jueves, 16 de mayo de 2013

Crítica: MEMORIAS DE UN ZOMBIE ADOLESCENTE (2013)

JONATHAN LEVINE










Los zombies han inundado las pantallas de cine y televisión sin concesiones. Visiones desde todos lados y con todo tipo de tramas, si bien es cierto que tampoco hay mucha variedad, lo que cambia son los conflictos humanos y que las tramas estén mejor o peor elaboradas y tengan más o menos talento y suspense.

Como toda moda el tema acaba por desinflarse y desvirtuarse, surgiendo las variaciones del punto de vista, las comedias o las parodias. Esta cinta es buen ejemplo, manteniendo la dignidad y tópicos del género, apuesta por el humor y ver el fenómeno y a los protagonistas, los zombies, desde otro punto de vista. Todos los defectos que se puedan suponer es muy posible que estén presentes, pero también lo están no pocas virtudes que es obligado destacar y reivindicar. Esta originalidad en el punto de vista, sin caer en la parodia, mostrando una sociedad zombie organizada, cotidiana, se ha visto pocas veces, por no decir ninguna, aunque peque de incoherente. Vemos los tiempos muertos de esos monstruos cuando no están persiguiendo humanos para comerse sus cerebros, su punto de vista, los agujeros de su esencia y su vida, a través de la comedia y la ironía.




Se ha querido ver una especie de “Crepúsculo” en versión zombie y es que los paralelismos de una relación de amor entre un mito del fantaterror, un monstruo, y un ser humano son evidentes. En la saga vampírica eran vampiros y hombres lobo, aquí es un zombie, que entroncaría con la ciencia ficción además.

Los tópicos del género están presentes, si bien muchos están para parodiarlos. Además la cinta se beneficia de una pareja protagonista realmente fresca. Simpáticos y divertidos, que elevan el nivel y logran la afinidad con el espectador. El componente humorísico, más destacado en la primera parte del film, le da un nuevo y buen aliciente a esta cinta. La película va de más a menos, sus grandes virtudes están especialmente en la primera parte, donde el humor es más brillante y se añaden elementos de crítica social, algo que el género fue desarrollando y que está en sus genes. La cinta luego cae más en el convencionalismo, pero se sostiene por el buen trabajo interpretativo de sus protagonistas y una sobria dirección.

Memorias de un zombie adolescente” se vertebra en la toma de consciencia de un zombie y su posterior relación amorosa con una “viva”. Director y guionista, que adapta la novela de Isaac Marion, nos introducen de lleno en el hábitat de los zombies, sus costumbres, forma de vida y pensamientos. Esto sirve para dejar simpáticas notas de humor, pero crea cierto problema de lógica interna que lastra la cinta, como es lógico. No es coherente que oigamos los sesudos pensamientos de un muerto en vida y más cuando muchas de estas reflexiones implican poseer memoria y ser consciente de sentimientos propios y ajenos, una contradicción y una servidumbre que los responsables de la cinta asumen como irremediable. Ya explicaré esto algo más.



En la introducción nuestro protagonista, R (un notable Nicholas Hoult), se nos descubre como un zombie consciente de su naturaleza y hará divertidos y simpáticos comentarios sobre los tópicos zombies, la pose y forma de andar, el desastrado y sucio look, el origen apocalíptico de los mismos… Todo esto lo tenemos en una voz over, una narración en primera persona que resulta contradictoria, como he comentado. Nuestro protagonista no recuerda su nombre, más allá de una inicial, R, pero en cambio se explica con formidable soltura, mantiene recuerdos de la vida cotidiana anterior y hace sesudas reflexiones que serían imposibles desde su condición. Juega, desea cosas, tiene anhelos… todo relacionado con la esencia puramente humana. Por ello, desde el mismo planteamiento este recurso de una voz over en primera persona, típica del cine adolescente, no es coherente ni con el personaje ni con su esencia, tampoco su tratamiento. Si acompañase la evolución y paulatina humanización del personaje con el mismo ritmo sería un recurso válido, pero no tal y como se muestra.


Sentimientos como la soledad, el inconformismo, insatisfacción, desorientación… todo muy humano. Se sitúa, en cualquier caso, a nuestro protagonista como un elegido, alguien único en su especie, aunque más que único comprobaremos que simplemente es un adelantado.


