
Este es el proyecto de Niclas Olsson (Alyson Avenue) junto
al vocalista Thomas Bursell, que ha contado con buenas colaboraciones para
rematar esta pequeña joya de 10 temas, a cual mejor. No hay desperdicio, todos
los temas son de una calidad extraordinaria, AOR escandinavo clásico y con
referencias a muchos grandes del género.

Dos cantantes femeninas. La primera, Anette Olzon, que ya fue
vocalista en “Alyson Avenue”, ex compañera de Olsson por tanto, y que también
pasó por “Nightwish”, aparece en los coros. La otra vocalista, Arabella
Vitanc, también ex “Alyson Avenue”, sustituta de Olzon, precisamente, también
hace coros. Es decir, las dos ex vocalistas de “Alyson Avenue”… Todo queda en
casa. No serán los únicos ex “Alyson Avenue” entre los colaboradores.
Este debut, que espero tenga continuación, deja detalles que
nos desvelan sus influencias, desde clásicos del AOR y el Rock melódico
escandinavo, y no sólo escandinavo, pasando por los obligados, por lógica,
“Alyson Avenue”, “The Storm”, “Jimmy Barnes”, “Last Autmn’s Dream” o “Skagarack”,
por poner algunos ejemplos.

Más músicos colaboradores: Emil Hnabe, Sven Larsson (Street
Talk, Lionville), Mikey H. Nilsson (Nasty Idols), Rik Priem (Frozen Rain) y
Christofer Dahlman tocando la guitarra; Thomas Löyskä el bajo y la guitarra; Göran
G. Fossën y Mats Stähl el bajo; Francesco Jovino (U.D.O., Hardline) la batería;
Anders “Theo” Theander (Cloudscape, Urban Tale) en la percusión.
Sapphire eyes son Thomas Bursell, que se ocupa de las voces
principales y los coros, y Niclas Olsson, que lo hace de los teclados, los coros
e incluso toca la batería en el tema “Only Feel Love”, además de ser el
compositor de todos los temas.
-You’re My Wings: Teclados, una deliciosa guitarra latente y
batería que avanza sugestiva con sus bombos hacia las primeras estrofas, un
tono de clásico atemporal. Erlandsson aparece para nuestro deleite y el tema
arranca vigoroso, encantador y cálido, con la batería tomando fuerza en la
aparición de la caja y las guitarras rockeras acompañando. Breve puente, aunque
más intenso, que deja en bandeja el sublime estribillo, uno de esos que hacen
época, un himno absoluto lleno de sentimiento, sensibilidad, calidez y lirismo
arrebatado, que en la voz de Erlandsson cobra múltiples matices. Los coros
decoran el conjunto maravillosamente. El equilibrio entre guitarras y teclados es perfecto, sin más. La canción toma una incesante energía, lo que se aprecia
en las siguientes estrofas. Repitiendo estrofa volvemos al orgásmico
estribillo. Estrofa alternativa, más rítmica, para dar paso a un jovial solo de
guitarra. Parón sutil insinuando el estribillo, expectante, y estallido para
sumergirnos en él definitivamente, con coros ampliados para enriquecerlo más.
Erlandsson forzando al máximo, voces desdobladas y matices sublimándolo todo.
La guitarra vuelve a aparecer haciendo armonías con otro solo mientras se
esbozan partes del estribillo para despedirnos. El tema termina de forma
circular con la introducción inicial. Sencillamente sublime.
-I Want You To See Me: El equilibrio perfecto de fuerza y
melodía, guitarras y teclados, se aprecia en el comienzo de este segundo tema.
Puro AOR. Guitarra suave y melódica de base acompañando y teclado marcando la
melodía hasta la irrupción de otra guitarra que puntea en brillante
introducción. La primera estrofa se desbroza con un acompañamiento más suave
que sube según avanzamos hasta el puente, con muchos teclados decorativos, y el
estribillo, donde los teclados puntúan dulcemente los momentos álgidos, también
algún coro. Otro estribillo bello y clásico, largo y de melodía exquisita. En
las estrofas y el tono de voz de Bursell es fácil que venga a la cabeza Jimmy
Barnes. Voz redoblada conforme las estrofas avanzan y repiten estructura.
Saliendo del maravilloso estribillo pasamos a una estrofa alternativa más
rítmica, una estructura clásica y que ya vimos en el anterior tema, que da paso
al solo de guitarra. Transición ambiental y con teclado y abrupta ruptura con
el estribillo, francamente elegante, y que recuerda a algún tema de los míticos
“The Storm”, “Come In Out Of The Rain”, por ejemplo. Un estribillo que nos
acompañará hasta el final haciéndonos disfrutar de lo lindo. Despedida
sentimental a teclado y voz. Grandísimo tema.
-Only Feel Love: Rítmica guitarra, ritmos más pesados, magníficos
apuntes de teclado y una guitarra solista punteando la introducción. Atmósfera
muy ochentera en las estrofas con buenos detalles de sintetizador, puente con
parón y prescindiendo casi del acompañamiento y la percusión, salvo la
guitarra, que quedan atenuados, y renacimiento con el estribillo, que es otro
espectáculo de sentimiento aorero clásico. Estribillo largo con una frase a
coro contestada por la voz principal. Los detalles de teclado son de lo mejor
del tema. Nuevas estrofas y las teclas siguen deleitándonos con brillantes
armonías. Pasamos por la misma estructura y detalles para volver al estribillo.
Puro feeling melódico. Calcamos la estructura habitual en el grupo, que es
clásica, y nos metemos en una estrofa alternativa para dar paso al solo de
guitarra de Sven Larsson. Tras la parte instrumental nueva estrofa, ahora
suave, de percusión lejana y apagada y base de sintetizador para regresar de
