Michael debió huir hasta que se calmaran las cosas por el
asesinato de Sollozzo y McCluskey. Su destino será Sicilia, el pueblo de
Corleone, el origen de la familia. Un viaje a los orígenes, investigando sus
raíces, empapándose de ellas y de pureza. En coherencia con esto que comento,
sus paseos serán a pie, negándose a ir en coche, lo primitivo, lo auténtico,
eso que se pierde en la ciudad. Lo italiano versus lo americano. En este estado y con esta búsqueda quedará
prendado y fascinado inmediatamente, un flechazo, de una bella joven
siciliana. Se comentará que no hay hombres por “las luchas”.
No tardará Michael en olvidar sus males y a Kay, actuando
con la decisión que ya le vimos con anterioridad logrará que le presenten a la
chica, que curiosamente es la hija del dueño de la cantina donde Michael y sus
dos acompañantes se refrescan, como descubriremos en una simpática escena. Ella
es Apollonia. Todo esto le sirve a Coppola para mostrar los rituales y
costumbres sicilianas, de los cuales ya vimos algún ejemplo en la boda del
inicio y también vinculadas a los negocios de la familia. En este caso veremos
el proceder del respetuoso cortejo y posterior matrimonio de Michael con la
joven. Todo firmemente asentado en el respeto, una idea clave en las
relaciones, como también vimos en la primera escena cuando Vito no paraba de
reivindicarlo ante Bonasera.
Las ceremonias, el cortejo, la tradición, el respeto, el obsequio, las reuniones con la familia, los paseos “íntimos” pero muy acompañados… Lo cierto es que aunque parece de otro mundo resulta enormemente encantador.
Saltaremos de Sicilia a América en varias ocasiones. Allí
veremos como Sonny sigue manteniendo su relación de infidelidad, un personaje
que se antoja hipócrita. Mientras los guardaespaldas le esperan los vernos
hacer juegos típicos de aquella época, en un ejemplo de recreación y detallismo
excepcional. Juegos con monedas. También el modo de proceder precavido de los
guardaespaldas cuando Sonny haya saciado sus apetitos. En este escenario
volveremos a ver unas escaleras que no avisan de nada bueno. También estuvieron
presentes en la otra ocasión en la que lo vimos copular con esta chica.
Todo esto vuelve a ser un ejemplo maestro de la forma de
narrar y contar una historia al estilo clásico, desarrollando personajes, sus
contradicciones, y a la vez hacer avanzar la historia. Esta escena de
infidelidad se relacionará con la del marido de su hermana, aunque más
adelante. En esta ocasión descubrirá, ya que ella lo llama, el rostro magullado
de Connie, lo que despertará sus peores instintos. Buscará y apaleará a Carlo,
el marido, en plena calle, de mala manera. Una escena rodada casi de forma
documental, lejana, objetiva, donde James Caan se metió demasiado en el papel,
como ya comentaré en las curiosidades. A pesar de todo algún puñetazo de los
que vemos en plano general pasa a varios centímetros de la cara del bueno de
Carlo (Gianni Russo), que sigue con su cabeza a la perfección el rastro de la
brisa generada… las calles, las fuentes echando agua, las gentes… otro ejemplo
memorable de recreación de época.
Las mujeres asumirán su rol… “Fue culpa mía”, pero Sonny no
podrá contenerse e intervenir cuando su hermana es maltratada, algo que le
pondrá en una situación de debilidad sin saberlo.
Sicilia de nuevo, la boda y el pañuelo, siempre presente, de
Michael. La interpretación de Al Pacino, como muchas de las que hizo en esa
época, es intensa y profunda, sus silencios, esa pausa antes de contestar, esas
miradas, ese ensimismamiento ocasional… deslumbran.
Apolonia fue una mártir cristiana, virgen. También es la
hija del sol. Apolo, dios del sol. Apollonia es el nombre de la esposa de
Michael, veremos la celebración de su boda, el baile, que nos vuelve a remitir
a la escena inicial… y la fatalidad. La virginal Apollonia también será
sacrificada. La chica virginal acaba simbolizando esa ansia mencionada de Michael por alcanzar la pureza. La noche de bodas entre Michael y Apollonia está rodada con sumo
pudor, algo habitual en Coppola.
El director maneja perfectamente el tiempo trascurrido desde
su llegada a Sicilia en el pómulo maltrecho de Michael. En las escenas
sicilianas la banda sonora está muy presente, constante. También lo hará a
través del embarazo de Connie.
