jueves, 16 de octubre de 2014

Crítica: CON LA MUERTE EN LOS TALONES (1959) -Parte 4/7-

ALFRED HITCHCOCK











Eve Kendall. Eva Marie Saint.

26 años, soltera e intrépida. Los personajes de Hitchcock son maravillosos y sus mujeres más aún. Eve es una mujer valiente, decidida, pasional y que se sabe manejar a la perfección en un mundo de hombres. Nunca parece estar en inferioridad salvo por la amenaza que supone Vandamm. Sus diálogos de igual a igual con Thornhill, incluso donde ella lleva la voz cantante, la definen a la perfección. 

También tendrá una identidad oculta, por partida doble, fingirá ser diseñadora industrial, ocultando su relación con Vandamm (James Mason) a nuestro protagonista, para luego descubrir que es un agente secreto que trabaja para la CIA, siendo pareja del villano.

La idea de un personaje que trata a su chica como una prostituta, lanzándola a la seducción completa de otro por intereses de todo tipo, ha sido usada por Hitchcock en alguna ocasión, por ejemplo en “Encadenados” (1946). Aquí volvemos a observar este recurso aunque en sentido inverso, el villano lanzando a su chica a pasar una noche con el héroe para mantenerlo tranquilo y confiado. Del mismo modo ella se comporta como tal para la CIA, siendo amante de Vandamm sólo para sacar información.



Eve protege a Thornhill de la policía interesadamente. No lo denuncia porque debe mantener su mascarada con Vandamm, del que es pareja aunque como topo infiltrado de la CIA. A Vandamm no le interesa que la policía coja a Thornhill porque cree que si eso ocurriera ya no tendrían acceso a él para eliminarle, al creer que en ese caso estaría protegido porque trabaja para el gobierno. El problema vendrá cuando surja el amor…







-Eve: Va a ser una noche muy larga.

-Thornhill: Cierto.

-Eve: Y, francamente, no me gusta el libro que he empezado a leer

-Thornhill: Ah

-Eve: ¿Sabe qué quiero decir?

-Thornhill: Déjeme pensar… Sí, sé lo que quiere decir.




La célebre escena de amor y sexo comienza con un plano exterior del tren, anocheciendo. Una escena de amor censurada. Ya he hablado de los besos hitchcockianos, absolutamente míticos, y aquí tenemos otro de esos ejemplos deslumbrantes. Una escena en ligero picado para que parezca estar rodada en la cama, aunque están apoyados contra una pared por la que girarán para rizar el rizo del morbo. Tal y como la planifica Hitchcock es una escena de cama total, sin disimulo. No estaban muy bien vistas las escenas de dos personajes en una cama y menos sin estar casados. Una escena sensual y tremendamente sugerente de tres minutos y llena de halagos de Eve a Thornhill. Un beso larguísimo realmente excepcional.



El doblaje variará a mitad de escena, precisamente, por esos problemas de censura.

La secuencia sigue con otro momento de suspense, una interrupción que sirve de tiempo muerto para que Cary Grant nos deleite con su maestría para la comedia, capaz de hacer fascinantes hasta esos momentos donde juguetea distraídamente con las cosas del baño donde se mantiene oculto.

Los besuqueos y el doblaje cambiado continuarán cuando la pareja se siente en la cama. Hay que valorar la contención de Thornhill para no lanzarse salvajemente sobre la sensual y lasciva Eve Kendall.



La mirada final de Kendall delatándola como una mentirosa manipuladora es un clásico del cine de suspense y el thriller, retratando así que algo está ocultando, en este caso su juego para Vandamm, que está tranquilamente acomodado en otro compartimento esperando información de la seductora rubia.

¿Qué hago con él por la mañana?”.

Toda esta secuencia se cierra de forma circular, con otro plano exterior del tren.



El vestuario de Eve.

Es interesante observar la evolución del vestuario de Eve, acorde con la progresión dramática y narrativa de la historia. Primero la veremos vestida de negro, como una viuda o dama negra, color muy adecuado ya que su actuación irá encaminada a eliminar a Thornhill, llevándole a la escena de la avioneta. La siguiente vez que la veamos irá de rojo, prohibida, cuando descubramos que es la amante de Vandamm. Cuando Eve mate falsamente a Thornhill irá de gris, una falsa dama negra. De naranja será el color que vista cuando la sepamos en peligro, ya no es un rojo tan intenso, como ya no es un negro tan intenso, para terminar de blanco una vez ella y Thornhill disfrutan en el tren de su reciente matrimonio. Del negro al blanco en función de su relación con nuestro protagonista.






