lunes, 21 de septiembre de 2015

Crítica: JURASSIC WORLD (2015)

COLIN TREVORROW










Más remakes (esta aparte de un reboot es casi un calco de la original en su cantidad de guiños), secuelas o reboots. De nuevo, los dinosaurios que Spielberg llevara al éxito vuelven a la gran pantalla con una surrealista continuación que, aunque entretenida, era completamente innecesaria y no aporta absolutamente nada… Pero bueno, si los espectadores se divierten, ya es algo… Es más, tendrán una secuela de este reboot bien pronto.













Jurassic world” cuenta, exactamente, la misma historia que las anteriores. Un nuevo parque construido donde nos dicen que ahora sí que sí, que la seguridad es lo más y nada puede pasar. Lo mismo pero más grande. Como ahora es más seguro, hacen un parque más grande y hacen dinosaurios en plan Frankenstein, construidos ad hoc para el espectáculo, puras creaciones humanas jurásicas. Dinosaurios jamás vistos, más grandes y más inteligentes…



Expuesto esto, sólo queda esperar a ver cuando a alguno de ellos le da por escaparse, que generalmente será el más grande, cruel y listo.


Por fortuna tendremos a un gran héroe que, no, no es Robert Redford, pero sí es “El hombre que susurraba a los dinosaurios”, interpretado por Chris Pratt.


La fascinación infantil, tan apegada al universo Spielberg, vertebra una de las escisiones de la trama, que se unirá a la otra, la del héroe Pratt y su relación con los dinosaurios y Bryce Dallas Howard, que interpreta a Claire.






De hecho, Owen (Chris Pratt) también entroncará con esa idealista y romántica infancia de diversas maneras. Para eso es el héroe.




Dos hermanos: uno entusiasmado por su viaje al parque de atracciones jurásicas, fan de los dinosaurios; otro, en plena edad del pavo, estupidito, que se cree por encima de esas diversiones, renegando de su hermano, con una novia a la que no se atreve a demostrarle muchos afectos… La llegada al parque será con el gran John Williams irrumpiendo, aunque se echa en falta que su mítica banda sonora aparezca más veces. El director, Colin Trevorrow, volverá a incidir en los niños, sus caras de asombro al entrar en el parque.



Planos muy sostenidos nos presentan el espectacular parque, a destacar ese que deja salir la cámara por la ventana de la habitación de los chavales para sobrevolarlo. Un parque con la Coca Cola y el Starbuscks como prestigiosas marcas presentes.



Por supuesto debe haber un toque romántico en la película, y este lo presentarán los dos protagonistas: Claire (Bryce Dallas Howard) y Owen (Chris Pratt). Una parejita que, como se intuye desde el principio, ya se conocían antes de que les veamos juntos, y que tienen ciertas desavenencias porque su relación, o intento, no debió salir del todo bien…



En la primera parte nos queda claro que el flipado y salido hermano mayor y la fría tía nos caen mal, y el entrañable e ilusionado hermano pequeño y el domador intelectual de bestias, sobre todo velociraptores, nos caen bien.




Conoceremos a los nuevos dinosaurios, como el mosasaurio, una bestia marina gigantesca, que despertará y empezará a derribar las barreras del hermano mayor, Zack (Nick Robinson), que se entretenía con una videollamada a su novia, devolviéndole un poco del espíritu infantil del que reniega por el crecimiento. Su evolución está bien tratada, como la de Claire, aunque sean sencillas. En cambio, las menciones y conversaciones repentinas a los divorcios paternos como sustento psicológico de los chavales resultan superficiales y poco cohesionadas narrativamente.





El otro gran dinosaurio será creación humana, el Indominus, que nos lo presentarán entre Masrani (Irrfan Khan), el director del parque, y el propio Owen (Chris Pratt), que asistirá a su inteligente evasión. Acompañados de Claire. La presentación del Indominus será escindida, lo que alimenta el misterio sobre su figura y manifiesta un enrome tamaño. Masrani, jefe del parque, tendrá también su redención y demostrará sensatez tras ser consciente del error cometido.





