La última de las nominadas es una película tan correcta como
necesaria, sin genialidad ni una especial brillantez artística, pero
imprescindible para estos tiempos que corren.
Deberían verse más camisetas de Martin Luther King en los
chavales que pretenden ser reivindicativos y menos de supuestos revolucionarios
que deberían causar vergüenza. Martin Luther King es una de las grandes
personalidades del siglo pasado y un ejemplo en su lucha por los derechos
civiles. “Selma” cuenta su odisea buscando algo tan básico como el derecho a
voto de la gente de raza negra, tras lograr otros muchos derechos que ahora
causan bochorno oírlos pero que hasta hace bien poco no tenían… Derechos
civiles y dignidad para toda una raza, para marginados y desfavorecidos.
Martin Luther King fue un hombre destinado a algo mucho más
grande que él, su familia o su propia vida, la demostración palpable de que los
héroes, con sus debilidades y defectos, existen, así como las personas capaces
de cambiar las cosas.
“No me centraré en lo que quiero ser, me concentraré en lo
que quiere Dios”.
Qué de hombres y mujeres brillantes, qué de mentes
extraordinarias, se han perdido por culpa de la intransigencia, el odio y la
discriminación… Qué de ellas…
Ava DuVernay retrata esa lucha así como la marcha emprendida
en Alabama desde Selma hasta Montgomery para reivindicar sus derechos ajenos a
amenazas, injurias y muertes de un entorno que apestaba a racismo. Una obra
didáctica, que sin ser una gran película si es una buena obra, un film
necesario.
Está de moda el tema racista en Estados Unidos y en los
Oscar en los últimos años, a esta debemos añadir “12 años de esclavitud” (Steve
McQueen, 2013), ganadora el año pasado, y “Lincoln” (Steven Spielberg, 2012).
La narración se inicia con uno de los puntos fuertes de la
película, uno de los discursos de Luther King, el ensayo de un discurso ante un
espejo en la intimidad de su hogar, un entorno cotidiano junto a su mujer. Un
momento dedicado para los sueños futuros rodado con un estilo sobrio, en plano
frontal para la pareja que pasa a plano-contraplano cuando el hechizo se rompe…
De alguna forma ya se retrata cierta incomodidad en la pareja. Era el ensayo de
su discurso para la ceremonia del Premio Nobel de 1964, cuando le otorgaron el de
la Paz.
Esa defensa de la paz y la convivencia que se premia en Noruega queda contrastada en montaje paralelo con una secuencia de colores
cálidos, ocres, en una escalera donde unos chicos negros mantienen distraídas e
intrascendentes conversaciones, donde intuimos la tragedia y el impacto
instantes antes de que ocurra, un gran recurso de dirección.
La película pasará de la anécdota a la visión global, de
Annie Cooper Lee (Oprah Winfrey), intentando votar, legalizar su situación para
poder ejercer un derecho que, en teoría, tiene, a la lucha a nivel nacional que
emprende Martin Luther King para logra normalizar eso mismo. Annie recibirá el
desprecio y el ataque racista, encubierto en burocracia, como contestación a su
justo intento. Un perfil mostrará su dignidad y conocimiento.
Se retrata con acierto la complejidad de la cuestión, los
necesarios sacrificios, los vericuetos negociadores, los conflictos internos
por los diferentes puntos de vista, por ejemplo el enfrentamiento entre los no
violentos y los que pretenden otro tipo de lucha, con la testimonial presencia
de Malcom X. El uso de los medios de comunicación…
En la apariencia de libertad, la falsa libertad, está la
esclavitud y el sometimiento más peligroso, eso se vivía en los Estados Unidos
con respecto a las personas de raza negra. Amedrentando, utilizando los
subterfugios legalistas y las apariencias para someter y discriminar. Los
negros sin un sustento legal para ejercer su derecho al voto sin miedo. Una
necesaria y dura lucha contra la hipocresía es la misión de Luther King,
interpretado magníficamente por David Oyelowo.
