Si algo hay en el
cine de Linklater son diálogos, el principal recurso del director para
escenificar la naturalidad y la sinceridad de las relaciones y los personajes.
Aquí volvemos a tener un destacado ejemplo. Si bien
Céline y Jesse se
pasaron todo el metraje de la trilogía de “Antes de…” hablando, aquí también
tendremos diálogos y conversaciones constantes, más diversificadas al no
tratarse de una pareja sino de una familia expansiva, y a pesar de que el
protagonista no sea especialmente expresivo, sino más bien taciturno. Hay mucha
verdad siempre en Linklater.
En este aspecto debo
destacar todas las escenas donde aparece Ethan Hawke, que es evidente que está
a gustísimo a las órdenes de Linklater. Los diálogos donde participa Hawke son
los mejores de la película, siempre profundos, divertidos y encantadores. De
hecho, hay más complicidad y distensión en las conversaciones de los hijos con
Hawke que con cualquier otra persona, algo que quizá se debe a que tienen menos
contacto, aunque pueda parecer contradictorio, además de al carácter abierto
del padre. Es una encantadora complicidad dialogada. Hay siempre mucha
sinceridad en los diálogos del cine de Linklater.
Hablarán sobre el
trabajo del padre, sobre relaciones, sobre sexo para corregir errores propios
por parte de Hawke, sobre las dificultades de las relaciones, la inmadurez, los
preservativos, el carácter de la madre, reflexiones sobre la existencia de la magia
en el mundo, consejos sobre chicas, las diferencias de la edad, sobre la ética
del trabajo con el profesor de fotografía… Conversaciones que irán cambiando de
tema según cambien los intereses de los chicos, según crezcan…
“Me entero de más
cosas por su página de Facebook que en nuestras intensas conversaciones”.
-La escena donde
padre e hijo van de excursión y hablan de "Star Wars", “Tropic Thunder” o “El
caballero oscuro” es un nuevo ejemplo de digresión y naturalidad dialogada.
-Hay un diálogo que
recuerda mucho a los que veíamos en la trilogía de “Antes de…”. Es el que vemos
de Mason con una amiga en bicicleta tras la escena del bullying, con un
travelling en retroceso y plano secuencia. Chicas, fiestas, cortes de venas, “El desayuno de los campeones” de Kurt Vonnegut, “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee o la
saga “Crepúsculo”… La frivolidad y frescura juvenil muy bien captada.
-Mason y su novia
reflexionarán sobre la vida digitalizada y la física, su conflicto o su
integración, considerar que una entra en confrontación con otra, que te define
de una manera que no eres, o considerarla parte de uno mismo, expansiva, que
ayuda al conocimiento y las relaciones. Otro buen diálogo digresivo en esencia.
-Otro diálogo
excelente entre padre e hijo lo tendremos cuando Mason acuda a ver el concierto
del amigo de su padre, Jimmy (Charlie Sexton). Allí hablarán de su decepción por
su ruptura con la novia y Hawke hará un soberbio discurso de padre,
relativizando las circunstancias, explicando cómo son esos tiempos y valorando
a su hijo, haciéndole ver que es especial y que él lo ve. Reflexiones sobre
amores de instituto y los procesos de cambio inevitables… De nuevo un guía y
apoyo.
La familia moderna.
-Padres separados,
nuevas relaciones, padrastros, hermanastros, hijos que vagan de una casa a otra
y diversifican su familia, incomodidad con los suegros, en este caso entre
Hawke y la madre de Arquette… De la casa de la infancia a la que se debe decir
adiós a la casa de la abuela. De allí a la de las sucesivas parejas alcohólicas
de la madre, el profesor seductor y el ex militar… Es la neo familia, la
familia actual, la familia moderna, una familia expansiva, que parece dejar
atrás la tradicional y donde las figuras paternas y maternas que multiplican
como matrioskas.
En la escena donde
se borran de la pared las señales que marcan el crecimiento de los hermanos se
escenifica el fin de una etapa, eliminando recuerdos, asumiendo el paso del
tiempo.
La madre se
lamentará de su pronta falta de libertad y necesaria asunción de
responsabilidades al haber sido una madre joven, se lo dirá al primer novio que
veamos posterior a su matrimonio con Hawke, explicando su imposibilidad para
salir cuando le apetezca con él.
