Cuando oigáis este disco no será raro que penséis que estáis
ante unas caras B de Bon Jovi, temas extras o demos que han dejado fuera y han
sacado ahora para nuestro deleite, tal es el parecido que tiene este artista
con la banda de New Jersey, un parecido que se hace casi indiscernible en
cuanto a la voz se refiere, casi calcadas. En realidad se trata de Johnny Lima,
un artista con un nombre que no resulta muy comercial, parece casi de rockero
mejicano, que con este disco se dio a conocer para nuestra fortuna.
Un disco ejemplar, sencillo, directo, cortísimo, de temas
absolutamente redondos, melódicos, alegres, sin estridencias, ejecutados a la
perfección y que de haberse publicado en los 80 hubiera sido un pelotazo
indiscutible. No llega a ser Hard Rock melódico, aunque tiene tintes, es Rock
melódico al más puro estilo americano en la línea de los Bon Jovi. Si te gustan
los de New Jersey en su época ochentera raro será que esto te disguste. Aunque sea menos potente
Lima tiene publicados cinco álbumes en el mercado, uno de
ellos actualizado y repetido, el “Version 1.2” (2005) que remezcla su debut de
1996.
El primer disco de Johnny Lima, publicado en 1996, mantenía
las constantes del que nos ocupa, un sonido tremendamente melódico y rockero,
quizá menos vigoroso y definitivamente menos inspirado, pero muy aceptable y
agradable, demostrando un innato talento para la música, las melodías y los
estribillos.
Con “Shine On” Lima parece depurar y destilar todas sus
virtudes, sublimando las melodías y la energía rockera. Un sonido muy alegre,
casi feliz, y muy emparentado y cercano a los Bon Jovi. Es el caviar de su
estilo. Todo esto se mantendría en su siguiente trabajo, con una producción
mejorada y donde aunque no llegue al nivel del actual resulta un álbum
excelente, al que se añade un toque de Modern Rock, que sin perder su estilo
ochentero y cercano a gente como Def Leppard o los mencionados Bon Jovi, le daba
un aire muy actual. Tanto este “Shine On” como su siguiente “Made In
California” (2003) son lo más notable que ha realizado este magnífico músico.
Su último trabajo hasta la fecha, “Livin’ Out Loud” (2009),
bajó el nivel, cambió en cierta medida su estilo, y aunque se aprecian retazos
de sus melodías y personalidad clásicas se siente una pérdida de frescura, de
melodía en sus temas y cierto endurecimiento del sonido, dando como resultado
un álbum irregular, más hardrockero y con esporádicos fogonazos de las
inspiradas cualidades melódicas de Lima. Con todo, tiene sus defensores.
En este último disco es curioso ver la presencia de Danny
Danzi, un artista que conocí más o menos al mismo tiempo que Johnny Lima y que
también fue muy comparado con Bon Jovi con su disco “Somewhere Lost In Time”
de 1999, reeditado en 2003. Un brillante guitarrista que hace de hombre
orquesta, ya que lo toca absolutamente todo en su disco. Algo parecido
hace Lima en este, ya que aunque no lo toca
todo se encarga de la parte vocal, la guitarra acústica, la
rítmica, los teclados y la batería.
Además de la evidente influencia de Bon Jovi es obligado
citar otras igualmente patentes. Los Def
Leppard y esos coros deppardianos, un toque a Bryan Adams, a Danger Danger (Ted
Poley participaría en la composición de algún tema de “Made In California”),
Poison o Paul Laine también en la parte vocal.
Lo peor del álbum quizá sea la producción, sin ser mala se
hacen evidentes las limitaciones. Esto no impide el disfrute, entre otras cosas
porque el talento de Lima y de las composiciones compensa con creces un sonido algo irregular.
Johnny Lima se encarga de las voces, la guitarra rítmica, la
acústica, los teclados y la batería, Ritchie Cedillo es el guitarra solista y
John Prock es el bajista.