El primer encuentro entre el Indominus y Owen deja un duelo de ingenios, la inteligencia del animal para huir y los recursos el héroe, camuflándose con gasolina, para evitar ser engullido… porque el bicho se los zampa que da gusto…




Se nos irán comentando las posibles fallas de los dinosaurios manipulados genéticamente, para advertirnos de lo que ya sabemos va a pasar. Es interesante un aspecto del megadinosaurio creado genéticamente, el Indominus, que protagonizará la película, y es que mata por placer, no por necesidad, lo que podría insinuar el uso de un gen humano… Dejará un reguero de dinosaurios y hombres muertos.


El tema de las dimensiones del monstruo y las distintas comparativas en escala con los personajes y demás, no sé si estará muy conseguido, pero es lo de menos y logra transmitir su grandiosidad, que resulte amenazante, que es lo que importa.




Habrá 4 velociraptores que variarán sus fidelidades según convenga. El más simpático es “Blue”, que terminará ayudando a su domador, Owen. Más majo que las pesetas. Los otros son Delta, Charlie y Echo.




Dando la mano al señor Spielberg.


Hay dos detalles apreciables en la cinta: su ligero discurso metalingüístico en relación a los nuevos tiempos, la sociedad, el cine y sus secuelas, así como el evidente homenaje a Spielberg, pero no limitado a “Parque Jurásico”, sino a todo su cine.




Un mensaje metacinematográfico que reflexiona sobre la necesidad de seguir sorprendiendo haciéndolo todo cada vez más grande, porque esa sorpresa tiende a desaparecer pronto, así como la fascinación, por tanto esos dinosaurios que tanto llamaron la atención en su momento, la ilusión que suscitaron, la magia que transmitían, pasan rápido a convertirse en rutina e indiferencia… Un camino y una tendencia extrapolable a todo, por ejemplo a las mismas películas y, por concretar, a las mismas de “Parque Jurásico”, ¿o no os suena ese proceso?


Se hace aquí una gran broma sutil, un manifiesto y justificación de la secuela, su razón de ser y pura esencia, sobre todo en las mediocres: hacerlo todo más grande.



Y es inteligente esto porque la película demuestra autoconsciencia, un ligero desprecio por sí misma, una resignada autocrítica.


Más bromas metalingüísticas: la camiseta del encargado de la seguridad, Lowery (Jake Johnson), un friki simpático que homenajea a la primera parte de la saga, al que Claire obligará a no llevarla más por el recuerdo de lo sucedido en aquella… Lowery tiene un punto ecologista.


Aquel primer parque era auténtico. Yo le tengo un respeto enorme, no necesitaban híbridos genéticos, sólo dinosaurios, dinosaurios de verdad”.


Ya está. No vuelvas a traerla”.



Este personaje nos dejará algún gag divertido, como en la parte final y su conversación con su compañera de trabajo, de la que está enamorado y por la que es rechazado.







Fan de Spielberg.


Las menciones a Spielberg son abundantes y podríamos hacer una relación de las películas del genial director que son referenciadas en esta “Jurassic World”, en su detalle más interesante.








-Ni que decir tiene que los guiños a la primera parte de la saga son constantes. Ya mencioné las bromas metacinematográficas con el merchandising, la camiseta, de “Parque Jurásico”, pero habrá más. Es buen entretenimiento encontrarlos, porque son numerosos, algunos muy simpáticos (ese nudo que se ata en su camisa Claire imitando al personaje de Laura Dern, entre otros muchos). Mencionaré alguno de los más claros, pero podéis buscar y encontrar muchos más. Visitaremos escenarios de la primera parte, veremos una maqueta del mosquito conservado en ámbar que inició todo y recuperaremos al T-Rex para el final, lo que supone una reivindicación de respeto a la cinta original. En el clímax los personajes se protegerán detrás de dicha maqueta. Hasta veremos una estatua de Richard Attenborough. Incluso desde el punto de vista estilístico, el director, Trevorrow (que participa también brevemente como actor), recoge planos calcados en forma de guiño: El ojo del dinosaurio, el ataque al vehículo de los protagonistas, un plano casi calcado al de la primera parte con el nuevo dinosaurio en un escenario que ya vimos en la película de Spielberg y ahora abandonado, el juego con los segundos planos… BD Wong es el único actor del reparto original que reaparece.





-Ya he mencionado que la mirada del crío, Gray (Ty Simpkins), es puramente spielbergiana. Podríamos citar muchas de su filmografía donde esto encajaría, y no necesariamente con niños como protagonistas, ya que esa fascinación infantil puede estar en un chaval, como en “E. T. El extraterrestre” (1982), o en un adulto, como el Richard Dreyfuss de “Encuentros en la 3ª fase” (1977).





