Una obra deliciosa que recorre
la vida de la primera (segunda, si nos ponemos a pesar el gramo) española que
obtuvo la licenciatura de medicina en la Barcelona del S. XIX: Dolors Aleu i
Riera (1857-1913). Un musical que es, a la vez, de una rotundidad feminista
arrolladora y de una dulzura exquisita, puesto que no se trata de ese feminismo
de erizas enfurecidas, ni tampoco del condescendiente, y mucho menos de ese
feminismo empalagoso que es el oportunista, sino de uno que, simplemente, se
hace evidente, cae por su propio peso, sin necesidad de arengas, de proclamas,
de gestos groseros o de exagerados ensalzamientos.
“Barbes de balena” nos encantó por
ser un montaje que logra de forma muy sentida, muy femenina, muy dulce, muy
entrañable, transmitir de inmediato, suscitando la empatía y complicidad del público,
los esfuerzos, la vocación y la determinación encomiable de las pioneras
médicos, de una en particular, a la vez que pone el foco de manera muy natural
en el largo camino recorrido por las mujeres de las generaciones que nos
preceden hacia la igualdad de derechos, haciendo que recordemos historias
escuchadas en casa sobre oportunidades, valía… Y es que, además, la gran
protagonista de la obra, Dolors Aleu, fue la tatarabuela de Núria Cuyás, una de
las cuatro jóvenes actrices que la interpretan…
Un montaje sencillo, un tema muy complejo
Las actrices se presentan enfundadas en corsés, hechos con barbas de ballena, como el título de la obra explica. Y lo hacen alrededor de un piano, cantando una canción llena de nombres femeninos, que después sabremos que pertenecen a sus abuelas, de las que escucharemos audios explicando su juventud; pero a lo largo de la obra serán también pececillos (la sala está decorada con algunas peceras), que se sienten observados por el público, como las mujeres que rompen con los estereotipos, o como las mujeres que responden a los estereotipos y son “cosificadas”. Como las mujeres del siglo XIX, charlarán entre ellas removiendo con primor sus tacitas de té y, por supuesto, serán Dolors Aleu, el personaje centran de la representación, y Martina Castells y Helena Maseras, quienes también obtuvieron la licenciatura en esos años aunque no ejercieran, y será Dolors Cerdá, una concertista de arpa (e hija ilegítima de Ildefons Cerdà, alcalde de la ciudad y creador del famoso barrio del eixample barcelonés) que colaboró con Aleu creando un centro pionero en ginecología. Serán también las voces que relatarán noticias y anuncios aparecidas en los medios de la época, que explicarán historias durísimas de mujeres (como la de la joven criada italiana que se autopracticó una cesárea tras la que caminó varios kilómetros, representado con gran plasticidad gracias a una de las peceras y tinte rojo), y que pondrán en contexto la lucha de Aleu por iniciar la carrera disfrazada de hombre y con escoltas, por superar el trance de aprobar brillantemente las asignaturas en la facultad, por conseguir autorización en Madrid para presentarse al examen de licenciatura; pero, sobre todo, de la lucha en los 25 años de ejercicio en la profesión, en los que sus investigaciones recogidas en estudios puestos por escrito, supusieron liberar a las mujeres del opresor corsé, foco de diversas enfermedades. Interpretarán a una entusiasta Aleu en los inicios, la Aleu dedicada a su profesión con alegrías y decepciones (la lectura de una carta, respuesta negativa a una promesa hecha previamente, chorreando de agua), la Aleu comprometida con la salud de la mujer, la Aleu madre comprensiva y moderna y la Aleu deprimida tras el triste final de uno de sus dos hijos, médico como ella, a raíz de un contagio tras una epidemia en la ciudad.
Pero no solo eso. A raíz de este
eje central, la vida de Dolors Aleu, las actrices nos irán presentando audios
con sus abuelas, que hablarán de sus vidas en una juventud lejana, con
dificultades para poder cumplir los sueños íntimos, y en las que las
obligaciones de seguir las pautas de los estereotipos ‘encorsetaron’ su
devenir; vidas tan reales como las de la protagonista central, y que desde esos
ejemplos, harán que lleguemos a la reflexión sobre la mujer en la actualidad, en
la que se nos hacen evidentes los avances respecto al pasado pero en la que aún
hay presiones o desigualdades… Seguimos llevando, de alguna forma, “corsés”.
Valoración
Hemos
dicho al principio que la obra es una delicia: las voces de las actrices,
bellas y muy líricas; las composiciones muy originales; la escenografía
efectiva en su sencillez; la propia sala, una de las más “intimas” de la
ciudad, con poco aforo, que hace que haya más proximidad con las actrices, que
se pasean entre las dos gradas y en algunos momentos “trepan” a las localidades
más altas…
Alegre
y profunda, amable pero comprometida, simpática y dramática, una obra que dejó
un estupendo sabor de boca.
… Y a
la que, si todo va como debe, volveremos, ya que estamos en pleno proceso de
casar agendas con una de sus actrices para charlar largo y tendido sobre
teatro, una entrevista que los lectores de este espacio cultural tendrán
ocasión de disfrutar…
FICHA TÉCNICA
Barbes de balena, o de qué están fetes les
cotilles
Dramaturgia: Anna Maria Ricart
Dirección: Mònica Bofill
Intérpretes: Ariadna Cabiró, Núria Cuyàs, Laura
López/Cinta Moreno, Anna Romaní
Escenografía y vestuario: Maria Albadalejo
Composición musical: Ariadna Cabiró
Coreografía: Anna Romaní
Iluminación: Laura Clos “Closca”
Fotografía: Núria Gámiz y Ramón Cabiró
Producción: Marina Marcos
Por @MenudaReina
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