Adam West ha fallecido a los 88 años de edad víctima de una
leucemia el pasado 9 de junio. El mítico Batman kitsch de los 60 en la famosa
serie de televisión. Icono Pop, con su estética de cómic y sus golpes onomatopéyicos, su Batman se convirtió en un clásico que lo llevó a la fama. Nunca logró igualar
aquel éxito con sus películas y series.
Un Batman que tenía poco que ver con los actuales, y menos
con la trascendencia y oscuridad de los últimos. Su michelín, que sobresalía en
su ajustado traje, fue otra de sus señas de identidad, alejado de las
musculaturas de Christian Bale o Ben Affleck. Sí, antes que estos, y Michael
Keaton, Val Kilmer o George Clooney, estuvo Adam West.
West interpretó a Batman fuera de la serie madre en la
película “Batman, la película” (Leslie H. Martinson, 1966) y una miniserie
titulada “Legends of the superheroes” (1979).
Conservó su amistad con Burt Ward durante 50 años, el actor que
interpretara al Robin en la mítica serie, como él mismo ha explicado. Una serie
donde compartió plano con Julie Newmar, que hacía las veces de Catwoman, César
Romero, como un sicodélico Joker, o Burgess Meredith, como el Pingüino.
En cine participó con secundario en “La ciudad frente a mí”
(Vincent Sherman, 1959), junto a Paul Newman; la discreta comedia “Compañeros
de armas y puñetazos” (Ralph Nelson, 1963), junto a Steve McQueen; la cinta de
ciencia ficción “Robinson Crusoe en Marte” (Byron Haskin, 1964); protagonizó
thrillers como “The girl who knew too much” (Francis D. Lyon, 1969) y otras
muchas, pero sin alcanzar jamás, ni de cerca, el éxito cosechado con su gran
papel de Batman.
En los últimos tiempos trabajó como actor de voz en
conocidas series animadas (Los Simpson, Padre de familia) o con breves
apariciones (The Big Bang Theory).
Su familia emitió un comunicado dando los detalles y explicando
que murió rodeado de sus seres queridos. Muchos actores, incluidos otros
Batmans más modernos, se han sumado al adiós en sentidas despedidas. Descanse en paz.
Pantera negra, Chadwick Boseman, se suma al grupo de Los
Vengadores para el nuevo título de la franquicia. “Los Vengadores: Infinity War”.
Una película que será la mayor aglomeración de superhéroes de la historia,
incluidos los Guardianes de la Galaxia.
Eso sí, antes de todo esto, la Pantera Negra tendrá su
propio film que se estrenará el 9 de febrero de 2018 en Reino Unido. El 4 de
mayo llegaría esta espectacular reunión de superhéroes.
REPARTO DE LUJO PARA
EL NUEVO SPIELBERG
Alison Brie, Matthew Rhys y Sarah Paulson se incorporan al
reparto de “The Papers”, el nuevo proyecto de Steven Spielberg que tratará
sobre los papeles del Pentágono, el encubrimiento masivo de secretos por parte
del gobierno, especialmente sobre la Guerra de Vietnam, y la investigación que
llevaron los periodistas del Post, Katharine Graham y Ben Bradlee.
La película, que estará protagonizada por Tom Hanks, el
hombre cotidiano de Spielberg, y Meryl Streep, la eterna nominada al Oscar, se
estrenará en España el 5 de enero, víspera de Reyes.
Uno de esos proyectos que prometen, y mucho, este año, y que
además se estrenará en la época de premios.
Drácula, el Jorobado de Notre Dame y el Fantasma de la Ópera
se suman al Universo Oscuro de Universal.
De Frankenstein, que interpretará Bardem, y el Hombre
Invisible, que encarnará Johnny Depp, llegamos a nuevos nombres de monstruos. Se
confirman los rodajes de “Drácula”, “El Jorobado de Notre Dame”, “La mujer y el
monstruo” y “El Fantasma de la Ópera”. Hay rumores de
todo tipo que incluyen a muchos actores en estos proyectos, desde Dwayne
Johnson como el Hombre Lobo a Angelina Jolie como “La novia de Frankenstein”,
pero todavía hay mucho por confirmar.
