El primer corte llegará a los 13 minutos, justo cuando Ryan
Stone (Sandra Bullock) se suelta y queda a la deriva en el espacio. Este
segundo plano es tremendamente angustioso, Cuarón transmite toda la emoción y
sentimientos de sus personajes, un cine que apuesta por lo sensitivo y
emocional de forma más acusada aún que por lo intelectual o conceptual. Es
agobiante y claustrofóbico el primer plano de Bullock dando vueltas con la
Tierra reflejándose en el cristal de su casco de forma intermitente. El momento
en el que Cuarón pasa, sin corte, del plano objetivo que muestra el rostro de
Bullock cada vez más cercano, agobiándonos, asfixiándonos ante él como le ocurre a ella, para
convertirlo, repito, sin corte, en un plano subjetivo del interior de su
escafandra y que veamos lo que ella ve, es simplemente sublime. Es paso
sucederá tras una pausa en la respiración de Bullock, que parece entregarse al
miedo, el impacto y la muerte ante la falta de oxígeno, para reaccionar de
forma repentina, como aferrándose de forma inconsciente a la vida, algo que la
definirá en todo momento. Una vez Cuarón use el plano subjetivo de Bullock ella
se centrará, se calmará y hará caso de las instrucciones de Clooney para poder
dar su posición, en lo que es un detalle absolutamente magistral de dirección,
usando el punto de vista, el movimiento de cámara y los elementos a disposición
de forma absolutamente depurada en función de las sensaciones y sentimientos de
los personajes así como de las necesidades narrativas, con una perfección
deslumbrante que es causa de la fuerza dramática, intensidad y emoción a todos
los niveles que posee la cinta.
Acto seguido, con ella más centrada e intentando comunicarse, Cuarón volverá a pasar a un plano objetivo, a mostrar su rostro, pero para abandonarla a su suerte al no recibir contestación. Cuarón funde con su cámara, sus movimientos y elecciones las sensaciones de su personaje. Por ello la abandona cuando parece resignada a su suerte, sola en la inmensidad, cuando se percate de que nadie la responde, que no tiene comunicación, transmitiendo con ese momento donde Stone se nos hace cada vez más pequeña su soledad, miedo, angustia y resignación, con la tensión incrementándose, con una muerte a largo plazo que parece irremediable. Cuarón la abandona con su cámara y su puesta en escena a su suerte en la inmensidad… hasta que oye una voz amiga. Teniendo esto en cuenta, ¿qué hará Cuarón en ese momento? Exactamente, mover su cámara hacia ella y su linterna de nuevo, rescatarla, recuperarla… una vez vuelve la esperanza. Todo esto que he relatado Cuarón lo hará sin corte alguno, los pasos de plano objetivo a subjetivo así como los abandonos y recuperaciones de su personaje, sus pasos de plano general a primer plano... Otro extenso plano secuencia sensitivo y narrativamente coherente y perfecto. La depuración de una puesta en escena.
La cantidad de lecturas que despierta la abstracción buscada por Cuarón, seguramente con esa intención, es inmensa. El ejemplo con la escena anterior es paradigmático. La soledad ante la inmensidad, la impotencia, sentir que se te va la vida sin posibilidad de hacer nada, el alivio y gratitud ante una mano amiga que nos rescata, invisible en muchas ocasiones… son conceptos e ideas, sentimientos y sensaciones equiparables y homologables a la propia vida, a cualquier suceso que nos pueda ocurrir, y que nos ocurren a menudo, en la misma.
El sentido verdadero de "Gravity", su reflexión oculta, el
auténtico interés conceptual de la cinta de Cuarón, es una aguda reflexión sobre
la fe y la esperanza, vinculada de forma sutil u ocasional a la religión, pero
básicamente abstracta.
Esta idea es desarrollada por Cuarón de forma tan sutil que ha
pasado casi inadvertida, cuando en realidad es la que explica todos los
comportamientos y elecciones de la trama, de la historia, de los personajes y
de su director. El personaje interpretado por George Clooney, aparentemente
intrascendente, acaba resultan la pieza clave, la columna vertebral de toda
esta idea.
