Tanto la relación de los protagonistas como sus caracteres
se van definiendo con excelente precisión y dibujándose desde el mismo inicio.
Primero le tocará el turno a Nick (Ben Affleck) y luego, en la segunda mitad de
la cinta, a Amy (Rosamund Pike).
Este aspecto de la película es de los más interesantes
porque contrasta pareceres, cómo se ven a sí mismos, cómo ven ellos al otro y
cómo los vemos nosotros desde fuera una vez tenemos todos los elementos de
juicio.
Esta idea queda simbolizada con dos gestos sobre los que se
hace especial hincapié y que tendrán ecos a lo largo de la película. El primero
consiste en la caricia en el labio que Nick da a Amy antes de besarla por
primera vez para limpiárselo de azúcar, que luego la chica verá como su marido
lo repite con su amante, hecho clave en sus acciones. El segundo es el gesto
que hace Nick tapándose la barbilla como símbolo de sinceridad, que veremos
repetido ocasionalmente con diferentes sentidos y según avancen los
acontecimientos y su relación con Amy.
Los trabajos de ambos son importantes, aspectos básicos en
un guión, y definen a sí mismo sus personalidades. Él es escritor en una
revista masculina y da clases de escritura creativa, mientras que ella escribe
test de personalidad.
Tener que dejar Nueva York para ir a Missouri a cuidar a la madre de Nick, enferma, fue el inicio de los problemas de la pareja. Una madre que ahora está muerta. Aunque Amy recriminará moderadamente que no la consultase para esta cuestión, irse a vivir a otro lado, en realidad ella lo toma como una forma de traición, traición a la promesa del hombre que Nick se comprometió a ser. Ella es una mujer de ciudad, de Nueva York, no concibe otra cosa, lo verbaliza sutilmente en su primera conversación con Nick. Verse en un pueblecito es demasiado para ella, con lo que comenzará una resistencia pasiva, de alguna forma, sin relacionarse con nadie y ensombreciendo su carácter paulatinamente, sobre todo cuando ve que su marido parece feliz por estar allí… en su casa.
De la felicidad pasaremos a la falta de comunicación,
sentirse ajena y desechable, discutir por dinero, sentirse un objeto al cual
echar un polvo y temer por su vida…
El Nick que conocemos en el presente, cuando secuestran a su
mujer, es un ser pasota, distraído, despreocupado, como hastiado, cansado de su
matrimonio, como lo manifestará él mismo. Su relajación excesiva en un momento
tan importante resulta sospechosa, pero no dejará de tener sentido cuando
desnude sus sentimientos y conozcamos sus secretos. Su mujer le definirá como
vago, mentiroso, tramposo y despistado…
La evolución de Nick es coherente, desde el inicio
explicitará que no quiere seguir con Amy, que al principio su relación fue
bien, confirmando lo que vimos en el flashback, que un hijo podría salvarlo
todo, pero se verá sometido a una presión que no podía esperar. Una truculenta
aventura que le sobrepasa en su carácter calmado y disperso, despistado y
tranquilo. Llegará a explicar su alivio al ver que Amy había desaparecido…
La asombrosa Amy.
“La asombrosa Amy” es el título de una saga de exitosos
libros escritos por los padres de Amy y que es un aspecto interesante a la hora
de analizar la psicología del personaje. Estos libros son la idealización que
los padres hacen de su hija, la construcción perfecta de la misma que,
evidentemente, no se corresponde con la realidad, como ella explica. Con todo,
esto forma y forja la idea de niña mimada, acostumbrada a tener todo lo que
quiso y que ha gestado un ego supremo en la chica, por mucho que diga no estar
a la altura de su modelo literario. Hay algo de falsa modestia, o disimulada,
para su conveniencia.
Amy es puro pragmatismo, se moviliza para lo que le conviene, quiere y necesita, sin miramientos ni escrúpulos, sin coartadas morales, es una supermujer nietzscheana. Metódica, lo tendrá todo pensado y analizado, con precisas listas y esquemas. Estará dispuesta a suicidarse si hiciera falta. Ella será la que irá relatando el deterioro del matrimonio a través de su diario, mitad real mitad inventado. Veremos estampas de otros aniversarios, con polvos furtivos en bibliotecas en honor de Jane Austen, que contrastan con la apatía cansada de la actualidad, con los regalos simbólicos y lúgubres que ella hace ahora. Un matrimonio feliz, que va viento en popa, pero que poco a poco se irá ensombreciendo a conveniencia de “La asombrosa Amy”.
