El cine de terror que me gusta es el de atmósfera, tensión,
suspense, en cambio me repele el gore y la casquería, incluso admito ciertos
sustos a traición si no son excesivos y lo demás es interesante, pero sin
abusar. En base a esto las historias de fantasmas o similares son las que más
se amoldan a este gusto, incluso las demoniacas, pero de todos es sabido que
por las reglas y parámetros, a menudo limitados en cuanto a recursos y trama,
del cine de terror la originalidad no es el punto fuerte. Las claves del género
son muy marcadas, muy limitadas, si bien es un género que sirve a muchos
directores para hacer un ejercicio de estilo, como suele llamársele, ya que permite
explorar la forma de transmitir sensaciones intensas, terror, miedo, a través
de la cámara y el lenguaje cinematográfico, lo que siempre es un reto.
“Mamá” se insertar en este tipo de terror con fantasma y
casa encantada (ya que el fantasma pasará buena parte de la película en la casa
de los protagonistas), pero todo lo que aparece en ella está más que visto, no
se sale ni un milímetro del tópico. Lo más interesante de la propuesta son
varios detalles de puesta en escena, los planos largos en el terror y el buen
uso del encuadre siempre son efectivos si se hace bien y aquí en varios momentos
dejan muy buenos detalles que comentaré, así como el
planteamiento de la historia, dos niñas cuidadas y protegidas por un fantasma.
Fuera de esto todo corre por los manidos tópicos del género.
En el cine de fantasmas siempre debe haber una historia
pasada, cuanto más antigua mejor, trágica y truculenta, que se enquista y se
mantiene latente, o que surge convenientemente, hasta el momento en que
encaremos la narración. Una maldición. Una historia que condena y deja anclado
en el tiempo a determinados personajes, una mujer, un niño… víctima de una
injusticia o alguna atrocidad, para la que buscará redención o venganza cuando
se manifieste. La misión del protagonista será investigar esa historia pasada
para que el fantasma alcance la paz o no… La naturaleza de los fantasmas varía,
pueden ser vengativos, buscar redención, incluso ayudar, aunque siempre lo
harán de las formas más siniestras y espeluznantes posibles. La casa siniestra,
o que acaba siéndolo, la noche, la oscuridad, la soledad, la iluminación, son
claves y constantes que aparecen en todas estas cintas y con los que se juega a
conciencia, en demasiadas ocasiones de forma burda e incoherente, pero
satisfactoria para los fans del género. La
historia antigua, trágica y truculenta de “Mamá” datará de 1878.
Jessica Chastain interpreta a Annabel, una rockera bajista a
la que le repele ser madre. La progresión dramática del personaje no por
previsible deja de ser muy correcta. Así la veremos aliviada al hacerse una
prueba de embarazo que da negativo al inicio de la película, luego mostrará sus
reticencias por tener que cuidar a las niñas ella sola, las renuncias que se va
a ver obligada a realizar, pero su cariño irá aumentando paulatinamente hasta el
punto de luchar y sacrificarse hasta el final por mantenerlas con ella.
El padre de Victoria (Megan Charpentier) y Lily (Isabelle Nélisse), tras matar a su esposa, huye
con ellas. En su frenética y desquiciada huida tendrá un accidente de coche,
pero descubrirá una pequeña cabaña en el bosque. Allí, cuando está a punto de
matar a su hija mayor, un extraño ser aparecerá para evitar la desgracia y
acabar con él. Su tío Lucas, gemelo del padre de las niñas, hará todo lo
posible por encontrarlas, algo que logrará 5 años después. Alguien, o algo, ha
estado cuidando de ellas en aquella cabaña.
En los títulos de crédito veremos la evolución de la
relación entre las niñas y el fantasma a través de los dibujos de éstas. Cada
vez más asilvestradas, incluso veremos cómo pasan a desplazarse a gatas, imitándola. Las
mariposas estarán siempre presentes, apareciendo de forma constante. Simbolizan
la transformación, como la del fantasma, ese espíritu que ha quedado atrapado
entre dos mundos y que quiere recuperar a su hijo y corregir errores, una mujer
encerrada en un manicomio que ahora es casi un todopoderoso ser espectral.
