viernes, 29 de abril de 2016

Crítica MAGICAL GIRL (2014) -Última Parte-

CARLOS VERMUT










Bondad y amor. Mecanismos de destrucción.

Valores con buena fama, valores útiles, grandes valores… pero siempre en su justa medida. Como casi todo, la medida determinará la utilidad, virtud o defecto de las cosas. La bondad y el amor son grandes valores si los contextualizamos y aplicamos con medida y mesura, pero pueden convertirse en defectos en el exceso. Sobre eso reflexiona Vermut brillantemente, exponiendo ideas trasgresoras de forma inteligente… La desvirtuación de las ideas y valores a través del exceso.




-El ansiado vestido es muy caro, lo que lo convierte en inaccesible, ya que vimos como Luis tenía problemas económicos (está en el paro), incluso para sostener los cuidados necesarios de su hija. De esta forma se introduce sin énfasis el contexto de la crisis que hemos padecido y aún padecemos en España en estos años. Una situación desesperada que llevará a Luis a realizar actos radicales, drásticos… por amor. Así comenzará la tragedia.



La frustración y la impotencia embargarán a Luis, que intentará vender más libros, los más pesados (libros al peso), pero será, evidentemente, insuficiente… El robo es la única salida a esa situación límite y angustiosa para él, sin poder darle un último capricho a su hija, que se le escapa entre los dedos y el alma.


En relación a ese contexto de crisis sutilmente insertado por Vermut, tenemos la escena con la dueña del bar amiga de Luis. Ella hablará de otro bar cerrado por la situación. Un plano fijo, otro más, escenificará la petición de dinero de Luis. No hay dogmatismo en ese contexto de crisis.

Esta camarera amiga apelará al amor y la compañía por encima de lo material para el trato con su hija, algo que la cría corroboraría, como demuestra su carta al padre, pero Luis está obcecado, necesita darle eso, sentir que puede. Hay algo de reto personal en la actitud de Luis por toda la situación que vive.



-Esa impotencia impulsada por el amor a su hija ciega a Luis, que no ve lo importante, obsesionándose con un regalo que en realidad no era tan importante, como Alicia manifestará en su carta radiofónica. Esa carta no será escuchada en primera instancia por Luis, que en vez de prestar atención al amoroso agradecimiento que su hija pretende que oiga, sólo pensará en cómo sacar dinero para el regalo… De nuevo el amor desvirtuándose, cegando…




La escena donde el padre se olvida el móvil mientras su hija le pide que espere para oír la carta que le escribió para la radio, es el perfecto retrato de esa obsesión y obcecación, mostrada a través del encuadre. El móvil no aparece en plano, sólo se hará visible cuando Alicia lo señale y la cámara haga una sutil panorámica de corrección hacia abajo. Se nos vincula al punto de vista de Luis y su obsesión. De nuevo el amor mal entendido y mal focalizado.

Alicia es tremendamente inteligente y madura, consciente de su situación terminal.

-Luis pretende cosas buenas para su hija, se nos muestra como un hombre cariñoso y bondadoso, pero se sumergirá en un abismo oscuro y trágico para llevar a cabo esos actos bondadosos, ese regalo a su hija… El fin y los medios… Una obsesión ilógica... o muy lógica.

-Hay algo de envidia de clase en Luis. Tras la bella escena donde entrega el vestido a su hija, con elementos intrigantes en los gestos de la niña, que primero anuncia algo que quiere decir y luego aparece desconcertada buscando alguna cosa (el complemento en forma de corazón como varita o cetro que suele llevar el personaje del disfraz y que hay que comprar aparte), Luis se enfrascará en otro chantaje… Si era difícil defenderle en su primera intentona, con este segundo chantaje se hace imposible.




Él ya mostró cierto desprecio al ver su situación comparada con la de Bárbara, que parece ajena al sufrimiento al vivir cómodamente, pero esa leve objeción, oculta falsamente en su propósito, se convierte en rabia y complejo de clase, mezquindad de clase. Por eso abusa y presiona sin compasión, ya que aunque no sabe lo que Bárbara debe hacer para conseguir el dinero, tampoco conoce la situación real de su vida y economía… Se basa en un prejuicio y no valora más consideración.