Desdoblamientos. La mentira y las falsas identidades.

Con la muerte en los talones” está llena de dobles personalidades, identidades falsas, mentiras, actuaciones, ya comenté la mención al teatro, engaños… Algo típico del thriller pero que aquí se recalca de forma especial. La farsa, la fachada, la falsedad sobrevuelan en todo momento la película.

-El primer gran momento en este juego de mentiras, engaños, fachadas y falsas apariencias, lo tendremos cuando Thornhill consiga convencer al juez para regresar a la mansión Townsend y así demostrar su versión. Aquí tendremos uno de esos momentos de guión que hacen grande esta película y provocan la perplejidad y sorpresa en el espectador, al descubrir que todo en esa casa está cambiado, nada está donde dice Thornhill y todos fingen no conocerle o desmienten su versión. Observad como Hitchcock aísla a Cary Grant en los planos cuando la señora se inventa la historia, mostrándole aparte con respecto al resto del grupo, que aparece todo junto, los policías, el abogado, la madre y la “actriz estupenda”, retratando de forma maravillosa su soledad y creciente perturbación y angustia, atrapado en una maraña de mentiras.

¡Qué actriz tan estupenda!



Esa nueva mención al teatro, cuando Thornhill califica de “actriz estupenda” a la señora que vimos el día del intento de asesinato interrumpir la discusión para avisar de la llegada de los invitados y que ahora finge conocerle y le trata como a un invitado más, no es gratuita, incide en la idea que estoy exponiendo. Un plan perfectamente diseñado para desacreditar a Thornhill. La mentira, la fachada, la actuación…

La panorámica que hace Hitchcock sobre el jardinero, que en realidad es uno de los matones, tiene la intención de fijar el punto de vista de Cary Grant. La película es toda desde el punto de vista del héroe, que sale en casi todas las escenas, menos en alguna excepción ya reseñada. La farsa en la casa de Townsend provoca la extrañeza en el espectador, que puede llegar a pensar que lo que vemos es producto de la locura de Thornhill, así que Hitchcock inserta un plano que no vemos desde el punto de vista del protagonista, Thornhill no ve al personaje, para confirmar como fidedigno dicho punto de vista subjetivo al hacerlo coincidir desde la tercera persona, desde un punto de vista objetivo, el del director. Uniendo en ese plano punto de vista subjetivo, vimos que a Thornhill intentaron asesinarlo, y punto de vista objetivo, el plano del jardinero, sabemos que la versión de Grant es auténtica, eliminando cualquier atisbo de ambigüedad.



-Roger O. Thornhill será confundido con George Kaplan, por el que se hará pasar durante buena parte de la película para saber qué ocurre.



-Vandamm se hace para por Townsend en la mansión de éste último.


-Eve miente en sucesivas ocasiones tanto a Thornhill como, por supuesto, a Vandamm, un agente doble. Otra personalidad falsa, oculta, doble.



-El jardinero y la “actriz estupenda” viven infiltrados en la mansión de Townsend, fingiendo ser quienes no son. Al servicio de Vandamm.


-La relación entre Thornhill y Eve se vertebra en la mentira, los dos ocultan su verdadera identidad y sus propósitos. De hecho esta relación empezará con una mentira, las “multas de aparcamiento”, aunque finalmente Thornhill será más sincero con ella que ella con él, hasta que descubramos las causas y motivaciones de todos.

-La cita y la dirección que Eve le da a Thornhill para encontrarse con Kaplan es una nueva mentira que casi le cuesta la vida al protagonista, pero nos regala uno de los momentos más antológicos de la historia del cine.


-Veremos a Thornhill disfrazado de mozo para pasar desapercibido de la vigilancia de la policía al bajarse del tren junto a Eve.



-Eve también mentirá a Thornhill en su habitación de hotel, una mentira necesaria para seguir guardando su fachada junto a Vandamm. Le mentirá sobre el lugar al que va.



-La escena de la subasta nos deja otra memorable actuación, en este caso de ese gran actor que es Roger O. Thornhill, haciéndose pasar por un loco que pretende arruinar la subasta para que la policía venga en su auxilio. Además habrá otra mención al teatro en esta memorable secuencia, cuando Vandamm recrimine los excesos de Thornhill en los “distintos papeles que interpreta”, recomendándole un curso de arte dramático.

-La gran escena teatral de la película, una pura y dura escenificación, la tenemos con la falsa muerte de Thornhill. De nuevo haciendo de actor. Otra vez el teatro, la mascarada, la mentira, el engaño, en este caso como truco a favor de los buenos. Un Thornhill que ha asumido completamente su papel de George Kaplan.