Hay pocas cosas más dañinas para una sociedad que la
hipocresía de las buenas formas, las buenas maneras, la falsedad, aspectos
bochornosamente ligados a la política. El máximo exponente de esto lo tenemos
en el presidente Lyndon B. Johnson, interpretado por el omnipresente Tom
Wilkinson, que sigue apareciendo en el 90% de las películas. Luego
descubriremos a otros más cínicos y peores, sobre todo porque el presidente
Johnson rectificará. Sus demagógicas palabras para no actuar en contra de esas
injusticias y abuso de los derechos civiles indispensables, se basarán en que la
“pobreza es prioritaria”… Como si trabajar sobre ambas cosas fuera excluyente…
La hipocresía y las buenas palabras. “No me niego pero no lo hago”. Las
conversaciones del presidente con sus consejeros son escalofriantes en muchas
ocasiones, sobre todo con J. Edgar Hoover (Dylan Baker) y sus insinuaciones e
ideas sobre asesinato o destrozar a la familia King con grabaciones falsas, escuchas
e injurias… Lee White, irónico apellido para sus postulados, interpretado por
Giovanni Ribisi, será otro de los consejeros. Tim Roth interpreta al gobernador
George Wallace, otro miembro racista de pelo en pecho, tan cínico como
sibilino.
Era un entramado kafkiano, no se puede ser jurado sin ser
votante registrado, por tanto todos los jurados estaban compuestos por blancos,
así que cualquier queja sobre los abusos a los derechos civiles o la
imposibilidad de votar, así como cualquier crimen cometido contra un negro, era
rechaza en la mayoría de los casos. El pez que se muerde la cola.
El sur, Alabama, es la gran batalla, desde ahí se emprenderá
la marcha definitiva. Un entorno poco amistoso para nuestro protagonista y
cualquiera de raza negra. Hoteles orgullosos de su racismo con carteles que
rezan “atendiendo sólo a blancos desde 1855”, como el Hotel Albert que recibe a
Martin Luther King, y lugareños violentos al amparo institucional que no se
cortan en sus agresiones físicas.
La narración está puntuada por anotaciones de los ficheros
secretos del servicio de investigación del gobierno americano, con J. Edgar detrás
de todo. Espiando y siguiendo todas las actividades que emprenden
nuestro protagonista y su grupo, algo que da verismo al conjunto.
Lo cotidiano.
La película contrasta la vida activa de Martin Luther King
con su sufrimiento cotidiano, pasando de puntillas por las cuestiones más
escabrosas y polémicas de su vida personal. Ya comenté la primera escena, pero
habrá otras muy significativas y que retratan con acierto los problemas y
miedos en la pareja, de la mujer, así como la angustia y sufrimiento del mismo Luther
King. Es el lugar para la reflexión, para lamerse las heridas, para la
debilidad, para el amor… La iluminación en estas escenas es magnífica, como
todo el trabajo de fotografía en la cinta.
-Allí recibirán amenazas de muerte telefónicas, menciones a los
hijos, insultos… La primera de ellas será con el matrimonio cambiando la
basura, aunque a Martin se le ve algo perdido. Reflexionarán sobre el miedo, la
aceptación y la inquietud por la que debe pasar esa familia debido a la cruzada
de nuestro protagonista, algo que les minará poco a poco. Una mujer, Coretta
Scott King, interpretada por Carmen Ejogo, cada vez más incómoda con la
situación. Un impacto que necesariamente les afecta en lo personal, un martirio
que nuestro protagonista debe llevar por dentro consciente de una misión más
importante que él mismo.
-También habrá momentos cotidianos de felicidad y evasión,
como la reunión del grupo en la casa de la coordinadora del mismo.
-Una de las escenas más potentes a nivel dramático también
será en la cotidianeidad e intimidad de la casa de los King. Es la del
conflicto matrimonial tras oír una falsa grabación con una supuesta infidelidad
de Martin. De nuevo la iluminación es excelente y allí Coretta expondrá sus
miedos, la fatiga por todo, por las amenazas, por las infidelidades de su
marido, tocado de forma muy tangencial… Tonos tenues y ocres y la omnipresente
figura de Gandhi, la cual veremos en esa casa en varias ocasiones de distintas
maneras, fotos, estatuillas…
-Otro momento cotidiano en un plano secuencia brillante, con
Martin ejerciendo de padre de familia, cuidando a los suyos, arropando a sus
hijos mientras oímos en over la planificación de la marcha que él no comenzará.
Una marcha que generará divisiones entre los principales miembros del SNCC (Comité
Coordinador estudiantil no violento).
