viernes, 18 de enero de 2013

Crítica: ESTÁN VIVOS (1988)

JOHN CARPENTER










El magnífico y veterano John Carpenter, un director de extraordinario estilo clásico que nos ha dejado innumerables momentos de placer cinéfilo, que además como director clásico que es, ha centrado la mayor parte de su filmografía en unos géneros muy concretos, el terror y la ciencia ficción, nos regala otra magnífica cinta de entretenimiento puro y crítica política.

Una película de gran pulso narrativo, que va de más a menos y no se corta a la hora de criticar la política de Reagan y el auge del capitalismo con una trama tan simple e ingenua como fascinante.



Nada está en paro, una víctima más de la crisis que asola Estados Unidos. Conseguirá un empleo en la construcción y en el poblado de chabolas de los trabajadores descubrirá que nada es lo que parece en esa acomodada sociedad.

La presentación del protagonista, Nada (Roddy Piper), es magnífica, apareciendo repentinamente detrás de un tren que pasa, en medio de las vías. Una persona cualquiera, que viene de un sitio cualquiera, un anónimo con el que Carpenter nos identifica de esa brillante manera. En su vagabundear, Carpenter irá mostrando sus cartas. Contrastará rascacielos y calles concurridas con lugares donde la miseria y el desempleo predominan, debido a la crisis económica. Rascacielos y chabolas. Nuestro protagonista se refugiará en uno de esos poblados humildes.

Carpenter, autor del guión también, irá introduciendo cebos en la narración que van creando la atmósfera de inquietud pretendida. Presagios, un cura advirtiendo sobre el control que alguien ejerce sobre la sociedad, sobre los pobres desgraciados, dominando a los ricos y los poderosos…





Las televisiones.

La televisión es uno de los objetos claves de la cinta y de la narración. Carpenter hace un magistral uso de los objetos para contar su historia, con una sencillez inaudita se vale de ellos para vertebrar todas las situaciones. Unas gafas, televisiones, relojes…


Las televisiones le sirven al director para lanzar muchos de los aspectos de la tesis que mantiene, la alienación social pretendida desde las jerarquías de poder, un instrumento para aborregar a las masas, veremos multitud de ellas, pero la clave está en lo que transmiten.
 
Multitud de aparatos de televisión que parecen hipnotizar a los espectadores, buscan su control y pérdida de identidad, con imágenes idealizadas del modo de vida americano, como las que vemos al inicio. 

En otros momentos veremos como en los programas se hacen apologías sobre la fama, el ser famoso como objetivo primordial.

En otras ocasiones serán programas insustanciales, frivolidades, sobre moda, uñas…

Posteriormente las televisiones se convertirán en delatoras, pasarán de retransmitir frivolidades superficiales a difundir el rostro de Nada por todos lados, el manejo de los medios de comunicación como manipuladores sociales sigue su curso. 

Del mismo modo que se usa la televisión para adoctrinar, la resistencia la usará para lanzar su mensaje avisando de la manipulación global. La televisión como el medio de comunicación más poderoso y alienante.

Una antena de televisión es la que emite la señal que provoca el engaño, que no se vea la verdad de las cosas, el verdadero aspecto de los seres extraterrestres que nos invaden y conviven con nosotros, de los mensajes subliminales que nos inundan.






La ley del dinero”.

Carpenter pretende narrar su historia como una evolución del personaje, bien es cierto que de forma muy esquemática y básica. Comenzará siendo un idealista que cree en América, en el sueño americano, pero tras encontrar unas gafas y descubrir gracias a ellas el oscuro secreto que se esconde detrás de esa sociedad se irá desengañando.



En el poblado al que le lleva su amigo Frank, Keith David, descubrirá que allí se esconde la resistencia y que el aparentemente alocado cura que vio lanzando soflamas pertenece a ellos.

Esta primera parte de la película es realmente brillante y Carpenter demuestra toda su sabiduría clásica como narrador, manejando los tempos, modulando la tensión y añadiendo poco a poco, gradualmente, elementos inquietantes, con total naturalidad y sencillez. Un comportamiento extraño, interferencias televisivas, cebos, una redada, una huida…



Esto no impide que recurra a los clásicos sustos de este tipo de cintas, como la aparición del ciego cura mientras Nada investiga en la iglesia.

Los ojos.

