Crítica: LOOPER (2012) -Parte 2/3-

RIAN JOHNSON

Seth buscará protección en casa de Joe, sabe que el que deja que su bucle huya está condenado a morir. Joe le ocultará en su casa. Mientras ésta es registrada nuestro protagonista será llevado a ver al jefe de los Looper, un Jeff Daniels enviado del futuro para revisar y vigilar que el trabajo de los mencionados Looper es correcto. Esta escena se iniciará con un plano nocturno que parece sacado directamente de la ya referida “Blade Runner”. Joseph Gordon- Levitt realiza un gran trabajo como el Looper protagonista, Joe, y en su labor de imitación al bueno de Willis. Un ejemplo de ese gran trabajo lo tenemos en sus sutiles gestos al ser encañonado por el torpe, acomplejado y ansioso Kid Blue (Noah Segan).

Como se ha comentado por muchos lugares su caracterización, su maquillaje, resulta excesiva, no hacía ninguna falta tanto. Interpreta a un duro, hastiado de todo, de buen corazón que parece no poder evitar ayudar a todo el que se lo pide. Seth o la familia de la granja son buenos ejemplos, aunque con el primero no será del todo leal. Será su lado oscuro y ambicioso el que se impondrá.

Este último aspecto también nos lleva a otro de los temas importantes de “Looper”, el de la redención, la que alcanza el Joe del futuro gracias a su mujer oriental, la que alcanza el Joe del presente gracias a la chica de la granja, Sara (Emily Blunt), la de la propia Sara después de haber abandonado a su hijo... Además Joe evitará los desmanes del crío en el futuro, ese niño será “El Fundador”, el violento jefe que cierra todos los bucles.

La referencia a las corbatas en la conversación que mantienen Jeff Daniels, que interpreta a Abe, el jefe que viene del futuro para gestionar a los Looper, y Joseph Gordon-Levitt parece un guiño a la propia trama de la cinta y al tema de los bucles, que si los representáramos podrían tener forma de nudo de corbata. Esta referencia tendrá algunos ecos posteriores, e incluso se dirá sobre ellas que las modas siempre vuelven, otro ejemplo de nudo.

En esta conversación Johnson recurrirá al estricto plano- contraplano, con uso muy preciso y ocasional del primer plano para resaltar frases o momentos concretos y significativos. Un estilo muy clásico, perfectamente amoldado a su tranquila narrativa.

Aquí el personaje que interpreta Jeff Daniels demostrará que conoce el punto débil de Joe, su dinero ahorrado para irse a Francia (Daniels le recomienda China, algo que tomará en consideración aunque al principio reniegue, será allí donde conozca a su amor), una vez se cierre su bucle. Por ello estudia francés. Ante esta amenaza delatará a Seth.

Esta delación por plata nos remite de forma clara a Judas. La imagen de la plata manchada de sangre, una vez Joe vuelve a su casa, resulta, de hecho, algo reiterativa. Imagino que se usa para hacer entender al protagonista lo que le ocurrió a Seth, pero no era necesario.

Una de las mejores escenas de la película la tenemos en la paulatina desaparición del Seth del futuro, en un uso maestro de la elipsis visual así como del tratamiento de la violencia, recurriendo de forma original a la idea de sugerir mejor que mostrar. Así iremos viendo como a este personaje le van desapareciendo partes de su cuerpo, primero dedos, luego una mano, los pies… manifestación de las torturas que le están haciendo a su “yo del presente” en fuera de campo, y que se confirman finalmente en segundo plano al abrirse la puerta de un almacén sin más señas.

Familias rotas.

La infancia, la familia, su añoranza, su necesidad e influencia, son otros de los temas indispensables en “Looper”. En la escena entre Joe y Suzie se hará referencia a la infancia de él, al gesto de su madre acariciándole el pelo, un recuerdo, una nostalgia, una tristeza. La relación entre ellos, como casi todas las que se muestran en la cinta, es superficial, satisfacción sexual, aunque Joe parece añorar algo más estable, quizá lo añoren todos, pero pocos lo tienen. Así se muestra en la mirara al reloj de Suzie mientras atiende a Joe.

El giro.

Todo cambiará cuando Joe tenga que cerrar su bucle, un encargo que parece retrasarse. Una víctima que aparece en extrañas circunstancias, está sin encapuchar y sin esposar, y un reconocimiento, de nuevo con los ojos y la mirada como protagonistas. Johnson realizará un travelling de retroceso sobre Joe, para mostrar su preocupación por el retraso, y posteriormente otro de acercamiento, tanto a la lona que debe recibir a la víctima como al propio Joe. Miradas ansiosas a su reloj y la repentina aparición de Bruce Willis. Fascina ver el viento meciendo la lona.

La duda, el enfrentamiento y la huida.