En el apartamento de la pareja, Lucas (Nikolaj
Coster-Waldau) y Annabel (Jessica Chastain), veremos el cartel de la película
“Cobra woman”, aquí “La reina de Cobra” (Robert Siodmak, 1944), una fallida y
poco conocida cinta del gran Siodmak. En otro momento de la película veremos a
Chastain ver una cinta protagonizada por Bruce Dern, “Naves misteriosas”
(Douglas Trumbull, 1972).
Es lógico que las niñas aparezcan como verdaderos
monstruitos, aunque se excedan las cosas con su agilidad sobre humana en su
nueva presentación y la cuestionable dieta a base de cerezas que han tenido
durante cinco años.
“Mamá” no renuncia a los consabidos sustos gratuitos,
repentinas apariciones con efectos sonoros estruendosos para provocar el brinco en la butaca sin más sentido. Son
servidumbres esteticistas y formales típicas en las que la cinta cae,
desgraciadamente, más de lo conveniente. Ejemplos hay muchos, la primera vez
que Lucas ve a las niñas y la repentina aparición tras el cristal de una de
ellas, la escena del parpadeo de la luz y otra repentina aparición de Lilly…
Lucas y Annabel son espíritus artísticos, uno pintor y la
otra rockera, de ahí su romanticismo y amor por las niñas, el de él demostrado
de inicio el de ella que irá gestándose progresivamente. Esto contrasta con el
padre, dedicado a las finanzas, poco artístico, más materialista, y por tanto
más cruel y deshumanizado… cosas de la
brocha gorda.
Las sesiones de hipnosis a la mayor de las niñas nos
introducirán en el misterioso personaje espectral, “Mamá”. La primera sesión
está rodada con una sombra sobre los ojos de la niña, Victoria. Es curioso que
aquí “Mamá” no intervenga al poder verse descubierta, pero se ve que es un
fantasma con mucha seguridad en sí mismo.
El perro, que vimos en la primera escena cuando el padre se
llevó apresuradamente a las niñas, será el vínculo definitivo para que
Victoria, la mayor, se integre en su nueva familia. La pequeña, Lilly, en
cambio, se mostrará temerosa y más afín a su madre espectral, se niega a integrarse
con Lucas y Annabel. La pequeña Lilly es muy intrigante, un ejemplo lo tenemos
en esa escena donde la vemos abrir los ojos en la oscuridad. También es
siniestra la nana que “Mamá” enseña a las niñas y que éstas cantan en
ocasiones.
La película no presenta grandes virtudes ni novedades, pero
sí tiene algunos aspectos realmente brillantes en la puesta en escena y desde
la dirección que es obligado elogiar y mencionar. La atmósfera es algo vital en
una cinta de fantasmas, el recurrir a planos largos de paseos por pasillos
oscuros y siniestros es una forma habitual de conseguirla. Aquí no faltarán y
además se añadirán recursos de puesta en escena muy interesantes que crearán la
tensión adecuada en el espectador. Por ejemplo, el director, Andrés Muschietti,
recurrirá al siempre eficaz recurso del segundo plano, apariciones a la espalda
de personajes o una vez estos han pasado, o el encuadre partido, de forma
brillante. Planos generales que parten el encuadre. Una de las escenas que
mejor ejemplifica esto la tenemos cuando vemos a Lilly jugando con, suponemos,
su hermana en su habitación, el tabique separa esa habitación del pasillo, por
el que veremos aparecer a Chastain despreocupadamente al mismo tiempo, un plano general
perfecto. Poco después la que aparecerá por el mismo pasillo será Victoria, con
lo que el espectador sabrá inmediatamente que la pequeña Lilly está jugando en
ese momento con “Mamá”, no con su hermana. Desde el planteamiento del encuadre
el espectador más avispado sabía que algo tenso iba a ocurrir y Muschietti
dosifica y maneja el suspense a la perfección mostrándole todas las cartas y
ocultándoselas a los personajes. Una gran escena y un gran detalle.
