“Guardianes de la galaxia” no es uno de los cómics más
destacados de Marvel, correspondería a un segundo nivel, quizá de culto, pero
muchos intuyeron que su adaptación al cine podía dar buen resultado al ver el
tráiler. Dicho y hecho, estamos ante uno de los mejores títulos que se han hecho sobre un cómic
Marvel, una película francamente divertida y entretenida, su
base, que lo es todo, pero además con un punto gamberro que la hace mejor aún.
Peter Quill (Chris Pratt), es un mercenario que recibe el
encargo de conseguir una misteriosa y poderosa esfera. Una vez lo logra, muchos
interesados buscarán arrebatársela. El mayor de estos peligrosos enemigos es
Ronan (Lee Pace), más que nada porque con ella pretende hacerse el amo del
universo. Para evitar tal circunstancia y su propia muerte, Quill se unirá a un
ecléctico grupo de inadaptados, Rocket, Groot, Gamora y Drax. Un mapache
gamberro, un árbol andante de poco vocabulario, una chica poco dada a
sensiblerías y un vengativo hombre muy fornido. Cada uno de una raza distinta,
pero destinados a colaborar juntos por el bien de todos y del universo.
Es normal que muchos desconocedores del cómic se asustaran
al ver como protagonistas a un mapache con metralleta y un árbol humanoide,
pero pronto se esfuman los prejuicios ante el derroche de descaro e
imaginación.
El protagonista.
La escena de introducción es buena, con el plano subjetivo
como rasgo predominante para la presentación de nuestro protagonista, Peter
Quill, de niño (Wyatt Oleff). La subjetividad se marca con el uso de la música,
recurso que es muy importante a nivel narrativo y psicológico, la música está
vinculada a la humanidad de nuestro cínico protagonista, una banda sonora
excelente, ya que pasará de ser extradiegética a descubrirse diegética con los
walkman que escucha el chico y los auriculares que le quita su familiar. Hermoso
tema. Otro plano subjetivo del chico se acercará a la cama de su moribunda
madre, iluminada como si fuera un “ángel de luz”, frase con la que ella
describe al desaparecido padre del crío. Antes de morir le dará un regalo, un
cebo que tendrá su eco al final de la cinta, donde de nuevo la música será
vínculo emocional que entronca con la parte más humana y sensible del
protagonista. Una música que casi se convierte en el alma de su madre. Será la
madre la que nos dé los primeros rasgos de la personalidad de nuestro joven
protagonista, parecido en todos los sentidos a su padre, protector y vengador
de ranitas indefensas… Otro cebo, ya que así se comportará.
Conocemos a nuestro protagonista en un trauma, en la muerte,
la muerte de su madre, a la que se niega, enfadado absurdamente, a cogerle
la mano justo antes del fallecimiento, lo que le lleva a la turbación y el
remordimiento… y a una abducción. Es por eso que la música tiene tanta
importancia para Peter, que se convertirá, 26 años después, en una amplia elipsis
temporal cuando nos volvamos a reencontrar con él en la siguiente escena, en un
héroe anacrónico, rockero y ochentero, que siempre llevará su walkman con la
música que le regaló su madre, una forma de llevarla siempre consigo. Esta idea
es clave para entender algunos de sus comportamientos. El director se centrará
mucho en el walkman en todo momento, sobre todo en este inicio, para que
reconozcamos al personaje como el niño de la escena inicial.
En la siguiente escena llega la acción, con lo que la
película se inicia con un tono que tiene poco que ver con el que disfrutaremos
el resto del metraje, drama y suspense. Estamos en el planeta abandonado de
Morag. Allí se nos presenta al Peter Quill adulto con una coraza, con casco,
algo que resulta simbólico si lo trasladamos al ámbito psicológico y emocional
tras la primera escena con la muerte de su madre. Un cínico gamberrete,
hedonista, tramposo y divertido. Un héroe con estupendos gadgets, pícaro y
hábil en su trabajo de saqueador y mercenario. Una máquina que recrea el pasado
vital del planeta abandonado, propulsores en su vestuario, el imán, la máscara...
Allí cumplirá su misión con eficiencia, recuperar el “Orbe”. Una estupenda
escena de acción de imaginativa evasión
para huir de los villanos. Mención a las “Tortugas Ninja” y maltrato animal
y digitalizado.