-El retrato de Claire no por estereotipado deja de ser simpático. Es la tía de los chavales protagonistas y lleva toda la gestión del parque. Ella les suministra pases para que vean todo, pero parece muy ocupada para ocuparse de ellos. Es fría, poco familiar y poco empática. Una administrativa sin escrúpulos que tendrá un viaje de redención y que parece ajena a ese mundo infantil que se reivindica de forma expresa en la película. Una cínica descreída.


En ese retrato, en ese personaje y en su evolución, es imposible no recordar “Hook” (1991), la versión que Spielberg hizo de Peter Pan, una estupenda película que no recibió la valoración que merecía. El personaje que interpreta Robin Williams sería primo hermano de esta Claire que encarna Bryce Dallas Howard y que no cree en las hadas.


Oye, tú tienes claro que son animales de verdad, ¿no?



Su redención quedará vinculada a las pantallas o los móviles: su hermana le recordará su obligación familiar con sus sobrinos por teléfono, de lo que no debe desentenderse; y Owen le inspirará la idea para ayudar a los desdichados chavales a través de otra pantalla.


-Me gusta Chris Pratt como héroe en pantalla, tiene ese punto divertido, de chulito simpático, como ya demostró en “Guardianes de la galaxia” (James Gunn, 2014), que también mantiene aquí, aunque mezclado con algún toque amanerado que le convierte a veces en “El hombre que susurraba a los dinosaurios”, como he comentado. Un Tarzán moderno, un Cocodrilo Dundee. Sería un buen Indiana Jones, y en su look y rol nos pueden recordar al héroe spielbergiano en esta cinta. Él es tradicionalista y defensor de los animales. Siempre tendrá razón en todo, por supuesto, aunque a menudo su lucidez resulte excesiva y poco creíble, pero como los demás son tontos, torpes o avariciosos tardarán en hacerle caso más de lo necesario en muchas ocasiones, lo que creará problemas. Sus diálogos con Claire dejan momentos divertidos.



-Uno de los homenajes más entrañables se realiza a “E. T. El extraterrestre”. Lo tenemos con ese agonizante dinosaurio al que Owen susurra cositas bonitas antes de morir. Si os fijáis en su cara es la viva imagen del extraterrestre que nos ablandó el corazón. Se parece una barbaridad. Además, este momento humanizará a la fría Claire.



-¿Cómo no recordar en las escenas con el mosasaurio a “Tiburón” (1975), en especial esa en la que la cuidadora de los chavales es lanzada al agua por un pterosaurio? De hecho, el gigante dinosaurio se come un tiburón, para acentuar la cosa.



-Podríamos intuir en la persecución obsesiva de los velociraptores a la furgoneta que conduce Claire, un remedo jurásico de “El diablo sobre ruedas” (1971).





-La escena final, con todos los visitantes reunidos buscando a sus familiares o esperando la ayuda, nos recuerda al final de “El imperio del sol” (1987). Hasta la rueda de hámster con la que los chavales pasean por el parque y a la que ataca el Indominus podría llevarnos a escenas de “Minority report” (2002) y la persecución de coches.




-Relacionado con Pratt y su jefe tendremos una escisión de la trama, que empeorará la situación cuando el “Indominus” se escape, y que entronca la narración con la saga “Alien” y el uso de las criaturas en el ámbito militar. La escena en el laboratorio, donde se ven probaturas de esos dinosaurios modificados genéticamente, también remite a la saga “Alien”.



-Más homenajes aunque no spielbergianos. La escena del ataque de los pterosaurios, que nos remite a “Los pájaros” (1963) de Hitchcock, “Los Dinopájaros”. La escena es algo torpe en muchos momentos. Además, parece ser que los pterosaurios no podrían levantar a un ser humano, pero lo justificaremos por aquello de la manipulación genética… Resaltar la cruel muerte de la cuidadora de los chavales, a la que todo el mundo hace perrerías, especialmente los pterosaurios y el mosasaurio.