-Hay una conversación íntima, en el interior de un coche,
entre Martin Luther King y el chico del SNCC que está a su favor. Este chico,
con sus reflexiones, evitará que Martin varíe el rumbo de su plan, una nueva
confidencia, un nuevo apoyo en la penumbra. Los planos que van del interior al
exterior del coche acaban perdiendo sentido desde el montaje según avanza la
secuencia…
Rasgos de estilo.
La dirección de Ava DuVernay es algo irregular, una película
que no es especialmente brillante a nivel artístico y presenta ciertos defectos
además de algunos problemas de ritmo, pero donde también se aprecian
interesantes elementos y rasgos de estilo en dicha dirección.
-Entre los aspectos y rasgos más brillantes y positivos,
tenemos el uso de los travellings, en especial cuando se vinculan al
protagonista para resaltar su jerarquía e importancia en las escenas. Un
ejemplo perfecto lo tenemos en esa secuencia en la trastienda donde el grupo de
Martin Luther King debate con dos miembros del SNCC (Comité Coordinador estudiantil
no violento). Los travellings sobre Luther King van engrandeciéndole, mostrando
cómo se apodera de la escena y el debate, rubricado con el momento donde otro
travelling se sitúa detrás de los dos chicos dejando a nuestro protagonista
entre ambos, dominador. Allí hablarán sobre las claves de su táctica,
“Negociar, Protestar, Resistir”, que va más allá de extender la voz para crear
conciencia entre los negros, una táctica que aspira a llegar también a los
blancos. Para ello hay que usar los medios de comunicación y dirigirse
directamente a la presidencia, presionarla, hacerla ver la realidad, salir en
periódicos y en la televisión de forma constante para que negros y blancos vean
lo que sucede. Es hábil e inteligente la interpelación personal que Luther King
les hace, llamándoles por su nombre, John, James… Los sumará a la causa, aunque
habrá divergencias.
Las diferencias entre los distintos puntos de vista dentro
de los movimientos que luchaban por los derechos civiles están bien expuestas,
no sólo con el SNCC, también con la presencia, breve y testimonial, de Malcom X
(Nigel Thatch), crítico con la “no violencia” de Luther King, que por mediación
de Coretta se unirá y apoyará a nuestro protagonista en el tiempo que le quedó
de vida antes de su asesinato. Coretta, la mujer de King, como una hábil
mediadora.
-Encuadres e ideas de puesta en escena interesantes, las
rejas que separan a Luther King de su mujer en la cárcel, símbolo de una
relación cada vez más complicada, donde cada vez se van alejando más el uno del
otro.
-La escena entre Martin Luther King y el abuelo del difunto
chaval es de una emoción sobria y conmovedora, con una gran resolución gracias
al encuadre, cuando en el último plano vemos el cuerpo del chico una vez los
dos personajes que conversan bajan los brazos para que lo apreciemos. De hecho, las
escenas donde los encuadres van añadiendo información o reformulando dicha escena
son numerosas en la cinta, planificaciones que van de los planos más cortos a
otros generales, algo que volvemos a comprobar en la escena siguiente, cuando un
discurso de Martin Luther King se descubre como el funeral de Jimmie Lee Jackson,
al ver el féretro en un plano más amplio que el inicial. Ahí sabremos que ha
pasado el tiempo, ya que se nos informará también de la muerte del reciente
aliado, Malcom X.
-Otros encuadres con significación, Martin Luther King y
Lyndon B. Johnson, presidente de los Estados Unidos, debatiendo sobre la marcha
que se pretende realizar desde Selma hasta Montgomery ante un cuadro de George
Washington. Los argumentos del presidente tienen algo más de peso, pero son meras
excusas antes los de Luther King.
-Los encuadres más interesantes son aquellos en los que DuVernay
sitúa a uno de los personajes descuadrado, a un lado del encuadre con mucho
aire en el resto del plano. Un ejemplo lo tenemos en la entrevista del enviado
presidencial con Martin Luther King, encuadrada en ligero picado y donde
el enviado aparece descuadrado, con mucho aire a su alrededor, lo que contrasta
en cierta medida con Martin, más centrado, dominador.
