Notable cierre para la
trilogía de Christopher Nolan sobre el hombre murciélago. Una trilogía que pasa
por derecho propio a estar entre las más destacadas de la historia del cine, la
última gran trilogía de la que hemos podido disfrutar.
“El caballero oscuro: La leyenda
renace”, es la más floja de las tres, tiene bastantes más defectos que sus
predecesoras y es víctima del talento de las anteriores, pero es un colofón
tremendamente ambicioso que funciona muy bien en líneas generales. Sus
defectos, múltiples, no son especialmente significativos, son lagunas de guión
y ciertas incoherencias, además de cierta rigidez provocada por las exigencias
de una trama que pretende sorprender, y para ello no quiere salirse de unos
patrones muy encorsetados intentando que todo funcione, cayendo en las mencionadas
lagunas, en dicha trama, que si bien restan calidad no implican el descarrilamiento
de la cinta. Hay errores y errores. Lo que abundan en esta tercera parte de
Batman son virtudes aunque sus defectos son más interesantes en un análisis
cinematográfico, para entender mejor su lenguaje, en el plano didáctico.
Es posible que acabe
centrándome más en esos defectos, porque las virtudes quedarán mejor reseñadas
en las anteriores entregas de la trilogía.
Es pronto para saber
qué influencia tendrá esta trilogía en el cine posterior, pero ya parece claro
que va a tener bastante, aunque quizá se centre en géneros coincidentes con
ella, thrillers, ciencia ficción o incluso género fantástico. Esto ya se está apreciando
con meridiana claridad con cintas de superhéroes que pretenden más seriedad e
indagar en los personajes, con un mayor realismo y oscuridad (“The amazing Spiderman”) o cintas inmersas de lleno en el fantástico como la reciente
“Blancanieves y la leyenda del cazador”. Aparentemente puede que no tengan que
ver, pero la idea de dar otro enfoque más realista y duro a iconos tiene en los
Batman de Nolan un evidente referente.
Esta tercera entrega
no se aleja demasiado de la segunda en su trasfondo, pero se hace mucho más
profunda e indaga en reflexiones de gran calado. Es más ambiciosa aunque menos
perfecta y depurada.
En esta tercera
entrega podemos observar de nuevo muchos de los aspectos temáticos de Nolan, la
muerte de alguien importante que sirve de motivación para los personajes, la
búsqueda de redención, la escisión de la personalidad, la muerte aparente…
Nolan prepara un
entramado socio político muy rígido y se esfuerza por respetar sus reglas, pero
esto, al contrario que en "Origen”, que quizá por ser una cinta con unas reglas más
definidas era más sólida, acaba provocando muchas de las mencionadas lagunas.
Con todo, más densa, ambiciosa, política y social que las anteriores.
El principal defecto
de la cinta es que se centra de forma excesiva en ese universo del caos que
crea el villano Bane en Gotham. La idea ya la desarrolló Nolan en la anterior
cinta con su reflexión sobre ese caos, algo sobre lo que se reincide añadiéndole reflexiones
políticas muy interesantes, pero excediéndose en la reiteración de escenas.
Nolan podía contar toda esa parte de la trama con bastantes minutos menos, porque
muchos de ellos son reiteraciones, y haberse centrado en otros aspectos que al espectador
le interesaban más, como el renacimiento completo y a todos los niveles de
Batman, que acaban siendo resueltos en base a elipsis más que cuestionables.
El caos puro que se
regodeaba en la corrupción, la podredumbre moral y la anarquía de la segunda
entrega, aquí se transforma en una reflexión más aguda sobre las realidades
políticas actuales, la manipulación de demagogos y socialismos varios. Esto da
como resultado una película más ambiciosa pero también más concreta por
necesidad, quizá una de las posibles causas de sus defectos, esa desviación del
personaje protagonista hacia vericuetos menos interesantes.
La cinta de Nolan es
tremendamente brillante en su estructura, su intensidad y su potencia visual,
mantiene las constantes que hicieron grandes a las dos entregas anteriores, el
realismo, la sensación constante de amenaza y de que pueda pasar cualquier cosa
en cualquier momento, la verosimilitud, esto mucho menos conseguido en esta
ocasión, y una intensidad y exuberancia narrativa como pocas veces podemos
disfrutar en el cine actual, con un clímax alargadísimo y magnífico.
La primera escena de
la película es una de las más brillantes, un rescate al villano Bane en pleno
vuelo realmente espectacular. Su voz con reverberación es un gran elemento en
la caracterización del personaje.