-Leavin’ In The Morning: El álbum se abre con una de las
canciones más contundentes. Distorsionados coros que dan entrada al riff de
guitarra, melódicas y rockeras estrofas en voz de Lima se van sucediendo
pujando por llegar al primer puente del disco y al estribillo. Las conseguidas
melodías son el punto fuerte del disco, especialmente en los estribillos, pero
no en exclusiva. Los coros llevan la voz cantante en el largo estribillo, donde
también aparecen elementos de teclado. La producción no es el punto fuerte del
álbum pero no desentona. Los teclados suenan ochenteros al cien por cien. Un
tema muy hardrockero que lo vuelve a demostrar en la nueva serie de estrofas
que anteceden al puente y estribillo. El plato acelerado de la batería en el
estribillo es un acierto. Solo de guitarra con wah wah de muy buen gusto a
cargo de Ritchie Cedillo. Parón para el estribillo y recuperación clásica, muy
de los 80 también en un disco que parece salido de aquella época. Juegos vocales
para reiterar el estribillo, coros, apoyo de teclados y final contundente a
cargo del riff. No es el mejor tema, posiblemente sea de los menos pegadizos,
pero es un acierto pleno que avisa de que estamos ante una golosina realmente
exquisita y encantadora repleta de temas pegadizos.
-My Country ‘Tis Of Thee: Aquí empezamos a deshojar el tarro
de las esencias rockero melódicas. Un tema donde la voz de Johnny Lima es
calcada a la de Jon Bon Jovi a más no poder, aunque en realidad lo es durante
todo el disco. Rock melódico sencillo, efectivo, con sentimiento y melodía
inspiradísima. Perfecto equilibrio entre guitarra y teclados marcando la línea
que seguirá el tema. Las primeras estrofas con el teclado acompañando la voz de
Lima es puro años 80, la época gloriosa del Hard melódico y el AOR. Las
apariciones de la guitarra dando peso nos llevan a grupos tan clásicos del
estilo como Bon Jovi o Danger Danger con suma facilidad. Es un viaje al pasado
increíblemente placentero. La guitarra se va acelerando en el vagabundear de
las estrofas hacia el excepcional puente, una progresión melódica perfecta
porque Lima cuida por igual las estrofas y los puentes que los estribillos,
logrando en ocasiones que los primeros sean incluso superiores a los últimos.
Tras el puente, que podría pasar por estribillo, llegamos al mismo donde los
coros vuelven a llevar el peso, con breves intervenciones de la voz solista. La
estructura progresiva, que la marca la guitarra eléctrica, se repite. El
estribillo se dobla en esta ocasión, un estribillo largo de por sí. Otro buen
solo de guitarra con plato en la percusión acelerado, las partes instrumentales
también aciertan de pleno. Sin que el plato cese en su frenético ritmo Lima nos
dedica puente y estribillo que se repetirá hasta el final, aumentando la
intensidad con moderación. Otra canción para tararear continuamente.
-Touch Of Love: El tercer tema es más melódico aún si cabe.
Las acústicas ya nos lo indican y la eléctrica que define la melodía con suma
claridad no deja lugar a la duda. Un riff ochentero a lo Bryan Adams dan pie a
Lima para comenzar con las magníficas estrofas de Rock pegadizo. Los arreglos
de teclado son casi constantes, como sonidos de campanillas que adornan el
conjunto. El gran puente entrega en bandeja el estribillo, ambos perfectos.
Estribillo largo en este medio tiempo de sentimiento y delicada ejecución. En
esta ocasión será Lima el que lleve la voz cantante, mientras los coros
contestan con el título del tema y su personal estilo habitual. Los coros
ayudan a reducir la fuerza y aumentan el tono melódico… por si hiciera falta…
Teclados perfectos ochenteros siguiendo las estrofas, en el estribillo lo
inundan “acristaladamente”. Solo de guitarra muy melódico, pero que no renuncia
a los buenos punteos y detalles de calidad. Lima lo apuesta todo al puente y el
estribillo, que vuelven hasta casi el final, un estribillo largo y elaborado,
ejemplar. La variación final con los “uoooh” de voz principal y coros, más la
entrada de la guitarra melódica, funcionan realmente bien, logrando cerrar el
tema de forma ideal.
