El magnífico y veterano John Carpenter, un director de
extraordinario estilo clásico que nos ha dejado innumerables momentos de placer
cinéfilo, que además como director clásico que es, ha centrado la mayor parte
de su filmografía en unos géneros muy concretos, el terror y la ciencia
ficción, nos regala otra magnífica cinta de entretenimiento puro y crítica
política.
Una película de gran pulso narrativo, que va de más a menos
y no se corta a la hora de criticar la política de Reagan y el auge del
capitalismo con una trama tan simple e ingenua como fascinante.
Nada está en paro, una víctima más de la crisis que asola
Estados Unidos. Conseguirá un empleo en la construcción y en el poblado de
chabolas de los trabajadores descubrirá que nada es lo que parece en esa
acomodada sociedad.
La presentación del protagonista, Nada (Roddy Piper), es
magnífica, apareciendo repentinamente detrás de un tren que pasa, en medio de
las vías. Una persona cualquiera, que viene de un sitio cualquiera, un anónimo
con el que Carpenter nos identifica de esa brillante manera. En su vagabundear,
Carpenter irá mostrando sus cartas. Contrastará rascacielos y calles
concurridas con lugares donde la miseria y el desempleo predominan, debido a la
crisis económica. Rascacielos y chabolas. Nuestro protagonista se refugiará en
uno de esos poblados humildes.
Carpenter, autor del guión también, irá introduciendo cebos
en la narración que van creando la atmósfera de inquietud pretendida.
Presagios, un cura advirtiendo sobre el control que alguien ejerce sobre la
sociedad, sobre los pobres desgraciados, dominando a los ricos y los poderosos…
Las televisiones.
La televisión es uno de los objetos claves de la cinta y de
la narración. Carpenter hace un magistral uso de los objetos para contar su
historia, con una sencillez inaudita se vale de ellos para vertebrar todas las situaciones. Unas gafas, televisiones, relojes…
Las televisiones le sirven al director para lanzar muchos de
los aspectos de la tesis que mantiene, la alienación social pretendida desde las
jerarquías de poder, un instrumento para aborregar a las masas, veremos
multitud de ellas, pero la clave está en lo que transmiten.
Multitud de aparatos de televisión que parecen hipnotizar a
los espectadores, buscan su control y pérdida de identidad, con imágenes
idealizadas del modo de vida americano, como las que vemos al inicio.
En otros momentos veremos como en los programas se hacen
apologías sobre la fama, el ser famoso como objetivo primordial.
Posteriormente las televisiones se convertirán en delatoras,
pasarán de retransmitir frivolidades superficiales a difundir el rostro de Nada
por todos lados, el manejo de los medios de comunicación como manipuladores
sociales sigue su curso.
Del mismo modo que se usa la televisión para adoctrinar, la
resistencia la usará para lanzar su mensaje avisando de la manipulación global.
La televisión como el medio de comunicación más poderoso y alienante.
Una antena de televisión es la que emite la señal que
provoca el engaño, que no se vea la verdad de las cosas, el verdadero aspecto
de los seres extraterrestres que nos invaden y conviven con nosotros, de los
mensajes subliminales que nos inundan.
“La ley del dinero”.
Carpenter pretende narrar su historia como una evolución del
personaje, bien es cierto que de forma muy esquemática y básica. Comenzará
siendo un idealista que cree en América, en el sueño americano, pero tras
encontrar unas gafas y descubrir gracias a ellas el oscuro secreto que se
esconde detrás de esa sociedad se irá desengañando.
En el poblado al que le lleva su amigo Frank, Keith David,
descubrirá que allí se esconde la resistencia y que el aparentemente alocado
cura que vio lanzando soflamas pertenece a ellos.
Esta primera parte de la película es realmente brillante y
Carpenter demuestra toda su sabiduría clásica como narrador, manejando los
tempos, modulando la tensión y añadiendo poco a poco, gradualmente, elementos
inquietantes, con total naturalidad y sencillez. Un comportamiento extraño,
interferencias televisivas, cebos, una redada, una huida…
Esto no impide que recurra a los clásicos sustos de este
tipo de cintas, como la aparición del ciego cura mientras Nada investiga en la
iglesia.
Los ojos.
Del mismo modo que las televisiones son importantes, los ojos,
la mirada y todo lo que tiene que ver con ellos será básico. Mirar y no ver.