DE SECUELAS
Tendremos secuela de Distrito 9 y de Starship Troopers, esta
segunda animada. Neill Blomkamp, tras el chasco de “Alien 5”, planea una
secuela de su gran éxito, “Distrito 9”, si bien todavía no es más que eso, una
idea.
Por otra parte, la secuela animada de “Starship Troppers”, “Traitor
of mars”, que contará con miembros del reparto original prestando sus voces,
como Casper Van Dien o Dina Meyer, sólo se proyectará una noche en pantalla
grande en Estados Unidos, en 500 salas.
SANTIAGO SEGURA,
DIRECTOR FUERA DE TORRENTE
Santiago Segura está rodando su primera película fuera de la
saga Torrente, remake de la chilena “Sin filtro” (Nicolás López, 2016), y
estará protagonizada por Maribel Verdú y Cristina Pedroche, que también aparece
en el reparto.
La película cuenta la historia de Paz, una mujer sin
problemas aparentes y donde todo parece irle bien, pero ella siente que algo
falla, está siempre agobiada y angustiada, por lo que se tratará con un
terapeuta que le recetará una poción a base de plantas milenarias. La poción
dará un resultado más fuerte del esperado, convirtiendo a Paz en una mujer sin
filtro alguno.
Haremos una elipsis que nos ahorrará “la deriva” de nuestros
protagonistas y nos pondremos manos a la obra para ver como acaban con los dos monstruos
en una espectacular lucha. La grandiosidad y el partido que se le saca a todo,
con imprevistos y elementos de todo tipo, logra que la espectacularidad adquiera
nuevas formas, grandiosidad aparatosa. Los Kaijus pasando del mar a la ciudad y
posteriormente al aire, cuando descubramos que uno de ellos tiene alas, sus
armas, desconocidas hasta ese momento, la “espada” que usa el Jaeger de nuestro
protagonista, que casi lo convierte en un héroe mitológico o un titán. Una placentera
orgía destructiva. Lo orgánico frente a lo metálico de nuevo.
Esto de descubrir alas y espadas de pronto resulta algo
chocante, ya que podrían haberlas usado con anterioridad, supongo, y no se
entiende por qué no lo hacen. Se intuye que es una nueva incorporación que conoce Mako.
Del Toro tendrá tiempo para pequeñas bromas que llevan de lo
gigante a lo mínimo, del más al menos, como cuando vemos un puño que destroza
medio edificio para tocar suavemente un cachivache de bolitas metálicas que
inician su juego de movimiento.
Tras esta victoria los pilotos rivales limarán asperezas,
como es normal, y nuestro chulito amigo Hansen será algo más cordial en esa
rivalidad varonil.
Tras la intensidad y el frenesí de la acción y la emoción épica
tendremos momentos de distensión con los científicos y los buscadores de restos
de Kaiju que lidera Ron Perlman. Aquí lo orgánico se alza con el poder, con
una escena en el interior del monstruo que casi recuerda a “Alien, el octavo
pasajero” (Ridley Scott, 1979), con nacimiento de bicho incluido, era un Kaiju
embarazado pero en su especie no existen las bajas por maternidad, por lo que
se ve, y con Santiago Segura comandando dicha expedición. Geiszler (Charlie
Day), el científico que hizo “la deriva”, tiene más vidas que un gato, pero el
que no se librará de la muerte será Chau (Ron Perlman), en un simpático gag con
el Kaiju bebé. Con todo conviene quedarse hasta el final, por si hay alguna sorpresa tras los títulos de crédito a este respecto.
Se intuye un vínculo que no lleva a nada, entre el zapatito
que conserva Mako y el que pierde Hannibal Chau tras morir, parece un toque
fetichista de del Toro.
Los cebos que del Toro ha ido dejando se irán cerrando
adecuadamente, y todos tendrán relación con el misterioso Mariscal Stacker. La
sangre que le gotea ocasionalmente de la nariz es causa del uso en solitario
del Jaeger que tuvo que acometer, lo que le imposibilita para volver a usarlos.