Si bien Jocker era la
maldad pura, la anarquía sin fundamento, porque sí, por el mero placer de
destruir, por abandonarse a la locura destructora y aniquiladoramente perversa
como sentido vital, Bane, en cambio, es un militante, sus motivaciones son
políticas o idealistas, en principio, luego acaban descubriéndose como un ciego
sentimiento hacia la venganza que pretende su jefe. Esto dota de más cercanía a
la película pero de menos potencia.
Batman, Bruce Wayne,
ha decidido retirarse, como vimos en el final de “El caballero oscuro”, para
que Gotham pueda idealizar a Harvey Dent. De esta forma Batman pasa a ser un
villano al que odiar. De este modo vemos a un Bruce Wayne realmente acabado,
una forma de mostrarlo bastante exagerada, especialmente en lo físico, donde
deambula amargado y alejado del resto del mundo. Dolido y sufriendo por la
muerte de su amada Rachel, cosa lógica, optó por desaparecer ya que las cosas
parecían reconducirse en la ciudad. Nolan, no contento con ese abatimiento, nos
lo muestra cojo, con bastón, y en esa idea de dar verosimilitud a las cosas, nos
cuenta que no tiene cartílagos en las articulaciones de las piernas, producto de
sus excesos heroicos. Un poco excesivo. Un Batman muy hecho polvo que salvará
este pequeño problema de no tener cartílagos con un aparatito que se pone en la
pierna.
Son una multitud los
nuevos personajes que se suman a esta nueva entrega, Catwoman, Robin, la hija
de Ra’s Al Ghul… Nos los irán presentando poco a poco para ir tejiendo el
complejo entramado que Nolan quiere crear.
Entre todos los nuevos
personajes destaca, evidentemente, Bane (Tom Hardy). Bane es un demagogo de
tomo y lomo, todo su discurso está de plena actualidad, "los ricos son malos", "el
pueblo debe tomar el poder", "sois vuestros dueño"… la revolución del proletariado…
Es en la concepción de este personaje donde están las grandes virtudes
conceptuales del film, una película que va contra corriente y mira con
desprecio al uso demagógico de situaciones de crisis, cuando a menudo son los
propios demagogos los que las han creado. Gotham está lejos de ser ideal, pero
parece vivir una época de resurgimiento, Bane creará el caos y él solo se lo dirá
todo, él es el problema pero desviará la atención hacia ricos y poderosos para
justificar su sometimiento unilateral. Hablará de idealismo, de dar al pueblo
el poder, pero a la vez lo condena al no darle opción de salvación, no dice más
que mentiras, jamás ha pensado en el pueblo, porque en realidad lo que quiere
es destruirlo. Nolan se posiciona claramente en contra de los manidos y
facilones mensajes socialistas en tiempos de crisis, desenmascarándolos por
completo. Los considera una farsa, lo que en realidad es todo el discurso de
Bane.
Nolan convierte en
crítica al populismo panfletario, leninista y pro proletario lo que parecía
dirigirse a la típica crítica manida a banqueros y ricos, una visión profunda y
transgresora, que seguramente pasará algo desapercibida, pero es uno de los
aspectos más brillantes, por no decir el que más, de toda la película.
Ya en la anterior entrega el estilo geométrico de Nolan va más allá de la mera cuestión estética, el caos generado por el Joker y ahora por Bane, es contrapuesto al orden y la justicia que ejemplifica Batman. La necesidad de unas leyes y unas libertades individuales indispensables. Batman, su misma concepción, es una apología del individuo.
Uno de los aspectos
más polémicos y que crearon más expectativas, y también más resquemores, ha
sido el personaje de Catwoman, interpretada por Anne Hathaway. Lo cierto es que
la actriz lo resuelve con gran brillantez. No tiene la cara felina de Michelle
Pfeiffer pero sus ademanes espléndidamente ágiles y su sensualidad en los
movimientos le dan el tono perfecto a Catwoman, una Catwoman realista alejada
del cómic. Uno de los grandes aciertos de la cinta.
Nolan no es un
director que logre transmitir emociones con solvencia, es frío y cerebral, pero
uno de los puntos más sorprendentes en su filmografía y acertados en esta
trilogía es que el director alcanza cotas emocionales inéditas en ella, algo
sumamente interesante y que pone a la trilogía de Batman en un lugar muy
especial. Esta tercera entrega no va a la zaga en este sentido. El personaje de
Alfred, interpretado por el inigualable Michael Caine, es conmovedor, por poner
un ejemplo.