-El jefe de la CIA le pedirá a Thornhill en el aeropuerto que “continúe encarnando a nuestro héroe en las próximas 24 horas”. Nueva mención a la actuación.



-Vandamm mentirá a su amada cuando se entere de su traición con intención de lanzarla del avión una vez despeguen. Vandamm dirá explícitamente a Leonard que dé las gracias a su hermana por su “interpretación de la señora Townsend”.


La homosexualidad en Hitchcock.

La relación de Leonard con su jefe Vandamm es también digna de estudio. El joven esbirro interpretado por Martin Landau. La suya es una de las relaciones homosexuales que tenemos en la filmografía de Hitchcock. “Extraños en un tren” (1951), “Rebeca” (1940) y la necrofilia y el lesbianismo del ama de llaves, "La soga" (1948)… son cintas donde Hitchcock sortea hábilmente la censura pero filtra claramente la homosexualidad de los personajes, homosexualidad latente, oculta.

Aquí también la tenemos, aunque hay que matizar que sólo en una dirección. Vandamm es un heterosexual convencido, pero Leonard siente una atracción e incluso amor y devoción por su líder y jefe fuera de toda duda. Sus incontenibles celos hacia Eve le servirán al menos para descubrir el juego de la agente doble. Observen la sutileza de las miradas, los comportamientos, la crispación… que se intuyen en Landau cada vez que está en escena, incluso se fijará inmediatamente en la elegancia de Thornhill…Disparará con una fálica pistola a su amor.



El paseo por el andén a la mañana siguiente está rodado por Hitchcock con un travelling de retroceso para Eve (Eva Marie Saint) y Thornhill (Cary Grant), de modo que irá acentuando los elementos de suspense. Como he explicado en sus claves, cuando Hitchcock pasa a un plano más corto desde uno más amplio, será para significar de forma especial algo relacionado con la intriga, en este caso será una mirada tensa de Eve que sugiere la presencia de Vandamm (James Mason) y Leonard (Martin Landau), algo que comprobamos inmediatamente.






Thornhill llevará un adecuado disfraz de mozo para pasar desapercibido, algo que enseguida nos explicarán cuando veamos que fue un intercambio, ropa por dinero. Acto seguido se iniciará la búsqueda de un mozo, que Hitchcock rodará con un deslumbrante picado en plano general. Estos momentos de entretenido suspense se rubrican con otro momento de comedia, el equilibrio es francamente excelso en todo momento, cuando veamos a Cary Grant adecentarse y hacerse un “miniafeitado” frente a un espejo, elemento simbólico que escenifica su doble personalidad, ya asumida casi completamente.



Otro plano como ejemplo de la deslumbrante técnica narrativa de Hitchcock y su poderío visual. Travelling sobre las cabinas y maravilloso encuadre al final de la llamada de Eve uniendo a los tres personajes involucrados en el complot contra Thornhill. Eve, Leonard y Vandamm. Sin palabras, todo dicho. Las claves y relaciones desvelándose.

Eve comienza a sentir un vínculo hacia Thornhill tras su noche de pasión, aunque su afectación también puede deberse al cargo de conciencia que debe producirle saber que lo manda a la muerte. Thornhill, por su parte, está entregado a la causa de la chica, quiere un mayor acercamiento y se sincera con ella. La noche de pasión parece haber marcado a ambos claramente, y en el caso de Thornhill puede sumarse el sentimiento de gratitud por la ayuda que le prestó Eve.


Cabe pensar que los villanos deberían deducir que el comportamiento de Thornhill no encaja si efectivamente fuera Kaplan, que no tiene sentido, sobre todo cuando lo vean esperar pacientemente a una persona que no existe, con plena convicción, pero es de suponer que lo tomen por un “gran actor”. En cualquier caso la escena de la avioneta está planteada.










 


Dedicada a todos los hitchcockianos apasionados y besadores








6 comentarios:

  1. Llego el momento de ella...que envidia de mujer...sus compañeros de reparto los guapos entre los guapos tu adorado Cary, el incomparable Marlon Brando o la mejor y más bella mirada del cine con Paul Newman, !!que envidia de mujer!!.
    Seguramente si ella, a día de hoy, mientras disfruta de su retiro nonagenario leyera este análisis la encantaría.
    Cuatro partes fantásticamente escritas, correctas, detallistas al máximo, abrumadoras...continuamos con la lección de cine en mayúsculas...
    Gracias por siempre por compartirla...un beso (que hoy viene como anillo al dedo jeje)

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    1. Le toca el turno, que aparece muy olvidada, incluso cuando hablamos de las rubias de Hitchcock. Además está sensacional en su actuación.