Lo curioso de esta escena es que la verdadera heroína es Claire, que esprinta como Usain Bolt, pero ella con tacones. Debe imponer mucho esta chica, porque los “dinopájaros” se ponen a atacar a todo el mundo, pero en cuanto ella mata a uno no sabremos más de ellos, se volatilizan…


Hay otro momento algo extravagante, y es que en esta escena los dos chavales manifiestan su admiración por Owen, al que no han visto jamás antes, y mucho menos hacer algo heroico aún... De hecho, lo que han visto es cómo le salva su propia tía, en su momento más bajo como héroe… En fin.




¡Tu novio es una pasada!”. La sonrisilla de ella al oír esta frase de sus sobrinos es divertida, sobre todo porque no han concretado nada como pareja.






Hay algún toque ochentero, licencias light a lo gore, con la mano ensangrentada, a lo “Náufrago” (Robert Zemeckis, 2000), que mancha un cristal ante el rostro de Claire o un salpicón de sangre por una mano mordida a un villano… El propio Trevorrow se rinde homenaje a sí mismo y su ópera prima, "Seguridad no garantizada" (2011), en una frase de la cinta.


Hay excesivas coincidencias en la película, que en muchos casos son obligadas, pero que aquí resultan algo incómodas por hacerlo todo demasiado artificioso: La parejita se conoce de antes y vivirán juntos la aventura; el desastre se produce justamente cuando nuestros protagonistas más jovenzuelos van a visitar el parque; los únicos visitantes perdidos cuando todos regresen ante el mensaje de advertencia serán, precisamente, los sobrinos de Claire; nuestro protagonista es un domador de dinosaurios superdotado…




El Indominus irá dejando muestras de su violencia e inteligencia, terminando con un comando militar especial, pero resistiéndoseles los dos chavales protagonistas... Espectaculares escenas con huidas “afortunadas”.




Todo esto debe resolverlo un comando más especial aún, unos mercenarios en los que sólo falta Stallone. El caso es que volvemos a tener a lo militar como un lastre. Demasiado tópico.


El clímax es de los peores momentos del film, aunque tenga sus instantes brillantes, como ese plano secuencia con la pelea final entre el Indominus y el T-Rex, que no podía faltar a la fiesta.




Indominus podrá matar a nuestros protagonistas en un buen número de ocasiones, pero unas veces se entretiene charlando con sus compañeros velociraptores y en otras se regodea viendo como dichos velociraptores incumplen sus órdenes asesinas, como cuando 3 de ellos los tienen rodeados... En el resto de ocasiones simplemente será torpe o desafortunado.



Los deus ex machina se multiplican, oportunas apariciones de personajes, objetos, velociraptores, tiranosaurios, dinosaurios de todo tipo... hasta el mosasaurio aparecerá para resolver la situación desde su piscinilla.







La película está correctamente interpretada, con solvencia y carisma, sin alardes. Comentar la aparición de Omar Sy, conocido por su papel en “Intocable” (Eric Toledano y Olivier Nakache, 2011).



Entretiene, dará para más entregas, pero es completamente innecesaria.



12 comentarios:

  1. Me llama la atención la de tantos llevándose las manos a la cabeza por Clair corriendo con tacones. No sé bien la altura de los tacones, pero ¿no se ha dicho siempre que se corre con la punta de los pies? Pues a lo mejor los tacones son irrelevantes y el problema sería más la rigidez de los zapatos. Igual es menos creíble las carreras del chico. No tengo ni idea de a partir de qué altura de tacones empezarían a dar en el suelo y estropear la carrera mientras no se rompan.
    Los niños jalean al domador en vez de a su tía porque son Casillistas y les recuerda un anuncio de Pantene.

    Te debo lo de Cary Grant.

    Decía Groucho de que los grandes actores de comedia tienen éxito en dramas y los de dramas fracasan mucho más en comedia y esto siempre lo he relacionado con una idea concebida por muchas escenas de comedias que no me hacen gracia: que la comedia es el género que menos perdona los errores de interpretación, especialmente la sobreactuación. En una comedia, una mala actuación te puede consciente, o tal vez perceptible inconscientemente, que estás ante una obra de ficción y que está dirigida a hacerte reír. Te hace esperar una salida humorística, un juego de palabras, un sinsentido o el recurso humorístico X que corresponda, arruinando cualquier posible sorpresa, que en algunos casos es importante (de ningún modo necesaria). Cuando eso sucede te hace ver la escena "desde fuera", rechazando verla desde dentro del mundo de la película y quita toda o mucha de la fuerza del gag.
    Cuando veo a Cary Grant en sus comedias, suele sobreactuar bastante y hacer muecas y gestos raros ("Arsénico por compasión", "Me siento rejuvenecer", "La fiera de mi niña"...) y, por ello, he estado considerándole bastante tiempo como un mal actor. Hasta el otro día que te lo iba a explicar y se me ocurrió que igual es al revés. No porque su sobreactuaciones fueran necesarias o estén bien. Así que vi las dos últimas (la de Arsénico la vi hace unos meses y no me hizo ya nada de gracia).

