viernes, 1 de febrero de 2013

Crítica: EL PADRINO (1972) -Parte 5/6-

FRANCIS FORD COPPOLA

















Michael debió huir hasta que se calmaran las cosas por el asesinato de Sollozzo y McCluskey. Su destino será Sicilia, el pueblo de Corleone, el origen de la familia. Un viaje a los orígenes, investigando sus raíces, empapándose de ellas y de pureza. En coherencia con esto que comento, sus paseos serán a pie, negándose a ir en coche, lo primitivo, lo auténtico, eso que se pierde en la ciudad. Lo italiano versus lo americano. En este estado y con esta búsqueda quedará prendado y fascinado inmediatamente, un flechazo, de una bella joven siciliana. Se comentará que no hay hombres por “las luchas”.



No tardará Michael en olvidar sus males y a Kay, actuando con la decisión que ya le vimos con anterioridad logrará que le presenten a la chica, que curiosamente es la hija del dueño de la cantina donde Michael y sus dos acompañantes se refrescan, como descubriremos en una simpática escena. Ella es Apollonia. Todo esto le sirve a Coppola para mostrar los rituales y costumbres sicilianas, de los cuales ya vimos algún ejemplo en la boda del inicio y también vinculadas a los negocios de la familia. En este caso veremos el proceder del respetuoso cortejo y posterior matrimonio de Michael con la joven. Todo firmemente asentado en el respeto, una idea clave en las relaciones, como también vimos en la primera escena cuando Vito no paraba de reivindicarlo ante Bonasera.



Las ceremonias, el cortejo, la tradición, el respeto, el obsequio, las reuniones con la familia, los paseos “íntimos” pero muy acompañados… Lo cierto es que aunque parece de otro mundo resulta enormemente encantador.


Saltaremos de Sicilia a América en varias ocasiones. Allí veremos como Sonny sigue manteniendo su relación de infidelidad, un personaje que se antoja hipócrita. Mientras los guardaespaldas le esperan los vernos hacer juegos típicos de aquella época, en un ejemplo de recreación y detallismo excepcional. Juegos con monedas. También el modo de proceder precavido de los guardaespaldas cuando Sonny haya saciado sus apetitos. En este escenario volveremos a ver unas escaleras que no avisan de nada bueno. También estuvieron presentes en la otra ocasión en la que lo vimos copular con esta chica.



Todo esto vuelve a ser un ejemplo maestro de la forma de narrar y contar una historia al estilo clásico, desarrollando personajes, sus contradicciones, y a la vez hacer avanzar la historia. Esta escena de infidelidad se relacionará con la del marido de su hermana, aunque más adelante. En esta ocasión descubrirá, ya que ella lo llama, el rostro magullado de Connie, lo que despertará sus peores instintos. Buscará y apaleará a Carlo, el marido, en plena calle, de mala manera. Una escena rodada casi de forma documental, lejana, objetiva, donde James Caan se metió demasiado en el papel, como ya comentaré en las curiosidades. A pesar de todo algún puñetazo de los que vemos en plano general pasa a varios centímetros de la cara del bueno de Carlo (Gianni Russo), que sigue con su cabeza a la perfección el rastro de la brisa generada… las calles, las fuentes echando agua, las gentes… otro ejemplo memorable de recreación de época.



La familia no se toca.

Las mujeres asumirán su rol… “Fue culpa mía”, pero Sonny no podrá contenerse e intervenir cuando su hermana es maltratada, algo que le pondrá en una situación de debilidad sin saberlo.


Sicilia de nuevo, la boda y el pañuelo, siempre presente, de Michael. La interpretación de Al Pacino, como muchas de las que hizo en esa época, es intensa y profunda, sus silencios, esa pausa antes de contestar, esas miradas, ese ensimismamiento ocasional… deslumbran.





Apolonia fue una mártir cristiana, virgen. También es la hija del sol. Apolo, dios del sol. Apollonia es el nombre de la esposa de Michael, veremos la celebración de su boda, el baile, que nos vuelve a remitir a la escena inicial… y la fatalidad. La virginal Apollonia también será sacrificada. La chica virginal acaba simbolizando esa ansia mencionada de Michael por alcanzar la pureza. La noche de bodas entre Michael y Apollonia está rodada con sumo pudor, algo habitual en Coppola.


El director maneja perfectamente el tiempo trascurrido desde su llegada a Sicilia en el pómulo maltrecho de Michael. En las escenas sicilianas la banda sonora está muy presente, constante. También lo hará a través del embarazo de Connie.

Coppola no da puntada sin hilo, la consumación de Michael y Apollonia será seguida de la reaparición de Kay en escena, buscando información sobre su novio. Kay llevará un colorido vestuario, un abrigo rojo intenso.

