domingo, 23 de febrero de 2014

Critica: HER (2013) -Parte 2/4-

SPIKE JONZE












Desarrollando una relación íntima. Casi perfecta.

He comentado los paralelismos que tiene esta cinta conceptualmente, e incluso en el tono y muchos elementos de su desarrollo, con la joya de Michel Gondry¡Olvídate de mí!” (2004). Así la causa de la depresión, tristeza, hastío vital, y apatía de Theodore tendrá su raíz en un desengaño amoroso, la separación de su mujer, alargando la firma del divorcio en un claro signo de su necesidad de aferrarse a su recuerdo, de no soltar un lastre que le perjudica… Será el problema a superar, para lo que tendrá la inestimable ayuda de Samantha. Necesita pasar página, asumir el hecho. Theodore sufre un letargo sentimental que afecta a su vida, enclaustrándole, encerrándole. Jonze mostrará flashes de su relación, recuerdos felices y dolorosos, en sus momentos de soledad o cuando se encuentre con ella. De esta forma el director deja pincelas que explican a qué se agarra Theodore.

En alguno de esos flashes lo veremos sin bigote. Aparecen generalmente cuando se menciona a su mujer.


La relación de Theodore con Samantha es realmente maravillosa, íntima, exquisita, sincera… Jonze logra hacer creíble esa relación con los mínimos elementos, logra que la sientas y entiendas lo que ellos, el hombre y la máquina, sienten. En este sentido el guión es una verdadera joya, tocando todos los aspectos de esa relación, las fases de su desarrollo y evolución, los matices, miedos e inseguridades que surgen, jugando con ecos y paralelismos de forma magistral.


-Con respecto a los paralelismos tendremos muchos, un primer ejemplo lo encontramos en esa solitaria noche donde Theodore en su cama juguetea en un chat virtual para saciar lascivos apetitos. Sin pantallas, comunicación directa, a distancia y con nicks… La escena concluye de forma divertida y tendrá un marcado contraste en el primer encuentro amoroso de la pareja protagonista, Theodore y Samantha, en una de las escenas más bellas y arriesgadas en mucho tiempo, de lo mejor de este excelente año de gran cine y que analizaré más adelante. De frío y surrealista sexo cibernético a una relación en perfecta comunión entre mente, cuerpo, deseo e intimidad. Una de las escenas íntimas más hermosas del cine moderno.



-Samantha, el Sistema Operativo, llega a la vida de Theodore sin querer, como una experiencia a probar en su solitaria vida, una curiosidad… A ver qué es eso que dicen que va más allá de la mera inteligencia artificial, una conciencia, una conciencia que se puede desarrollar sin límites y de forma imprevisible, como las de los seres humanos.


-La complicidad es inmediata, la increíble eficacia e inteligencia de ese Sistema Operativo recién nacido, así como el sentido del humor que desprenden los diálogos entre ambos, sobre todo de Samantha, nos hacen sentir a nosotros como a Theodore, como en casa. Compenetración perfecta.

- En un primer momento Samantha actuará de “secretaria”, velando por el bien de Theodore y gestionándole documentos. En ese aspecto de secretaría va englobado la labor de celestina. Aún no está enamorada, por ello le incitará para que salga con una chica, interpretada por Olivia Wilde. Aquí vemos como Samantha es parte esencial en la evolución de Theodore, la que lo hará salir de su apatía y tristeza, de su cascarón. Ella descubre la separación de su mujer.



-Todas las escenas entre Theodore (Joaquin Phoenix) y Samantha (Scarlett Johnasson), son increíbles, denotan una complicidad, una intimidad y una compenetración totales. Nos dejan momentos de encanto, comedia y romanticismo absolutamente inolvidables.

-La evolución de esta relación pasará por todas las fases, un conocimiento mutuo profundo, no es un flechazo, primero será una amistad que irá haciéndose más íntima, como vemos en la primera conversación en la cama entre ambos, sobre los sentimientos de Theodore con respecto a su mujer.



-La escena donde vemos jugando a Theodore, siguiendo las instrucciones de Samantha, por la calle, como si fueran una pareja, como niños, desarrolla esa amistad. El momento donde deciden jugar a inventar personalidades y relaciones en la gente que ven remite de nuevo a la tesis esencial de la cinta, el conflicto realidad/ficción. Inventan personajes, situaciones, realidades, relaciones, como de alguna forma hace él en su trabajo, como en el arte, como en el cine, como en la vida misma. Aquí será donde Samantha mencione por primera vez su anhelo de un cuerpo, de forma sencilla, como un pensamiento vergonzoso y poco importante… pero explicita el desarrollo que va produciéndose en esa máquina o conciencia artificial con sentimientos tan reales y profundos como cualquier persona.


Se complementan mutuamente, ella llena su déficit afectivo y él logra desarrollar emociones en ella, hasta querer un cuerpo para compartir las experiencias con él de forma plena… un paseo real, sentir lo físico.