Del mismo modo que las televisiones son importantes, los ojos, la mirada y todo lo que tiene que ver con ellos será básico. Mirar y no ver. Así tendremos que el visionario cura en realidad es ciego, como Tiresias. El protagonista usará unos prismáticos que le introducirán en los extraños acontecimientos al vigilar lo que sucede en la iglesia. Las gafas que se encuentra por azar le descubrirán la verdad, el verdadero mundo oculto. Con esas gafas comprobará que todo lo que ve es falso, una máscara con la que unos seres pretenden manipular, domar y alienar a la sociedad.




Con esas gafas verá el mundo en blanco y negro y los mensajes subliminales para controlarnos, al quitárselas apreciará la idílica mascarada a color. Todo por la señal que se envía desde un canal de televisión, causa del engaño.

Las gafas tornarán en lentillas, más moderno todo, para facilitar las cosas. Todo esto da un excelente juego cinematográfico y visual en el uso del blanco y negro y el punto de vista.



Frank, como Nada, no querrá problemas, tan sólo dedicarse a lo suyo, hará una apología de la mediocridad, mostrando que ha mamado y asumido el mensaje subliminal de esos seres.

En la redada tendremos otro brillante detalle de puesta en escena. Los agentes serán mostrados como un todo, sin individualizar, personas sin rostro cubiertas por cascos, un todo abstracto. Un grupo actuando como uno solo. Esta redada impulsará al protagonista a unirse a la resistencia, que ha quedado casi destruida.

La escena donde Nada (Piper), descubre todo y va paseando por las calles, no sólo descubriendo los mensajes subliminales sino a esos seres que conviven con ellos, es la más notable de la película, un extraordinario giro de guión.





Mensajes que tienen la intención de domar y dominar, de dormir, anestesiar, a la sociedad. Objetivo alienar.  Una realidad en blanco y negro. Una falsa realidad manipulada. La vida desde otro punto de vista. Un terrorífico descubrimiento.

Obedeced”, “Casaos y reproducíos”, “No penséis”, “Consumid”, “Mirad T.V”, “Confórmate”, “Comprad”, “Someteos”, “Dormid”, “No cuestionéis la autoridad”, “No a la imaginación”, “Este es tu dios (el dinero)”…



Las terroríficas calaveras andantes parecen actuar como una comuna, los emparenta con la policía, un grupo que forma un todo, con rostros difícilmente individualizables. La cualidad de que dotan las gafas a nuestro protagonista provoca una confrontación con unos policías y que acabe convertido en un justiciero clandestino. En su huida se encontrará con Holly, Meg Foster, una chica que se toma su secuestro con una gran tranquilidad… y es que nada es lo que parece. Un picado anunciará el ataque de la chica a Nada, que caerá espectacularmente desde gran altura.



Hay que destacar la música de la película, también compuesta por Carpenter, que se encarga de casi todo. Una especie de mantra inquietante muy característico en sus trabajos. También debemos destacar esos pequeños detalles que demuestran que estamos ante un gran narrador, veremos dormir a nuestros protagonista en un lóbrego túnel, solo, en una perfecta imagen que define su situación y de paso nos muestra el simple hecho de cómo va a descansar.




Una de las escenas más recordadas, por no decir la más recordada de toda la película, es la de la recuperación de la caja con las gafas especiales y la posterior pela con su amigo Frank. Ya vimos que Frank es conformista y no quiere saber nada, como era Nada hasta su descubrimiento, el paso de la abstracción al compromiso es doloroso, de ahí la larguísima, interminable pelea. Una dura catarsis para comenzar a ver la realidad que lo rodea. Roddy Piper es un afamado luchador de wrestling, y en esta escena nos deja algunos detalles de su talento. La pelea tendrá final feliz y unirá a los dos amigos definitivamente.




La escena se sitúa entre lo genial y lo ridículo y su interminable duración no puede más que generar una sonrisa. Una pelea que parece no acabar nunca y nos recuerda a otra memorable, la de “El hombre tranquilo” (John Ford, 1952).

Están vivos” resulta una película profundamente urbana, veremos miseria, calles, rascacielos…

Los personajes no tienen mucha miga, los intentos de Carpenter por darles más enjundia con conversaciones como la que tienen Nada y Frank en el hotel quedan débiles a todas luces.  Los amigos se unirán a lo que queda de la resistencia, allí les darán las lentillas, un paso en la evolución para su comodidad.





Es interesante la mención al comunismo que se hace entre el grupo de la resistencia en una película que critica tan abiertamente al capitalismo. Huye explícitamente de esa ideología también.

