El 14 de Abril de 2009 moría de un infarto Gregg Fulkerson,
el magnífico líder y cantante de los imprescindibles Blue Tears. Noticia
desoladora para los amantes del Rock melódico habida cuenta de que Fulkerson
nos regaló uno de esos proyectos que están en el Olimpo del género.
Blue Tears fue una banda tardía de Hard Rock melódico, su
único disco, de 1990, fue un relativo y fugaz éxito, el Grunge empezó a
invadirlo todo. A pesar de ello ese único trabajo pasó inmediatamente a
convertirse en disco de culto y Blue Tears en banda referencia por todos los
amantes del Rock melódico. Poco importa que el grupo no innovase nada en
especial, estaba inmerso en la tendencia que se llevaba en aquella época, pero
la descomunal calidad de su trabajo, primo hermano o hermano de sangre en
cuanto a estilo y tipo de música de los Bon Jovi o los Def Leppard, los situó
como uno de los grupos imprescindibles.
Como ocurrió con tantos grupos llegados los 90 su estilo no
tenía sitio y desaparecieron del mapa excepto para los seguidores más fieles,
que nunca los olvidaron. Posteriormente se filtraron muchos temas de lo que iba
a ser su segundo álbum, de 1992, y que hubiera seguido una misma senda de
excelente calidad (fueron dos álbumes los que lanzaron en 2005, “Mad, Bad and
Dangerous” y “Dancin’On The Back Streets”). Los seguidores pudieron saciar así
si la sed de material nuevo y además con todo el feeling y sonido de los 80.
Varios discos con maquetas y material de este tipo se pudieron conseguir hasta que
en 2006, Fulkerson y los suyos, sacaron un nuevo álbum de Blue Tears, “The
Innocent Ones”, con un sonido más moderno y que hacía recordar, guardando las
distancias, a este proyecto que nos ocupa, Attraction 65.
En 2003, por el contrario, los amantes de la buena música recibieron
con satisfacción la noticia de un nuevo proyecto de Fulkerson. Había expectación, se sabía que sería minoritario y sólo para los
aficionados al Rock melódico, pero la cosa no defraudó. Si bien el sonido se
aleja claramente de lo que hiciera Blue Tears en los 80 (incluso la voz de
Fulkerson suena distinta), con una producción muy actualizada y temas que
sonaban en la línea de las nuevas
tendencias, las influencias y composición de la mayoría nos llevaban también a
los 80 en no pocas ocasiones, sobre todo en lo que se refiere a la influencia
de los Jovi.
Un proyecto muy sorprendente y que se alejaba de lo que se
hacía en el Rock melódico, con una gran variedad de influencias y un estilo muy personal y reconocible. Un
disco que tiene de todo un poco, temas rockeros, medios tiempo y lentos (que
son de los que más hay). Predominan las melodías, muy conseguidas y variadas,
los matices, el gusto por lo acústico y la progresión estructural, especialmente
en los temas lentos.
Bon Jovi, Bruce Sprinsteen, U2, Nickelback, el Modern Rock
de la época… son influencias apreciables en este magnífico trabajo. Una gran
mezcla.
Recuerdo que compré el disco sin haber oído nada y la
sorpresa fue mayúscula. Aunque las influencias son reconocibles y algunos de
los temas han sido adaptados de las maquetas que Fulkerson tenía para otros
trabajos con Blue Tears, el disco sonaba actual y original. Calidad por los
cuatro costados. “Call My Name”, “Strong” y “Storm In My Heart” entre esas maquetas mencionadas.
Fue sin duda uno de los discos de su año, de mis preferidos,
y aunque tampoco obtuvo, como era de esperar, el reconocimiento que merecía
todos los temas son excepcionales. Todos ellos desprenden autenticidad y
raigambre clásica, algo que se aprecia menos en los más modernillos, pero la
sensación final es esa, sobre todo por lo bien que se combinan todos los
elementos, el uso de lo acústico, la grave voz de Fulkerson y el sentimiento de
las composiciones. Un disco que suena fresco y actual en todo momento. De hecho
si algo podemos destacar del disco son sus matices, sus variaciones o
transiciones melódicas entre los temas, su uso de los instrumentos en segundo
plano. Matices conseguidos y muy ricos.