Luis termina convertido en un monstruo víctima de su amor por Alicia y su bondad para complacerla. Despiadado, como se escenifica en la segunda llamada, insultante y despreciativo, amenazante, de espaldas pidiendo dinero a Bárbara.

Damián se cataloga en un principio como la pura bondad… pero le vemos salir de la cárcel. ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? Si es tan bueno, ¿qué le ocurrió para terminar allí?


Su controladora le dirá: “Damián, eres muy buena persona. No lo olvides”. Bárbara manifestará: “Eres muy tierno y buena persona. Eres mi ángel de la guarda”.


Es la maldad de la bondad, su truculencia, la tragedia de la bondad ignorante, de la bondad egoísta… la bondad como valor negativo una vez contextualizado.

La venganza abusa de la bondad. Se dirigen actos de amor hacia algo horrendo: Luis dirige el amor hacia su hija y un acto de bondad (conseguir el disfraz), hacia un chantaje horrendo de consecuencias lamentables; Damián dirige su amor a Bárbara y un gesto bondadoso de defensa, al horrendo crimen que se lleva víctimas inocentes por delante.




En clave de cine negro.

Magical girl” es una personal visión de una trama típicamente negra, de cine negro de toda la vida. Tanto que en ella se ven constantes del género que no pretenden ocultarse y con las que se juega magistralmente.

-Volveremos a encontrarnos con Bárbara una vez ya está crecidita. Es una persona difícil, perturbada, egocéntrica, una enviada de la perdición, una típica mujer fatal despiadada y vengativa. Resolutiva. Lo cierto es que Bárbara sólo hubiera cometido una infidelidad producto de su frustración, vacío vital y existencial, pero la mala focalización de Luis en su amor, su desesperación y frustración así como su presión a la chica, acaban provocando su caída.







Bárbara se vale de su marido porque es psicólogo y, por tanto, recibe la medicación que necesita, así como por su posición social (no le va nada mal), por lo que vive cómodamente. Fuera del dinero y lo material, que Bárbara luchará por mantener, no parece que exista mucho más de ella hacia él una vez se desarrolle la historia, aunque en un principio pueda parecer lo contrario. No dudará en serle infiel con Luis y accederá al chantaje de éste para conservar ese mundo de comodidad, aunque tenga que pasar por un suplicio.


-Damián (José Sacristán) es la figura del vengador romántico, del asesino despiadado, también muy en la onda del género negro, aunque retratado de forma personal. Un ángel exterminador. Retomaremos su persona saliendo de la cárcel, tras verle al inicio en una clase y luego en su casa haciendo puzles y recibiendo una llamada de Bárbara. Él será el último recurso de la mujer fatal, su ángel vengador, al que recurrirá para ejecutar su venganza usándole y manipulándole, utilizando su amor y obsesión por ella. Damián es el ángel vengador de Bárbara, a la que encontrará malherida en su rellano. No la veremos el rostro, en otro juego con el fuera de plano sugerente.


Acudirá al hospital tras recibir la llamada del marido de Bárbara y su agradecimiento. Es ahí donde la chica contará una historia, falsa, manipuladora, consciente de su fatal influjo en el desventurado Damián, para que acometa por ella su venganza, sabedora de que irá a ajusticiar a Luis. Ella es muy consciente de su poder, por eso se definirá como "guapa" ante su marido.

-La parte final es puro cine negro de venganza. Los seguimientos, soberbiamente rodados en planos estáticos y algún travelling, sin énfasis, van avanzando la tragedia y aumentando la tensión.



Hace un año que Damián salió de la cárcel, definiendo temporalmente esas elipsis que llevan del pasado al futuro y viceversa. Sabremos de sus relaciones en la cárcel, como ese chico, ex alumno, al que pedirá ayuda, una pistola, preparando el crimen. En los planos del chico aparece Sacristán, pero en los contraplanos no aparece el chico.





-La secuencia final es escalofriante. El crimen, el destino fatal, nuevos elementos clásicos del cine negro, se dan cita para rubricar en 20 minutos el retrato de la obsesión y la venganza. Uno pedirá un licor café y otro un Rioja. Hablarán de fútbol, educación, de la estancia en la cárcel de Damián (explicará que fue, precisamente, por ayudar a Bárbara, seguramente de forma parecida a esta)…

Esa ya es otra historia”.