Coppola no da puntada sin hilo, la consumación de Michael y
Apollonia será seguida de la reaparición de Kay en escena, buscando información
sobre su novio. Kay llevará un colorido vestuario, un abrigo rojo intenso.
Una de las escenas más escalofriantes de la cinta, otra más,
es la tremenda pelea marital y paliza que Carlo propina a la embarazada Connie,
rodada casi por completo en un solo plano. Otro momento de intimidad cotidiana
en esa mezcla y vínculo entre negocio y familia. La parte final, tras el único
corte que tiene la escena una vez se dispara la violencia, será resuelta
brillantemente en off, vislumbrada momentáneamente por el espejo de la puerta
del baño y sentida por los terribles gritos de ella. Una escena ejemplar,
perfectamente modulada, como todo en la película, con su planteamiento, nudo y
desenlace. Se inicia con una llamada de la amante de Carlo y desde ahí vemos
desencadenarse todo. Una durísima escena de maltrato sin escrúpulos a una
embarazada. Espeluznante.
Los desesperados chillidos de Connie se enlazan con los de
un bebé sostenido por la mamma. Un nuevo vínculo a través del montaje, como el
de la noche de bodas que se enlaza con la aparición de Kay, comentada poco
antes. Una película donde todo está cuidadísimo. Un niño llorando que nos lleva
a la idea de la posible pérdida del bebé que lleva Connie en su vientre tras la
paliza. Un detalle sensacional.
Todo esto nos lleva a otra de las escenas más recordadas de
“El Padrino”, la muerte de Sonny (James Caan). Es magnífica la forma en la que
se ha desarrollado todo. Recordar que este capítulo de la trama, muy cotidiano,
aunque se acabará relacionando con los negocios, lo inició Coppola con la
escena en la que vimos a Sonny con su amante y luego visitando a su hermana,
que acaba con la paliza a Carlo. Esto hizo previsible a Sonny, lo que
desencadenará la tragedia. Maestría absoluta en la forma de entrelazar las
tramas.
Sonny será acribillado, una trampa que sólo sería posible
con la colaboración del vengativo Carlo. Se ensañarán con el visceral Santino.
Como en todas las escenas de muerte y violencia, Coppola usará el plano general
para mostrar las consecuencias. Ya lo vimos cuando Michael mató a Sollozzo, por
ejemplo.
Bonasera tendrá que devolver el favor. Resulta brillante la
aparición del funerario en el descenso del ascensor, como si de una llegada al
inframundo se tratara. Brando nos deleitará con momentos maravillosos de actor.
Una encarnación perfecta como padre y como mafioso. El dolor de un padre
asombrosamente reflejado en su rostro. Descomunal.
“Mira lo que han hecho con mi hijo”.
Tendremos otro ejemplo de ese juego de ecos y contrastes
cuando volvamos a Sicilia. Tomasino, al que hemos visto de pie, en silla de
ruedas y nuevamente recuperado, le dará la fatal noticia a Michael. El
planteamiento de esta escena es igual que cuando el pequeño de los Corleone se
enteró del atentado a su padre, un momento de ocio con su pareja truncado por
la noticia de una tragedia en su familia. Enseñaba a conducir a su mujer.
Además la muerte de Sonny y Apollonia tendrán lugar en coches y serán producto
de una traición de alguien cercano a la familia (pero no perteneciente por
sangre a ella, matiz importante), Carlo, en el caso de la de Sonny, y uno de los
guardaespaldas de Michael, en el de Apollonia.
En la reunión con el resto de familias, con naranjas y vino
en la mesa, Vito Corleone reivindicará el juego, la prostitución y el alcohol
como negocios aunque estén condenados por la Iglesia Católica, por encima de
las drogas. Algo sumamente divertido e irónico.
“Cierto que puede presentar factura por el servicio, después
de todo no somos comunistas.”
Vito cederá y prestará su apoyo político y judicial al resto
de familias, al que se negó en principio, para el negocio de la droga. Durante
el debate se oirán comentarios racistas. La escena está rodada con travellings
que presentan a los intervinientes y en los planos fijos desde el punto de
vista de Vito. Así veremos a Barzini y Tattaglia entre otros, pero el principal
sigue siendo Vito, como reseña la mencionada puesta en escena. Además Coppola
volverá a incluir los planos generales en medio de la escena. Precisión
clásica.