Una vez la felicidad cesó, llegará la escena del punto de no
retorno, la escena donde discuten sobre la posibilidad de tener un hijo,
repleta de espejos para resaltar la supuesta falsedad de él y una escalera que
muestra a Amy en posición de superioridad previa a la primera agresión de Nick.
¿Estamos descubriendo a un monstruo?
Amy, con su desaparición, conseguirá convertirse en la novia
de América, una sociópata o psicópata excepcional, con las marcas más
prestigiosas y populares colaborando en la búsqueda, Walmart, KFC…
“La asombrosa Amy” tiene mucho de niña mimada, no acepta el
rechazo, ni que las cosas no sean como ella quiere, ejemplo más que evidente es
su reacción contra su marido y, en un plano más minimalista, el escupitajo que
tira a la bebida de su vecina por no aplaudir como todo el mundo a la
“desgraciada Amy” de las noticias.
Es egocéntrica, sus pequeños renuncios en su primera
conversación con Desi la delatan, y su voz over lo rubrica. Con Desi lleva al
máximo su habilidad manipuladora. El pobre ex novio, aunque con buena voluntad,
hace todo lo contrario de lo que a ella le conviene o querría.
Amy es una persona absolutamente libre, de absoluta
libertad. El encierro en esa casa “del pánico”, un universo de absoluta
seguridad pero ausencia de libertad, la repele, la inmoviliza, la impulsa a la
rebelión. Su mirada es escalofriante, fría, de psicópata auténtica, un ejemplo
en el plano inicial y final de la película. Pasará un mes desaparecida.
De estilo y esas cosas.
La estética del film es fría y elegante, deslumbrante.
Escenas como la que se desarrolla en el centro comercial donde viven los
vagabundos y que visita la policía para interrogarles y así descubrir que Amy
compró una pistola, llenas de oscuridad y linternas, son deslumbrantes en este
sentido. Fincher rueda de forma magistral, un estilo depurado, clásico y con su
habitual frialdad.
Lo mismo ocurre con los movimientos de cámara que ejecuta
Fincher. Siendo una cinta de encuadre y plano estático, cada movimiento de
cámara está perfectamente justificado, acompañando la trama, los movimientos de
actores, ayudando a crear la atmósfera y el suspense y sugiriendo cosas. Un
ejemplo, tras el polvo de Nick con su amante, un travelling avanzará por el
pasillo de forma sigilosa al amanecer… Fincher cambiará de plano acto seguido
para que veamos como la chica que ha gozado de Nick se va, justo al cerrar la
puerta oiremos en off la voz de Margo, detrás de Nick, en la cocina, de forma
que aquel travelling aparentemente gratuito cobra todo su sentido, primero
marcando el suspense y luego adquiriendo coherencia.
Otro rasgo de estilo de Fincher lo tenemos con los
travellings con panorámica que recrean un entorno y definen sentimientos, a la
vez que redefinen la escena. Un ejemplo, Amy en el casino y el travelling con
panorámica para acabar mostrando al sorprendido Desi (Neil Patrick Harris)
cuando llega.
Fincher es un director distante, frío, captar las emociones
y los sentimientos de los personajes no es su fuerte en líneas generales, es un
director de trama, de atmósfera, de conceptos, de ideas. Es posible que sea
consciente de eso y use esa frialdad a su favor. Esa distancia con los
personajes que escruta la muestra habitualmente con planos generales y una
cámara que se mantiene a distancia o se aleja. Un ejemplo, la grúa que parece
despedirse de Amy cuando tras ser robada llama desde una cabina a alguien
indeterminado que poco después descubriremos es su ex novio Desi.
Los dos policías son personajes estupendos, sus diálogos y
diferencia de pareceres lejos de molestar dan jugo al conjunto. De la detective
Rhonda Boney (Kim Dickens) ya hablé, de su compañero James Gilpin (Patrick
Fugit) comentar que no puede ver a Nick, para él es un asesino y no se anda con
contemplaciones en sus juicios, que se descubrirán equivocados, aunque no
parezca arrepentirse de ellos. En la escena del diálogo que cito abajo, James
aparece cortado por una pantalla, sutil indicio visual de que se equivoca.