Un disco brillante, inspirado y que se aleja de los
estereotipos del género con talentoso acierto. Una autentica joya.
Gregg Fulkerson en la parte vocal, Robert Streets en las
guitarras acústicas, Michael Spears al bajo, Ludo Baccherini en la batería y
Paul Zegelien en el resto de guitarras.
Believe: El primer tema es un Hard Rock contundente y
poderoso, seco y melódico y con la mezcla justa de autenticidad y modernidad.
La batería suena tremendamente desnuda pero se usarán distorsiones vocales en
las estrofas. El perfecto tema y tono para empezar un álbum. Una fuerte
guitarra da comienzo a las hostilidades rockeras, distorsión y potencia. Una
melodía, también de guitarra, surca la canción junto a la entrada de la batería
marcando las pautas en el inicio hasta la entrada de la voz, las distorsiones
perfectamente integradas en dicha melodía. El riff se hace más tradicional
mientras damos paso a la primera estrofa, todo va cambiando hasta que en el
estribillo la mencionada distorsión se elimina y lo oímos en todo su esplendor,
con la dosis justa de melodía y mucha fuerza. Un estribillo con un gran juego
de los coros. La guitarra y su trabajo variadísimo es de lo más destacado del
tema. Reiteramos la estructura, los toques y elementos guitarreros se siguen
sucediendo, sucios, distorsionados, cuidados… Solo de guitarra muy rockero tras
el segundo estribillo con la batería que posee un excelente sonido de caja, todo muy
moderno y clásico a la vez. Transición casi desnuda con el estribillo susurrado
y estallido final sublimado con los coros, improvisaciones vocales sutiles y
todo con mucha fuerza, donde destaca la varonil voz de Fulkerson. La parte
final más lírica con una guitarra de apuntes melódicos y la línea vocal más
alargada y melódica. Un tema muy fresco que puede recordar a Nickelback, Creed
o vagamente a Lenny Kravitz. Ideal para empezar.
Roll On: El segundo tema baja la intensidad y el ritmo,
aunque mantiene el espíritu rockero. Un tema que engarza en cierta medida con
Bruce Springsteen, donde las acústicas llevan la melodía, así como sutiles
coros apoyando las estrofas con mucho
sabor que va desnudando Fulkerson. Entra la batería tras el primer estribillo y
empezamos a ver la clásica estructura en progresión del grupo, que ahora
desbroza estrofas y estribillo con más elementos instrumentales, contundencia e
intensidad, eléctricas suaves, una batería con más ritmo y las acústicas más
rockeras. Un medio tiempo soberbio. Algo así como un Springsteen que se va
convirtiendo en U2. Tras este segundo estribillo transición melódica donde
podemos disfrutar del acompañamiento más lírico del tema. Como de costumbre la
última parte de la canción acaba por todo lo alto, descubriendo todo lo que tiene
sin escrúpulo alguno. Attraction 65 es un grupo que parece querer sugerir, como
en un striptease, ir mostrando poco a poco y cada vez más. Estrofas muy
rockeras con un órgano potente y un estribillo final con más fuerza que nunca.
La voz de Fulkerson es excepcional, mezcla con total maestría su tono grave con
la melodía más acertada. Grandes armonías y melodía. El tema concluye dejándose
llevar por la batería. Muy bueno, desprendiendo autenticidad por todos lados
gracias a esos elementos tan clásicos y una producción que desnuda a la
perfección el sonido de batería más el uso de las acústicas.
In Another Life: Seguramente uno de los temas estrella del álbum. Una balada muy clásica del Modern Rock que hacen los Nickelback, pero con toda
la esencia del grupo y donde se va ganado en fuerza e intensidad de forma
constante. Una melodía perfecta y un magnífico estribillo. Acústicas, la
batería y la grave voz de Fulkerson lo inician, las estrofas van apareciendo y
avanzando hasta el puente, breve, que rompe en un deslumbrante estribillo donde
las poderosas eléctricas aparecen. Una melodía ejemplar y un estribillo
larguísimo, pasional y muy Modern. Las estrofas también son bellas y marcan el
contraste, con su pausa, con respecto al estribillo, que así reluce más
espectacular aún. Fulkerson lo da todo en él. Estrofa muy lírica de transición
que da una mayor intensidad al tema hasta desvanecerse en un parón para recitar,
en susurro y con una sutil acústica, parte del estribillo. El resto del mismo
será en otro estallido de potencia que nos dirigirá hasta el final, donde
aparecerán los coros y los “uooh” imprescindibles. Temazo.
