jueves, 20 de junio de 2013

Crítica: LA NOCHE DE LA IGUANA (1964) -Parte 2/3-

JOHN HUSTON











Charlotte es una cazadora, puro sexo. De los picados objetivos sobre Shannon pasaremos a los picados desde el punto de vista de Charlotte, también sobre Shannon, como un águila avistando a su víctima. Ella es la tentación en estado puro y Shannon es “demasiado humano” para no caer en ella. Debilidad, caída y descubrimiento.






Shannon, después de la traumática noche donde se descubrió su encuentro con Charlotte, esperará a su grupo de maduras turistas con unos obsequios en forma de palomas, otro símbolo de pureza. Shannon parece ansiar esa pureza, quiere convencerse de que puede serlo pero sólo parece tener acceso a ella como un anhelo (el pequeño poblado que veía desde el autobús ya reseñado) o con artificios (como esas falsas palomas). Finalmente terminarán lanzadas y olvidadas a la calzada cuando todas las damas las rechacen.



He comentado los detalles de humor que salpican la narración, en algún caso rozando el surrealismo, como ejemplos citaré ese “te quiero” que Charlotte susurra a Shannon al bajar por las escaleras o los “toca maracas” que siguen a Maxine por todos lados. También habrá humor desde los diálogos, como cuando Burton pide ayuda al chófer, Hank (Skip Ward), para convencer a las mujeres de hospedarse en el hotel.



La tensión a la que es sometido Shannon por las acusaciones que pretende Fellowes acaba en otro arranque repentino, tendrá alguno más, como el de la primera escena, un impulso irrefrenable. Convertirá el viaje en autobús en un turbulento y agitado paseo hacia el hotel de Maxine. En el mismo veremos planos inclinados, el parabrisas que distorsiona el rostro de Shannon con los reflejos de las palmeras y el entorno… una forma de retratar esa personalidad indefinida, en busca de sí misma, difusa. Burton no reconoce su problema con el alcohol, habrá varias referencias directas hacia ese tema de algunos de los personajes (Charlotte, Maxine…). Él lo negará siempre.




“¿Has estado bebiendo?”

 Los temblores, ¿desde cuándo los tienes?”

Estas referencias salpican el texto.

Precoz Mesalina”. Sue Lyon.

La película es en exteriores la mayor parte del tiempo, aunque una vez se llegue al hotel regentado por Maxine la acción se localizará y fijará en él definitivamente, como corresponde a su origen literario.





Sudor, calor, alcohol, agobio… todo especialmente manifestado en el personaje que interpreta Richard Burton. Todo parece vinculado, como ocurrirá con las iguanas, a su interior.

No hace falta decir que los diálogos son una maravilla.

El contacto humano”.

El cinéfilo y el obseso siempre quedarán complacidos con el rostro de Ava Gardner, el animal más bello. En esta cinta más maduro pero igual de bello.



Charlotte (Sue Lyon), es una chica rebelde, aparte de su alegórico sentido como personaje, se opone por norma al sometimiento, siempre tentada por lo prohibido.

Muy sensual resulta también el afeitado que le da Gardner a Burton, si bien es cierto que en la conclusión del mismo se nota que ya estaba afeitado.



-Shannon: Fred era mi amigo, pero no quiero calzarme sus zapatos.

-Maxine: Algo peor podrías hacer, sí, algo peor.

El mar es la cuna de la vida”. “La vida empezó en el mar”.

Estas últimas referencias al mar nos remiten de nuevo al simbolismo del agua como libertad, sexualidad y naturaleza. Vida, en suma. Estas frases las dirá el abuelo de Hannah (Deborah Kerr).




Es un joven de 97 años que pronto cumplirá los 98”.

Kerr y su abuelo son una pareja pintoresca, más detalles de humor para aliviar la tensión, el exotismo y la excentricidad lo impregna todo. Hannah (Kerr) explicará sus labores y habilidades artísticas, tanto las de ella como las de su abuelo, un poeta que hace tiempo que no publica nada, pero progresa en un nuevo poema, que también será clave. Ella es pintora.



El poema que va componiendo el abuelo de Kerr estará íntimamente ligado a la experiencia vital que los personajes tendrán en ese entorno, exótico pero opresivo.

Estos detalles, el uso de las iguanas, el poema… son ejemplos de la maestría en la estructura y construcción de la obra por parte de Williams, perfectamente adaptados en el guión.


El poema comienza tratando el tema de la aceptación del paso del tiempo.

Es evidente el contraste que existe entre los personajes de Kerr, rubia y espiritual, y Gardner, morena y pasional. Lo que puede pasar más desapercibido es que ese contraste, incluso enfrentamiento, entre ambas mujeres no es otra cosa que la manifestación del conflicto interno del personaje protagonista, Burton, como todo lo que acontece en la película y ya he comentado. Burton, el reverendo T. Lawrence Shannon, es un ministro de la iglesia, algo que le viene de tradición familiar, por tanto una idea espiritual, del mismo modo que tiene unos acentuados impulsos pasionales, debilidades con el sexo opuesto que lo hacen un ser humano vulnerable. Por tanto, en Burton se dan los dos aspectos que mejor definen a las mujeres que se encuentran con él en ese momento, la espiritualidad y la pasión. Allí deberá buscar una resolución a dicho conflicto.