-Ya comenté ese tono místico que se intuye en el inicio y
que el personaje que interpreta Clooney, Matt Kowalski, se encarga de
verbalizar, resaltando la belleza del entorno en varias ocasiones, con
exclamaciones a Dios incluidas. A esto se añadirán elementos como los “malos
presentimientos” que menciona el mismo personaje, comentados en broma pero que
acaban haciéndose realidad.
-Clooney será la voz
y mano salvadora que rescate a Ryan Stone (Sandra Bullock) cuando
parezca desahuciada y abandona a su suerte tras soltarse de su agarre. Su voz
lejana, apareciendo cuando ya todo parece irreversible, su salvadora aparición
de la nada, va definiendo y comparando cada vez más a Clooney con una deidad.
-La actitud del personaje de Clooney es francamente
sorprendente y extraña, su tranquilidad mística, inalterable, su humor y
positividad permanente, sorprenden en todo momento, especialmente en los más
apurados, ni siquiera se alterará cuando se sacrifique de buen grado por Stone.
Tan solo al inicio alterará su tono alegre y relajado, es poco antes del primer
impacto, cuando más humano le vemos, instando a Stone a abandonar su labor y
marcharse.
-La progresión de Kowalski (George Clooney) será hacia la
abstracción, de hombre a deidad paulatinamente. Es por ello que le vemos de
inicio vigilante, flotando mientras sus compañeros trabajan, como un dios
humano y dicharachero dispuesto a socorrer y ayudar a quien lo necesite, pero
donde se impone su condición humana. Una magnífica presentación que insinúa ya
su progresión. De hecho le prestará ayuda a Stone en su trabajo inmediatamente.
-Su aparición de la nada, su voz salvadora o su silencio,
como el silencio de Dios, una vez se sacrifique por ella, seguirán esa
evolución de carácter divino. El sacrificio, como un Cristo espacial, por
Stone, representante abstracta de la humanidad que allí se encuentra, es el
paso definitivo, el que lo convierte en un dios definitivamente. Así lo tratará
Stone a partir de ese momento.
-Desde el principio Kowalski ayuda a Stone, primero mientras
ella trabaja, luego rescatándola cuando estaba a la deriva, posteriormente
guiándola y dándola las instrucciones adecuadas para que logre salvarse y por
último convertido en deidad y logrando que resista a los impulsos de entregarse
a la muerte, en lo que será el último impulso que la lleve a la Tierra.
-Habrá varias referencias a Dios y la religión en la
película. Clooney el primero de ellos, cuando se admire de la belleza del
panorama que los rodea con frases como “¡Oh Dios mio! ¡Guau! Oye Ryan, deberías
ver el sol sobre El Ganges. Es impresionante". El Ganges... el río sagrado de la India... otro detalle más.
-Todo esto define a Clooney como un guía, un referente, pero
no sólo físico, también espiritual, ciertas frases así lo indican y serán el
impulso que Bullock necesite en su renacimiento. Clooney la guía hacia la
Tierra y hacia la forma de recuperar su vida convirtiéndola en otra persona,
haciéndola renacer. Él la guía y da instrucciones hasta que la vea preparada,
momento en el que la dejará sola para que emprenda su camino de transformación.
-Es por ello que cuando se sacrifique por ella y se suelte
de su mano le dirá. “Ryan, vas a tener que aprender a soltar”… En una clara
referencia a los lastres vitales, la muerte de su hija, que le generan el
hastío y la apatía vital, más allá de referirse a su propia mano…
-Stone debe desprenderse de todos sus lastres y es un camino
que debe emprender en solitario. En esta primera parte de la película siempre
la veremos aferrada a algo, enganchada, primero cuando no puede soltarse de la
estructura que la despide al fondo del espacio, luego al cordón que la une a
Kowalski y por último a su mano. Lo mismo que le ocurre con sus recuerdos,
agarrada al de la muerte de su hija para regodearse en su hastío y apatía… Irá
soltándose de todos, incluso de la resignación y los momentos de flaqueza que
la tientan con entregarse y no luchar más, lo que la convertirá en una nueva
persona, renacida, independiente, sin lastres, con esperanza y fe.