Train: Balada seca con grandes acústicas y un tono
desencantado, pero que contendrá muchísimos matices, como casi todos los temas del
disco, así como cambios de intensidad. Las primeras estrofas son en un tono
suave, descarnado, progresando por las melodías hasta el estribillo, más
duro y épico, donde irrumpen las eléctricas también. Gran composición. Tras el
enérgico momento volvemos a dejar paso a las acústicas que repiten estructura.
El estribillo vuelve a aparecer como revolviéndose de la frustración de las
estrofas, un tema que transmite abatimiento y desesperación. Solo de guitarra
distorsionado. Hay cierto deje a Soundgarden. Tras otra pausa en la intensidad
volvemos al estribillo y la tormenta de guitarra y batería, ahora con el
estribillo aún más intenso como corresponde a la parte final. El tema se
despide como empezó, acurrucándose en las acústicas. Muy buen tema pero con una
melodía algo más oscura.
Stand: Otro tema donde las acústicas tendrán gran importancia.
Bellas estrofas acompañadas por ellas junto a la voz de Fulkerson, muy
americana y casi enraizada en el Country, como en muchos otros temas.
Llegaremos al estribillo con esta desnudez instrumental y cuando lo acabemos
aparecerá la batería, como uniéndose tarde al tema. La progresión sigue su
camino, más instrumentos se van sumando, la intensidad subiendo y en el
estribillo el grupo dejará todo su poder. Tras él, una transición melódica e
instrumental, algo muy característico del grupo. Coros en la nueva estrofa, la
progresión y añadido de elementos no paran, un tema que remite al Country e
incluso al Gospel. La intensidad no ceja y se mantiene durante todo el tema hasta
el final, coros por todos lados acompañando a un Fulkerson cada vez más fiero.
Como en otras ocasiones toda la parafernalia melódica de la que es capaz
Attraction 65 se desvanece casi por completo para despedirnos con una apagada y
triste voz acariciada por unas acústicas.
Rise Above: Volvemos al Rock más movido. Ritmos acelerados y
riffs de guitarras sencillos, en la onda de Kravitz pero con más melodía y
potencia. Las líneas vocales se inician con un acompañamiento de toques funkys
en las guitarras que llegan al puente y al enérgico estribillo, donde los ritmos
de batería se hacen más contundentes y las guitarras más potentes. Fulkerson
dándole intensidad a la parte vocal. Las
transiciones son potentes. La estructura se repite, muy clásica y sencilla, para
llegar de nuevo al estribillo que desemboca en una estrofa de melodía distinta
de acceso al solo de guitarra, casi blusero y desnudo, una gran parte del tema
ésta. Manejo de distorsiones de voz de forma acertada y nada abusiva para
encarar la parte final, donde el Rock puja con fuerza. Un tema corto que se
despide con potencia y ritmos acelerados. Una buena sacudida.
Strong: Uno de los grandes temazos del disco. Una descomunal
balada de progresión perfecta que va cobrando intensidad de forma continua y a la
que se le van añadiendo elementos de forma constante a la preciosa melodía. Un
tema muy en la onda de Springsteen o incluso Bon Jovi, con muchos elementos
acústicos y donde incluso aparecen armónicas, como en el inicio, junto a las
acústicas. Muy americano. Como en muchos de los temas parece que el polvo del
camino, con ese estilo desnudo y algo Country, se limpia en una bella y aromática
brisa melódica. La armónica rasga la melodía y presenta a la voz de Fulkerson,
seca y nostálgica, el eco de una añoranza. Estrofa tras estrofa se sucede esta
reivindicación sobre la fuerza del amor. Puente y estribillo con las acústicas
como único elemento acompañante, aunque más intensas, como la voz en el
estribillo, realmente precioso y emotivo. La armónica nos enlaza con las
siguientes estrofas y comenzamos a añadir elementos, ahora es la batería la que
entra, casi con disimulo, a acompañar las estrofas que nos descubre Fulkerson.