    El resultado es que me parece que, en primer lugar, sus sobreactuaciones probablemente más que suyas sean peticiones del director y, en segundo, que en realidad no "es un mal actor porque sobreactúa" sino "es un actor buenísimo porque sobreactúa en una comedia y aún así no arruina la escena".

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    1. Jajajaja es fácil, Rojo, prueba a correr con tacón y me cuentas qué tal, con cuántos centímetros esprintas sin problemas jajajaja.

      Los niños son crueles, me pareció muy injusto!!!

      Muy buena reflexión, hay ciertos aspectos en los que no estoy de acuerdo, creo que el espectador se adapta, incluso antes del comienzo de la película, al género que se va a encontrar, lo que le decepciona es más bien no encontrar algo que le hace gracia cuando ve una comedia, igual que cuando no ve una buena escena de acción en una de acción.

      Lo mismo ocurre, a mí me pasa pero hay muchos que no logran esa adaptación mental, cuando te enfrentas a una película clásica. Se la mira desde un prisma actual o en función de lo que se conoce, lo moderno, por lo que a muchos les produce rechazo al ver, simplemente, la pantalla en blanco y negro. Sin esa adaptación necesaria te quedas fuera de juego, claro.

      Con respecto a Grant, tiene multitud de matices en la comedia, tiene sus actuaciones exageradas en algunas, muy sutiles en otras y muy sobrias en otras más. Las comedias locas, la screwball, obligaba y llevaba a ello, no ya a Grant que las dotaba de sofisticación, sino a tantos otros, incluidas parejas cómicas o hermanos míticos. No es lo mismo una comedia disparatada como LA FIERA DE MI NIÑA que lo que hace Grant en HISTORIAS DE FILADELFIA, es ahí donde ves que era un gigante, manteniéndose al margen incluso en escenas donde es Stewart el que tiene que ser más expresivo (borracho), dejándole el lucimiento.

      Por eso creo que aciertas en la idea de que era una necesidad, por director y tipo de comedia, aunque algunos gestos ahora puedan parecer exagerados, que lo eran, pero conscientemente

      Pero es que además era un portento como actor dramático, desde la crueldad fría en muchos momentos de Sospecha o Encadenados, a la sobriedad de Sólo los ángeles tienen alas, por citar sólo alguna.

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  2. Muy Disney la película a pesar de haber cosas crueles como lo de la "niñera" de los jovencitos. Nunca me había fijado demasiado en Bryce Dallas Howard pero en esta película es que sencillamente está buenísima. Y Chris Pratt tiene mucho carisma. Al colega lo van a explotar mucho después de este éxito y de Guardianes de la Galaxia.
    La peli es entretenida sí, pero es un sin sentido y unos fallos de guión del copón, además de bajar el nivel de la trilogía original. No has mencionado Sambo la escena de los pajarrácos atacando a todo el parque y la pelirroja mientras morreándose con el prota rodeados de cadáveres xDDDD
    Y lo que me he podido reír con esa imagen que has puesto de los velocirraptores conduciendo las motos jajajajaj buenísimo.
    A destacar lo de que humanos y dinosaurios al final hagan equipo contra el malo malísimo. Cuando el de la piscina se lo lleva para el fondo, a los demás solamente les faltó darse la mano y felicitarse por el buen combate. Madre mía...

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    1. A mí me gusta mucho la muchacha, muy sanota y pizpireta jajaja. Pratt ha pasado de gordito simpático a héroe de acción. Bien lo merece si triunfa, me cae bien el tipo y, como dices, me da que lo van a explotar bien.

      Es verdad, eso va en relación a lo que decía: que una vez lo mata todos los dinopájaros desaparecen, así que ¡a besarse! Jajajaja.

      jajaja vi la imagen por ahí y me parecía un triunfo a colación de lo que comentabas sobre la colaboración entre dinos y humanos.