Siguiendo con esto la escena más destacada y brillante será
un plano larguísimo y sin cortes con el ataque de “Mamá”, que no puede contener
sus celos tras ver el cariño de las niñas hacia Annabel. Un plano sin cortes,
aunque puede que haya truco con alguna panorámica brusca, en la oscuridad de la
casa, donde la cámara bajará las escaleras, las volverá a subir, correrá por
pasillos y donde se nos darán varios sustos con apariciones del fantasma. Esta
escena es lo más destacado de la cinta, sin recurrir al susto a través del
montaje, limitando los cortes y
sosteniendo los planos. Plano virtuoso. En este sentido debo destacar una muy
aceptable pieza de terror estrenada el año pasado, también con fantasma como
protagonista, “La mujer de negro” (James Watkins, 2012).
Conforme avanza la película, estructuralmente es acertada,
las apariciones irán aumentando, el suspense creciendo, bien regulado. Estas
apariciones tendrán su clímax con el ataque de “Mamá”, y las mariposas, a
Lucas. La desaparición de Lucas de escena era obligada dramáticamente, e
incluso previsible. La soledad en una casa es algo esencial para el buen
funcionamiento de una cinta de espíritus y fantasmas, la vulnerabilidad debe
sentirse cada vez más. Además así la evolución dramática del personaje de Chastain
se acelera, obligada a ser madre.
Como en tantas cintas de este estilo tendremos una escena
con soportes tecnológicos como protagonistas que darán alguna clave y pista en
el descubrimiento de los acontecimientos. El magnetófono en “El sexto sentido”
(M. Night Shyamalan, 1999), la grabadora en “Al final de la escalera” (Peter
Medak, 1980), las cámaras en “El orfanato” (Juan Antonio Bayona, 2007)… o incluso algunos menos tecnológicos como
la guija, véase “Los otros” (Alejandro Amenábar, 2001) o “Los intrusos” (Lewis
Allen, 1944) cinta modelo de todo esto. Aquí tendremos un video y una breve y
rápida mirada de Victoria que será significativa.
El conflicto de la familia, ahora Chastain, con el fantasma,
“Mamá”, radica en los celos de ésta, que ve como las niñas, incluso cada vez
más la reticente pequeña, van aumentando su cariño por sus nuevos “padres”.
Victoria pretende evitar esto y tiene miedo de lo que siente y de acercarse
demasiado a Annabel. Lilly, que va logrando una mayor complicidad con Annabel,
es bonita la escena donde tras luchar con ella poco a poco cede a sus
atenciones y su aliento creándose un vínculo, sigue sintiendo predilección por
la madre que las cuidó cuando fueron abandonadas. El “te quiero” que Victoria
le dedicará a Annabel será el punto de no retorno en el conflicto. La relación
de pareja no tiene demasiada miga, entregados y enamorados, tan solo tendrán un
pequeño momento de disgusto por unas desafortunadas palabras de Lucas que hacen
de menos a la sacrificada Chastain. Nada que no se pase con un achuchón.
Annabel tendrá un sueño dentro de un sueño, al estilo de
“Origen” (Christopher Nolan, 2010), para darnos un par de sustos o intentarlo,
y para que veamos qué ocurrió con nuestro maternal fantasma más de un siglo
antes. Un recurso poco trabajado.
Es obligada la presencia de otro personaje para que veamos
de qué es capaz “Mamá”. Esta desafortunada persona será la tía de las niñas,
que se inmiscuirá demasiado hasta el punto de entrar en la casa sin permiso,
algo que “Mamá” no perdonará bajo ningún concepto. La posesión también es algo
habitual en estas cintas y la desgraciada tía será víctima de una, tras morir.
