la ficción, así como muchas otras que la han tratado. La sutil comedia de Lubitsch o Wilder, los homenajes al serial del cual Fritz Lang era un fan absoluto, "Y el mundo marcha" de King Vidor (1928)…
Renunciar al pasado, a los maestros, a los forjadores y creadores del invento, del lenguaje que posibilita cualquier película, la base de todo, es caer en el absurdo. Regodearse en la ignorancia y el “paletismo”, creerse algo cuando en realidad está inventado, inventado por dichos maestros, es profundamente prepotente. Es por ello obligada la reivindicación de esos directores que crearon innumerables obras maestras, recursos e innovaciones sin las que no se concebiría absolutamente ninguna película hoy. D. W Griffith, Eisenstein, Murnau, Dreyer, Fritz Lang, Alfred Hitchcock, John Ford, Howard Hawks, Georges Méliès, Chaplin, Buster Keaton, Tod Browning, Jacques Tati, Cecil B. DeMille, King Vidor, Henry King, Ozu
Y obras maestras como “El nacimiento de una nación” (1915), “Intolerancia” (1916), “El acorazado Potemkin” (1925), “Nosferatu” (1922), ”Amanecer” (1927), “La pasión de Juana de Arco” (1928), “Metrópolis” (1927), “Spione” (1928), “Las tres luces” (1921), “El doctor Mabuse” (1922), “El gabinete del doctor Caligari” (1920), “El enemigo de las rubias” (1927), “El caballo de hierro” (1924), “El chico” (1921), “La quimera del oro” (1925), “Luces de la ciudad” (1931), “Tiempos modernos” (1936), “El maquinista de la general” (1926), “Garras humanas” (1927), “Rey de reyes” (1927), “Los 10 mandamientos” (1923), “He nacido, pero…” (1932)…
Casi nada.
Que en la época del 3D, los efectos digitales, las más avanzadas tecnologías, aparezca esta rara avis, que además se aleja de la idea de peculiaridad gratuita, sólo puede hacer que los amantes al cine, los verdaderos amantes, estemos de enhorabuena y esperanzados ante la perspectiva de que siempre habrá obras maestras como ésta para nuestro disfrute total y absoluto. Podemos entusiasmarnos y regocijarnos sin disimulo, una vez más, ante una nueva obra arriesgada en su extrema sencillez, aparente sencillez.


Vayan a verla, obliguen a verla a todo el que puedan, cuando las fanfarrias de los títulos de moda se desvanezcan, la sinceridad y honestidad de esta estruendosa obra maestra seguirá en sus subconscientes.



Dedicada a Parisina que espero haya llegado, de nuevo, hasta aquí y a O'Flint.


Lee aquí la 1ª Parte del análisis.

Lee aquí la 2ª Parte del análisis.

Lee aquí la 3ª Parte del análisis.



12 comentarios:

  1. En 3 palabras Su-bli-me. Felicidades de nuevo genio. Rikku

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  2. Muchas gracias preciosa, a ver si la ves y me cuentas.

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  3. Bueno, bueno, bueno...

    Es difícil comentar aportando algo, tras 4 partes 4!!!

    Para empezar, esta vez debo dar encarecidamente las gracias por este trabajo intenso de una obra que opta a permanecer en un puesto de honor en la iconografía fílmica. Y digo intensa (extensa también, pero ha sido un gustazo), porque está tratada con un mimo especial.
    No pretendo decir con eso que el resto de críticas sean superficiales ni desganadas, NADA DE ESO, pero sí de ota una admiración profunda por la cinta, quizá por en errar tanto cine en ella.

    Dicho esto, tengo, más q aportaciones, preguntas.

    Hablas de la labor de dirección, de los homenahes al cine, pero, es aquí, en una cinta donde la imagen es clave, importante recordar el papel de la fotografía? La luz, los contrastes, la profundidad, es tarea del director o un tandem perfecto con el director de fotografía?

    Cómo se hace un guión de una película muda?

    Crees que una maravilla como es esta peli va a reavivar el interés de la industria por volver a emplear (más, porque ya se está ha iendo) la profundidad del blanco y negro, cayendo en la saturación?

    Siendo, como soy, una entusiasta de las antiguas y gloriosas cintas, me interesa especialmente el uso del b/n. Esta película encaja en aquellas cintas, aunque no sé si otro tipo de historias podrán quedar tan redondas.

    Me gustaría que, en algún momento, hubiera un breve "diccionario cinemelódico" en el q explicara el papel y la función de lis que i ter ie en en una peli, a modo de esqueleto de lo q después venos como un todo. Ahí lo dejo.

    Y, por supuesto, esta película pasará a formar parte de mi DVDteca, para disfrutar de ella muchas veces; sola o en compañía de otros!!!


    Querido sensei: mil gracias. Impresionante trabajo. Sé q lo digo a menudo, pero también sé que lo que nosotros leemos en un ratito es fruto de muchas horas, mucha concentración y mucho esfuerzo. Sé q es tu pasión, pero las pasiones también tienen mucho de marquetería, de cuidado al detalle. Y eso no se hace con prisa, sino con horas y horas de concienzuda entrega.


    BRAVO. GRACIAS. (standing ovation)!!!!

    Un beso,


    R

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  4. Muchas gracias REINA, me has puesto colorado y emocionado. Me alegra que te haya llegado esta crítica. En realidad tiene el mismo mimo y digamos, emotividad que otras como E.T, quizá ni siquiera llegue a tanto, depende más de la cinta o de lo inspirado que esté. Con Resident Evil sólo podría hacer algo ligero o gracioso. Pero como sabrás son varias las pelis que he tenido que dividir en 3 o 4 partes jajaja Casi nada.