Nos están convirtiendo en ricos”.






Carpenter critica cualquier totalitarismo, esa idea del poder de anular personalidades, anestesiar a la sociedad, en este caso mediante el capitalismo, al cual ve como un totalitarismo encubierto. Invasores inversores.

Somos el símbolo del capitalismo”.

La parte final es de más acción, la huida de la base de la resistencia, que es aniquilada, la visita de los amigos mediante el reloj que usan los invasores para teletransportarse a la base extraterrestre y la destrucción, con giro final en el personaje de Holly, de la cadena y antena televisiva. Riesgo, traición…éxito. Carpenter acaba la película de forma brusca con una magnífica y brillante escena, donde, una vez desmantelada la señal que camuflaba la realidad, todos ven a esas criaturas con su verdadera forma.



Una crítica explícita a la América de Reagan, a su política y al capitalismo desatado con una metáfora tremendamente sencilla y efectiva. Una cinta muy entretenida que, en esta ocasión quizá sí tendría un buen remake… Roddy Piper hace lo que puede en un papel poco exigente, pero un Kurt Russell, actor habitual del director, seguramente hubiera sido más adecuado.

La película va de más a menos, todo el planteamiento y descubrimiento paulatino por parte del protagonista, al mismo tiempo que nosotros, de lo que realmente sucede es excelente. Luego la cosa va decayendo y haciéndose más previsible y convencional. Otro de los defectos está en el exceso de subrayado sobre la tesis anticapitalista, tremendamente redundante.




Un cinta de ciencia ficción encantadora pero sin genialidades.







12 comentarios:

  1. Qué película más desazonadora, no?

    Reagan, you mean. Mal actor y peor presi.

    Es una pena q la peli no sea muy buena. La idea es muy interesante.

    Gracias Sambo!

    (Esperando el gran momento d El Padrino!!!)

    Bss

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  2. Bueno, Regan es uno de los presis mejor valorados por los americanos, hubiera salido reelegido por tercera vez incluso, aunque a Carpenter no le gusta jajaja.

    Está muy bien para pasar el rato.

    No sé si meterla esta semana o la siguiente.... Ya veremosss

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  3. Buenas.

    Viene perfecto para el título de la película jaja. Me refiero al libro de mi hermano, recientemente publicado por Ediciones Acontracorriente. Sambo, con permiso pongo un enlacito a Amazon. TAmbién puede encontrarse en la propia editorial, en Google y en FNAC.

    Se trata de 'Gente muerta', de Juan González Mesa. El joío escribe muy bien.

    http://www.amazon.es/Gente-Muerta-ebook/dp/B00AU7BTAS

    Muchas gracias.

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  4. Y prometo que ha sido casualidad. Me he dicho: voy a espamear un poquito en casa Sambo y, cuando entro, me encuentro con Están vivos jaja

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  5. Estaba con otra cuenta y no ha salido mi avatar. Creo que ahora sí

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    1. Por cierto, sé cuando entras, me sale alguien de San Fernanado y salvo cuando está mi prima allí, sueles ser tú jajaja

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  6. Jajaja Osiris ya sabes que puedes hacer spam lo que quieras, y como vuelvas a pedir permiso te zurro.

    A ver si me pillo el libro...

    Hombre si que ha sido casualidad pero viene perfecto. Sales más guapo con avatar.

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  7. Con el ojo salgo mejor, es cierto. En casa Eddie he dicho que está feo que lo recomiende, pero la verdad es que está muy bien. Le da un meneo al género de fantasmas que no veas. Y muy bien escrito.

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  8. Me lo pillaré para que me lo firméis y pueda presumir jajaja

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  9. Todavía no está en papel (puede que lo saquen próximamente), pero ya nos inventaremos una dedicatoria digital :)

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  10. Hola amigo. Hoy te cito en mi crítica de www.arqueocinema.com

    Quería saber si te gustaría participar en un grupo que hemos creado en facebook para los blogueros de cine. No es para hacer críticas, sino para participar y compartir lo que nos apatezca.

    Te dejo mi página de facebook, porque me tienes que agregar para que yo te meta en el grupo:

    http://www.facebook.com/felix.r.casado?ref=tn_tnmn

    Un saludo

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  11. Muchas gracias Félix, un honor que me cites. Acabo de leer el artículo y las distintas visiones.

    Intentaré participar, aunque no uso mucho FACEBOOK le pediré colaboración a mi prima, que ella lo maneja bien jeje.

    Un saludo.

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