Así tendremos que el visionario cura en realidad es ciego, como Tiresias. El
protagonista usará unos prismáticos que le introducirán en los extraños
acontecimientos al vigilar lo que sucede en la iglesia. Las gafas que se
encuentra por azar le descubrirán la verdad, el verdadero mundo oculto. Con
esas gafas comprobará que todo lo que ve es falso, una máscara con la que unos seres
pretenden manipular, domar y alienar a la sociedad.
Con esas gafas verá el mundo en blanco y negro y los
mensajes subliminales para controlarnos, al quitárselas apreciará la idílica
mascarada a color. Todo por la señal que se envía desde un canal de televisión,
causa del engaño.
Las gafas tornarán en lentillas, más moderno todo, para
facilitar las cosas. Todo esto da un excelente juego cinematográfico y visual
en el uso del blanco y negro y el punto de vista.
Frank, como Nada, no querrá problemas, tan sólo dedicarse a
lo suyo, hará una apología de la mediocridad, mostrando que ha mamado y asumido
el mensaje subliminal de esos seres.
En la redada tendremos otro brillante detalle de puesta en
escena. Los agentes serán mostrados como un todo, sin individualizar, personas sin rostro cubiertas por cascos, un todo abstracto. Un grupo actuando como uno
solo. Esta redada impulsará al protagonista a unirse a la resistencia, que ha
quedado casi destruida.
La escena donde Nada (Piper), descubre todo y va paseando
por las calles, no sólo descubriendo los mensajes subliminales sino a esos seres
que conviven con ellos, es la más notable de la película, un extraordinario giro
de guión.
Mensajes que tienen la intención de domar y dominar, de
dormir, anestesiar, a la sociedad. Objetivo alienar. Una realidad en blanco y negro. Una falsa realidad
manipulada. La vida desde otro punto de vista. Un terrorífico descubrimiento.
“Obedeced”, “Casaos y reproducíos”, “No penséis”,
“Consumid”, “Mirad T.V”, “Confórmate”, “Comprad”, “Someteos”, “Dormid”, “No cuestionéis
la autoridad”, “No a la imaginación”, “Este es tu dios (el dinero)”…
Las terroríficas calaveras andantes parecen actuar como una
comuna, los emparenta con la policía, un grupo que forma un todo, con rostros
difícilmente individualizables. La cualidad de que dotan las gafas a nuestro
protagonista provoca una confrontación con unos policías y que acabe convertido
en un justiciero clandestino. En su huida se encontrará con Holly, Meg Foster,
una chica que se toma su secuestro con una gran tranquilidad… y es que nada es
lo que parece. Un picado anunciará el ataque de la chica a Nada, que caerá
espectacularmente desde gran altura.
Hay que destacar la música de la película, también compuesta
por Carpenter, que se encarga de casi todo. Una especie de mantra inquietante
muy característico en sus trabajos. También debemos destacar esos pequeños
detalles que demuestran que estamos ante un gran narrador, veremos dormir a
nuestros protagonista en un lóbrego túnel, solo, en una perfecta imagen que
define su situación y de paso nos muestra el simple hecho de cómo va a
descansar.
Una de las escenas más recordadas, por no decir la más
recordada de toda la película, es la de la recuperación de la caja con las gafas
especiales y la posterior pela con su amigo Frank. Ya vimos que Frank es
conformista y no quiere saber nada, como era Nada hasta su descubrimiento, el
paso de la abstracción al compromiso es doloroso, de ahí la larguísima,
interminable pelea. Una dura catarsis para comenzar a ver la realidad que lo
rodea. Roddy Piper es un afamado luchador de wrestling, y en esta escena nos
deja algunos detalles de su talento. La pelea tendrá final feliz y unirá a los
dos amigos definitivamente.
La escena se sitúa entre lo genial y lo ridículo y su
interminable duración no puede más que generar una sonrisa. Una pelea que
parece no acabar nunca y nos recuerda a otra memorable, la de “El hombre
tranquilo” (John Ford, 1952).
“Están vivos” resulta una película profundamente urbana,
veremos miseria, calles, rascacielos…
Los personajes no tienen mucha miga, los intentos de
Carpenter por darles más enjundia con conversaciones como la que tienen Nada y
Frank en el hotel quedan débiles a todas luces.
Los amigos se unirán a lo que queda de la resistencia, allí les darán
las lentillas, un paso en la evolución para su comodidad.
Es interesante la mención al comunismo que se hace entre el
grupo de la resistencia en una película que critica tan abiertamente al
capitalismo. Huye explícitamente de esa ideología también.
“Nos están convirtiendo en ricos”.