Damián desvelará sus intenciones, con una confesión que es un impacto tremendo y seco. Como la violencia que le sucederá. Luis se descompondrá ante la inmediatez de su muerte. Damián se dedicará luego a borrar sus huellas y a los testigos de su crimen… El crimen, otro elemento imprescindible en el cine negro. Un asesino frío y sin escrúpulos. Un ángel exterminador.


El final no puede ser más impactante, finalizando una cruel y despiadada venganza, eliminando posibles testigos… Todo con banda sonora de anime japonés. Una niña inocente y terminal feliz con su disfraz y su cetro… Una verdadera magical girl…



No me mires”.







Así se cierra el círculo que conecta a todos los personajes que nos presenta Vermut. Una película que termina de forma circular cuando Damián haga el mismo truco de magia a Bárbara que ella de niña le hizo a él en la primera escena, demostrándole que sabe la verdad de lo que ocurrió al enseñarle el móvil que contiene la grabación de su relación sexual con Luis, lo que desmiente la violación que le dijo a Damián que había recibido del profesor de literatura. Un final con un primer plano sostenido sobre Bárbara.

Eres mi ángel de la guarda”. “Porque no lo tengo”.



Todos los protagonistas están más que correctos, pero debo hacer mención especial para el gran José Sacristán. Lo de José Sacristán no tiene nombre. El maravilloso actor, de la denostada generación de las “españoladas”, pero que dio el mayor número de talentos interpretativos de nuestro cine, vuelve a demostrar su categoría de maestro. Bien harían los actores actuales en pasar una temporada con él para aprender a vocalizar, es una auténtica maravilla, un goce casi físico, escuchar la voz de Sacristán. Su voz no es de este mundo.

El resto del reparto también es excelente, con menciones especiales para Luis Bermejo, como el padre, y Lucía Pollán, como la hija. No olvidar a Bárbara Lennie como esa escalofriante mujer fatal llena de matices.




-He ido desarrollando a lo largo del análisis, sobre todo con la mención de los cebos y los ecos, la idea de destino inexorable y finalmente fatal. El fatum o destino trágico, es uno de los temas más significativos en el cine negro clásico, también presente en “Magical girl”. Recuerden que incluso situé un paralelismo, Bárbara como una Moira.

-El sexo está muy presente en la película, algo habitual en el cine negro. Será la forma en la que Bárbara logre sus objetivos, pero también la que casi le lleve a la muerte. Un sexo frío e incómodo, como el que tienen ella y Luis, de manera fugaz. El sexo en la misteriosa casa del pornógrafo será bestial, sugerido, nunca mostrado… no hace falta. Allí se abusará de ella a conciencia, y cuanto más aguante más dinero logrará… La misteriosa puerta del lagarto negro, que todo el mundo parece temer, es otro ejemplo del minimalismo y economía narrativas de las que hace gala la película. Un lugar siniestro en el que los peores y más terroríficos actos tienen su razón de ser.


El cine español es justamente criticado por muchas razones, pero desde hace unos años hay algo que está cambiando, nuevas voces y nuevas ideas van surgiendo, quizá en general en estado embrionario, pero ese es el camino a seguir. Por fin están surgiendo ideas nuevas, nuevos intereses, alejadas de demagogias y sectarismos ideológicos, donde se exploran todos los géneros y el talento empieza a brotar y a dejar buenas películas o joyas como la que tenemos aquí.



Magical girl” es una película de culto que merece ser un clásico de nuestro cine, aunque en realidad ya lo es. Una obra perturbadora, sugerente, brillante e inteligente que no deja indiferente y te subyuga con su personal atmósfera, dirección y detalles.





No es una cinta fácil ni para todos los públicos, pero si es una obra maestra incontestable que todo cinéfilo debería disfrutar.









2 comentarios:

  1. Acabo de verla. Y coincido contigo en lo perturbador y a la vez hipnótico.
    Es un placer poder ver las pelis de tu mano, saboreando detalles. No hay mejor guía q tus observaciones.
    Mil gracias por tanto.
    Bss

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