La reunión concluirá con un abrazo, en plano general, tras
la renuncia a la venganza y la amenaza de Vito si alguien vuelve a tocar a su
familia. Brando se come la escena, se come todo, cuando se levanta, digno, ante
todos los presentes.
“No perdonaría”.”Juro solemnemente, por la salvación de mis
nietos, que no seré yo el que rompa la paz que hemos concertado aquí”. Pero
nadie dijo nada de Michael…
Michael volverá a América, su intención será recuperar a Kay, una mera sustituta de Apollonia, a quien no olvidará. Una muestra más de su escalofriante frialdad. Difusos sentimientos, calculador. Será un gran padrino. Su paseo con Kay, que cuidaba a sus alumnos, recordará, otro paralelismo, al que le vimos dar con la siciliana, con cortejo escolta incluido. Michael sabe tocar la fibra sensible de Kay, un manipulador nato. En ese paseo veremos como un niño montado en bicicleta y con un perro se cruza con la pareja. Coppola contrapone así la inocencia, esa que perdió Michael, inconsciente de lo que le rodea, con la perversión de lo que representa el propio Michael en ese momento. El director salpica la película de este tipo de estampas. En este sentido, Kay recordará las palabras que dijo Michael sobre las diferencias que tenía él con respecto a su familia. Su ingenuidad y enamoramiento la impulsarán a creerle cuando diga que su padre es sólo un hombre poderoso más. Una escena y una película con magníficos diálogos.
El momento en el que Michel, vestido de negro, mete a Kay en
el coche, acentuado por la música, es realmente terrorífico, como un vampiro
seduciendo a su víctima, introducida y atrapada en un mundo sin salida.
Se ha dicho en muchas ocasiones que “El Padrino” es una de
las mejores películas shakespearianas de la historia, o la mejor, y eso sin
estar basada en ninguna de sus obras de forma directa. Esto es radicalmente
cierto, “El Padrino” es una cinta eminentemente shakespeariana, una tragedia griega,
tanto en su concepción, como en su trama y fondo.
El momento en el que Michael se convierte en el nuevo jefe
es perfecto para comentar la influencia de Shakespeare en la cinta, así como
muchas otras.
Son muchas las tragedias y dramas shakespearianos los que
vienen a la cabeza al ver “El Padrino” por uno u otro motivo. Personajes, ideas
o tramas tienen paralelismos con algunas de las grandes obras de genial
dramaturgo inglés. Del mismo modo que la forma de planificar y contar la
historia.
“El Rey Lear” viene enseguida a la cabeza con esa saga
familiar y su sucesión, sus reflexiones sobre el poder y la ambición, sobre la
vejez y el relevo… De alguna forma Michael empieza siendo una Cornelia para
Vito-Lear, que acaba pervertida.
Del mismo modo Michael es una especie de Príncipe Hal (“Enrique
IV”, “Enrique V”) a la inversa, de la inocencia pasará a la corrupción, la
perversión, pero como aquel aprenderá a ser un gran líder. Del mismo modo la
evolución en el poder, su firmeza, nos llevan a “Enrique V”, por ejemplo.
Toda la idea de los asuntos mafiosos nos trae a la cabeza de
forma clara “El mercader de Venecia”, la concepción mafiosa y sin escrúpulos.
El arte de la manipulación y la mentira, muy dado en los
dramas y tragedias shakespearianos, nos pueden remitir de forma especial a
“Othello” o incluso “Macbeth”, si bien nos falta una mujer fatal.
El carácter despiadado de Michael, sin la más mínima
compasión, lo emparentan de forma clara con “Ricardo III” o “Macbeth”, aunque
su origen sea distinto. El arribismo y la obsesión por el poder, también son
temas parejos a estas obras.
La crueldad, la muerte de los hijos, la venganza, la violencia
desmedida… nos llevan de cabeza a “Tito Andrónico”.
La idea de la lucha por el poder, de conspiración contra un
líder, aparece en “Julio César”. De igual forma César, en esta obra, no será el
centro de la acción, tampoco lo será Vito.
La traición, la usurpación, el poder degradante, pervertido,
la familia y su sucesión… son temas que aparecen a menudo en la obra de
Shakespeare. Del mismo modo muchos de los temas citados para una obra son
extensibles a otras, como es lógico.
Hay más influencias, el personaje de Michael parece salido
de “El Príncipe” de Maquiavelo. "Fausto" también está presente, en esa concepción
de la mafia y los favores. La mafia como Mefistófeles. Drácula e incluso
Frankenstein se distinguen en distintos momentos.