Los actores que
encarnan al héroe enmascarado siempre han sido criticados y minimizados por los
villanos. Hay que entender que esto no deja de ser normal, como decía Hitchcock,
y podéis leer en el artículo sobre villanos en el blog, una película de este
tipo funciona si el villano lo hace. Es normal que en la segunda y tercera
entrega el personaje de Batman, de Bruce Wayne, tenga algo menos de importancia
o impacto con respecto a sus antagonistas. Su gran desarrollo lo tuvimos en la
primera entrega, allí todo fueron parabienes para el personaje y el actor que
lo interpreta, un magnífico Christian Bale. Las posteriores entregas limitan sus
apariciones para desarrollar a los villanos, algo lógico, por eso las críticas
en contra del personaje son profundamente injustas. Lo que sí es cierto es que
en este episodio Nolan debería haber mostrado bastante más interés en el resurgir
el héroe, mucho más, tanto a nivel físico como moral o logístico. El aspecto emocional,
tras ser sometido por Bane, queda salvado por su estancia en el agujero, pero el
seguidor de la saga y del personaje quiere ver mucho más que unas cuentas
flexiones, abdominales y que alguien le diga que tiene que perder el miedo,
para ese resurgir físico y mental que nos haga creer que va a volver y
apalear al villano en cuestión. Nolan lo
soluciona todo con breves retazos y elipsis para centrarse en juicios y
escenas que se repiten en la aislada Gotham.
Bale está magnífico en
esta entrega, una interpretación matizada y muy sutil que pasará inadvertida a
los que busquen cosas más excéntricas. Una interpretación que va de la sutil
apatía inicial, producto de su estado, a una progresión perfectamente modulada de
forma constante que gana en intensidad. Un gran trabajo.
Ha sido muy
cuestionada, todo en esta película lo ha sido, desde uno u otro lado, la
primera parte por lenta. Es cierto que la película tiene baches de
guión por esas reiteraciones y forma de estirar escenas que ralentizan el
ritmo, pero también lo es que esto no está localizado en una parte concreta de
la película, hay momentos de este estilo durante todo el metraje y es
precisamente en la primera parte donde posiblemente menos se aprecien. En otros momentos, como el larguísimo y cansino discurso de Bane o la mediocre escena de
la confesión de Miranda (Marion Cotillard), es donde más se aprecian esos estiramientos, redundancias
etc. pero que son disimulados y pasan más desapercibidos por el uso del montaje
o la situación de clímax. Lo cierto es que esa parte pausada inicial, como en las
anteriores películas, es la que marca el excelente tono que tiene la trilogía,
una progresión dramática creciente y perfectamente modulada, un crescendo
épico y una narración excelente a nivel estructural, una progresión como se ven
pocas en el cine de entretenimiento. Un
acierto.
Debo destacar de
manera especial a Michael Caine, está maravillo y conmueve en cada aparición,
se le dan las escenas de más intensidad emocional y las clavas todas. Una
maravilla.
Del mismo modo todo lo
que tiene que ver con el personaje de Joseph Gordon-Levitt es magnífico.
Otras de las múltiples
virtudes, además de la interesante historia, la encontramos en el uso artesanal
de los efectos especiales que tiene Nolan, es verdaderamente de agradecer y
ayuda en ese realismo que busca el director, realismo que aquí aparece algo más
minimizado. Efectos que limitan el uso del ordenador acertadamente. Además el
director, si bien es cierto que se permite ciertas licencias, es retorcido y
manipulador, y en muchas ocasiones incoherente, pocas veces engaña. El
personaje de Miranda al espectador avezado le huele mal de inicio, la pronta
confianza, la absurda y precipitada relación entre ella y Bruce Wayne y su
falta de desarrollo, hace indicar que es falsa. Esto se hace más patente cuando
sabemos que alguien de dentro del entorno de Wayne está infiltrado, para los
más despistados sólo habría dos posibles sospechosos, Miranda o Blake, y éste
segundo no puede ser porque le vemos, en soledad, ir contra los planes de Bane
y frustrarse, también en soledad, cuando algo sale mal. Si hubiera sido Blake el
traidor, Nolan nos habría hecho una bochornosa trampa. No la hace, la
aplicación de la lógica, aunque lo haga previsible, nos lleva a Miranda como
traidora. Hay un gran detalle de puesta en escena cuando la vemos en un plano
fugaz usar un móvil o dispositivo de algún tipo, lo que indica que estaba
avisando a Bane y los suyos, aunque pase casi desapercibido. Nolan juega
limpio. También es cierto que todo esto crea muchas inconsistencias.