-El plano en el seno de la nave donde vemos a Ryan Stone en
posición fetal, el embrión de la mujer nueva que se está formando, rodeada de
cables, semejando el cordón umbilical. Como flotando en líquido amniótico. Es
el primer y simbólico paso, en una imagen realmente soberbia, hacia la
constitución de su nuevo ser.
-El siguiente plano sigue la idea del anterior. Veremos a
Stone flotando a través de un túnel, como si comenzara a salir de ese plácido
vientre que la cobijó un tiempo. Todo esto en otro portentoso plano secuencia,
evidentemente.
-Las continuas interpelaciones de Ryan no serán contestadas
por Matt Kowalski una vez se despida, convertido en deidad. Es el silencio de Dios
retratado en el silencio de Clooney, un silencio que se mantendrá hasta el
final pero ante el que nuestra protagonista irá comportándose y enfrentándose
de forma diferente según pase el tiempo, gestionado su fe. De la frustración y
miedo a la fe absoluta.
-Aparecerán dos figuras religiosas en la película, aparte de
los detalles mencionados y las reminiscencias cristianas evidentes, un santo,
San Cristobal, y un buda, redundando en la idea de la fe con carácter abstracto,
una en la cápsula rusa y la otra en la china. La imagen de San Cristobal encaja bastante bien con la función de Clooney con respecto a Bullock, un guía, un ayudante para cruzar el camino.
-La “resurrección” de Clooney se relaciona con la tradición
cristiana de forma evidente. Se convierte en una figura crística, un referente
espiritual para Stone desde ese mismo momento, al que casi rezará y al que
recitará.
-Tras la aparición de Kowalski, Stone cambiará su actitud
radicalmente y le hablará como se habla con Dios, le rezará. Pedirá que
hable con su hija, que le dé un abrazo y un beso, y repetirá las palabras y
frases que decía el astronauta en vida.
Cuarón seguirá con esa planificación de puesta en escena que
nos lleva del plano objetivo al subjetivo, transmitiendo dos sensaciones, como
he comentado, la angustia personal al espectador al identificarlo con la cámara
y hacerlo volar junto a Clooney y Bullock como un astronauta más, y la angustia
subjetiva de la propia Bullock cuando usa planos subjetivos de ella, como ese
en el que la vemos enganchada tras Clooney cuando van a buscar a su compañero.
Como he comentado la muerte está muy presente tanto en el
cine de Cuarón como en la cinta. El primer encuentro con ella será el cadáver
del tercer personaje de la película, el especialista de misión Shariff, al cual
pone voz Phaldut Sharma, del que vemos su rostro en una foto. La siguiente
aparición de la muerte tendrá lugar acto seguido, toda la expedición muerta,
ellos son los únicos supervivientes. En la nave siniestrada veremos flotando
recuerdos, fetiches, apegos a la vida de algunos de los fallecidos, pequeños
juguetes, aparatos dentales, restos personales… en una nave completamente
destrozada.
Dedicada a Sergio, espero que estés descubriendo claves y secretillos.
No tengo vergüenza, master, leí lo de tu lesión hace 3 días y aún no te he dicho nada....
ResponderEliminarMucho ánimo y que te recuperes pronto... sobre todo paciencia.
Prisioneros: Buena peli, pero un pelín agobiante.
Gravity: La veo esta noche y opino.
Salud, master.
Siento el retraso, pero hasta ahora no me he animado a entrar, fíjate cómo estaremos... Muchas gracias Taillon. Me alegra que te gustara PRISIONEROS, espero que también GRAVITY!
EliminarME ENCANTA!!!!!
ResponderEliminarTengo q encontrar una sala YA!!!
Gracias Jorge!! Q genial exposición.
Disfrutando como una enana!!!
Besos y curasanas!!!
Date prisa, aunque si gana algo en los Oscar quizá la repongan.
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