Este reproche será
oído y asumido por Mason, la infancia absorbiéndolo todo, sintiendo de forma
indirecta los reproches de su madre al novio. Forjándose complejos o dolores
íntimos. En la primera escena con su padre, Ethan Hawke, tanto Mason como su
hermana Samantha comentarán que los recuerdos que tienen de él son tormentosos,
las discusiones, los gritos… pero no recordarán los buenos momentos, los
paseos, las excursiones… Es decir, el impacto del trauma que afecta a la
infancia, el necesario cuidado que precisa.
-Con los distintos
cambios de hogar, los abandonos de afectos, amigos y hermanastros, se transmite
ese desarraigo tan en boga en la sociedad moderna actual, la sensación de estar
siempre de paso, donde todo parece temporal, inestable. Los niños anhelan la
estabilidad, afianzar lazos, que siempre relacionarán con su padre, con la
familiar primeriza. Es el retrato de una generación dispersa, desorientada en
sus vaivenes, como bolsas mecidas resignadamente por el viento adulto.
-La sutileza es seña
de identidad de la película, la sensibilidad de Linklater está fuera de toda
duda. Un ejemplo, sin excesivas verbalizaciones ni gestos, queda tremendamente
claro el deseo de los hijos de que sus padres se reúnan, el dolor que supone su
separación y la decepción que surge en ellos cuando el intento de
reconciliación no llega a buen puerto… Del mismo modo no gustarán de las nuevas
parejas de la madre…
Sin embargo esto no
hará de ellos seres antisociales o perturbados, será un lastre más en la
mochila del equipaje vital pero no traumático ni especialmente vinculante,
conducirá su madurez de otra forma, reconducida.
-Otro ejemplo de
sutileza, el alcoholismo del profesor con el que se casa la madre.
-Profesor: Sólo es por si vienen invitados el fin de semana.
-Profesor: Sólo es por si vienen invitados el fin de semana.
-Hijo: Siempre dice
eso, pero nunca viene nadie.
Hay una buena
progresión a nivel dramático, de nuevo sutil, con el abandono del nuevo hogar,
el del profesor. Si en la primera ocasión se dejaron atrás amigos y recuerdos
de infancia, en esta segunda ocasión se dejarán las pertenencias y a los
hermanastros con los que había un sentido y sincero cariño.
-Hay algo de tópico
o estereotipo en el retrato del chico ex militar, aunque respetuoso de inicio
se le presenta como poco tolerante, intransigente, burlón con los looks de Mason
y algo amenazante…
-Si la madre se ve
sumida en una vida que no esperaba, el padre se regodea en su inmadurez y
dispersión con excéntricos viajes a Alaska, despreocupado… Es la sociedad
moderna, una sociedad ya gestada y que se sigue asentando.
Habrá un amago de
reconciliación, un intento infructuoso ante la cerrazón de la madre, aunque se
evitarán rencores. No habrá malas palabras de un ex cónyuge a otro salvo alguna
mención de Hawke.
-La vida con la
madre, tras momentos de dificultades, será en abundancia y tranquilidad, con el
profesor universitario, en cambio, con su padre la vida será en un rollo más
hippie, artístico y divertido. Allí conocerán a un amigo del padre, Jimmy
(Charlie Sexton), uno de los muchos personajes de pasada que vemos en la cinta,
aunque aparecerá también en la parte final.
-El retrato de los
buenos momentos, los más abundantes, es primoroso y entrañable, una complicidad
absolutamente encantadora y real, por ejemplo en la excursión que padre e hijo
realizan por la naturaleza, divagando y recurriendo a divertidas digresiones,
base narrativa de la propuesta, con hilarantes diálogos sobre cine y chicas…
Asistimos a los bellos y buenos recuerdos que perdurarán en ese chico cuando
sea adulto y rememore a su padre, por encima de las dificultades, algo que
posibilita el paso del tiempo, el abandono de la infancia.
Otro detalle de
dirección exquisito es el plano final, un acercamiento casi imperceptible, como
el tiempo que se nos escapa, de la cámara al rostro de la pareja que habla de
sus cosas en un desértico y bello paraje natural… ¿El futuro naciente?
“Boyhood" es una obra
magnífica, excepcional, única. Pensé que le sobraría metraje, después del
visionado lo incluí como uno de los posibles defectos, pero una vez analizas
sus claves, sus intenciones, no estoy seguro de que lo sea. En “Boyhood” los
posibles defectos en realidad son virtudes… o al menos también son virtudes.
Su excepcionalidad
no impide ver referentes, algunos se han citado varias veces, como “Los 400 golpes” y
la trilogía sobre el personaje de Antoine Doinel que François Truffaut realizó, pero la concepción e intenciones son
radicalmente distintas. También podríamos referir otra gran trilogía, “La
trilogía de Apu”, una de las grandes obras cinematográficas y de las grandes
trilogías de todos los tiempos dirigida por Satyajit Ray.