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    2. Muy Disney la película a pesar de haber cosas crueles como lo de la "niñera" de los jovencitos.

      Como si no hubiera crueldades en las de Disney. Poneos a contar, y a ver en cuantos clásicos Disney no muere nadie ;).
      Totalmente de acuerdo en cuanto a los fallos de guion, eso sí. En demasiadas ocasiones la actuación de los humanos parecen sacadas de un conccurso de idiotas, mientras el malotesaurio es más listo que el hambre y siempre tiene un as en la manga. Por ejemplo: una pandilla de mercenarios sedientos de sangre y gatillo fácil y un experto en dinosaurios que ya ha visto como las gasta el bichejo, y cuando los dinosaurios se ponen a discutir sobre el tiempo, el fútbol o lo que sea, los humanos se quedan mirando en vez de liarse a tiros.
      En cuanto a homenajes a pelis "no Spielbergianas", las escenas en que vemos las batallas desde el centro de mando (a través de las cámaras y equipos de comunicacionesde los soldados) son clavaditas a Aliens (MrSambo, perdona si ya lo habías mencionado. A veces soy un poco - o más bien mucho - despistado)

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    3. Muy buen referente. No, no lo había mencionado, cité alguno de ALIEN y la saga, pero no ese precisamente.

      Muchas gracias pro el aporte, Anónimo. Un saludo.

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    4. Anónimo,

      La expresión "muy disney" para mí es decir que las muertes, la violencia y todo eso me han parecido bastante light. Como si Disney estuviera detrás ahí cortando y retocando para que, visualmente, todo quede casual y para todos los públicos.

      Ni que decir tiene que el abuso de ordenador como bien dice Sambo en 'Mad Max' : "lleva a desfases en la puesta en escena, a momentos absolutamente surrealistas y excesivos que restan verosimilitud y alejan al espectador, que ve todo como si fueran dibujos animados, donde los choques y las acciones más absurdas son posibles sin tener en cuenta la coherencia ni el rigor".

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    5. La verdad es que siendo una película de aventuras, si parece algo Disney con respecto a la original.

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    6. Siempre me acuerdo de Los Vengadores (propiedad de la Marvel, propiedad de Disney) en estos casos. No salía ni una sola muerte de ningún civil, ni sangre ni nada. Aún así me encantó, todo hay que decirlo.

      Cuando en agosto vi el trailer de Deadpool, me quedé flipando en colores. Recuerdo que me dije: "esto no puede ser que lo produzca Disney". Y efectivamente, es un proyecto de independiente como las sagas de X-men y Los cuatro fantástico, o antes Spiderman cuando era de Sony.

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    7. Disney sabe su público, aunque tiene cosas muy crueles, siempre medidas, bien es cierto.

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  3. Hola Mister,

    Pues a mi me pareció muy distraída, Una peli de sábado por la tarde. También es verdad que teniendo en casa un fan de los dinosaurios, estaba condenado a verla y su entusiasmo al disfrutarla, puede hacerme ser poco objetivo.
    Yo también soy muy de pelirrojas, la hija de Ron, es muy de mi gusto y prometo estar atento a su carrera.
    En cuanto a homenajes a pelis no Spielbergianas, el ataque de los Pterosaurios es un no acabar, si empieza con el Surfin' Bird de Los Trashmen en un claro guiño a Full Metal Jacket, acaba con el pico de uno de los pajarracos imitando a las aspas del helicóptero de Misión Imposible. Es tan entretenido, buscar estos guiños, como la película en sí.
    Y ahora un apunte de repelente niño Vicente, el bicho malo, malísimo; es el Indominus Rex, no Indomitus Rex.

    Un abrazo.

    Vicent N

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    1. También me pareció entretenida, tenía que serlo por obligación, mi admirado Vicent, pero claro, hay que colocar sus defectos jajaja.

      Pues no sé por qué he puesto Indomitus jajaja, lo corrijo ahora mismo, hasta he comprobado si existía!!!!

      Estupendos los guiños que añades, muy adecuados.

      Muchas gracias por la corrección, me fastidia tener errores de estos, así que te lo agradezco especialmente :))

      Siempre es una alegría verte por aquí.

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