-Star: Otro tema pegadizo al máximo, un medio tiempo con
toques de balada. Una ampulosa melodía de teclado nos llevará durante toda la
canción, especialmente durante el estribillo. Ritmos pesados y riffs
poderosos acompañando a Lima, un estilo
muy cohesionado el del álbum. Gran puente que engancha a la perfección con el
estribillo, en un placentero y melódico diálogo entre coros y voz principal.
Estructura clásica que se repite y llega al solo de guitarra, de nuevo muy acertado
y corto. El estribillo regresa, pero se hace en exceso redundante en esta
ocasión, para disimularlo el tema amagará con terminar, ocultándose casi por
entero para volver a nuestros oídos progresivamente. Los coros y la melodía de teclado
mencionada con anterioridad se repetirán hasta el final. Buen tema y conseguida
melodía, pero demasiado reiterada.
-Memory Lane: Llegamos a la balada del disco, una auténtica
preciosidad en la que no se sabe qué es mejor si las estrofas, el puente o el
estribillo, incluso es fácil considerar que el puente es mejor estribillo que el
propio estribillo. Ya la guitarra que acompaña a la voz de Lima nos asegura que
el tema va a resultar precioso, balada clásica del Rock ochentero. Preciosas
estrofas. La progresión, a la que se añade una ruptura instrumental, es
perfecta, casi nos parece estar en el estribillo. Subido el tono nos dedicamos
a bañarnos en más estrofas de delicada sentimentalidad. La nueva subida sí nos
llevará al verdadero estribillo donde los coros llevan todo el peso, un estribillo
largo y perfecto, con gran sentimiento. El solo de guitarra vuelve a acertar,
acorde con el tema, muy efectivo. Sin intermediarios volvemos al estribillo,
para deleitarse en cada palabra, con breves intervenciones de Lima recitando el
título del tema. Una pequeña joya de poco más de tres minutos. No os
defraudará, para poner tiernos a novias y
novios. Uno de los puntos álgidos del disco, que por otra parte no tiene
altibajos.
-Wild, Young, Crazy In Love: Retornamos el Rock más jovial,
ritmos divertidos y guitarra juguetona que marca una positiva y alegre melodía.
Muy en el espíritu del Bryan Adams de los 80. Lima se mantiene rockero
desgranando estrofas en esta saltarina canción que es adictiva desde su mismo
inicio. El puente se hace más suave con incisivos y afilados teclados y va
progresando e intensificándose, con ayuda de los coros, hasta desembocar en el
estribillo. El estribillo es pura alegría y jovialidad, veraneo, juventud y
fiesta, una noche de placer en bañador. Coros llevando el liderazgo del
estribillo en otra maravillosa melodía pegadiza. Lo bueno de los temas es que
volver a las estrofas no es ningún problema porque son igualmente adictivas.
Volvemos, siguiendo los pasos anteriores, para darnos un nuevo chapuzón en el
estribillo. Tiene un toque playero sesentero el tema, con los elementos
ochenteros habituales. Impecable solo de guitarra rockero, que vuelve a acertar
de pleno, lleno de energía y alegre vigor. Parón para el estribillo acompañado
de la percusión en exclusiva y recuperación para seguir con el adictivo momento
que no nos abandonará hasta el final, alargándose y variando la letra… hasta la
salida del sol. Otro magnífico tema, una fiesta.
-Shout It Out: Contundente bateria y acompañamiento con
guitarras y teclados unidos en la misión. Ritmos a lo Queen en “We will rock you”, juegos vocales añadiéndose sutilmente en este otro temazo de Rock
melódico. Gran puente, intenso y pletórico de melodía, que desencadena un
estribillo menos inspirado pero estupendo igualmente. Otro tema para motivarse,
acelerar y saltar. Rock ligero para disfrutar sin complejos con melodías y
ritmos. Tras dar una nueva vuelta por los mismos lugares llegamos a un solo
agresivo y rockero, serio y con buenos punteos, sugerente. Puente y estribillo,
que se repetirá hasta el final con improvisaciones vocales de Lima, cierran
este corto tema que excede por poco los 3 minutos. Quizá sea un tema que esté
ligeramente por debajo de los otros, aunque es difícil decirlo.