inmediato al estribillo. Se añaden como variantes punteos ocasionales de
guitarra, una guitarra que se marca un solo posterior con cambios de ritmo, de
más lento al ya conocido del tema. Gran solo de Larsson. Un nuevo temazo.
-This Love This Time: Inicio hardrockero con ritmos muy
potentes y vigorosos y una atronadora guitarra que de nuevo puntea la
introducción de base contundente. Riff acompañando las hardrockeras estrofas,
suavizadas con la aparición de los coros, que desvelan el aliento melódico.
Excepcional puente de conseguida melodía sin que baje la intensidad, con alguna
inflexión que remite a “Ten”. El estribillo, muy potente, mantiene la calidad
con momentos extraordinarios que nos llevan a clásicos del género en los 80.
Repetida la estructura llegamos a una estupenda estrofa con la participación de
Anette Olzon y una transición rítmica de camino al solo de guitarra, también
muy bueno. Así encauzamos la recta final para que el estribillo se quede a
gusto. Un gran y enérgico tema.
-Change Of Heart: De nuevo la guitarra solista con sus punteos
marca la introducción. Los teclados presentes puntúan de fondo. Primeras
estrofas, puente con una rítmica y melódica guitarra puramente aorero,
con teclados predominantes y coros muy presentes. Un estribillo muy dulce y
goloso, suave. Puntos de guitarra de transición y reinicio. Unos punteos en una
onda muy blusera por parte de Sven Larsson. Como es habitual, estrofa
alternativa más rockera y rítmica para introducir el solo de guitarra tras el
segundo estribillo. Puente y pequeño parón para dirigirnos al clímax del
estribillo y las armonías bluseras de la guitarra. Buenos juegos vocales e
improvisaciones, una atmósfera final de musicalidad inmensa. Un buen tema,
aunque más insulso que los anteriores.
-Can’t Find The Words: Espectacular baladón, una exquisitez
para los paladares más delicados con Mikael Erlandsson a la voz. El teclado
espera ansioso junto al bajo las primeras estrofas, que se hacen esperar un
poco antes de arrebatarnos. Acto seguido llegamos al puente, que raro será no
te ponga lo pelos de punta, un puente que sería un estribillo por el que
matarían la gran mayoría de bandas, y que introduce un estribillo que, aunque
parezca imposible, lo mejora aún más. Estribillo de un sentimiento desbordado y
una sensibilidad extraordinaria que además se vale del especial timbre de voz
de Erlandsson. Todo esto sin aumento del acompañamiento instrumental, donde la
batería sigue esperando su turno y el ritmo se marca con sutilezas, tan solo
una nota de guitarra que da paso a la mayor intensidad del puente y luego
acompaña sutilmente. Los teclados acompañando en todo momento. Sin alterar el
tono, volvemos a las estrofas, con una atmósfera latente para empezar a
despertar en el nuevo puente, que varía la letra, donde la percusión empieza a
avisar, el ambiente a crecer, los coros a aparecer y Erlandsson a desgarrarse.
En el estribillo, los instrumentos van apareciendo más pero sin terminar de
hacerse constantes, en especial la batería, adormecida, pero activa. Un
estribillo ampliado y con letra variada. Al salir del éxtasis llegamos a una
estrofa alternativa que por fin lanza todo el acompañamiento instrumental con
la caja marcando el ritmo y llevándonos al solo de guitarra, muy vistoso. El clímax se alza
irremediable con el estribillo donde los coros aparecen. Erlandsson improvisa
nuevas estrofas emocionándonos sin remisión en un deleite máximo. Excelso. La
despedida correrá a cargo del teclado, como arropándonos tras la exaltación de
sentimientos. Imprescindible.
-When Love Comes Alive: Inicio AOR con otra guitarra melódica
rompiendo el silencio. La voz de Bursell paseándose por las estrofas y apuntes
de guitarra para un tema de puro AOR con grandes coros. Breve puente y glorioso
estribillo, atentos a los apuntes de teclado salpicándolo todo y cubriendo
cualquier hueco, dando un contraste nostálgico a la vitalidad del tema. Un
estribillo largo, eterno y muy bonito, intenso y con sentimiento. Redondo. El
sintetizador deja más detalles ambientales en el nuevo transitar por las
estrofas, pero la guitarra sigue siendo protagonista. El teclado nostálgico,
cual gotas lánguidas de agua, cae también por el puente. El clásico: estrofa
de transición rítmica que da paso al solo de guitarra. Siempre la misma
estructura. Los teclados cobran protagonismo y juegan saltarines con el solo de
guitarra. Parón y parte vocal lenta y ambiental para arrancar de nuevo
dirigiéndonos al clímax con el estribillo bien acompañados. Con una guitarra
que recordará al riff de “Castles In The Sand” de “Heartland” entre los dos
estribillos finales y hasta la conclusión. Otro tema ejemplar y perfecto.



Una de esas joyas que deja el AOR, uno de esos proyectos que
se hacen especiales y de culto para los aficionados al género. Un proyecto que
esperemos tenga continuación. Este debut no tiene apenas altibajos, aunque en
la segunda parte hay algún tema menos inspirado, pero de indiscutible calidad.
Si eres aficionado al AOR de melodías conseguidas,
inspiradas, adictivas, bien elaboradas y ejecutadas, a las producciones
cristalinas, el sonido escandinavo y el aliento clásico, esta es una apuesta
segura. Una grata sorpresa y una encendida recomendación.
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