Del mismo modo es él el piloto que manejó uno en solitario, dato mencionado con
anterioridad por Hercules Hansen (Max Martini), el padre del piloto chulito. El
hecho de que el Mariscal por propia voluntad dé la información que le negó en
un principio a Raleigh (Charlie Hunnam) es producto del respeto que se ha
ganado y el vínculo que comparten ambos personajes, los dos que manejaron un
Jaeger en solitario.
Cebos y sutilezas que dan peso a personajes, historia e
incluso a la propia mitología de la película.
El Mariscal Stacker Pentecost hará gala de una
profesionalidad hawksiana encaminándose hacia el sacrificio al sustituir al
mayor de los Hansen. El deber antepuesto a cualquier otra cosa, en este caso la propia vida.
Lo que hace de “Pacific Rim” una película notable, entre
otras muchas cosas que ya he comentado, es ese aliento épico, esa sensación de
amenaza e imprevisibilidad que resulta muy adecuada y que acierta de pleno a
nivel dramático, donde muchos de los personajes protagonistas mueren y donde
esas muertes son mostradas con intensidad y fuerza dramática, reivindicando el
heroísmo y la valentía, no dejando indiferentes.
Arengas y apelaciones emotivas para acometer la gran
aventura final.
De camino a un agujero.
Antes de lanzarse a esa misión casi suicida, del Toro cerrará
el dibujo de sus personajes y muchas de sus relaciones, como ya comenté el
director no olvida ni deja al arbitrio ningún personaje aunque estemos en una
cinta de entretenimiento y todo tenga que ser más ligero y sencillo. Así el
Mariscal retratará y valorará al joven Hansen (Robert Kazinsky), el
piloto chulito. Así mismo tendremos una emotiva despedida padre (Max Martini) e
hijo (el mencionado Kazinsky). Para cerrar el círculo Raleigh (Charlie Hunnam)
se declarará sentidamente a Mako (Rinko Kikuchi). Los sentimientos
desbordándose en el posible final.
Todo parece estar en contra, incluso nos enteraremos de que
el plan no puede funcionar para complicar aún más las cosas… aunque siempre
habrá alguna solución.
El clímax tendrá lugar bajo el mar, una batalla subacuática.
Dos Kaijus protegen "La Brecha" y los dos científicos descubrirán que la única
forma de entrar en ella es con un código genético Kaiju. Es el último giro en
las complicaciones antes de la batalla. Este clímax no es tan espectacular como
la anterior escena por las calles y las aguas de Hong Kong, pero es efectivo y
épico. El final feliz llega con Mako perdiendo a su "padre" al que sólo podrá
conservar en recuerdos, pero gana un compañero con el protagonista, aunque no
hay besito, curiosamente. Herc Hansen, por su parte, pierde a su hijo, y su
consuelo será menor, un perro. El final agridulce. No se entiende muy bien que en un Jaeger más moderno el Mariscal y su compañero no usen las cápsulas de escape del mismo modo que lo hace el protagonista, se ve que la modernidad no siempre es buena...
Nuestro protagonista, Raleigh, por su parte, mantendrá una
cara francamente saludable a pesar de haber estado a punto de morir. Todas las
convenciones necesarias cumpliéndose pero con una gran labor narrativa y un
tono intenso. Un magnífico entretenimiento.
En definitiva un notable trabajo, entrañable y realizado con
cariño, infantil en el buen sentido y que se regocija en los tópicos y su
carácter mainstream en una clara oda jubilosa y festiva al género.
Una amalgama de referencias e influencias en las que del
Toro demuestra su amor al género. Su labor artesanal siempre estará salpicada
de toques personales que definen su universo de autor, especialmente en lo
estético y con algún apunte conceptual, uno de ellos son las múltiples
referencias que se insertan en su cine y demuestran la sabiduría de del Toro en
cuanto al cine fantástico se refiere.
De influencias.