En el estribillo la batería desaparece, pero se añade algún coro sutil y una
mayor riqueza en las guitarras, lo que le da una gran variedad, justo antes del
estallido melódico. Una vez acaba el estribillo una transición melódica con el
acompañamiento instrumental poderoso y reluciente aparece sin previo aviso. Teclados,
eléctricas y una melodía surcada por una guitarra, más las acústicas y la
batería. Estrofa intensísima con Fulkerson dándolo todo como preámbulo de un
nuevo estribillo, que varía sutilmente la melodía para hacerlo aún más intenso.
El placer se hace mayúsculo, armonías relucen sin pausa. Intensidad épica que
se sublima con el grito de Fulkerson y la reentrada de la batería como clímax
final, diálogo de estrofas, coros femeninos esplendorosos, lirismo exacerbado y
emotividad a raudales. Nos despide una triste armónica junto a las acústicas y
algo de percusión, como una despedida a caballo en el lejano oeste. Memorable
final. Soberbia.
Call My
Name: Otro temazo. Son varios los temas del disco que estaban destinados
al segundo álbum del grupo, aquí se les ha eliminado el toque ochentero y se
les ha modernizado, aunque no han perdido un ápice de su calidad. Éste es uno
de ellos, “Strong” y “Storm In My Heart” son otros. Este tema que era puramente
Bon Jovi torna ahora más en U2, aunque ambos referentes son reconocibles.
Guitarra que dibuja la melodía y riff y batería entrecortada inician un tema muy
melódico. Avanzamos con arranques guitarreros en el puente y en el soberano
estribillo, espectacular. Trabajo de sintetizador y melodía perfecta acompañada
de acústicas siempre presentes. Volvemos al estribillo tras repetir,
gustosamente, la estructura, y donde nos complaceremos con los toques de
guitarra melódica. Estrofa de melodía distinta pero igualmente ejemplar que da
paso al estribillo de forma perfecta y sin solución de continuidad. Lirismo exacerbado
y melodía tremendamente adictiva y accesible. Final menos guitarrero que la
original pero muy armónico con esa guitarra que marca la melodía y los “oh oh
oh” de la línea vocal. Fresco y acertado. Otro temazo más.
Storm In My Heart: Guitarra blusera inicial para otro
excepcional tema estructurado de forma progresiva. Un juego de guitarra muy en
la onda de U2 y un sintetizador que eriza el bello de fondo, todo junto a la
rockera y americana voz de Fulkerson por las primeras estrofas. Batería y bajo
que entran, buen juego de los platos, y las omnipresentes acústicas para una
ruptura melódica donde los instrumentos surgen con potencia, especialmente la
guitarra eléctrica. Batería entrecortada y Fulkerson potente haciendo grandes
armonías y redoblándose su propia voz haciendo coros y llegando al estribillo,
que sin ser el más acertado no desmerece nada del soberbio entramado del tema.
Grandes toques ocasionales de teclado en dicho estribillo. Preciosa transición
de guitarra, uno de los clásicos elementos del grupo, gran momento del tema.
La paz vuelve momentáneamente aunque por poco tiempo. La batería rugirá pronto
y tendremos otras estrofas distintas de gran energía y magnífica melodía. El
juego vocal con la voz principal apoyada por otra de fondo, muy sutil, es un
detalle más del mimo y matices de estos temas. Tras el estribillo llegamos a la
parte final, muy épica, con “Ohh ooohs” por todos lados y momentos de gran
belleza e intensidad melódica.
Swept Away: El inicio de este tema ya te enamora, con un
sintetizador y melodía de teclado junto a las acústicas iniciales, casi
apocalípticas y tremendamente dramáticas. Sintetizador “aviolinado”. Otro tema
de estructura progresiva. Pausa para las primeras estrofas y una sugerente y
sensual voz de Fulkerson. La guitarra, poderosa, entra para el puente y no nos
abandona en el estribillo, potenciado con los sintetizadores emulando violines.
