-La violencia está modulada con gran pulso, marchas
pacíficas que terminan en arranques de violencia muy bien medidos, creando una
excelente tensión y haciendo de esas escenas momentos muy eficaces, aunque no
se rematen del todo bien desde la dirección con algunos excesos enfáticos.
Aunque esos son buenos momentos lo mejores los tenemos con los discursos de
Martin Luther King, ahí la directora se muestra mucho más segura, sin contar
con la brillantez del fondo del texto. Un ejemplo lo tenemos con ese perfecto
plan de dirigir sus protestas a un edificio perfectamente localizado en Selma,
una marcha pacífica contra fanáticos institucionales en la que se acaba
provocando una reacción violenta y la detención de Luther King, fichado por la
policía y encarcelado.
“La segregación es ilegal en este país”.
-Una nueva marcha pacífica y otra espiral violenta para su
disolución, la insistencia trágica. Una escena nocturna y de bien modulado
suspense que termina con el asesinato de Jimmie Lee Jackson, interpretado por
Keith Stanfield, al que vimos recientemente en la estupenda “Short Term 12”,
llamada aquí “Las vidas de Grace” (Destin Cretton, 2013).
-La escena más cruel y violenta, la que supone un punto de
inflexión, es la del primer intento de marcha hacia Montgomery sin Martin Luther
King, emprendida por 525 valientes y abortada de forma salvaje y cruel, pero
vista por 70 millones de personajes en sus televisores, lo que provocará un
auge solidario y que muchos blancos adquieran conciencia de lo que ocurría y
se sumaran a dicha marcha. Tratados como si fueran animales, con escenas, de
nuevo con cámaras lentas que sobran, que casi recuerdan a las capturas a caballo
de los humanos en “El planeta de los simios” (Franklin J. Schaffner, 1968).
-La muerte de un chico blanco, violencia modulada perfectamente de nuevo, con un montaje paralelo además en esta ocasión, nocturna también, es el desencadenante definitivo para el logro del gran objetivo, que desenmascara además la doble vara presidencial e institucional, cuando el presidente Johnson da pésames a la familia del chico fallecido, algo que no hizo con el otro chico negro muerto poco antes. Esto será lo que logre el sustento legal necesario para emprender la marcha. En ese juicio también veremos a Martin Sheen, que interpreta al juez Frank Minis Johnson, descuadrado… Muchos famosos se sumarán, Nina Simone, Dick Gregory, Joan Baez, Sammy Davis Jr…
La fotografía es una maravilla, de los aspectos técnicos más
destacados de la película. Una iluminación excepcional y con sentido. Un
ejemplo de su calidad lo tenemos en las escenas de duda y necesidad de apoyo
de Martin Luther King, siempre en penumbra, como si se tratara de un
confesionario, una comunión íntima con Dios, como la llamada telefónica a la
cantante, Mahalia Jackson (Ledisi Anibade Young), para que le entone un canto
religioso en su casa tras una charla con su mujer donde se expusieron todos los
miedos de ambos. Una manera de aliviar el alma, una escena casi espiritual. Esas
comunicaciones, por supuesto, serán usadas para intentar mermar su matrimonio.
Otro ejemplo con un uso similar de la iluminación, también
en penumbra en un momento de debilidad y necesidad de apoyo para nuestro
protagonista, lo tenemos en la escena de la cárcel, segunda vez que vemos a
Martin Luther King en esas circunstancias. Aquí recibirá la entusiasta ayuda de
su discípulo, su comparativa con los pájaros será definitiva, y es que la
religión es de vital importancia para entender el proceder del gran Martin
Luther King.
“¿Quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una
hora al curso de su vida?”. Mateo 6.27.
Causa estupor que tanta gente tuviera que luchar hasta hace
poco por cosas que ahora consideramos de sentido común, conceptos que damos por
sentados por su lógica, que hasta hace bien poco eran considerados subversivos… Los discursos son claves en esto, todos ellos
magníficos.
No sólo llama la atención en la sociedad más avanzada y contemporánea
que mucha gente tuviera de pelear y luchar por algo que debería ser de sentido
común para todos, de Perogrullo, por cosas que nos costaría imaginar, sino que
se sigue haciendo necesario al lado nuestro, donde la intransigencia, la
intolerancia, el sometimiento, el desprecio a lo diferente… está a la orden del
día, pero cada vez revestido de más hipocresía moral y social, de más
fingimiento exterior. Una libertad enmascarada, y es que pocas cosas hacen
tanto daño como la hipocresía de las buenas formas y palabras.
El primer discurso en Selma es una gran demostración de
planificación cinematográfica. Allí veremos a periodistas blancos infiltrados y
algunas personas negras que miran a Martin Luther King con cierto resquemor,
rencillas entre las distintas ramas del movimiento. Los planos se irán haciendo
cada vez más cortos sobre nuestro protagonista, enfatizando su mensaje,
haciéndolo más vibrante y poderoso.
La película concluye con otro gran discurso, aunque todos son excelentes y están rodados con gran intensidad. Allí, en Montgomery, tras la polémica marcha, se nos describirá el futuro de muchos de los personajes mientras Martin Luther King reivindica la igualdad de derechos y pone al descubierto las mentiras racistas complacientes. Cage Lee (Henry G. Sanders), el abuelo del chico muerto, que fue el primero de su familia en votar; Andrew Young (André Holland), que llegó a embajador con el gobierno de Carter y a Alcalde de Atlanta; John Lewis (Stephan James), que fue congresista durante 28 años en Georgia; Viola Liuzzo (Tara Ochs), que murió 5 horas después del discurso que está dando Martin en ese momento en su vuelta a casa… De anónimos a personas algo más conocidas e importantes en esta historia. También se cita al gobernador George Wallace (Tim Roth), que fracasó en su carrera presidencial; Jim Clark (Stan Houston), despedido por su oposición al voto negro; Coretta Scott King (Carmen Ejogo), que nunca se casó después de perder a Martin y luchó para que se le rindieran todo tipo de honores… Imágenes documentales mezcladas con otras de ficción nos muestran lo que fue aquella mítica marcha, con famosos solidarios y racistas curiosos.
El reparto es excepcional, además de los citados podemos
disfrutar en pequeñas intervenciones de Martin Sheen en el papel de juez y de Cuba Gooding Jr.
en el de abogado. El guión de Ava DuVernay y Paul Webb está muy documentado.
“Selma” es una película necesaria tanto por la historia
concreta que cuenta como por los valores universales que transmite. Una
película didáctica aunque no trascendente que deja una estupenda interpretación
de David Oyelowo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario