miércoles, 10 de julio de 2013

Crítica: SALIR DEL ARMARIO (2001)

FRANCIS VEBER










Francis Veber es un habitual de la comedia francesa que pegó un enorme pelotazo con su éxito internacional “La cena de los idiotas” (1998). Un éxito mayúsculo que ha tenido remake americano, como no podía ser de otra forma, dirigido por Jay Roach en 2010.

A rebufo del éxito de la mencionada cinta llegó esta “Salir del armario” que de alguna forma explota ciertas constantes de la anterior y pretende estirar su éxito. Una película simpática y divertida, de enredos y malentendidos, engaños y ocultaciones para provocar la risa en el espectador. A pesar de todas sus virtudes para sacar partido a la comedia no se puede evitar cierta sensación de “fórmula” en ella.




El juego de los idiotas” (2006) sigue esta misma fórmula, quizá algo menos inspirada, pero sacando partido al enredo y la comicidad de las situaciones. Otro título muy en la línea de Veber para pasar un rato agradable.

Salir del armario” resulta una evidente crítica a la hipocresía, el prejuicio sexual, a la manipulación de los lobbys y minorías, así como al problema del desempleo, ahora tremendamente actual.



Un trabajador, Auteuil, se entera de que va a ser despedido, por lo que se hace pasar por gay para utilizar la protección a las minorías y así evitarlo. Todo ello acarreará los consiguientes malentendidos e incomodidades en nuestro protagonista y los que le rodean.

Una película breve que sabe sacar partido a gags, enredos y diálogos, sin ofender, ni resultar polémica. Se beneficia además de unas excelentes interpretaciones, con Daniel Auteuil a la cabeza, más una colección magnífica de secundarios, Gérard Depardieu, Thierry Lhermitte, Michèle Laroque, Jean Rochefort



Uno de los aspectos que mejor funciona es la relación entre Auteuil y Depardieu.

Comedia simpática sin más pretensión que provocar unas cuantas risas, pretensión que cumple sin problemas, hábilmente realizada y con un buen planteamiento inicial, al que sabe sacar partido la mayor parte del metraje. El rumor, su lastimoso alcance, su influencia, la mezquindad de la gente corriente que va de digna y da pábulo a cualquiera que oye, especialmente si le interesa… son críticas y planteamientos que se muestran en la película de forma ingeniosa.


 

La evolución del rumor, las reacciones ante él, ante el personaje que finge ser homosexual, dan momentos de comedia de altura, francamente disfrutables.


La película se ve con agrado de principio a fin y encima tenemos una sensual y caliente escena con la que no nos extrañaría que aumentara el turismo japonés en Francia…



Es interesante la relación familiar, un matrimonio separado y un hijo al que su padre, nuestro protagonista, le aburre, pero al que su madre insta a ir a verlo. La evolución de la relación con el hijo, al ver éste como el gris ejecutivo en sus horas libres es un divertido homosexual, deja grandes momentos. De igual manera el “apaleador de maricas” que interpreta Depardieu y su evolución resultan también muy divertidos.



Un personaje que vertebra, en su evolución, toda la película, convirtiéndose en un hombre nuevo al fingir ser un hombre falso.

La película ironiza sobre lo políticamente correcto y los prejuicios, logrando retratar o identificar al espectador sin ningún problema y con absoluta naturalidad, gracias a un guión bien hilvanado, no exento de tópicos y con algún altibajo en la descripción de personajes, pero notable.

El desarrollo de personajes y sus personalidades es muy acertado, en unos casos llevando un camino lineal, como en el del protagonista Auteuil, y en otros con giros inesperados, como en el de Depardieu





En definitiva, un gran ejemplo de la comedia francesa más comercial de calidad, con buen guión y efectiva dirección de Francis Veber, un director más que solvente en este género. Y además es cortísima…

Como curiosidad comentar que Auteuil se parece a un amigo de la familia y cada vez que le veo me despierta especial cariño y ternura.




2 comentarios:

  1. Vi la película no hará más de tres meses y estoy bastante de acuerdo con tu crítica. Entretenida, sin muchas pretensiones, pero divertida al fin y al cabo. De las que te provoca más una sonrisa que una carcajada.
    Para mi lo mejor de la peli son los personajes secundarios, a pesar de que Auteil me gusta en general, creo que en esta cinta se lo comen los secundarios.
    De todas formas, como he dicho, buena peli para ver y desconectar del actual estado de desánimo que parece que nos rodea :)

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    1. Así es Mireia, ideal para eso. Me alegra que te gustara, pasaras un buen rato y encima concuerdes conmigo.

      Un abrazo.

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