-Too Late: Melodía guitarrera, que sigue la misma senda de
temas anteriores acompañando ritmos vivos, crea una nueva fiesta rockera que
se transforma al entrar la línea vocal, como si de unos Beach Boys rockeros se
tratara. Voz distorsionada y protagonismo de los teclados como único
acompañamiento, un momento genial. La ruptura es repentina haciendo
regresar el Rock más vitalista y melódico, cayendo de lleno en el puente que
nos lleva al estribillo, de grandes coros y una nueva e inspirada melodía
pegadiza. La nueva estrofa, con la misma melodía que la mencionada con
anterioridad que nos llevaba a la playa, ahora tendrá el apoyo de la batería y
menos distorsión, lo que logra hacerla aún más inspirada. Son los mejores
momentos del tema y no están ni en el puente ni en el estribillo. De hecho
podría decirse que la canción va de más a menos, estrofas sensacionales, gran
puente y un buen estribillo, pero por debajo de lo anterior. Parte instrumental
con un sintetizador al mando junto al riff de guitarra que da paso al solo,
nuevamente eficaz. Cedillo hace un gran trabajo. Parón onírico, como al inicio,
y recuperación con el estribillo. Elementos clásicos manejados a la perfección.
La parte final será un diálogo entre los coros y las improvisaciones de Lima,
que rubrican otro estupendo tema.
-Sweet Sixteen: Temazo pletórico, toda la esencia y espíritu
de un Bryan Adams con su “Summer of 69'” destilado en menos de tres minutos,
aunque con más ligereza. Alegría, veraneo, vitalidad, juventud, sexo, fiesta,
velocidad, juerga… Avanzamos sin remisión por las estrofas hasta un gran puente
y un precioso estribillo que también nos acerca a Bruce Springsteen con esos
teclados vistosos. Curiosamente ese estribillo es sólo parte del mismo, la otra
se omite. Cuando lleguemos al estribillo por segunda vez será cuando todos los secretos
del mismo queden desvelados, una parte más rítmica donde los coros recitarán el
título del tema. Solo de guitarra, melódico y divertido, acorde con el tono de la canción. Las armonías de teclado al final del mismo funcionan a la perfección. Más
estribillo y cambio de ritmo para acabar de entregar a los que se resistan a
saltar. Una pequeña golosina muy pegadiza.
-Only The Strong Will Survive: Por si fuera poco la orgía
melódica a la que hemos asistido, tendremos una sesión sublimada con el que es
uno de los mejores temas y que contiene una de las mejores melodías. Toda la
emotividad y sentimentalidad del fin del verano, el adiós a un fugaz amor, queda
perfectamente plasmada en este último tema. Comienzo luminoso, latente,
expectante, que nos prepara para lo mejor. Las estrofas iniciales, con ecos de
la línea vocal, crean una atmósfera nostálgica ideal para este medio tiempo.
Poco a poco vamos arrancando, la batería va haciéndose más activa en el puente
y sobre todo en el estribillo, donde los rítmicos teclados tendrán gran
protagonismo, así como los coros. La melodía es una gozada. Transición suave
del acompañamiento marcando la melodía para volver a recorrer el camino andado.
Tras deleitarnos por segunda vez con el estribillo llegará el solo de guitarra,
en la misma línea que los anteriores. El estribillo, con especial protagonismo
de los coros, retomará el poder del tema, donde sólo los fuertes sobreviven, que
nos irá abandonando como se ve al sol abandonar el atardecer, suavemente. Una
magnífica joya que da por concluido el disco.
Estamos ante un artista poco conocido pero de un talento
indiscutible que te hará disfrutar con cada uno de sus trabajos, todos tiene
algo interesante y en general abunda la brillantez y la calidad. Aquí tenemos
tan solo diez temas para un disco que dura poco más de media hora y todos y
cada uno de ellos son hits. Este y su siguiente trabajo, “Made In California”,
alcanzan sobradamente el sobresaliente, pero los otros no tienen nada que
envidiar aunque queden un poco por debajo. Descubran un nuevo talento con más
de 17 años de carrera musical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario