La apuesta Disney para el 2014 no ha podido salir mejor, una
película con encanto aunque discreta que se ha llevado el Oscar a la mejor
película de animación, aunque había otras superiores. Un film que tiene su
ingenio en el humor y un robot protagonista encantador, entrañable y divertido,
pero a la que le falta enjundia, profundidad, poso y una vuelta de tuerca,
además de un guión más elaborado y depurado, ya que tiene demasiadas fisuras.
Hiro es un crio de 13 años, que ya se ha graduado, y además
un genio de la ciencia, pero parece negarse a sacar partido a ese talento,
focalizándolo en divertimentos intrascendentes. Gracias a su hermano Tadashi
centrará sus miras y comenzará a investigar en el instituto de robótica, donde
trabaja éste y su grupo de amigos, y que está dispuesto a aceptarle. Tras
una tragedia, Hiro y sus nuevos amigos descubren una conspiración y junto al
robot de su hermano Baymax tratarán de descubrirla.
La película rinde explícitamente homenaje al cine de
animación oriental, con robots y aventuras, incluso tragedias, fundiendo ambos
mundos, el americano y el japonés. Así la ciudad donde transcurre la historia
se llama San Fransokyo y su estética remite por igual a los Estados Unidos como
a Japón y el mundo oriental. Incluso los rasgos de los personajes serán una
curiosa fusión. En la casa de la tía de los protagonistas veremos fotos de los
padres con vestuario japonés.
“Big Hero 6” es una cinta de ciencia ficción que presenta
una tecnología sin límites, un tanto flipada.
Tras la detención conoceremos las circunstancias de los
hermanos, sin padres, que viven con una tía que tiene una pastelería. Una tía
amante de las pelis de terror, la veremos viendo una que parece “Frankenstein”
mientras Hiro se escabulle a su espalda. El problema de esto es que la forma en
que se nos informa de todo ello resulta artificiosa y ridícula, forzada desde
los diálogos, poco naturales, donde se ve a la legua que están ahí para informar al espectador, no
como un fluir natural de una conversación. Y es que el guión deja bastante que
desear.
Guión poco trabajado.
El peor defecto, que no es pequeño, de la película, radica
en las inconsistencias, artificios y absurdeces del guión, un trabajo
descuidado, poco elaborado que, sobre todo en la primera parte, hace titubear
la película.
Un ejemplo de este guión descuidado y artificioso lo tenemos en los diálogos, en muchos casos lamentables, ridículos, forzados,
artificiosos, muy torpes, que se hacen evidentes en su función de informar al
espectador, pero no se molestan lo más mínimo en resultar coherentes, naturales
o integrados en la historia y una conversación lógica. Ejemplo: El diálogo entre
los dos hermanos para que nos enteremos de que los padres murieron cuando Hiro
tenía tres años… Información que explica como si no lo supiera ¡a su propio
hermano!
-Tadashi: ¿Qué dirían mama y papá?
-Hiro: No lo sé, murieron cuando yo tenía 3 años…
¿En serio tenemos que oír esto? Pues sí, porque en vez de
elaborar un poco el diálogo o la situación, incluso la puesta en escena, se
suelta la frase a las primeras de cambio para que nos enteremos nosotros, los
espectadores, y santas pascuas…
-Resulta poco creíble que a nuestro protagonista no sólo se
le ocurra la idea de los microbots en una noche, sino que la ejecute con la
misma extrema celeridad… Encima, el geniecillo sin amigos contará con la ayuda
de los amigos del hermano y creará algo inaudito, tanto que parece necesitar
poco la ayuda de un instituto, visto el nivel… Esos nanobots me recuerdan a una
frikada india gigantesca llamada “The robot” (S. Shankar, 2010), con unas
escenas de acción tan desfasadas como alucinantes.
“Lo sencillo”.
La escena al menos es buena, con el "Eye Of The Tiger" de
Survivor y la evolución del proyecto en el garaje de forma acelerada, una
elipsis sutil.
-Se hace evidente muy pronto, por el planteamiento de la cinta, que el hermano de Hiro, Tadashi, tiene que morir, especialmente por el forzado desarrollo de una entrañable relación en la que el mayor es mentor y el pequeño se convertirá en heredero de sus valores. El caso es que la escena de la muerte del hermano es burda, forzada, artificiosa y ridícula, tan previsible como ridículamente exasperante. No ya por el hecho de que decidan no seguir al resto del grupo, lo que hace evidente que algo va a ocurrir, sin motivo alguno para no hacerlo además, sino que todo lo que acontece a continuación resulta estúpido, incluyendo diálogos para justificar acciones posteriores. Escenas muy artificiales, como por ejemplo esa chica que sale a toda prisa tras explotar la bomba en el recinto ferial y que Tadashi aborda para preguntarle si está bien, su contestación diciendo “sí, pero el profesor Callaghan todavía sigue dentro”, sólo tiene la función de obligar al chico a entrar a rescatarlo y así perecer en el intento… De nuevo todo resulta artificial, poco creíble y falto de elaboración. Cuando oí esa frase a la chica pensé: “¿Está diciendo en serio lo que he oído?”
Un poquito de elaboración no cuesta mucho, que Tadashi va a
morir es previsible y se ve a la legua, pero que se haga con un poco de rigor no
debería ser problema.
-Soluciones escapistas o incoherentes en determinados
momentos o en las escenas de acción. Por ejemplo, ¿cómo sube Baymax a la
ventana de la fábrica donde Hiro descubre al villano y a sus microbots? Se hace
imposible subir, el robot ayuda a Hiro, pero de repente le vemos a él también
arriba…
- Un villano enmascarado Kabuki es el ladrón del invento de
Hiro, algo que descubrirán nuestros protagonistas. Su dominio de los microbots
es excelente ya y atacará sin concesiones a los espías. Con esa tecnología poco
se le podrían resistir, pero lo hacen, en esa falta de coherencia en la puesta
en escena que tanto me molesta en muchas películas. Una tecnología que no logra
alcanzar a un niño y un robot gordo medio deshinchado que no puede correr…
¡Hombre!
-Hay escenas absurdas que buscan el humor sin mucho sentido. El mejor ejemplo es esa donde Hiro trata de evitar que su tía vea a Baymax… ¿Con qué motivo? Una escena que parece sacada de “E.T. El extraterrestre” (Steven Spielberg, 1982), de hecho hay mucho de la cinta de Spielberg en “Big Hero 6”, donde el protagonista debe evitar que la madre vea a su amigo, pero lo que en “E.T. El extraterrestre” era lógico y tenía una concepción alegórica, simbólica, aquí es una mera excusa humorística sin sentido, porque el hecho de que la tía vea a Baymax no supone ningún trauma, y más sabiendo a qué se dedican sus sobrinos, es algo perfectamente explicable. Más parecidos con la cinta de Spielberg en esta escena, Baymax con poca batería parece borracho, como aquella en la que E.T. se emborracha y se juega con bromas en segundo plano para que la madre no vea a la criatura. Un claro homenaje. Además, resulta de nuevo forzado que no lo desconecte sabiendo cómo hacerlo una vez que puede…
-La escena de la persecución por las calles de San
Fransokyo, la aparición de la misteriosa furgoneta y del enmascarado surgiendo
del agua, resulta divertida, pero excesiva y poco coherente de nuevo en el uso
de la sofisticada tecnología que posee el malo, que vuelve a ser insuficiente
para alcanzar o acabar con nuestros protagonistas. Recurrirán a un accidente
acuático para librarse de la persecución, buen plan teniendo a un Baymax flotador. En cualquier caso, hay
buenos momentos en esa escena a través de los diálogos y detalles visuales,
desde las pintas del Baymax karateka y su forma de correr a las bromas sobre
supervillanos. Cuestionable es la aparición de la nada de los amigos… Además
parece una ciudad desierta, nadie ve nada, no se ve a nadie, parece que sólo
están nuestros protagonistas y el villano.
-La sorpresa de que el profesor Callaghan sea el villano
enmascarado deja ciertas reflexiones, pero también desnuda más problemas de
guión. La idea del odio alterando la propia esencia, o haciéndola brotar, es
interesante. Se explican las motivaciones del profesor, la venganza por la
pérdida de su hija en un experimento comandado por Alistair Krei, pero el hecho
es que ese mismo viaje, desarrollo y tratamiento psicológico se lo vemos a
Hiro, por lo que existe una reiteración en la exposición de ideas que empobrece
la cinta. Hiro y Callaghan se comportarán finalmente de forma distinta porque
Hiro tendrá la esencia bondadosa de su hermano a su lado, que le hará
comprender el valor de la vida desde la muerte con su esencia contenida en
Baymax, pero el impulso es el mismo y la película se atasca en una exposición y
reflexión de ideas redundantes. Ambos culpabilizando a otros de sus pérdidas,
Callaghan a Krei e Hiro a Callaghan. Hiro siente lo mismo que Callaghan y se
movilizará para ello, luego rectificará, por tanto la idea sobre lo negativo y
lo positivo en esa situación queda clara con Hiro, no hacía falta la historia
de Callaghan. Hubieran sido necesarias ideas que miraran ese conflicto y
problemática desde otros puntos de vista para enriquecerlo.
“Tadashi está aquí”. “No te doy por perdido”.
-El clímax tampoco es lo más conseguido, arman un embrollo
tremendo y finalmente salen de esa dimensión creada con total facilidad. Si tan
fácil era hacerlo podían haberse evitado muchas pérdidas de tiempo. El portal
no se sabe muy bien a donde va y aunque se desconecta no impide el regreso de los allí atrapados, sin mucha explicación...
Pues no sale demasiado bien parada, pero tenía interés en verla con el nene…q bajón…
ResponderEliminarEn fin, si me decido te cuento!!
Gracias como siempre por el análisis, detallado y preciso.
Un beso!
Regular la verdad. Funciona su humor, el robot es encantador y esas cosas, pero a nivel dramático y de base falla en el guión en muchos aspectos.
EliminarUn beso.