Ya en su nave seguiremos con la descripción del personaje,
un macarrilla algo golfo que se divierte con las mujeres, por ejemplo con la que
olvidó en su nave… Su nombre de saqueador es “Star-Lord”, aunque casi nadie lo
recuerda.
En la cárcel veremos cómo no le gusta nada que le toquen su
recuerdo materno, su música, su walkman, e incluso arriesgará la misión de
evasión por recuperar esos preciados tesoros.
Los villanos saben que Peter tiene un acuerdo con “El Broker”
(Christopher Fairbank), si bien no se explica cómo lo saben…
El grupo.
Uno de los detalles más inteligentes del guión, que se sirve
a las mil maravillas del tono de comedia, es la forma en la que se une el grupo
de los protagonistas. Huyendo de la típica estructura de reclutamiento, donde
uno o varios personajes van reclutando miembros uno a uno, lo que si no se
tiene cuidado puede hacerse repetitivo y moroso, aquí el grupo se reúne de
forma conflictiva, por su ambición y búsqueda del mismo objetivo, el Orbe.
Miembros diversos, eclécticos, de caracteres antagónicos, lo que favorece la
interacción y que sus relaciones sean más interesantes, así, tras sus conflictos,
peleas e intereses propios acaban unidos y convirtiéndose en amigos. Una unión
que será en la cárcel y un reclutamiento que será de una tacada, ya que nos los
fueron presentando anteriormente, en especial en la escena de la captura.
-Gamora (Zoe Saldana): Hija adoptiva de Thanos, fingirá de
inicio luchar a su favor para rebelarse y enfrentarse a él en busca de
venganza. Será la motivación que la una a sus amigos. Busca traicionar a su
padre adoptivo para hacer justicia. Experta luchadora, arisca, seria y poco
amante de sensiblerías y bromas. Tiene la cara verde, pero está maciza.
Conflictos familiares.
“Guardianes de la galaxia” está repleta de seres desarraigados,
causa por la que nuestros protagonistas acaban formando esa especie de familia
disfuncional protectora del universo. Así el pasado y las familias rotas, con
finales trágicos, condicionan a nuestro grupo de protagonistas, a todos ellos,
con la salvedad de Groot, que casi simboliza la pureza.
Nuestro protagonista no tiene ni planeta al que acudir
siquiera. De hecho la trama con su padre queda inconclusa y justifica la
continuación de esta nueva saga. La añoranza de su familia genera ese apego a
su walkman. Una madre que murió con él de niño, como vimos, y un padre que
desapareció sin que llegara a conocerle. Otro huérfano.
Gamora explica su pasado a Peter, hija adoptiva de Thanos,
vio como éste mataba delante de ella a sus padres y la torturó, hasta
hacerla un arma viviente.
Rocket también hablará de su pasado, de su complejo, de cómo
le manipularon genéticamente, le despiezaron y recompusieron hasta crearle. Un
dolor que camufla con su cinismo y que sale a la luz con la bebida. Lo mismo
hará Drax, el alcohol es lo que tiene, su tormento interior y su motivación,
vengar a su familia, su mujer y su hija, a las que mató Ronan. Otro de nuestros
héroes que perdió a su familia.
Colección de villanos.
Hay muchos villanos, algunos ambiguos, otros que varían o
simplemente actúan de mercenarios buscando su beneficio personal. Así tenemos
al villano que “robó” a Peter de la tierra con un
encargo que no cumplió, Youndu Udonta (Michael Rooker), con su cara azul y su
lapicero asesino a ritmo de silbido, que sólo le vemos usar una vez, aunque sí
amenazar mucho con él. Su relación con Peter está muy bien, una relación de
amor/odio. Se intentan matar pero se quieren. Éste no es nada comparado con
Ronan (Lee Peace), que es el súper villano, el que quiere apoderarse del Orbe
para conquistar el universo, destruyendo buena parte de él. Su nave se llama
“The Dark Aster”. Thanos (Josh Brolin sin acreditar), es un malo aún más
poderoso al que Ronan pretende derrocar. Hay otros villanos menores, esbirros, como Nebula
(Karen Guillan), otra hija de Thanos, o Korath (Djimon Hounsou).
El miedo a Ronan es universal, su nombre causa pavor al
nombrarlo, buen recurso para hacerle más amenazante, como comprobamos cuando
Peter intenta vender el Orbe al Broker.
Habrá un duelo entre los villanos Ronan y Thanos por culpa
del Orbe. Aquí están todos contra todos y las alianzas se antojan débiles y
temporales. El Santuario es el lugar donde habita Thanos.