    El director de fotografía está íntimamente ligado al director, incluso puede tener su misma importancia, muchos directores se guían mucho de ellos, el look de la cinta depende mucho de él, del director de fotografía, pero las decisiones últimas ya se sabe quién las toma…

    El guión de una peli muda se hace exactamente igual, se tiende a pensar que el guión son los diálogos y para nada, no es raro que se contrate un guionista y luego un dialoguista. Dentro de la ejecución de un guión puede haber muchos tipos, desde visuales hasta muy generales o casi improvisados, desde muy detallados que incluyan hasta los elementos de la escena a otros más generales; que guíen interpretaciones etc. No tiene que ver con los diálogos, que sólo son una parte del guión.

    Con los revival nunca se sabe, es posible que se pongan de moda un tipo de películas o que no, que se quede ahí. El blanco y negro me fascina y visualmente me parece increíble, siempre tengo y necesito volver a él, es de una belleza sin igual, yo creo que siempre habrá cineastas que lo retomen, pero no de forma generalizada.

    No he pillado bien la petición del diccionario, así que vas a tener que escribir otro comentario aclarándomela ajajaja.

    Muchas gracias REINA, sí tiene dedicación, pero generalmente está en la cabeza, podría hacerlas en un día o dos, pero tampoco se van mucho más, y hablo de las más largas. Seguramente en un día acabe la de “Thatcher” y “Moneyball”, otras consulto más o les doy más vueltas para resultar creativo porque creo que tienen miga o quiero sacarles todo el jugo y temas posibles. En exceso perfeccionista y obsesivo jaaja

    Un besazo.

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  5. Sigo pensando que la historia es ingenua porque debe ser ingenua. Y lo mejor de la peli es que es una película muda. Y ha de ser muda, porque si no sería completamente distinta. Es un ejercicio de estilo, pero no sólo. La música y la fotografía son definitivamente partes de la historia. Los actores están sensacionales. Pero no me maravilla tanto, porque últimamente estoy poco romántico respecto al cine.

    Pero defiendo que se hagan pelis mudas, como se hacen pelis en B/N. Libertad al creador...

    Salí satisfecho del cine. A ver si la veo de nuevo, seguro que la disfruto más aún.

    Enhorabuena, de nuevo MrSambo. Lo tuyo sí es imprescindible. Crack.

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  6. Muchas gracias Bipancho, te voy persiguiendo por el blog jajaja. Me han encantado tus referencias y aportaciones, han completado todo mucho. Un gustazo. No me había fijado en lo de las esquinas que explicas. Todas las aportaciones estupendas, ha quedado una crítica chulísima con estos comentarios. Un abrazo.

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  7. Gracias. Ah, se me olvidaba, por el guión y la forma de rodar y la fotografía, es una pequeña historia del cine desde los 20 a finales de los 30. Una buena manera de iniciar en el cine de esas épocas a gente que no está acostumbrado a verlo.

    Lo difícil es convencerlos de que vean una peli muda de 95 min. hecha en 2012.

    No está de más que vean primero "El maquinista de la General" ¿no?

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  8. Es un recorrido maestro. Para cinéfilos es imprescindible, para los no tanto, los chavales, debería ser obligatoria como enseñanza, no cinefila, que también, sino artística por lo que propone y expresa.

    "El maquinista de la general" siempre debería verse. Es un problema de prejuicio más que nada. Si la ves sin tonterías en la cabeza gustará.

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  9. Pues sí, una gran película, sólo añadiría lo emocionante de escuchar (leer) el ¡¡¡ BANG !!! final, del coche estrellado contra el arbol, que te induce a pensar en lo peor. Parce que todo está muy bien pensado,medido y ademas con un sentido del humor de lo más elegante.

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  10. Cierto, ese momento pone los pelos de punta, muchas gracias por reseñarlo. Un abrazo

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  11. Yo no tengo ni idea de cine, más allá del "me gusta" o "no me gusta". Esta peli me ha gustado. No me ha apasionado, pero al final es ese cine que quiero ver. Esa película que te deja mil cosas que recordar varios días después de haberla visto.

    Creo que el director la hizo como un proyecto personal y le salió algo que traspasa esa frontera.

    De todas formas, una vez más tu "crítica" aporta muchísimas cosas, yo diría que incluso completa la película.

    Me temo (empleo el verbo temer porque no es la que más me ha gustado) que se llevará los oscars importantes y será la gran triunfadora, está muy bien hecha, llega quizá en el momento apropiado y es propicia para que la industria la vote. La lástima para las demás es que este año hay un conjunto de buenas películas que merecen mucho la pena, en contraste con otros años.

    Un saludo,
    Cisco.

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  12. Cisco es que no hay más, las películas te tienen que gustar o no. Yo desde aquí aporto claves desde donde puedo, que si sirven para una mejor comprensión o enriquecer el visionado, incluso abrir nuevas puertas, pues me hace sentir orgulloso y afortunado.

    "The Artist" es una obra maestra destinada a perdurar, como lo es "La invención de Hugo", cualquiera que se lleve el gato al agua será justa vencedora. Me inclino quizá un poco por ésta por el riesgo que conlleva. Pero nada mas.

    Muy de acuerdo en que la gala de este año presenta un nivel estupendo en contraste con muchas de las pasadas.

    Me alegro de que te animaras a verla y muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.

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