Nueva escena de acción. El escenario será la casa de Joe, están buscándole por dejar escapar a su bucle. También se resolverá de forma efectiva, dos travelling sobre la trampilla que guarda la plata de Joe, uno de ida y otro de vuelta, como recurso visual efectivo. Joe caerá por la ventana y se fundirá en negro…

Tras el fundido a negro llegaremos al mencionado momento, esa escena de transición donde se muestra lo que ocurrió cuando Joe sí acabó con su “yo futuro”, algo que debió pasar ya que éste existe. Una escena vertiginosa llena de amplias elipsis temporales. Joe cerrará su bucle y se dispondrá a viajar a China, recogerá sus ahorros y caerá en una orgía de drogas y violencia según pasa el tiempo. De la soledad a la degradación. Jeringuillas por todos lados.

Su bucle, en esta segunda ocasión, sí llegaba esposado y encapuchado. Se va a Shanghái y allí veremos escenas de su vida enmarcadas en intertítulos que indican los años pasados. 1, 3, 6, 10…23.

Esta repetición es una especie de flashback que confirma que entramos en un bucle sin fin, en el que se repetiría lo mismo una y otra vez. Salvo por un condicionante que puede cambiarlo todo, el libre albedrío.

Al llegar a los 30 años tras cerrar su bucle, nuestro chico se redimirá al conocer a una mujer que lo cuidará. Parece sentar la cabeza y enamorarse. Los consejos sobre elegir China de Jeff Daniels parece que tenían su motivación. También veremos el día donde será enviado al pasado para que se cierre el bucle, el día que toca morir.

Todo esto justifica que veamos la escena del bucle dos veces y las dos distintas, tenemos que conocer como hemos llegado a esa nueva situación y ver la diferencia que provoca el bucle no cerrado y sus motivos.

Veremos la escena del enfrentamiento entre Gordon- Levitt y Willis por tercera vez, en esta ocasión en un plano general, antes lo vimos montado, ahora sin cortes. Un buen detalle de puesta en escena.

El punto de vista cambia, ahora seguiremos a Bruce Willis. En la escena de acción antes mencionada se escuchó un disparo del que desconocíamos la procedencia. Al seguir el punto de vista de Willis entenderemos todo eso ya que se mostrará la misma secuencia, al estilo Hitchcock o Brian De Palma, pero desde fuera, desde lo que estaba fuera de campo. Sabremos de donde procedía el disparo y veremos el resultado de la caída por la ventana del Joe del presente. Todo rodado con planos muy sostenidos, largos. Genial el momento en el que cae el Looper que persigue a Joe desde la escalera.

Los dos “Joes” tendrán un obligado encuentro y conversación. Magníficamente rodada. Una vez más Johnson recurre al plano-contraplano estricto en una conversación, como la que vimos de Gordon-Levitt y Jeff Daniels. Volverá a usar los primeros planos o planos detalle, como el brazo vendado de Joe por el tatuaje usado para mandar un mensaje a su “yo del futuro”. Flashes salpicarán la conversación, flashes de definición compleja y que redunda en esa reflexión sobre el tiempo que realiza el director, ya que son a la vez flashbacks y flashforwards. Acertados primeros planos en los momentos de más tensión e importancia en ese duelo de uno consigo mismo y entre dos actores, y planos generales para momentos de pausa. Aquí será donde sabremos los motivos por los cuales Willis viajó por propia voluntad al pasado y por qué no estaba ni encapuchado ni esposado, cómo y por qué se reveló y huyó de sus captores. Su esposa fue asesinada y él quiere eliminar a “El Fundador” para evitar que eso ocurra en el futuro de nuevo. “El Fundador” ya fue referenciado por Seth al pedir protección a Joe. Aquí se le presenta como un ser casi mítico que nadie ha visto (que nos puede llevar a pensar en el Keyser Söze de "Sospechosos habituales" de Bryan Singer en 1995). Una conversación consigo mismo, una magnífica idea sobre la que trataré posteriormente.

Aquí la película entra en contradicciones, ya que el planteamiento es que en el futuro no se mata a nadie por la dificultad de deshacerse de los cadáveres, pero vemos como asesinan a la mujer de Willis o como el propio Joe se sumerge en una espiral de violencia, aunque esto último quizá fuera algo antes de la mencionada dificultad. En cualquier caso las paradojas temporales traen consigo este tipo de contradicciones o errores, como el rizar el rizo de los planos finales.

Este duelo entre “Joes” concluye con un tiroteo y espiral violenta con la irrupción de otros Loopers que pretenden acabar con el problema de la huida del bucle. Curiosamente en medio de todo esto habrá tiempo para el humor, cuando los Looper se centren en Willis obviando a Gordon-Levitt que está junto a ellos disparando al hombre en el que se convertirá. Resulta extraño que no le disparen a él, pero es un toque de humor simpático en una escena que parece gravitar sobre el universo tarantiniano.

A partir de aquí la película va contra corriente. La mayoría de directores, y también la mayoría de los espectadores, haría o esperarían una espiral de acción, pero Rian Johnson para completamente la película y encierra a su protagonista junto a una mujer y su hijo en una granja, luego trataré las referencias.

 

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