Una de las escenas más escalofriantes de la cinta, otra más, es la tremenda pelea marital y paliza que Carlo propina a la embarazada Connie, rodada casi por completo en un solo plano. Otro momento de intimidad cotidiana en esa mezcla y vínculo entre negocio y familia. La parte final, tras el único corte que tiene la escena una vez se dispara la violencia, será resuelta brillantemente en off, vislumbrada momentáneamente por el espejo de la puerta del baño y sentida por los terribles gritos de ella. Una escena ejemplar, perfectamente modulada, como todo en la película, con su planteamiento, nudo y desenlace. Se inicia con una llamada de la amante de Carlo y desde ahí vemos desencadenarse todo. Una durísima escena de maltrato sin escrúpulos a una embarazada. Espeluznante.



Los desesperados chillidos de Connie se enlazan con los de un bebé sostenido por la mamma. Un nuevo vínculo a través del montaje, como el de la noche de bodas que se enlaza con la aparición de Kay, comentada poco antes. Una película donde todo está cuidadísimo. Un niño llorando que nos lleva a la idea de la posible pérdida del bebé que lleva Connie en su vientre tras la paliza. Un detalle sensacional.

Sonny: “¡Le voy a matar, le voy a matar!

Todo esto nos lleva a otra de las escenas más recordadas de “El Padrino”, la muerte de Sonny (James Caan). Es magnífica la forma en la que se ha desarrollado todo. Recordar que este capítulo de la trama, muy cotidiano, aunque se acabará relacionando con los negocios, lo inició Coppola con la escena en la que vimos a Sonny con su amante y luego visitando a su hermana, que acaba con la paliza a Carlo. Esto hizo previsible a Sonny, lo que desencadenará la tragedia. Maestría absoluta en la forma de entrelazar las tramas.




Sonny será acribillado, una trampa que sólo sería posible con la colaboración del vengativo Carlo. Se ensañarán con el visceral Santino. Como en todas las escenas de muerte y violencia, Coppola usará el plano general para mostrar las consecuencias. Ya lo vimos cuando Michael mató a Sollozzo, por ejemplo.

  


La banda sonora como leit motiv, se repetirá tras cada suceso, con distintos tonos e instrumentos según las circunstancias. Un manejo excepcional de la banda sonora que variando ritmos y velocidades de la misma melodía retrata las diversas emociones que vemos en pantalla. En esta ocasión sonará como un réquiem en honor a Santino, mientras vemos a Tom, enmarcado en una puerta de nuevo, algo que como mencioné usa mucho Coppola (encuadre dentro del encuadre), preparándose para hablar con Vito, el padre y líder de los Corleone. Es conmovedor el momento en el que Tom da la noticia a su padre, su pausa, tempo, emoción, el llanto de Vito, su gesto cariñoso con el apenado Tom... Una fotografía perfecta acompaña el tono preciso de la escena. Vito subirá una escalera, otra más, y bajará por un ascensor, sin solución de continuidad, en otro juego maestro desde el montaje. Elementos verticales que muestran la perturbación de Vito, uno de ascenso, el otro de descenso.




Bonasera tendrá que devolver el favor. Resulta brillante la aparición del funerario en el descenso del ascensor, como si de una llegada al inframundo se tratara. Brando nos deleitará con momentos maravillosos de actor. Una encarnación perfecta como padre y como mafioso. El dolor de un padre asombrosamente reflejado en su rostro. Descomunal.

Mira lo que han hecho con mi hijo”.

Corleone pretende la paz con las 5 familias, para ello convocará una reunión.

Tendremos otro ejemplo de ese juego de ecos y contrastes cuando volvamos a Sicilia. Tomasino, al que hemos visto de pie, en silla de ruedas y nuevamente recuperado, le dará la fatal noticia a Michael. El planteamiento de esta escena es igual que cuando el pequeño de los Corleone se enteró del atentado a su padre, un momento de ocio con su pareja truncado por la noticia de una tragedia en su familia. Enseñaba a conducir a su mujer. Además la muerte de Sonny y Apollonia tendrán lugar en coches y serán producto de una traición de alguien cercano a la familia (pero no perteneciente por sangre a ella, matiz importante), Carlo, en el caso de la de Sonny, y uno de los guardaespaldas de Michael, en el de Apollonia.





En la reunión con el resto de familias, con naranjas y vino en la mesa, Vito Corleone reivindicará el juego, la prostitución y el alcohol como negocios aunque estén condenados por la Iglesia Católica, por encima de las drogas. Algo sumamente divertido e irónico.

Cierto que puede presentar factura por el servicio, después de todo no somos comunistas.”