Hay también elementos de crítica social en este inicio, el más significativo es ese plano donde se ve el aeropuerto por donde vaga nuestro protagonista, que está repleto de zombies, y que se transforma en uno repleto de humanos, mostrando una de las tesis del film. Una crítica evidente pero bien mostrada y que en realidad ha estado siempre detrás del cine de zombies. La deshumanización como un cáncer que se extiende en nuestra sociedad, una sociedad destinada a perecer víctima de esa deshumanización o abocada a ella por su forma de vida. Así veremos a esos humanos en una fase embrionaria del proceso de “zombificación”, que padeceríamos actualmente mirando móviles, tablets y consolas, sin comunicarse ni mirarse a los ojos, abstraídos en un mundo virtual ajenos al resto, una comparativa expresiva y evidente.



George A. Romero es el gran padre del universo e icono zombie, aunque no fuera el primero en mostrarlo. En sus películas fue evolucionando incluyendo más elementos de crítica social, una sociedad adocenada, decadente y destinada a la destrucción, ya sea por su interés en armas biológicas, ya sea por una galopante inhumanidad, falta de valores, intereses, centrada en el consumo inconsciente y sin raciocinio, en la degeneración progresiva y descerebrada... la conversión en zombies. Todo esto se homenajea de alguna manera en la cinta, de forma sutil, como en el plano mencionado. Además hay otro homenaje velado a George A. Romero con el nombre del protagonista, que sólo recuerda una inicial, precisamente la R., como la del apellido del famoso director.


La música tendrá mucha presencia, excesiva, son constantes las canciones que enmarcan la relación amorosa de esta sui generis pareja, por ejemplo oiremos al gran John Waite y su “Missing You”. Un zombie melómano, muy lógico.


A veces casi mantenemos conversaciones”. “Hambre”. “Dios, que despacio avanzamos”.

El punto de vista cambiará sin más, pasando del monólogo interior del zombie protagonista a ver al grupo de la resistencia humana, una alternancia que de alguna manera deja en evidencia esas contradicciones y artificio al que se ve abocada la película para mantener su narración e intenciones. En este grupo que lucha contra los zombies y hace expediciones para recopilar alimentos y medicinas veremos a la otra gran protagonista, Julie (Teresa Palmer), que posee un gran parecido con Kristen Stewart, la protagonista de la saga “Crepúsculo”, saga que pertenece a la misma productora, por cierto. Lo que diferencia a ambas es su talento interpretativo, si bien la Stewart pasa por las cintas con una insufrible cara de asco permanente, inexpresiva y con una pose donde parece suplicar que la saquen de allí, Teresa Palmer es pura frescura y expresividad, uno de los grandes alicientes de la cinta. Julie tiene un novio, aunque el director incluirá detalles que hacen indicar que la pareja no irá a ningún lado, ya que el chico, Perry (Dave Franco), rechazará el intento de ella de darle la mano por el miedo y respeto que le tiene a su padre (John Malkovich)… ya sabemos por donde va a ir la historia de amor. De esta forma quedan presentados los dos bandos, aunque se hace más hincapié en el de los muertos vivientes, más vivientes que nunca. Esto es lógico, ya que ahí pretende radicar la originalidad de la propuesta.


El primer enfrentamiento entre zombies y humanos provocará el encuentro entre R y Julie mediante un contacto visual al ritmo de John Waite, que cambiará la existencia de nuestro lento protagonista. Será el propio R el que acabe con el novio de ella, Perry, y se coma su cerebro, lo que agudizará el vínculo al ver estampas del pasado de la chica.


Bonito reloj”. “Sentirme un poco mejor, un poco menos muerto”.






Comer cerebros ayuda a los zombies a apoderarse de los recuerdos de su víctima, sentimientos vividos, un placer zombie muy humano porque los vincula con aquello que fueron.


