domingo, 16 de marzo de 2014

Crítica: RUSH (2013) -Parte 2/4-

RON HOWARD











Pilotos de vocación. Persiguiendo un sueño.

-Hunt (Chris Hemsworth) es brillante, genial, inquieto, poco metódico, sensitivo, no cerebral, le gusta lo que el coche y la velocidad le hacen sentir, no se dedica a preparar coches para mejorar su rendimiento, como sí hacía brillantemente Lauda... Es decidido, competitivo, inteligente… Puede parecer insensible y despreocupado, pero conforme avancemos en la narración se irá definiendo una personalidad rica y compleja, sensible y sincera. Su vomitona al ver la muerte de un compañero tras un accidente en un entrenamiento es un primer ejemplo. Pedirá incluso la suspensión de la carrera. Será Lauda el que se muestra frío, culpando al piloto por su error.


-Lauda (Daniel Brühl), por su parte, es igualmente un loco, como lo están todos los que se dedican a las carreras, pero no un temerario, carácter alemán (él es austríaco), cerebral, metódico, serio y disciplinado, el polo opuesto a Hunt. Rudo, poco carismático, sensato, inteligente, poco simpático, firme, tenaz, competitivo…

-Lauda tienen una imagen poco romántica de la Fórmula 1, un mero trabajo que se le da bien. Siendo sensato y precavido, le veremos velar en teoría por la seguridad de los pilotos cuando las circunstancias de las carreras sean malas o conducir sin el menor riesgo, con plena moderación, fuera de las pistas, en otras ocasiones será frío y casi despiadado, por ejemplo cuando no muestra el menor signo de pesar por la muerte de un compañero en un entrenamiento, justificando que se permita la carrera con el argumento de que el error fue del piloto.

-Lauda es cerebral y Hunt es emocional, aunque le veremos comportarse muy profesionalmente haciendo técnicas de visualización de circuitos. Aquí tendremos otra diferencia entre ambos pilotos, si bien Hunt acata las órdenes de su modesto y familiar equipo, obedeciendo en busca del mejor resultado, cediendo en su impetuoso carácter, como explica a Suzy Miller, y centrándose en su labor sin excesos, el señor Lauda se permitirá el lujo de cuestionar el rendimiento de Ferrari y su trabajo teniendo como tienen los mejores medios e instalaciones a su disposición tras el test de Fiorano en Italia.




-Más matices. La escena donde Lauda hace una pequeña locura para sorprender a una mujer, aleja al personaje del cliché en el que no cae en ningún momento, por otra parte, le da profundidad, le humaniza, contradiciendo su habitual sensatez.

-Dos personajes seguros de sí mismos, egocéntricos y contradictorios, que sacaban ese carácter donde mejor sabían, uno ante los medios, en la vida y en la pista, y el otro ante los mecánicos y también en los circuitos.

-De alguna forma tanto Lauda como Hunt son dos personajes contradictorios que no logran resistirse a su pasión y vocación, aunque la encaren de distinta forma.

Londres 1970.

Fórmula 3. En esta competición tendremos los primeros enfrentamientos entre Niki Lauda y James Hunt, aunque no se ajuste a la realidad histórica. Hay que decir que Chris Hemsworth está demasiado cachas con respecto al verdadero Hunt, pero al menos no se muestran sus pectorales de manera excesiva.

La descripción de personajes es concienzuda, quedan perfectamente dibujados de inicio, pero luego se desarrollan en profundidad con gran cantidad de matices. Se seleccionan momentos y peculiaridades de ellos que sirven a nivel narrativo para definirlos mejor y que además se corresponden con la realidad, por ejemplo los vómitos de Hunt antes de las carreras, producto de la tensión y de a saber qué más cosas. Es en esta fecha donde el divertido Hunt y el concienzudo Lauda tendrán su primer contacto visual.




En esta carrera Hunt, que es el crack de la categoría, bendecirá a Lauda venciéndole y devolviéndole el adelantamiento recibido por el osado novato. Esto es una licencia de la película, pero ¡qué sabor le da!