Hay otra escena, al final de la cinta, entre estos dos
personajes, también muy brillante, especialmente gracias al trabajo de
iluminación y la fotografía. Martin de espaldas sincerándose y asumiendo el
riesgo de dar su discurso, y luego cara a cara con los rostros ensombrecidos
gracias a la iluminación exterior en un claro presagio trágico…
-Entre los defectos que tiene la cinta, en concreto la
dirección, tenemos esos subrayados en las escenas de violencia que no aportan
nada y sobran, un elemento enfático gratuito y algo burdo, con cámaras lentas
arbitrarias e innecesarias sin ningún sentido, especialmente en algunos planos
intrascendentes.
-Hay cierta reiteración y problemas de ritmo a nivel
narrativo, por ejemplo, la marcha hacia Montgomery se intentará hasta en tres
ocasiones, algunas de ellas en escenas muy estiradas sin motivo.
-Uno de los mayores defectos, que redunda en esos problemas
de ritmo que presenta la cinta, lo tenemos en el tempo de algunas escenas, muy
estiradas sin motivo, reiterando planos y contraplanos que no aportan nada por
redundantes, en una vana aspiración de ser enfático, crear una atmósfera y
exponer ideas que hubieran quedado perfectamente claras sin necesidad de
estirar dichas escenas. La película se ensimisma sin motivo y le hubiera venido
bien un poco más de edición eliminando planos y contraplanos radicalmente
iguales y repetidos…
-La cinta tiene un montaje algo peculiar y muchas veces
gratuito o arbitrario, con cambios de ángulo desconcertantes para planos
sencillos o contemplativos, para simples conversaciones, elecciones visuales
sin significación que no aportan nada, puramente esteticistas y sin sentido.
-Lo mismo ocurre con el uso de los mencionados planos
descuadrados, dejando mucho aire a un lado de los personajes, que en muchos
momentos no tienen sentido ni justificación más allá del puro esteticismo. Lo
vemos con Martin, con el juez que interpreta Martin Sheen o en la conversación
entre el presidente Johnson y el gobernador Wallace. Esta última podría tener
sentido inicial, pero con el montaje gratuito y las distintas angulaciones
elegidas al azar todo acaba perdiendo sentido. Es escalofriante el cinismo y la
frialdad racista del personaje interpretado por Tim Roth, puestos de manifestó en
esa conversación con el presidente, algo que le hace reaccionar al verse
reflejado en el espejo de ese personaje despreciable. Aprobando la ley que elimina las
restricciones del voto.
Estoy contigo en la necesidad de ver para valorar y reflexionar sobre estas cosas. Luchas por derechos tan asentados hoy, q con tanto dolor se consiguieron. El respeto a esa lucha, el agradecimiento a tantos q sufrieron, las falsedades q las políticas entrañan, y q algunas posturas actiales camuflan. Tanta reivindicación falsa, tanta demagogia q no es sino pantalla para afanes de poder.
ResponderEliminarNo es llevar camisetas, es respeto y comprensión profunda. Es actuar con honestidad. Algo q parece tan olvidado…
Quizá técnicamente sea solo, como dices, correcta, con algunos defectos, pero merecerá la pena q se aborden estas cuestiones. Y merecería la pena, además, q dieran paso a revisiones generales d lo q se hace, d lo q hacemos. O más bien d lo q dejamos d hacer.
No sé si la Academia hará como suele, premiar esa peli más q por su valor en sí, por su valor temático, dejando atrás obras como la de tu último análisis, pero en fin, premios aparte, siempre conviene q alguien "revisite" esos temas…
Me encanta q nos expliques el valor de los encuadres, de los planos y contraplanos, de lis detalles d las escenas. No solía valorarlo…hasta q aterricé en este estupendo blog. Un gran trabajo, porque sigo siendo despistada y seguro q mil cosas se me pasaríam si no hubieras puesto el foco en ellas. Mi ventaja es q ya sé q puedo contar con tu maestría…y como no puedo ver cine a menudo, cdo veo una peli suelo tener la suerte de haber leído el análidis aquí, con lo q el visionado es más rico.
Tu trabajo aporta mucho. Así q gracias.
Esperando la 2/2!!
Un beso!
Valores que pretenden ahora hacer ambiguos. El problema es que ahora movimientos deleznables se apropian de ciertos mensajes y procederes con los que no tienen nada que ver, nada en común, centrándose en los modos para defender su basura.
EliminarEs triste.
No creo que tenga opciones de nada, es la típica nominación homenaje, sería sorprendente que se llevara algo importante.
Muchas gracias Reina!