La evolución del zombie protagonista, así como de los demás, no está mal construida, poco a poco irán recuperando el habla, aunque R lo hará a velocidad de vértigo, bastante excesiva…

La cinta se centra en la relación amorosa de los dos protagonistas, muy por encima de los elementos de terror o suspense que pueden darse en una cinta de zombies. Los que hay no están mal pero tampoco son nada del otro mundo, una apuesta más agresiva por este componente habría ayudado a una mejor valoración de la cinta. Las escenas de acción salpicarán el entramado romántico, pero sin abusar, así como los elementos de terror o suspense. Escenas como la fuga de la pareja con la ayuda de M, son pequeños episodios que aligeran el romanticismo preponderante. Desde luego esta cinta tiene más ritmo, en ese sentido, que la primera de la saga “Crepúsculo”.

Julie”.


Uno de los clásicos del cine de zombies es cómo detectan estos a los humanos por el olor, para camuflar a Julie, R la impregnará de su aroma para que pase desapercibida, algo cogido por los pelos, ya que simplemente le mancha la cara. Lo que resulta más absurdo es el secuestro y la pasiva actitud de la chica. Una sumisión inconcebible. Cuando amanezca la chica si intentará escaparse y cuando parezca que no hay salida al estar rodeada de zombies, R aparecerá, literalmente, de la nada para salvarla.



No como”. “Te protejo”. 

R se convertirá en un yonqui adicto al cerebro del novio de Julie, que comerá en sus ratos libres para verla en los recuerdos del difunto. Esto lo veremos en flashbacks cerebrales que funcionan regular a nivel dramático y narrativo. Así veremos, por ejemplo, al padre de Perry convertido en zombie y atacando a su propio hijo.
Te protegerá”.

El latido del corazón vincula la paulatina humanidad de los zombies con el amor, esto también lo veremos con el resto de zombies posteriormente.

Deja de mirarla, estás otra vez en plan siniestro”. “La cita no está yendo bien, me están dando ganas de morirme otra vez”.

R se agarra a Julie en busca de la humanidad perdida, siente un repentino enamoramiento y su evolución seguirá viéndose en pequeños detalles, como la sonrisa que se le escapa. Todo esto no evita que muchos de los comportamientos de los personajes, especialmente de Julie, resulten incongruentes y surrealistas, por ejemplo que acceda a pasar unos días con él con la excusa de que se olvidarán… ¿de qué se tienen que olvidar? Esto roza el bochorno pero que acto seguido la veamos en un potente coche y tampoco se plantee escapar cae de lleno en el ridículo, hace tambalear la propuesta y hace difícil que la tomes en serio. Una chica de palabra… Incongruencias difíciles de admitir. En este viajecito de evasión veremos a dos niños pequeños, que ya vimos en la escena inicial, observando atentamente, algo que no irá a ningún lado, aparte de verlos en la escena final jugueteando. Resulta raro, también, que dos zombies, esos dos niños, mantengan un vínculo cercano…



Otro simpático personaje será el amigo de R, Marcus (Rob Corddry), que también tendrá su propia evolución, en un principio un zombie hambriento, una aparente oposición a su amigo, una posterior ayuda al mismo y su latido… Será el cabecilla que lidere al grupo de zombies para ayudar y proteger a R. Finalmente incluso lo veremos intentando ligar con Emily (Quinn O’Neill). El resto de zombies también irá evolucionando poco a poco, una primera muestra la tendremos en la escena de fuga de la pareja con la ayuda de M y el respeto del resto de zombies al ver el gesto de cariño de ella hacia él, le coge una mano, algo que contrasta con la escena en la que Perry, el difunto novio, rechazaba tal gesto. Sólo los zombies denominados “huesudos”, zombies esqueléticos sin posible redención, se mantienen como amenaza. En otra supuestamente poética escena veremos el reinicio de los latidos de los corazones de todos los zombies.

 