El arriesgado adelantamiento de Hunt a Lauda y el posterior enfrentamiento en boxes sigue el desarrollo y definición de los caracteres de los dos personajes, así como inicia su enfrentamiento. Un adelantamiento temerario y peligroso que define perfectamente a Hunt, es su poder, el frenazo de Lauda para evitar el choque lo define como prudente, sensato y cerebral, esa es su fuerza, aunque en este caso le hizo débil.

El trabajo visual de Howard es excepcional en esta cinta, un poderío inmenso en esa apuesta por una estética setentera, una textura visual muy de aquella época y cierto apego al estilo documental. Howard pretende hacernos vivir ese momento histórico, el nervio y emoción de las carreras, la velocidad, el riesgo, la forma de vida de esos personajes y esa actividad de la manera más intensa y directa posible.



Hunt disfrutaba en público, es un exhibicionista. Vacilar, juguetear con los medios, aprovecharse de ellos y hacer gala de su carácter lúdico le convirtió en uno de los pilotos favoritos del público. Demostrará su valía como piloto en todo momento, aunque sin apenas medios.




Lo único que se me da bien es conducir rápido”.

El duelo entre los dos pilotos se insinuará a todos los niveles, como con la chica por la que se interesa Lauda y que estuvo anteriormente con Hunt. El primer contacto visual de Lauda con la chica es un ejemplo de sutileza que avisa su interés. Será Regazzoni (Pierfrancesco Favino) el que informe a Lauda del pasado de esa chica y lo mucho que disfrutó, sexualmente, con Hunt. Generándose una competitividad y una rivalidad fuera de la pista con los celos, las envidias y las inseguridades como ingredientes. En su fichaje por BRM, donde compró su puesto, conocerá a Clay Regazzoni, con el que posteriormente coincidiría también en Ferrari. Parece ser que Regazzoni tuvo mucho que ver en el fichaje de Lauda por la escudería italiana. 



La inteligencia y habilidad de Lauda para mejorar los coches, prepararlos y sacarles el mejor rendimiento, la retratará Howard en estas escenas, un piloto sumamente inteligente y competente, ambicioso. La elipsis temporal para el trabajo mecánico guiado por Lauda es muy buena. Los resultados del trabajo bajo las órdenes de Lauda sorprendentes. Estos méritos demostrados posibilitarán a Lauda hacer un pequeño chantaje a BRM, pedir un puesto de piloto en el equipo y un mejor sueldo.



Otra elipsis, en este caso más acentuada y centrada en Hunt, resumirá de forma brillante y divertida la relación del piloto con la modelo Suzy Miller (Olivia Wilde). Veremos el coqueteo cuando se conocen y acto seguido la boda. Una elipsis divertida. 




Vínculos.

-De igual forma que Howard retrata a Hunt y Lauda como polos opuestos no simplificará el desarrollo de los personajes y su relación. Los paralelismos entre ambos, los puntos en común de sus caracteres y la influencia mutua van salpicando su relación. Ya vimos como Lauda decide dejar los neumáticos de lluvia por influencia de Hunt, pero posteriormente apreciaremos como el propio Hunt decide dejar esos neumáticos de lluvia en esa carrera al ver que Lauda no los ha cambiado… Del mismo modo Hunt y su equipo se inspirarán en la táctica de Lauda para comprar un sitio en la Fórmula 1.



Es una lástima que en una cinta que se preocupa tanto por sus dos personajes protagonistas, en desarrollarlos y en cómo es su relación, se olvide un poco de otro personaje al que se podría haber sacado muchísimo partido, Lord Hesketh (Christian McKay). Excéntrico y peculiar, sus desfases podrían haber dado para momentos muy hilarantes junto a su apadrinado Hunt, con el que compartía desparrames fiesteros.




-Otro vínculo, el mismo día que Hunt se casa con Suzy Miller (Olivia Wilde), Lauda ficha por Ferrari. Dos grandes noticias.