No me gustó mucho el final, me dejó un poco frio...
ResponderEliminarun final de semejante trilogía merecía que se despachasen a los malos de una manera mas sofisticada... pero bueno.
Una gran peli para una grandísima trilogía.
AL igual que en el resto de las pelis, me llama la atención la gran cantidad de secundarios de lujo que usa, y todos bien.
Como decías, bien Caine y Freeman , los malos Tom Hardy y Cotillard, y muy bien hathaway (la mejor catwoman que he visto con diferencia) y Lewit, (pedazo de actor).
Un saludo, master.
Pues estoy de acuerdo Taillón, mañana se expondrán los muchos defectillos que tiene.
ResponderEliminarUn placer verte de nuevo por aquí.
En efecto: La peor de las 3 películas de la Saga.
ResponderEliminarAún así está bien, pero tratandose de la tercera y del final(y de Nolan), yo me esperaba mucho más.
Las muertes de los villanos son de lo mas ridiculo que jamas se ha visto.
ResponderEliminarEddie, concuerdo plenamente.
ResponderEliminarFertastico, la verdad es que sí, muy afortunadas no fueron jajaja
pues yo creo que los finales de los villanos es de lo más realista,otra cosa es que sea atropellado e inesperado o prefirieses otro.
ResponderEliminarquizá es que la vi en IMAX pero para mi esta es mejor que la primera, quizá algo más enrevesada y con algunas licencias. Creo que tampoco es algo muy importante.
a mi como final de saga me parece perfecta, superar a El Caballero Oscuro era imposible pero cierra perfectamente todas las tramas.
la primera es el nacimiento de Batman, la segunda la muerte y la tercera la resurrección y herencia.
No me digas que han cambiado lo que le dicen a Batman en el pozo en la versión doblada.
ResponderEliminarAquí pones que le dicen a Wayne que hay que perder el miedo. La vi en V.O. (sin subtítulos, así que acepto posibilidad de haber entendido mal, pero no creo) y ahí es al revés: le dice que no consigue dar el salto hasta la otra cornisa porque lo ha olvidado, es el miedo lo que le dará la fuerza que le ha faltado. Por eso le dice que lo haga sin cuerda, así la caída será su muerte y eso será algo que le obligue a sentir miedo y será así como logre salir del pozo.
Hola Rojo4, en una primera conversación el "sabio de la celda" le dice que "el miedo te hace fracasar", a lo que Batman responde que no tiene miedo sino rabia. Luego le dice que debe sentirlo y para ello lo adecuado es saltar sin cuerda, le dará un impulso extra, eso se extrae.
ResponderEliminarLa primera me deslumbró y la tercera también. La segunda me gustó mucho, pero menos que las otras dos. Coincido con algunos de los defectos de los que habláis, pero en general me parece una trilogía perfecta. El mejor Batman que he visto, con diferencia
ResponderEliminarMuchas gracias por la opinión Marifé, un abrazo.
EliminarA mi me parecen buenísimas, las mejores de superheroes con la saga X-men, aunque las de Batman intentan ser más "realistas". Cumple con su cometido, que es pasar un buen rato y entretener. Saludos !!!
ResponderEliminarPD : Elblogdebem
Muchas gracias por la opinión Blogbem, una gran trilogía sin duda.
ResponderEliminarhola.
ResponderEliminarEsta claro que esa es la funcion pasar un buen rato y seguir estirando un exito comercial todo lo que se pueda.A mi me parece mas de lo mismo.No x hacer mas entregas el producto mejora.Saludos.
Muchas gracias por la opinión Oscar. Un saludo
ResponderEliminarLo intenté dos veces con 'El Caballero Oscuro' y me dormí. Debía de estar cansado. Un aviso: no soy un loco de los comics ni de sus adaptaciones cinematográficas. Pero lo reconozco, con 'La Leyenda Renace' me lo he pasado fenomenal a pesar, o gracias a, de su larga duración. Espectacular, entretenida, con diálogos chispeantes dignos del mejor cine negro y un Batman más admirable por cuanto más vulnerable parece. Christopher Nolan ha hecho una adaptación memorable. Un saludo!!!
ResponderEliminarMe alegra que la hayas disfrutado tanto, un saludo.
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