-La escena del viaje en metro y el día de playa comienza a desarrollar la relación amorosa. Una canción, un reflejo. Jonze es un cineasta muy minimalista, encuentra belleza en lo cotidiano, lo nimio, las pequeñas cosas, aquí también lo veremos. Complicidad, bromas, Theodore haciendo sentir cosas nuevas a Samantha, su Sistema Operativo, llevándola a la playa, haciéndola reír, mirando el horizonte, “capturando el momento”, pero no en un sentido fáustico sino romántico. Theodore empieza a recorrer el camino que lo alejará del pasado que lo atenaza, comenzará a reflexionar y a abrirse analizando su anterior relación, sus defectos, los miedos, los temores, las inseguridades… siempre con reflexiones y diálogos extraordinarios.



Pero esa es la parte difícil. Crecer sin distanciarte. O cambiar sin asustar a la otra persona”.

Aún tengo conversaciones con ella en mi mente, repasando viejos argumentos o defendiéndome de algo que dijo sobre mí”. Todos hemos sentido y hecho cosas así…

El pasado es sólo una historia que nos contamos a nosotros mismos”.



Una relación francamente entrañable, bella, que deja momentos preciosos, como cuando Samantha confiesa que gusta de ver dormir a Theodore.

-Vimos como Samantha comenta que tiene ciertos celos de Amy, nada importante, pero si mostrará inseguridad ante el encuentro de Theodore con su mujer para el asunto del divorcio, inseguridad siempre vinculada a su falta de cuerpo. Una inseguridad universal, vinculada a lo que nos falta o creemos que nos falta.

“… y ella tiene un cuerpo...”.



-Las dudas comenzarán tras la reunión de Theodore con su mujer. Primero será él el que se cuestione la relación, luego los problemas vendrán con Samantha. La mujer de Theodore pondrá un punto de vista realista, lo que acomplejará al manipulable Theodore, que comienza a mostrarse distraído, a alejarse de Samantha, a contemplar la posibilidad de dejar esa relación, de ceder a la normalidad. Samantha intentará, por su parte, poner remedio a su complejo contratando una modelo como sustituta sexual, ella pone el cuerpo y Samantha la conciencia. Esto acabará desembocando en una breve ruptura.



-La relación se sume así en la soledad, la confusión, la desorientación… donde los dos se cuestionan a sí mismos, lo que quieren y lo que son, reflexionando sobre la conveniencia o no de su relación… Sobre todo Theodore. La normalidad es algo excluyente, por eso hay que respetarla, pero rechazar su imposición. Todos somos diferentes y nos enfrentamos a la vida de forma diferente, lo importante es sentir... de la forma que sea.

-La escena donde Theodore cuenta sus problemas a Amy es de una belleza arrebatada. El momento donde la ve sonreír y disfrutar mientras habla con su Sistema Operativo, es decir, sentir de verdad, sentimientos auténticos, sinceros, verdaderos… será lo que cambié a nuestro protagonista, lo que le decida a volver con Samantha, dejar complejos a un lado, entender la autenticidad de sus emociones al verlas retratadas en el rostro de su amiga, a la que conoce tan bien. Otro momento de intimidad donde Amy es clave para reconducir su relación.





-La reconciliación entre Theodore y Samantha es el retrato de su victoria frente a los miedos y complejos, frente a las convenciones que amenazaban alejarles, aceptando sus diferencias y su circunstancia. Una nueva fase de su crecimiento.

-El conflicto definitivo se inicia, precisamente, con la aceptación de la diferencia. Esto quedará simbolizado con el hielo que vemos en la cabaña donde Theodore y Samantha pasan una noche. Símbolo del estatismo de él en comparación al ritmo acelerado que Samantha ha empezado a tener, relacionándose con miles de personas a la vez, dejando a Theodore con un sentimiento de pérdida al no saberse exclusivo. El hielo y la nieve actúan a modo de presagio de lo que va a ocurrir, de la congelación de la relación. También la cafetera funciona como metáfora de la inquietud creciente en Theodore por el comportamiento y actitud de Samantha, muy sutiles pero que suponen un cambio en ella, prefiriendo hablar con otros Sistemas Operativo que con él. Un comportamiento extraño que se ve confirmado en las extrañas declaraciones amorosas repentinas de Samantha.




-La exclusividad del amor es una de las reflexiones que suscita la cinta. Cuando Theodore se angustia pensado que Samantha ha desaparecido conocerá la verdad, el por qué del cambio de Samantha, a qué se ha producido. Su crecimiento es muchísimo más acelerado que el de él, así como sus inquietudes, producto de su mayor capacidad, por lo que se ha diversificado de forma exponencial, hablando con otras 8316 personas en el mismo momento que lo hace con él. Y lo que es peor, enamorada de 641. 