      Me alegra que te haya gustado! Un beso y gracias a ti, siempre.

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    2. es uno de mis besos preferidos del cine ..... aaaaa suspirando se queda una

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  2. Buenos días MrSambo. Sabes que estaba esperando tu análisis, perdona por la insistencia, y tengo que decir que ha valido la pena la espera. Como ya te he comentado, se nota que estás poniendo el corazón en ello y eso hace que todos tus admiradores secretos estemos esperando que amanezca para continuar con la siguiente parte. No he querido comentar nada antes porque quería tener una visión global de tu análisis. Felicidades. me está gustando muchísimo. Estás sacando a la luz cosas del maestro que pueden pasar desapercibidas para el resto de los mortales. Todos sabemos que Hitch era raro, fetichista, perfeccionista y también un excelente realizador y director. En esta película creo que resume todo su universo cinematográfico. Es su película, la que siempre quiso hacer y en cuanto pudo la hizo. Es su divertimiento y a la vez quiso que los espectadores también se lo pasaran bien viéndola. Es como dices tú muy bien: "para todos los públicos".
    Y ahora, vamos al grano. No conocía la relación de los colores del vestuario de EVE, fascinante. Hasta en esos pequeños detalles se adentraba el maestro. Había leído que Hitch no confiaba mucho en el armario de Eva. Disgustado por los primeros bocetos de diseño para su look, él mismo acompaño a Eva a la ostentosa tienda de Nueva York "Bergdorf Goodman".
    En cuanto a Grant, veo que no has comentado nada de su vestuario, no sé si lo tendrás pensado para el siguiente capítulo, aún así voy a exponer algo que leí hace tiempo en un blog de alta costura que hacía referencia al vestuario de Grant en ésta película. Ya sé que es tu ídolo, es "el guapo" por excelencia (más que tu otro guapo CR7).
    Grant, en esta etapa de su carrera tenía por escrito en su contrato que podría mantener todos los trajes hechos para sus películas. Era un tipo con estilo, pero también austero, al parecer, dicen que cobraba quince centavos por su firma en los autógrafos. El elegante traje "gris medio" Glen, de la famosa escena de la avioneta, se considera uno de sus mejores atuendos, sin duda su traje más conocido. Está confeccionado en lana ligera con una sola fila, sin vías en la parte trasera, con sujeción de tres botones y solapas con un fino picado. Pantalón con pliegues hacia delante. Zapatos "Oxblood" derby de cuero desgastado con calcetines grises con unos finos surcos. Camisa blanca de cuello tipo "ascot" con puño doble, gemelos azul claro con las iniciales y corbata de seda gris. El traje está hecho aparentemente por "Kilgour French Stanbury", especialmente diseñado por "Arthur Lyons"(quién también hizo trajes para Eduardo, duque de Windsor). Kilgour abrió sus puertas en 1880, como sastrería. Su clientela incluye a Cary Grant, Fred Astaire y en tiempos más recientes, Jude Law y Daniel Craig. Los sastres de "Savile Row Kilgour" proporcionaron gran parte del guardarropa de Grant en "con la muerte en los talones". Hitch confiaba tanto en el buen gusto y la elegancia de Grant que permitió a éste la selección de sus conjuntos, tal como había hecho en "atrapa un ladrón" hacía unos años. Se comenta que en la película dieciséis trajes fueron creados y utilizados, ya que la acción física del personaje hizo que se necesitaran. Los pantalones tenían corte pitillo y una caja bastante alta. Las chaquetas hechas a medida, tenían aberturas dobles, ya que a Grant le gustaba poder meter las manos en los bolsillos mientras actuaba. En total seis trajes fueron usados durante la secuencia en el desierto. Para el último acto de la película, Grant viste una camisa demasiado holgada, la camisa fue confeccionada por "Brooks Brothers", con botones en el cuello y puños sencillos. Para Grant, el traje gris de "con la muerte en los talones es su epítome. Con un protagonista como Cary Grant, el traje lo representa.
    (Dedicado a mi amigo MrSambo92. Espero que te haya gustado).

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    1. Me ha encantado querido amigo! Alguna de las curiosidades, como la compra del vestuario de Eve, las comento en la última parte. Del vestuario de Grant no conocía nada de lo que comentas y reafirma el estilazo sin igual del genio. Además Hitchcock era un tipo con un gusto extraodinario, que confiara en Grant ya define también el gusto excepcional del actor.

      Muchísimas gracias por el aporte, un abrazo!

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