Así en este universo particular con mitología propia, en su
orgullosa consciencia de mainstream, tenemos multitud de guiños que los más
cinéfilos y aficionados al fantástico y la ciencia ficción disfrutarán durante el visionado de este exceso visual lleno de monstruos y metal retorciéndose. Lo
primero que vendrá a la cabeza al ver los trailers será la saga “Transformers”,
como es lógico, con esos gigantes robots, sólo que ésta que nos ocupa no invita
a reírse de ella y merece la pena; la imprescindible “Blade runner” (Ridley
Scott, 1982) es de obligada mención, especialmente por la estética del Hong
Kong nocturno que visita Geiszler, por ejemplo; “Star Wars” y la misión
definitiva donde nuestros héroes deben lanzar una bomba a un agujero que
amenaza con la destrucción, en la Estrella de la Muerte en el caso galáctico,
es más que evidente, una influencia indispensable; “Alien, el octavo pasajero”
(Ridley Scott, 1979) aparece de forma simpática con el momento en el interior
del Kaiju, la repentina "muerte" de Perlman, el embarazo del bicho y el
nacimiento; el cine japonés de monstruos exitoso en los 50, el Kaiju-eiga, es de
obligada mención como es fácil entender; detalles fantásticos mezclados con la
scifi, la rivalidad, las bravuconerías, las chulerías y demás aspectos que
describen la relación entre Raleig y Hansen nos llevan al éxito ochentero de
“Top Gun” (Tony Scott, 1986); la camaradería dentro del grupo y su dedicación
profesional sin regateos viene del cine del maestro Howard Hawks; la forma de
presentar personajes y dotarlos de elementos peculiares y característicos para
hacerlos más carismáticos, y el uso del flashback, llevan a Sergio Leone e
incluso Tarantino; hasta “Armageddon” (Michael Bay, 1998), con los sacrificios paternos del final de la
cinta, y “Monstruoso” (2008), la aceptable propuesta de Matt Reeves, vendrá también
a la cabeza; “Godzilla” (Roland Emmerich, 1998) y “Jurasic Park” (Steven
Spielberg, 1993, 1997), especialmente la segunda de la saga, son fácilmente reseñables
con sus gigantescos protagonistas destrozando cuanto ven a su paso por la
ciudad, además la escena donde vemos una pezuña arañando nos lleva a las cintas
de Spielberg claramente; en la escena donde Geiszler conoce a Hannibal Chau
tenemos un guiño a “Chinatown” (1979) la obra maestra de Roman Polanski, al
colocar el segundo la navaja en la nariz del primero, aunque aquí no habrá
corte… La serie “Evangelion” y los
nombres de Ray Harryhausen (gran creador de efectos especiales, monstruos sobre
todo) e Ishiro Honda (director con muchos títulos sobre Godzilla, por ejemplo),
también son homenajeados aquí, estos últimos aparecen en los títulos de
créditos y se les dedica la película además; la cinta tiene boxeo yartes marciales, por si faltara algo, y un
toque a videojuego que nos lleva a buscar otras referencias en los mismos, por
ejemplo la saga “X-COM”, del cual “UFO: Enemy Unknown” fue elegido el mejor
videojuego de la historia en el año 2000. La secuela de este, “Terror From The
Deep”, tiene numerosos y sorprendentes paralelismos con la trama de la
película, monstruos con base submarina que llegaron hace millones de años y se
disponen a colonizarnos definitivamente una vez el planeta se amolda a sus
condiciones, y que por tanto hay que destruir.
Quizá se esté gestando una nueva saga de culto. “Pacific
Rim” se toma en serio su propósito de mainstream y apuesta por momentos
dramáticos cuando es menester sin que lleven al sonrojo, a la épica y
demostrando que con momentos de humor pero un tono serio se puede hacer una
gran obra de entretenimiento que no recurra a la pseudo parodia deshonesta
estilo “Transformers”.
Una cinta honesta a la que cabe oponerle poco, una vez quedan
claras sus pretensiones, más allá de que no te gusten este tipo de cintas y sus
convenciones. Bien es cierto que cabría decir que la presencia de Charlie Day,
que interpreta al doctor Geiszler, está excesivamente alargada, podríamos
apañarnos sin que saliera tanto tranquilamente, es un poco cargante, y que las
cuestiones científicas no tienen mucho sentido aunque tampoco es que lo
pretendan, evidentemente, o tonterías
varias que no se comprenden muy bien, como el hecho de la progresión de los
ataques y el aumento de los bichos, pero en general da lo que promete y con
creces.
Un cinta que da dignidad a los blockbuster.
Gracias a Rojo4 por el aporte de algunos datos que han venido muy bien a esta entrada.