Vito cederá y prestará su apoyo político y judicial al resto de familias, al que se negó en principio, para el negocio de la droga. Durante el debate se oirán comentarios racistas. La escena está rodada con travellings que presentan a los intervinientes y en los planos fijos desde el punto de vista de Vito. Así veremos a Barzini y Tattaglia entre otros, pero el principal sigue siendo Vito, como reseña la mencionada puesta en escena. Además Coppola volverá a incluir los planos generales en medio de la escena. Precisión clásica.

La reunión concluirá con un abrazo, en plano general, tras la renuncia a la venganza y la amenaza de Vito si alguien vuelve a tocar a su familia. Brando se come la escena, se come todo, cuando se levanta, digno, ante todos los presentes.

No perdonaría”.”Juro solemnemente, por la salvación de mis nietos, que no seré yo el que rompa la paz que hemos concertado aquí”. Pero nadie dijo nada de Michael



Lejos de mostrar debilidad Vito Corleone sigue siendo el más lúcido y brillante, sabe que no fue Tattaglia quien ordenó la muerte de Sonny, sino Barzini.










Michael volverá a América, su intención será recuperar a Kay, una mera sustituta de Apollonia, a quien no olvidará. Una muestra más de su escalofriante frialdad. Difusos sentimientos, calculador. Será un gran padrino. Su paseo con Kay, que cuidaba a sus alumnos, recordará, otro paralelismo, al que le vimos dar con la siciliana, con cortejo escolta incluido. Michael sabe tocar la fibra sensible de Kay, un manipulador nato. En ese paseo veremos como un niño montado en bicicleta y con un perro se cruza con la pareja. Coppola contrapone así la inocencia, esa que perdió Michael, inconsciente de lo que le rodea, con la perversión de lo que representa el propio Michael en ese momento. El director salpica la película de este tipo de estampas. En este sentido, Kay recordará las palabras que dijo Michael sobre las diferencias que tenía él con respecto a su familia. Su ingenuidad y enamoramiento la impulsarán a creerle cuando diga que su padre es sólo un hombre poderoso más. Una escena y una película con magníficos diálogos.





Te necesito y te quiero.”

El momento en el que Michel, vestido de negro, mete a Kay en el coche, acentuado por la música, es realmente terrorífico, como un vampiro seduciendo a su víctima, introducida y atrapada en un mundo sin salida.












Se ha dicho en muchas ocasiones que “El Padrino” es una de las mejores películas shakespearianas de la historia, o la mejor, y eso sin estar basada en ninguna de sus obras de forma directa. Esto es radicalmente cierto, “El Padrino” es una cinta eminentemente shakespeariana, una tragedia griega, tanto en su concepción, como en su trama y fondo. 

El momento en el que Michael se convierte en el nuevo jefe es perfecto para comentar la influencia de Shakespeare en la cinta, así como muchas otras.



Son muchas las tragedias y dramas shakespearianos los que vienen a la cabeza al ver “El Padrino” por uno u otro motivo. Personajes, ideas o tramas tienen paralelismos con algunas de las grandes obras de genial dramaturgo inglés. Del mismo modo que la forma de planificar y contar la historia.

El Rey Lear” viene enseguida a la cabeza con esa saga familiar y su sucesión, sus reflexiones sobre el poder y la ambición, sobre la vejez y el relevo… De alguna forma Michael empieza siendo una Cornelia para Vito-Lear, que acaba pervertida.

Del mismo modo Michael es una especie de Príncipe Hal (“Enrique IV”, “Enrique V”) a la inversa, de la inocencia pasará a la corrupción, la perversión, pero como aquel aprenderá a ser un gran líder. Del mismo modo la evolución en el poder, su firmeza, nos llevan a “Enrique V”, por ejemplo.

Toda la idea de los asuntos mafiosos nos trae a la cabeza de forma clara “El mercader de Venecia”, la concepción mafiosa y sin escrúpulos.

Las dudas de Michael, su figura como héroe moderno y trágico, de antihéroe, la idea de venganza… nos llevan a “Hamlet”.

El arte de la manipulación y la mentira, muy dado en los dramas y tragedias shakespearianos, nos pueden remitir de forma especial a “Othello” o incluso “Macbeth”, si bien nos falta una mujer fatal.

El carácter despiadado de Michael, sin la más mínima compasión, lo emparentan de forma clara con “Ricardo III” o “Macbeth”, aunque su origen sea distinto. El arribismo y la obsesión por el poder, también son temas parejos a estas obras.

La crueldad, la muerte de los hijos, la venganza, la violencia desmedida… nos llevan de cabeza a “Tito Andrónico”.

La idea de la lucha por el poder, de conspiración contra un líder, aparece en “Julio César”. De igual forma César, en esta obra, no será el centro de la acción, tampoco lo será Vito.