“… dice que es un genio poniendo a punto los coches”. 



-Cuando los dos pilotos tengan pareja veremos una secuencia donde las dos mujeres observan el duelo de sus hombres en la pista, un nuevo vínculo en montaje paralelo que nos dedica Howard. Es el día que Lauda se proclama campeón del mundo por primera vez en 1975, en el Gran Premio de los Estados Unidos.



-En el tremendo accidente de Lauda, Howard mezclará las atenciones médicas al austríaco con momentos de carreras y las victorias de Hunt. Esas victorias, como verbalizará Lauda, serán el impulso para la rápida recuperación del piloto de Ferrari. Un excepcional vínculo que esconde buena parte de las tesis más profundas de la cinta sobre la competitividad y la competencia.





-Es muy bello y muy duro el momento en el que vemos a Hunt (Chris Hemsworth) intentar escribir una carta de disculpa para Lauda (Daniel Brühl) mientras ve el accidente por televisión. Un nuevo vínculo de gran emotividad.


-Una de mis escenas favoritas la tenemos cuando Lauda da su rueda de prensa al regreso de su breve convalecencia tras el accidente. El amarillismo periodístico pasará de las preguntas lógicas relacionadas con su trabajo a la ofensa personal, cuestionando si el matrimonio de Lauda se mantendrá tras su accidente por el rostro que le quedó debido a las quemaduras. Hunt fichará a ese periodista y en secreto que dará una pequeña lección a base de puñetazos. Es un momento excepcional que escenifica los verdaderos sentimientos de Hunt y saca a la luz la profundidad de esa relación, la admiración y la comprensión por lo que son y por cómo son, relacionado todo con su dedicación, pilotos que se juegan la vida. Que Lauda además no se entere de este hecho le da aún más sabor a este soberbio momento.






Fórmula 1.

Ya como pilotos de Fórmula 1, Lauda (Daniel Brühl) con BRM y Hunt (Chris Hemsworth) de manera independiente apadrinado por Hesketh, excéntrico pero no muy ducho con la contabilidad, el primero irá cobrando ventaja gracias a los medios de los que dispone, siempre con un mejor coche, un problema que siempre lastró a Hunt.





Los planos cortos de pies y manos, automatizando los movimientos en la visualización de circuitos que le vemos hacer a Hunt, es un nuevo ejemplo de la fusión que pretende Howard a través del montaje de fondo y forma, del lenguaje cinematográfico con la psicología de sus personajes.


 






4 comentarios:

  1. Qué grande eres. Qué grande.
    Y q endiabladamente buena es esta peli!!
    El momento de la visualización y el del "recao" al periodista me encantaron a mí. Y el momento de Lauda conquistando a la q luego sería su mujer. No eran tan distintos después de todo. En el fondo, claro. En la forma ganaba siempre Hunt…
    Gracias, sensei!!!

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    1. Muchas gracias Reina. La verdad es que considerando todo lo que pretenden marcar esas diferencias, la película al final matiza más de lo que parece y efectivamente muestra muchas cosas en común en ambos, una de las claves por las que se caían bien. Es verdad que se incide en sus conflictos, pero finalmente la propia película reconoce su admiración, cariño y respeto mutuo.

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  2. También me quedo con ese momento en el que Hunt defiende a su compañero del poco tacto del periodista :) nos ha ganado con ese gesto. Los dos personajes representan muy bien lo apolineo y lo dionisiaco, aunque es verdad que luego vamos viendo como hay un poco de ambos en cada uno de ellos. Y ahora esperamos la parte 3 y a seguir disfrutando de "Rush". Gracias.
    Un saludo,
    Patricia

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    1. Bien visto Patricia, el otro día comentaba algo parecido con Reina. Uno de los mejores detalles del desarrollo de los personajes lo tenemos en esos matices que no les hacen tan planos en sus roles enfrentados, les coges cariño a los dos y los dos la cagan en más de una ocasión.

      La tercera es la que más me gusta, a ver qué te parece.

      Un saludo!!

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