La evolución y desarrollo del personaje de Julie tampoco es acertado, ya he comentado la incoherencia e ilógica de su actitud, pero sus reacciones también son extrañas. Recibirá la noticia de la muerte de su novio con una extraña frialdad, aunque luego tendrá una escena donde llorará un poco; cuando R confiese que fue él el que acabó con Perry, se escapará simplemente para echarlo de menos en la escena siguiente… unos sentimientos profundos, una chica comprensiva… Salvo esa escena Julie no mostrará más pesar por su novio, es más, en ocasiones parece que escenas como la del llanto de la chica están colocadas con posterioridad, como si el director se percatara a posteriori de las lagunas psicológicas que presenta la narración e intentase rectificarlo. La realidad es que parece que para Julie la desaparición de su chico es lo mejor que le pasó, ya que le posibilita entregarse a una relación con cualquiera, aunque sea zombie, porque no conviene olvidar que la confesión a su amiga de lo mucho que echa de menos al zombie es la escena que viene justo después de la confesión de R, donde cuenta que fue él el que acabó con Perry. La relación evolucionará como se prevé, un aumento de la confianza, enamoramiento tras las dificultades y entrega total al amor final. Veremos como Julie pasa de temer a su amigo zombie a pedirle que vele por sus sueños. También veremos como Julie corresponde a los cuidados de R, si él la protegió de sus amigos zombies ella hará lo propio con él protegiéndolo de su propio padre y equipo expedicionario. Conforme se acerquen al núcleo de la resistencia la intimidad entre ambos personajes se agudizará, por ello R se excitará al ver a Julie desnudarse y confesará que fue él el asesino de Perry. En esta escena íntima en una casa abandonada R dormirá y tendrá un sueño, un rasgo puramente humano del que no pueden disfrutar los zombies, su evolución cumpliendo los últimos pasos. Un sueño metalingüístico además, donde hablará consigo mismo y su condición de zombie en transformación. La relación entre R y Julie tiene resonancias de clásicos como “La bella y la bestia” y sobre todo “Romeo y Julieta”, la escena en la que R va a buscar a Julie, tras ésta huir, y su charla con ella bajo el balcón de su habitación es una referencia poco disimulada a la obra maestra sobre el amor y la pasión de Shakespeare.




El nuevo mundo retratado, reinventado, donde los humanos se deben adaptar a las nuevas circunstancias, es mostrado con acierto, primitivo, básico, casi agrícola en medio de una gran ciudad. Lo básico y lo importante como el último reducto, lo apocalíptico como filtro para lo auténtico de verdad. En este sentido oiremos la conversación donde Julie y su amiga, Nora (Analeigh Tipton), echan de menos a R y a internet…


En una maldad reflexiva me divierte pensar en qué ocurriría si el zombie protagonista fuera mujer. Imagino a hordas de ultra feministas con el puño en alto protestando por la película y la imagen sumisa de la mujer, por la dominación masculina y por mostrar que la pasividad y aceptación femenina es la única forma admisible para ellas… Pero afortunadamente no es una mujer.

John Malkovich tiene un papel pobre y secundario, se le retratará como un poco fanático, pero redimible finalmente, para darle algo de enjundia. Él no aceptará el supuesto cambio de los zombies personificado en R, él prefiere curarse en salud y matarlos a todos, aunque los hechos lo convenzan en la conclusión. Nora lo tendrá que encañonar para evitar una desgracia, aunque lo veremos justo después tan tranquilo persiguiendo al amigo zombie de su hija.


En la parte final la acción se disparará, como mandan los cánones, un clímax para la acción y el suspense, donde no se explica cómo los huesudos encuentran el rastro de nuestros protagonista más allá de un olfato digno de sabuesos dopados y mutados… Tampoco sabemos por qué saben los otros zombies que los huesudos buscan a la pareja. Batalla final con zombies luchando junto a humanos contra los huesudos, recuperación del habla de todos y sacrificio de amor por parte de R., un salto y el beso para la transformación definitiva. Un disparo herirá a R, pero la sangre y el dolor aquí son placenteros, están unidos íntimamente a la humanidad, lo que convencerá a todos, especialmente al padre de Julie.



El humor se va reduciendo paulatinamente hasta quedar poco en la segunda mitad, que da completo protagonismo al drama romántico. Con todo habrá momentos simpáticos durante toda la narración, especialmente por la voz over de R, que también va quedando minimizada conforme avanzamos.

La transformación y la aceptación del otro acaban siendo otras de las tesis del film, con los humanos aceptando a los zombies regenerados y éstos integrándose en la comunidad de nuevo, todo volviendo a cambiar, un cambio permanente. Simbólica destrucción del muro que protegía a los humanos de los zombies, fin de la incomunicación, los miedos, los complejos y las inseguridades.