-Rhonda: ¡Hombre, si lo dice Tiffany!
La detective Rhonda Boney será de los únicos personajes que
casi siempre confiará en Nick o al menos le otorga el beneficio de la duda.
Ella y Margo, quizá por tener un punto de vista femenino, entienden mejor lo
que ocurre y por ello sospechan de Amy y confían más en Nick. A ellas se suma
el abogado Tanner, que se ocupa de ese tipo de casos precisamente. Los demás
usarán el prejuicio, la apariencia y la brocha gorda.
Un aspecto cuestionable son las salidas y entradas de la
casa de Nick ocultándose de la mirada de los periodistas. No es creíble que una
casa rodeada no esté vigilada en su puerta trasera o lateral con el dispositivo
que hay montado, pequeños trucos…
La trama con la vecina que se encuentra en su periplo la
buena de Amy, aunque necesaria en la continuidad, resulta artificiosa y
presenta momentos cuestionables y que podrían estar mejor terminados. La
inteligente Amy se comporta aquí de la forma más estúpida posible,
contradiciendo el carácter que había mostrado hasta ese momento, aspecto que
comenté anteriormente. Con el robo del dinero por los macarrillas vecinos de
Amy debido a su inesperada torpeza, se justifica el giro del último tercio de
la película, junto al ex novio de Amy, para redimir su inteligencia.
La investigación para encontrar a Amy llevará a Nick a
entrevistarse con dos ex novios de su mujer, uno de ellos acusado falsamente por
ella de violación, que relatará su historia a nuestro protagonista, una
historia que presenta evidentes paralelismos con la suya. La segunda entrevista será con
Desi, ex novio con el que Amy mantenía correspondencia ocasional. Este aspecto es
cuestionable, ¿por qué seguía en contacto con él después de acabar como acabó
su relación? Intentos de suicidio, violaciones, acoso y demás… Supongo que la
justificación sería que es millonario y querría tenerlo en la reserva, pero no
deja de resultar muy oportuno… Desi, en conversación con Amy, también confesará
que ella lo manejaba y manipulaba, confirmando esa maldad o forma de ser
intrínseca al personaje.
Como predijo el abogado, la tetuda Andie (Emily Ratajkowski)
venderá a su amante Nick en rueda de prensa, lo que hará titubear su táctica, a
él y a la hermana de Nick, pero nuestro protagonista se mantendrá firme y
tendrá una actuación excelente en el programa televisivo confesando su
infidelidad. Hay estupendos detalles en esa escena, desde la provocadora
sonrisa de la presentadora para ver si Nick entra al trapo, comprobar su
credibilidad, a la elipsis que nos omite el programa pero no la satisfacción
del trío, Nick, su abogado y Margo, tras el mismo. El programa lo veremos junto
a Amy cuando lo emitan al día siguiente. Del mismo modo se hará un vínculo con
el coche, el que lleva al trío tras el programa y el de Desi llevando a Amy a
su casa en montaje paralelo.
Un elemento interesante en la película es el gato,
inquietante gato que parece un atento observador, siempre presente, como el
guardián de la casa. En el salón, luego en el dormitorio, en la cocina… El
plano de Nick encerrado en su habitación, echando el pestillo en un espléndido
detalle que casi pide el espectador, que se encuentra más a salvo así con esa
psicópata en casa, en vela junto al gato, es magnífico. El gato parece
simbolizar el destino marcado e inexorable.
El gato, un espectador más del film... sigo esperando ansiosa esa última parte.
ResponderEliminarUn besazo.
Un espectador inquietante, es un elemento interesante que seguro tiene más en el fondo.
EliminarUn besazo ;)
Qué emocionante todo!! Q bien explicado. Las apariencias y la realidad. Los gestos, las miradas, los detalles en las escenas, lo derallas todo con precisión.
ResponderEliminarMucha información!!
Gran trabajo!!!
Esperando el desenlace!!!
Bss, crack!!!
Muchísimas gracias Reina. La verdad es que quedé satisfecho, de esas veces que te quedas contento.
EliminarUn beso.