Otro detalles que señala esta idea es que Hannah encaja a la perfección con la descripción que Gardner hace de su difunto marido, Fred, y que Shannon parece compartir, ya que va allí a recibir comprensión y consejo de él. Cuando se entera de que Fred ha muerto, Shannon queda huérfano de esa figura por lo que necesitará un sustituto… que no tardará en llegar con el rostro de Hannah.


Fred era un confesor, un verdadero cura, no le interesaba el sexo, sólo la pesca (referencia cristiana), y el respeto a la vida. No era celoso, no le molestaba la actitud de su mujer y sus necesidades sexuales que saciaba con otros hombres. Era un curador del espíritu, un alma noble al que todos recurrían. Así describe Gardner a su marido.

Los chicos de las maracas son la dosis de sexo que necesita la pasional Maxine, que anhela a Shannon. Necesita el sexo pero también necesita el amor, al faltarle Fred queda coja, insatisfecha. Maxine es tremendamente realista consigo misma.



Burton quiere convencerse de su pureza, de su espiritualidad, de su respetabilidad, quiere serlo y se esfuerza en aparentarlo, pero todo es artificioso y forzado. Cuando ve a Hannah (Kerr), comprueba que las mujeres son su perdición, le atrae esa mujer aunque reconoce algo especial, espiritual, en ella. Se interesa por ella de forma inmediata. Quiere ser un hombre de iglesia, o al menos que se le vea así, de la misma forma que se opone interiormente a renunciar a sí mismo, a su verdadera forma de ser. Conflicto a resolver.


Para ello pretende amoldar sus creencias a sus impulsos, engañarse a sí mismo, lo que no soluciona nada. A Shannon le encanta caer en la tentación, pero también le perturba, sus creencias son más un refugio y una forma de subsistir que otra cosa. Una educación religiosa que le hace avergonzarse de sus impulsos, de sus pulsiones, a la que recurrir para expiar esos pecados que comete en ocasiones.



Hannah es un personaje franco, decidido, honesto, espiritual, sereno. Un gran plano lo tenemos en el momento en que ella corta la cabeza de un pescado contundentemente al mencionar a la señorita Fellowes. Hannah es espiritual, pero poco tiene que ver con el puritanismo de Fellowes.

El alcohol no será la única sustancia para evadirse de los males, veremos como el cocinero chino que tiene contratado Maxine, y que está de vacaciones, se niega a trabajar fumando relajadamente “maría”.



La visita de Charlotte a Shannon es muy interesante. En la habitación de él hay un pez, símbolo cristiano, de igual manera que antes oímos hablar a Maxine del interés pesquero de su marido. Allí Shannon es tentado por Charlotte y para huir de dicha tentación se flagela, busca el dolor pisando cristales en el suelo, se castiga para purificarse, expiar, limpiar su alma, hacer huir los pensamientos impuros que esa chica le provoca… una escena repleta de elementos cristianos. Excelente.




Hannah, en la escena siguiente, lavará los pies ensangrentados a Shannon en otra referencia cristiana, como cuando Cristo lavó los pies de sus apóstoles. Hannah es un personaje puro.



Shannon es un personaje complejo, como es fácil discernir, con gran cantidad de matices. Dará muestras de su lucidez al hacer un análisis profundo de la psicología de Hannah por un simple gesto con un paquete de cigarrillos. En esta secuencia se sincerará con Hannah, contará que estuvo un solo año de servicio, el suceso que provocó su expulsión, su internamiento en un manicomio… Hannah, como si de una confesora se tratara. El hecho de que mientras Shannon se sincera, ella le haga un retrato es una magnífica idea simbólica. Examinando el alma de ese hombre.




 


Dedicada a Percival, para un buen día de verano




2 comentarios:

  1. Sabes? Recuperando esas escenas q tan bien analizas me viene a la cabeza q esta es una peli muy poética. Tan excentrica, tan simbólica…claro q supongo q la infinitud d detalles q nos das favorece esa idea…
    Ah!! Ese lugar común, sibre Ava "el animal más bello" siempre m pareció algo rudo, y perdona. Es, creo, una de las mujeres más mujeres del cine. De ESE cine. Ahora hay actrices muy bellas, pero no veo quien le haga sombra. Se decía d ese tipo d mujeres bellas, sensuales, seguras d sí mismas, con personalidad q tienen luz propia, q son "reales hembras". Tampoco es q me vuelva loca la expresión, pero siempre m ha parecido q cualquier escena con Ava merece un fotograma-icono. Soy una obsesa? Pq cinéfila…hombre un poco solo…
    Burton, q hombre!!! Q bien escogido para este perdonaje!! Lo borda!!
    Sue Lyon, esa Lolita (gran peli, x cierto, bien adaptado Nabokov!)…
    Y la Kerr.
    Y Huston a los mandos!!!

    Me chifla la peli!! Y m encanta verla de la mano d tus análisis!!!

    Mil gracias!!

    Amanece en pista. Lista para despegar. Esperando la tercra y última!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, como icono ha quedado la frase. No la veo ruda, la veo en consonancia con la potencia de esa mujer, precisamente, creo que por eso se ha mantenido.

      Me alegra que te guste la peli y el análisis por ahora, a ver como concluye.

      Gran comentario, Reina.

      Eliminar