La banda sonora y el
montaje son excelentes también, valorando más aspectos técnicos aunque estos
sean lo de menos.
La ambición de esta
película única contrasta con su naturalidad y sencillez, metalingüística en su
realismo y esencia, auténtica y genuina. Si la ves sin prejuicios y con el
punto de vista adecuado te cautivará.
La peli parte de una gran idea que no es el desarrollo de la vida de un chaval, niñez, adolescencia, primeros trabajos, primeros noviazgos y llegar a la universidad, porque ese argumento lo hemos visto muchas veces en series y películas. La idea es que al tardar años en hacer la película que la evolución de los personajes es mucho más realista. Ves al niño crecer. Y está bien hecha. El buen trabajo se nota en la fotografía, en lo trabajados que están los diálogos, las escenas. Y es fácil que esa época de la vida enganche a un espectador porque mucha gente recuerda la adolescencia como una etapa especial, muy emotiva. Además, esa idea es actual porque te presenta el mundo como es en este momento.
ResponderEliminarNo siempre un buen trabajo -incluso una "buena" película- llega a apasionar, a provocar esa sensación al salir del cine de pensar "¡cómo me ha gustado!". Describe muy bien una realidad actual que a mí no me convence, una sociedad llena de errores que sale airosa de sus defectos. Y no es esa supervivencia vital, a pesar de la imperfección que te rodea, lo que me produce indiferencia. Al contrario, me gusta ver evolucionar al chaval y al padre. Es que me da la sensación de que esa historia ya la he visto, que no me aporta nada ni me llama la atención. Empatizo, es verdad, con el chaval y con el padre. Echo de menos que su historia me llegue a trasmitir un mensaje que me aporte, algo especial, interesante. Acabé la peli como el que se acaba el postre de una comida más en el trabajo. Creo que el director trató de decirme que la vida es maravillosa y, siendo verdad que toda vida lo es, eso ya lo veo a mi alrededor todos los días con gente que me interesa mucho más que los personajes de la peli. Tampoco me atrae que la "corrección política" de todo lo que sucede y de los mensajes que trasmite me llega a parecer empalagosa.
La crítica de Mr. Sambo, como de costumbre, es muy buena. Simplemente, doy otro punto de vista.
Muchas gracias Charlie, un buen complemento y punto de vista alternativo a lo comentado. Siendo una película tan sensitiva y desnuda es fácil que provoque lo que dices, como he explicado. Lo has expuesto bien. Un saludo.
EliminarMaravillosas entradas para una película que también lo es. Leídas las tres, te felicito de nuevo. Bien por ti, y bien por Linklater. Mi experiencia con esta película fue rara. La vi en el cine, me gustó pero como me gustan otras(bueno, un poco más) sin embargo, según fueron transcurriendo los días, la película iba creciendo y creciendo.Como un Alien. Cuando escuché la banda sonora, una de las canciones que contiene consiguió que todo eso que iba creciendo estallase. Y me puse a llorar sin más. Sólo puedo comparar la experiencia a la misma que tuve al ver el final de "A dos metros bajo tierra" o al terminar de leer "La montaña mágica".Es un momento en el que de repente te das cuenta que has presenciado algo excepcional(tengo que emplear el mismo adjetivo que tú). Aunque nos gusten muchas películas, no son tantas las que nos llegan así.El año pasado sin duda fue "La gran belleza".Este año "Boyhood".
ResponderEliminarEn cuanto vea "Whiplash"(espero me guste por lo menos la mitad que a ti) leeré tu crítica ;-)
Un abrazo y gracias por analizar tan bien lo que a nosotros se nos queda sólo en el nivel de las sensaciones .
Patricia
Emocionante tu experiencia, Patricia. Ese estallido con retardo no ocurre pocas veces y encaja muy bien con esta película, nos ha pasado a muchos que las sensaciones han ido creciendo conforme la recordábamos o, en mi caso, escribía sobre ella, dándome cuenta o siendo más consciente de todo. Me pasa muchas veces analizando película, para bien o para mal.
EliminarAlgo parecido me pasó con E.T, la había visto muchas veces y, de repente, lo entendí todo y fue... Uff. Bueno, supongo que también leiste la crítica jajaja.
En fin, espero que no te decepcione WHIPLASH, seguramente no te gustará tanto como esta, pero creo que te llegará.
Un beso.