La traición, la usurpación, el poder degradante, pervertido, la familia y su sucesión… son temas que aparecen a menudo en la obra de Shakespeare. Del mismo modo muchos de los temas citados para una obra son extensibles a otras, como es lógico.

Hay más influencias, el personaje de Michael parece salido de “El Príncipe” de Maquiavelo. "Fausto" también está presente, en esa concepción de la mafia y los favores. La mafia como Mefistófeles. Drácula e incluso Frankenstein se distinguen en distintos momentos.

Cinematográficamente es evidente que “El Padrino” recoge toda la herencia del cine de gangsters y cine negro clásico, todo ello personificado en muchas de las películas y directores que he citado anteriormente. Es fácil ver paralelismos con Raoul Walsh y “Los violentos años veinte” (1939) o con Akira Kurosawa y su “Los canallas duermen en paz” (1960), a quien homenajea en la primera secuencia, la de la boda, dos de sus cineastas favoritos. Directores como Renoir, Eisenstein, Bresson o Antonioni, han influido enormemente en Coppola, de hecho el ritmo lento tan característico de su cine, y que tanto le gusta, es influencia de estos dos últimos, como el propio Coppola ha reconocido. Cassavetes también puede aparecer por ahí, con su estilo personal de tratar las relaciones que tanto influyó en los 70. Es posible ver paralelismos con Luchino Visconti en su retrato de una saga familiar.









La escena de la sucesión es sencillamente magistral. Se inicia con Brando mirando una pecera, dedicado por tanto más al ocio. Su vestuario ha cambiado, ahora es mucho más informal, y cederá la decisión sobre la creación de una nueva familia, pedida por Tessio y Clemenza, a Michael. De nuevo tendremos el plano general una vez avanzada la escena. Vito es una presencia esencial, incluso aunque haya delegado el poder. Es un hombre de palabra, recto. Su figura es básica para ese traspaso de poderes.


Michael se mostrará duro e inflexible, debe situar esa coraza al ponerse al frente de todo. Dejará fuera a Tom y situará a Carlo como mano derecha. Él y su padre saben el verdadero plan, que satisfará finalmente a Tom pero no a Carlo, que no sabe lo que le espera. Está todo pensado. Tras tomar estas decisiones Michael se sentará por primera vez en el asiento de padrino.

Vito, en esa magistral puesta en escena coppoliana, modera, deambula por la estancia, como un espíritu, como lo que es, un líder en la sombra. Para deleitarse con cada movimiento de los actores y cambios de plano.
 

Dedicada a Culé1899, autor del blog http://newagecule.blogspot.com.es/
















6 comentarios:

  1. Apreciado señor Mrsambo,

    Deseo en primer lugar hacerle llegar mi felicitación y agradecimiento por su espléndido blog de cine y música, en el que nos regala críticas de enorme valor cultural .

    El motivo de mi carta es hacerle llegar de modo OFICIAL mi deseo de que considere la posibilidad de una crítica al largometraje de animación “Ratatouille”. Se trata de un film que jamás ha despertado en mí el menor interés; no obstante, estimo que una crítica sobre él contribuiría a enriquecer cualitativamente el apartado de cine de animación de su blog, a la vista del éxito de sus disertaciones sobre la saga "Toy Story".

    Me sirvo también de la presente para rogarle me ponga a los pies de su señora.

    Reciba un cordial saludo
    Sabbath9

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    1. Muchas gracias señor Sabbath9, se aprecian sus palabras jajaja.

      Lo tendré en cuanta, pero no tendré prisa ya que no tiene precisamente pasión por esa película, con su permiso jejeje. he ido poniendo cintas de animación, pero siempre hay muchas de calidad para ampliar la lista.

      Un abrazo y recuerdos para su señora.

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  2. Lo único que me consuela un poco del hecho de que sólo falte una parte es que lo puedo releer…

    Me ha gustado que pongas en paraleli a Shakespeare y esta peli. De hecho, el bueno de Will habló del alma humana como pocos.
    Como los clásicos grecolatinos. Si buscáramos, habría trazos de ellos en El Padrino.

    Al fin y al cabo, a partir de un guión, de una historia, podemos contemplar nuestra realidad como humanos. Para bien y para mal.

    En ese sentido, creo que ésta es una película muy completa.

    Y tú un gran analista.

    Un beso, sensei.

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    1. Muchas gracias Reina, el paralelismo era obligado y, como dices, ampliable, como también comento, a las obras griegas y también romanas. El entramado que logra Shakespeare en sus obras es muy reconocible en esta obra maestra.

      Es un peliculón.

      Un beso.

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  3. Solo una sugerencia...aunque igual ya lo has hecho....recomendable ver la segunda parte....en mi opinión la mejor de todas con diferencia en V.O o....si tienes esa posibilidad en italiano....se te ponen los pelos de punta....parece otra película.

    besos!!

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