Cinematográficamente es evidente que “El Padrino” recoge
toda la herencia del cine de gangsters y cine negro clásico, todo ello
personificado en muchas de las películas y directores que he citado anteriormente. Es fácil ver
paralelismos con Raoul Walsh y “Los violentos años veinte” (1939) o con Akira
Kurosawa y su “Los canallas duermen en paz” (1960), a quien homenajea en la
primera secuencia, la de la boda, dos de sus cineastas favoritos. Directores
como Renoir, Eisenstein, Bresson o Antonioni, han influido enormemente en
Coppola, de hecho el ritmo lento tan característico de su cine, y que tanto le
gusta, es influencia de estos dos últimos, como el propio Coppola ha
reconocido. Cassavetes también puede aparecer por ahí, con su estilo personal
de tratar las relaciones que tanto influyó en los 70. Es posible ver
paralelismos con Luchino Visconti en su retrato de una saga familiar.
La escena de la sucesión es sencillamente magistral. Se
inicia con Brando mirando una pecera, dedicado por tanto más al ocio. Su
vestuario ha cambiado, ahora es mucho más informal, y cederá la decisión sobre
la creación de una nueva familia, pedida por Tessio y Clemenza, a Michael. De
nuevo tendremos el plano general una vez avanzada la escena. Vito es una
presencia esencial, incluso aunque haya delegado el poder. Es un hombre de
palabra, recto. Su figura es básica para ese traspaso de poderes.
Michael se mostrará duro e inflexible, debe situar esa
coraza al ponerse al frente de todo. Dejará fuera a Tom y situará a Carlo como
mano derecha. Él y su padre saben el verdadero plan, que satisfará
finalmente a Tom pero no a Carlo, que no sabe lo que le espera. Está todo
pensado. Tras tomar estas decisiones Michael se sentará por primera vez en el
asiento de padrino.
Vito, en esa magistral puesta en escena coppoliana, modera,
deambula por la estancia, como un espíritu, como lo que es, un líder en la
sombra. Para deleitarse con cada movimiento de los actores y cambios de plano.
Dedicada a Culé1899, autor del blog http://newagecule.blogspot.com.es/
Apreciado señor Mrsambo,
ResponderEliminarDeseo en primer lugar hacerle llegar mi felicitación y agradecimiento por su espléndido blog de cine y música, en el que nos regala críticas de enorme valor cultural .
El motivo de mi carta es hacerle llegar de modo OFICIAL mi deseo de que considere la posibilidad de una crítica al largometraje de animación “Ratatouille”. Se trata de un film que jamás ha despertado en mí el menor interés; no obstante, estimo que una crítica sobre él contribuiría a enriquecer cualitativamente el apartado de cine de animación de su blog, a la vista del éxito de sus disertaciones sobre la saga "Toy Story".
Me sirvo también de la presente para rogarle me ponga a los pies de su señora.
Reciba un cordial saludo
Sabbath9
Muchas gracias señor Sabbath9, se aprecian sus palabras jajaja.
EliminarLo tendré en cuanta, pero no tendré prisa ya que no tiene precisamente pasión por esa película, con su permiso jejeje. he ido poniendo cintas de animación, pero siempre hay muchas de calidad para ampliar la lista.
Un abrazo y recuerdos para su señora.
Lo único que me consuela un poco del hecho de que sólo falte una parte es que lo puedo releer…
ResponderEliminarMe ha gustado que pongas en paraleli a Shakespeare y esta peli. De hecho, el bueno de Will habló del alma humana como pocos.
Como los clásicos grecolatinos. Si buscáramos, habría trazos de ellos en El Padrino.
Al fin y al cabo, a partir de un guión, de una historia, podemos contemplar nuestra realidad como humanos. Para bien y para mal.
En ese sentido, creo que ésta es una película muy completa.
Y tú un gran analista.
Un beso, sensei.
Muchas gracias Reina, el paralelismo era obligado y, como dices, ampliable, como también comento, a las obras griegas y también romanas. El entramado que logra Shakespeare en sus obras es muy reconocible en esta obra maestra.
EliminarEs un peliculón.
Un beso.
Solo una sugerencia...aunque igual ya lo has hecho....recomendable ver la segunda parte....en mi opinión la mejor de todas con diferencia en V.O o....si tienes esa posibilidad en italiano....se te ponen los pelos de punta....parece otra película.
ResponderEliminarbesos!!
Buena sugerencia, Sara. Gracias :))
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