Sentimos el amor de forma exclusivista, necesitamos sentirnos únicos, especiales para esa persona, no sólo serlo, sino sentirnos. Por ello es duro aceptar para Theodore esa realidad, aunque los sentimientos de Samantha no mermen lo más mínimo. La exclusividad nos hace especiales, lo contrario nos genera inseguridad, nos hace sentir mediocres, vulgares, uno más, aunque con Samantha no sea así, es un sentimiento humano, es un elemento que marca diferencias. Theodore no comparte una intimidad exclusiva con Samantha aunque su relación siga siendo íntima.

-Sus diferencias les hacen crecer a ritmos distintos y avanzar por caminos distintos… Algo que Theodore mencionó como problema en una relación si no se gestiona bien.

-La escena de la despedida es una maravilla de intimidad y poesía, ese primer plano de Phoenix tumbado en la cama al que se acerca la cámara, ese polvo inconexo y simbólico que flota en el aire, esa sensual voz de Scarlett Johnasson… El polvo simboliza la falta de conexión entre ellos por sus diferencias en ese momento. Es de una tristeza, belleza, intimidad, autenticidad y emoción excepcionales. Un amor eterno que se hace imposible en la diferencia, en el crecimiento a distinto ritmo. La ilimitada inteligencia de ella a la que no se puede seguir el ritmo. En esta escena el simbolismo de la nieve tendrá un eco para confirmar el comentado sentido.



Si alguna vez llegas allí, ven a buscarme. Nada nos separaría jamás.”

-La sonrisa de Theodore es la de la aceptación y compresión absoluta. Sella un vínculo eterno con Samantha, irrompible, aunque por caminos separados. Una sonrisa que inicia el último paso en su madurez sentimental, el que le lleva a Amy para darlo junto a ella.

La carta que le manda a su esposa cierra el círculo. Ya no es una carta para otros, ni intenta simular los sentimientos de otras personas, son sus sentimientos, su vida, su ex mujer. Está listo para soltar lastre, para escribir una carta con sus propios sentimientos, para entregarse a lo que venga con una sonrisa y junto a su amiga Amy. Ha descubierto que no lo había vivido ni sentido todo, que la vida es una sorpresa que premia a los que no pierden su niño interior.

La magia.

En “Her” hay magia, una magia que se hace especialmente patente en las escenas de intimidad de la pareja, Theodore solo en su habitación, en su cama, acompañado por esa conciencia de la que se va enamorando. En esos momentos la intimidad que la película, el director y sus actores logran transmitir es absolutamente increíble. Además los diálogos son de una belleza y profundidad conmovedora y desbordante.

-La primera de las conversaciones íntimas en la penumbra de la habitación, con Theodore desperezándose, tratará del recuerdo de su mujer, los sentimientos que tiene en ese momento con respecto a ella y la situación tras separarse. Allí Theodore se sincerará con su confidente Samantha… Descuidó a su mujer pero la sigue queriendo, reflexionará sobre el sufrimiento, el dolor, que produce no ver tus sentimientos comprendidos por el otro…


Joaquin Phoenix está espléndido en toda la película, pero este momento en especial, al ver como se le humedecen los ojos en primer e íntimo plano recordando estas cosas es, nuevamente, mágico, la magia y autenticidad del cine. Cuando Samantha lo vea así afectado lo reactivará con bromas, en un conocimiento perfecto de su sensibilidad, en una demostración de cariño de una amiga que se va convirtiendo en esencial. Los dos se van convirtiendo en esenciales para el otro, ya que Theodore actúa, quizá sin saberlo, en maestro emocional y vital de Samantha.

Sigo esperándola porque me importa”.

-Tras la cita con Olivia Wilde, Samantha y Theodore volverán a habla en la intimidad de su habitación, allí dejarán reflexiones, frases y diálogos que son perfecto ejemplo de la belleza y brillantez antes mencionada.

Sabes, a veces creo que ya he sentido todo lo que voy a sentir jamás, y que de aquí en adelante nunca voy a sentir algo nuevo. Sólo versiones más pequeñas de lo que ya he sentido”.


 





4 comentarios:

  1. Dije q no lloraría. Rectifico.
    Maravilloso análisis. Delicado y poético, cálido e íntimo (casi parece q me lo contaras a mí) como esta peli.
    Gracias sensei.
    Un abrazo. (Cuidao q estoy mocosa del lloro.)

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    1. Me alegra que la hayas sentido así porque así me sentí escribiéndola. Es una película profunda que despierta sentimientos. Honda.

      Un abrazo, llora con tranquilidad :))

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  2. Sabes cuando te cuentan algo susurrandote al oído? Asi he sentido tu crítica..
    Me ha gustado mucho, ya casi había olvidado como escribías, disculpa el "abandono"
    Estoy deseando verla y ,seguro de que cuando eso suceda, me vendrán frases tuyas a la mente :)

    Esperando las dos partes que quedan :)

    Gracias!

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    1. Me alegra que así fuera Luna. Eso que comentas es muy cierto, la película se siente así y cuando la escribía era ese el tono que sentía, el del susurro. Has puesto un comentario precioso.

      Un beso. Ahora llegan!

      Gracias a ti.

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