La música tiene gran importancia en la cinta, una gran banda sonora donde veremos u oiremos a gente como John Waite, Scorpions, Joni Mitchell, The Birds, Guns N’Roses, Bruce Springsteen, el "Hungry Eyes" de Eric Carmen…y "Pretty Woman" de Roy Orbison, en una simpática escena cuando van a maquillar a R. Una transformación que llevará a promesas de estar juntos siempre y a apreciar la belleza del amable muerto, como verbalizará Nora.



Lagunas de guión, ciertas incoherencias y contradicciones, falta algo de acción al centrarse en el romanticismo de forma preeminente, pero resultona para el público al que va dirigido. Superior a lo que cabía esperar, con ideas y propuestas interesantes, aunque inferior al tráiler que parecía apostar de forma más decidida por el humor.



La relación entre los protagonistas y el trabajo de ambos actores resulta eficaz y está bien mostrada desde la sobria dirección, es fácil que te encariñes con Julie y ese zombie que finalmente no recuerda como se llama más allá de la inicial, R, de Romeo… o de Romero.




8 comentarios:

  1. bolsonxx: como le comenté Mr. Sambo fue una película que me gustó mucho. Muy entretenida, original, con humor diferente de los típicos gags que estamos acostumbrados a ver (hace poco me tragué Scary Movie 5 con mi hijo), y la banda sonora genial. La escena del guiño a pretty woman genial.

    Pero lo que más me gustó fue el trasfondo de crítica social. Evidentemente cada uno lo ve a su manera y saca sus conclusiones; las mias son estas:

    Me llamó la atención al principio la escena donde dice R que ahora al no hablar por ser zombies se pierden la comunicación con otras personas... entonces muestran el aeropuerto antes de la epidemia y vemos a todo el mundo con su móvil, tablet o simplemente aislados en su propio mundo. Ironía fina. Además de la buena, hemos perdido ese desparpajo para hablar con desconocidos que igual están esperando que alguien les de pie para iniciar una conversación durante la espera en el aeropuerto, centro comercial, un pub, etc.

    Los huesudos son los malos que no tienen redención; es cierto, hay gente sin pizca de humanidad que son irrecuperables. Los vivos son la gente "de buen corazón". Y los zombies somos el resto de la población que en estos momentos no saben donde ubicarse, si salir a la calle y meterle fuego a todo o continuar con su vida. Los huesudos quieren que los zombies sigan como están y cuando abandonan toda esperanza se convierten a su vez en huesudos. Finalmente como moraleja, gracias al "amor", los zombies recuperan su humanidad, aunque para ello deban luchar; nada es fácil en este mundo.

    En fin, me gustó y le encontré moraleja.

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    1. Así es Bolsonxx, hay una evidente crítica social como expongo, citando precisamente la escena del aeropuerto, al inicio del análisis.

      Me alegra que le gustara la película, resultó agradablemente divertida y que mejora otras sagas adolescentes con elementos similares, el humor es la clave. Apreciable.

      Un abrazo y muchas gracias por su interesante aporte.

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    2. Efectivamente su disección de la película es muy acertado y muy bien escrito. Es agradable ver que no se queda con los tópicos y es imparcial.

      Cuando la oí por primera vez me pareció la versión zombie de crepúsculo pero cuando vi el trailer me pareció interesante. Estuve a punto de no verla pero por suerte la mantuvieron en cartelera.

      Gracias y siga comentando películas aunque está la cosa floja.

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    3. Apreciado Anónimo, creo que hemos seguido la misma evolución, también tuve ese prejuicio y luego el trailer me pareció estupendo. Agradable título.

      Un saludo.

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  2. A mí me ha sorprendido gratamente, quizá porque apenas esperaba nada de esta peli. Muy de acuerdo en sus incoherencias y carencias, pero los aciertos me han llamado mucho la atención.

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    1. Concuerdo plenamente, es muy disfrutable si te quitas prejuicios, se le saca partido a muchas cosas y tiene un sano sentido del humor. Podría haber dado para más y tiene errores, pero no es en absoluto desdeñable. Me alegra que te haya hecho pasar un buen rato.

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  3. Yo lamento decir que la película me ha parecido pésima y simplemente ridícula. Que no veas futuro con tu pareja es aceptable...pero se lo come un zombi y tu te lanzas a sus brazos!? Un patético intento de crepúsculo

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    1. Hola Moises, comento ese punto, precisamente, durante el análisis, una debilidad increíble de la cinta. Gracias por tu aporte.

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