Carpenter critica cualquier totalitarismo, esa idea del
poder de anular personalidades, anestesiar a la sociedad, en este caso mediante
el capitalismo, al cual ve como un totalitarismo encubierto. Invasores
inversores.
“Somos el símbolo del capitalismo”.
La parte final es de más acción, la huida de la base de la
resistencia, que es aniquilada, la visita de los amigos mediante el reloj que
usan los invasores para teletransportarse a la base extraterrestre y la
destrucción, con giro final en el personaje de Holly, de la cadena y antena
televisiva. Riesgo, traición…éxito. Carpenter acaba la película de forma brusca
con una magnífica y brillante escena, donde, una vez desmantelada la señal que
camuflaba la realidad, todos ven a esas criaturas con su verdadera forma.
Una crítica explícita a la América de Reagan, a su política y
al capitalismo desatado con una metáfora tremendamente sencilla y efectiva. Una
cinta muy entretenida que, en esta ocasión quizá sí tendría un buen remake…
Roddy Piper hace lo que puede en un papel poco exigente, pero un Kurt Russell,
actor habitual del director, seguramente hubiera sido más adecuado.
La película va de más a menos, todo el planteamiento y
descubrimiento paulatino por parte del protagonista, al mismo tiempo que
nosotros, de lo que realmente sucede es
excelente. Luego la cosa va decayendo y haciéndose más previsible y
convencional. Otro de los defectos está en el exceso de subrayado sobre la
tesis anticapitalista, tremendamente redundante.
Un cinta de ciencia ficción encantadora pero sin
genialidades.
Qué película más desazonadora, no?
ResponderEliminarReagan, you mean. Mal actor y peor presi.
Es una pena q la peli no sea muy buena. La idea es muy interesante.
Gracias Sambo!
(Esperando el gran momento d El Padrino!!!)
Bss
Bueno, Regan es uno de los presis mejor valorados por los americanos, hubiera salido reelegido por tercera vez incluso, aunque a Carpenter no le gusta jajaja.
ResponderEliminarEstá muy bien para pasar el rato.
No sé si meterla esta semana o la siguiente.... Ya veremosss
Buenas.
ResponderEliminarViene perfecto para el título de la película jaja. Me refiero al libro de mi hermano, recientemente publicado por Ediciones Acontracorriente. Sambo, con permiso pongo un enlacito a Amazon. TAmbién puede encontrarse en la propia editorial, en Google y en FNAC.
Se trata de 'Gente muerta', de Juan González Mesa. El joío escribe muy bien.
http://www.amazon.es/Gente-Muerta-ebook/dp/B00AU7BTAS
Muchas gracias.
Y prometo que ha sido casualidad. Me he dicho: voy a espamear un poquito en casa Sambo y, cuando entro, me encuentro con Están vivos jaja
ResponderEliminarEstaba con otra cuenta y no ha salido mi avatar. Creo que ahora sí
ResponderEliminarPor cierto, sé cuando entras, me sale alguien de San Fernanado y salvo cuando está mi prima allí, sueles ser tú jajaja
EliminarJajaja Osiris ya sabes que puedes hacer spam lo que quieras, y como vuelvas a pedir permiso te zurro.
ResponderEliminarA ver si me pillo el libro...
Hombre si que ha sido casualidad pero viene perfecto. Sales más guapo con avatar.
Con el ojo salgo mejor, es cierto. En casa Eddie he dicho que está feo que lo recomiende, pero la verdad es que está muy bien. Le da un meneo al género de fantasmas que no veas. Y muy bien escrito.
ResponderEliminarMe lo pillaré para que me lo firméis y pueda presumir jajaja
ResponderEliminarTodavía no está en papel (puede que lo saquen próximamente), pero ya nos inventaremos una dedicatoria digital :)
ResponderEliminarHola amigo. Hoy te cito en mi crítica de www.arqueocinema.com
ResponderEliminarQuería saber si te gustaría participar en un grupo que hemos creado en facebook para los blogueros de cine. No es para hacer críticas, sino para participar y compartir lo que nos apatezca.
Te dejo mi página de facebook, porque me tienes que agregar para que yo te meta en el grupo:
http://www.facebook.com/felix.r.casado?ref=tn_tnmn
Un saludo
Muchas gracias Félix, un honor que me cites. Acabo de leer el artículo y las distintas visiones.
ResponderEliminarIntentaré participar, aunque no uso mucho FACEBOOK le pediré colaboración a mi prima, que ella lo maneja bien jeje.
Un saludo.