Espectacular. Una melodía con cierto tono nostálgico, meloso más que intenso,
una intensidad que la da el ampuloso acompañamiento. Volvemos a la relativa paz
de las nuevas estrofas para encaminarnos, de nuevo, hacia el puente, con un
esplendoroso trabajo de teclados, y al estribillo. Transición con grandes coros
a los que se va añadiendo una acertada guitarra, otra de esas brillantes
transiciones, que darán paso al estribillo con un Fulkerson forzando al máximo.
Matices por todos lados. La parte final vuelve a ser un clímax excelso,
Fulkerson llegando lo más alto posible y la transición melódica, con guitarra y
coros en armonía, guiándonos hasta el final. Grandioso tema.
Eden: Otro espectáculo de tema, aquí la referencia a los U2
es obligada, como lo es destacar la brillantez y cantidad de matices tanto de
éste como de todos los temas del álbum. Un tema de progresión perfecta, desde
el más sutil susurro inicial a la ampulosidad épica de la melodía desbordada en
la parte final. Fulkerson despertando a las primeras estrofas de forma casi
cariñosa, como sin querer molestarlas, mientras lo acompaña un teclado
simplemente. Una caricia continua que se convierte en masaje según avanzamos y
oímos una sutil batería y unas acústicas para guiarnos por puente y estribillo,
preciosos. Llegamos a la segunda fase, estrofas acompañadas esta vez por una
percusión más marcada aunque el tono suave y discreto se sigue manteniendo, un
tono que ya va contrastando con la pulsión de la batería que pretende insinuar
ganas de mayor explicitud. Esto lo vamos viendo a la llegada del segundo puente
y estribillo, donde la batería se hace más marcada, con ritmos parecidos a
muchos de U2, y un sublime trabajo de
violines producido por el sintetizador. Todo va cobrando una mayor intensidad
casi sin darnos cuenta, metiéndonos de lleno en una estrofa de transición que
recita nuevas frases y tiene tiempo para hacer coros a la melodía. Ya nada
puede parar el tema, nueva estrofa, mucho más potente y con el añadido de
guitarras eléctricas, sutiles y perfectamente armonizadas, y un Fulkerson
forzando cada vez más, desgarrando las estrofas y el estribillo. Una melodía
que parece alcanzar su clímax con guitarras que quieren ser protagonistas, con
la batería y su juego de platos deslumbrando y Fulkerson dirigiéndolo todo con
pasión. El tema concluye de forma circular y nos abandona como nos recibió. Un
placer para los oídos. Una joya.
Prisoner: Éste es un tema “oculto”, que aparece tras una
larga pausa después del tema anterior. Un tema rockero y potente en la línea de los más fuertes del
álbum, un pequeño regalo del grupo. Comienzo tranquilo, pero estalla pronto con toda
la fuerza y muy buenos coros. Acertado estribillo, un tema muy directo. Buenas
estrofas y guitarras enérgicas, sencillez pero el peso habitual del grupo,
especialmente radicado en esa poderosa voz de Fulkerson. Tras el segundo
estribillo breve solo de guitarra melódico. Reiteramos estrofas y nos
despediremos con el estribillo. Una buen tema para concluir definitivamente.
Es una joya, muy poco conocida, minoritaria y distinta a los
discos clásicos del género, pero es bastante valorada, justamente. Muy buena
música, de calidad, que extrañará algo al muy purista, pero que deslumbrará al
que se quite prejuicios, al fin y al cabo es Rock Melódico. De lo
mejor de su año. Una debilidad. Muy recomendado.
No les conocía! Y, como dicen en Italia, 'peccatto!!'
ResponderEliminarHe abierto los enlaces y he disfrutado d las canciones. Desde luego, 'In another life' mi favorita. Preciosas guitarras! Y la voz de Fulkerson!! Los puentes entre estrofas, deliciosos.
'Eden' me ha gustado mucho, efectivamente, muy U2 ( una d mis bandas de siempre).
Me encanta la descripción q haces de los temas. Desgranando los detalles con mimo.
Gracias x darme a conocer más grupos. Keep on doin' you're the damned master, sensei!!!
Un besazo, Sambo!!!
Yeaaah, me alegra mucho, sobre todo porque son muy desconocidos. Si te gustan U2 te tenían que gustar.
ResponderEliminarMuy contento Reina. Un besazo.