Xandar es el planeta base, el planeta a proteger, los
reclutadores de nuestros protagonistas. Allí nos presentarán a Rocket y Groot y capturarán a todos. También allí tendremos el cameo de Stan Lee, como viejo verde y
recibiendo las burlas de Rocket. Allí conoceremos también a Dey (John C.
Reilly) y a Nova Prime (Glenn Close).
Se nos presenta un mundo repleto de cazarrecompensas, donde
todo el mundo tiene una misión, finge y nadie confía en nadie. Por eso cuestan
tanto las asociaciones y se valora tanto la amistad, como la de Rocket y Groot o
la que tendrán todos los del grupo de Guardianes… De hecho, Rocket y Groot empiezan
trabajando al servicio del cara azul de Youndu Udonta. Ellos, el grupo de
nuestros protagonistas, irán encontrando los valores que tienen pero se han
visto obligados a ocultar en su soledad, desarraigo y mundo en el que viven.
Aquí tendrá lugar otra estupenda escena de acción con
multitud de personajes persiguiendo el Orbe y mostrando sus recursos de
luchadores, cazarrecompensas y mercenarios, con gadgets, poderes y habilidades.
El lazo electrónico es muy apañado. Así acabarán todos detenidos.
La prisión de máxima seguridad, llamada “The Kyln”, será el
lugar de la reunión del grupo, de su vínculo. Allí conocerán a Drax.
Esta es una buena película, entretenida, con momentos divertidos, aunque ni tantos ni tanto como se decía. Algún momento, como el viaje al de la taverna donde intentan descubrir qué es el orbe no está muy bien explicada y cuando llegan no sabía qué pintaban, un poco como las de Transformers pero menos a lo bestia. Porque al menos cuando se ve ya a qué han ido se entiende por qué han ido, tiene toda la lógica y ya encajay bien. Mientras que en Transformers cuando ya han ido y han hecho todavía no se entiende qué narices pintaba que fueran allá, como gallinas sin cabeza, y sigue sin tener pies ni cabeza. O en la escena donde lo explican me falló el inglés o me distraje y por eso al principio no sabía qué pintaba que se fueran allá, que es posible.
ResponderEliminarRealmente, lo único realmente malo de la película son las expectativas que crearon en torno a ella, incluyendo los críticos profesionales que la eligieron para hacerse los que saben ir con la corriente y no están contra un blockbuster. Le hacen a uno ir esperando una obra maestra que no es y, claro, la diferencia entre lo que uno esperaba y lo que finalmente se encuentra le hace tener una percepción más negativa - o menos positiva - de la película de lo que merece. Lo que no perdono es el mantra de comparar con "Guerra de las galaxias". Ni de coña. No hay nada que recuerde la otra. Salvo el típico de "Pacific Rim es una copia de Neon Genesis Evangelion porque hay mechas", "Kenneth Branagh es comparable con Lawrence Olivier por hacer películas de Shakespeare" y la comparación viene sólo porque está en el espacio, hay humanos y no humanos y uno de los protagonistas tiene mucho pelo y otro es uno muy grande con lenguaje tan aparentemente limitado que su compañero entiende que es como si fuera inarticulado¹. Y no, eso no justifica una comparación. Ni ningún guiño que pueda haber, como el abrigo del protagonista cuando se le presenta ya adulto podría serlo del abrigo del capitán Malcolm de Firefly/Serenity (si no recuerdo o vi mal es un abrigo beige de estilo semejante).
¹Dios mío, Rocket no es que sea el pelo de Chewbacca según eso, ¡por tamaño es un ewok! ¡Muerte a Rocket! :P
Jajajajaja pobre Rocket. Las expectativas son lo peor siempre, yo procuro contaminarme lo menos posible, especialmente de comentarios, cosa que logro casi siempre.
EliminarSobre la comparación de STAR WARS, no te falta razón, aunque yo sí la menciono al final de la siguiente parte, si no me equivoco, porque ese universo en expansión sí creo que convierten a esta en lo que fue STAR WARS en su día, salvo porque jamás sorprenderá algo de la misma forma que aquello.
Bueno, lo que dices va por un camino que llamaremos meta, en el que puede que tengas razón. Mañana lo leeré con un bate en la mano XD Es broma, seguro que no lo necesitaré. >.>
EliminarJajaja me pondré casco por si acaso!!!
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