Lo mismo pasará con el médico, que parece Iker Jimenez, que será víctima de su
secretismo y temeridad. “Mamá” no tardará en resolver el problema que pueda ocasionar sus
descubrimientos. En este sentido la cinta acaba cayendo, en la parte final, en
un cúmulo de lugares comunes que no acaban de funcionar del todo. Por ejemplo,
a los personajes les da por ir a la cabaña de noche, incluso sospechando lo que
hay, como si no hubiera otros momentos más adecuados y otras formas menos
arriesgadas de hacer las cosas. El médico y Lucas irán a la cabaña cuando sea
de noche porque ellos lo valen. El ataque fotografiado de “Mamá” al médico es
interesante visualmente.
Otro aceptable momento de tensión lo tenemos en esa escena
donde Annabel confunde a Lilly y abre el armario.
En la sucesión de tópicos final tendremos incluso un
acantilado, que será el escenario donde se resolverá la película, con un
inesperado reparto de niñas, la mayor elegirá quedarse con su nueva familia,
mientras que Lilly preferirá a “Mamá”, que tras lanzarse por el acantilado la
convertirá en mariposa, suponemos, otra vez presentes. Un final poco original aunque
tiene el elemento del reparto como rasgo distintivo, y donde el recurso poético
de la transformación en mariposa funciona de forma regular. Con respecto al
tema de los tópicos mencionar que no faltarán, además del acantilado, el
mencionado video, el uso de una inquietante escalera o la presencia de niños, como
las protagonistas o el fallecido hijo de “Mamá”…
Muy discreta película que no sorprende en casi nada, pero
que está correctamente dirigida y que sin entusiasmar, especialmente a los más
exigentes, puede que haga pasar el rato a los amantes del género.
Ay, de verdad, a mi las pelis de sustos y con niños y fantasmas…
ResponderEliminarCon la actividad onírica q tgo…
Uf, sensei, lo paso mal hasta con las fotos y el análisis!!!
Pero gracias, eh…
Jajajaja actividad onírica jajaja. Bueno así sabes cuales saltarte jaja.
EliminarUn beso.
Bastante de acuerdo con la crítica. Si acaso, diría que me parece más destacable que otras cintas del género en virtud de varias acertadas escenas que has descrito. Pensé que tendría menos sustitos sonoros, pero. Por cierto que pensaba que estaba dirigida por Del Toro.
ResponderEliminarMe gustó la escena del reparto, como le llamas, más por lo que significa que por la peli en sí: querrás a tu madre por encima de todas las cosas, sea quien sea ella. Me impactó.
¿Tienes crítica de Sinister?
Y para historias de fantasmas, leeros Gente 'muerta' hombre ya :)
http://www.amazon.es/Gente-Muerta-ebook/dp/B00AU7BTAS
Así es mi amigo Osiris, el final con el "reparto" es uno de sus puntos de originalidad. Es evidente que tiene un par de escenas destacadas, pero si recordamos cintas del estilo suelen tenerlas, a nivel formal, varias notables, pero el sota, caballo, rey es el mismo y como dices recurre demasiado al susto, pero al susto sin preparar, que lo ves venir, o de la nada. En LA MUJER DE NEGRO, que me gustó más, los sustos estaban, es normal, debe haberlos, pero tras prepararlos y hacer que la tensión creciera mucho. Son detalles pequeños para valorar y dependen mucho del gusto del consumidor de este género tan particular.
ResponderEliminarNo he visto SINISTER, a ver si lo hago.
PD. Yo aún no lo he hecho, pero lo haré jaja
Sinister me pareció interesante. Comprobarás que tiene dos aspectos: el de la investigación y el de los sustitos en la casa. El primero creo que es notable. El segundo, agobia, pero a veces es un poquillo tramposo.
ResponderEliminarEn general, pasé miedo como hacía tiempo que no pasaba, sinceramente.
Parece que promete, a ver si la consigo.
EliminarNacho:Pelicula recomendada para ver hoy.Feliz Halloween
ResponderEliminarNacho:Me gusto mucho,la consideraria buena pero el trailer engaña mucho pusieron solamente lo que daba mas miedo,la pelicula buena pero no me dio miedo un 9 le doy,en mi opinion da mas miedo el trailer.
ResponderEliminarMe alegra que la disfrutaras Nacho. Feliz Navidad.
EliminarNacho:Creo que diciendo eso me equivoqué le doy un 7.
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