miércoles, 24 de febrero de 2016

Crítica BROOKLYN (2015) -Última Parte-

JOHN CROWLEY











La frontalidad es sinceridad.

La película no deja grandes rasgos distintivos de estilo, pero sí hay ciertos aspectos interesantes a destacar. Entre los más destacados mencionaré la frontalidad de los encuadres y la fotografía y uso de los colores, incluidos los del vestuario, que tienen más sentido y significación y dan profundidad al conjunto.

La frontalidad aparece a menudo en la cinta, pero se hace especialmente patente para mostrar las relaciones de Eilis, los pilares de su vida, la gente en la que ella confía o puede confiar. Su familia, sus amigos y su pareja.

·         La cámara.

-Así se presenta a su familia en Irlanda, a su encantadora hermana y su recia madre, en un plano frontal en la cena que luego pasa a planos y contraplanos durante la conversación, incluyendo a una o dos de las comensales, en honor a un estilo sobrio y clásico.

Una hermana absolutamente encantadora y que es el principal sostén de Eilis, su persona de absoluta confianza, que asumirá el cuidado de su madre tras cuidar de su hermana, renunciando a otros sueños por su familia. Un personaje abnegado y conmovedor, como su relación con Eilis.



Una madre preocupada por el frío, el dinero y la ropa allá en América, como todas las madres, práctica.

-De la misma forma se presenta la casa de la señora Keogh, donde las cenas serán uno de los aspectos cotidianos y recurrentes en la vida de Eilis. Planos frontales que luego se diversifican según se desarrollen las conversaciones. La señora Keogh (Julie Walters) es muy grande y atizará sin piedad a las chicas con ironía cuando lo merezcan, menos a Eilis.



-No solo serán encuadres, también la frontalidad aparece en travellings siguiendo a los personajes. El primero será con su amiga irlandesa, Nancy (Eileen O’Higgins), aunque en ese travelling se inserta uno desde sus espaldas bastante desconcertante.



Hay otro travelling que me incomoda un poco por exceso de subrayado. Es ese que muestra el dolor de las familias al despedir a sus hijos, padres, amigos… que se van camino a América, visto desde el barco y a cámara lenta con música lacrimógena. Resulta excesivo, demasiado recalcado.


-El decidido coqueteo de Tony con Eilis tras el baile será en plano frontal también, lo que da confianza en el futuro de sus intenciones. También en plano frontal lo veremos en su bonito paseo en autobús, donde los planos se hacen más cortos o más generales según la complicidad en la conversación. Una pareja encantadora.




-Jefa: ¿Te habla todo el rato de béisbol o su madre?

-Eilis: No.

-Jefa: Entonces quédatelo, no hay otro italiano como él en Nueva York.



Lo cierto es que a Tony le apasiona el béisbol, pero demuestra una gran sensibilidad intentando evitar temas que son ajenos a Eilis.

Su petición de matrimonio también será en plano frontal.





·         El vestuario.

Si os percatáis, Eilis va de verde la mayor parte del tiempo al inicio de la película, especialmente en Irlanda y con ese abrigo del que parece no poder separarse. El verde en honor a su tierra, el verde como símbolo de su ingenuidad, de su inmadurez. También en tonos oscuros, como en su trabajo en Bartocci’s. Poco a poco esto irá cambiando y su ropa variará, se hará colorida, y la veremos de amarillo, rosa, naranja… Un cambio unido a su madurez, a su salida del cascarón, donde irá dejado atrás su timidez y desconfianza, su carácter retraído, gracias a Tony, que será clave en ese cambio.




Se usa un contraste marcado con esa desconocida amiga que la ayuda en su travesía y sus vomitonas de camino a América, una chica experimentada y vestida de rojo pasión que hace el clásico papel de compañero que ofrece su providencial ayuda para encaminar en su viaje iniciático al héroe/heroína. La atenderá en sus divertidas cagaleras y vomitonas, la defenderá de sus despreciables vecinas y la instruirá en cómo debe comportarse en el barco, cómo debe evitar las comidas antes de las tempestades y en cómo comportarse ante los guardias para acceder a la tierra prometida, a América.






Frente a un espejo la veremos de verde, en un restaurante, antes de recibir los piropos de un camarero, un momento previo a su caída en depresión, sintiendo su inadaptación con todas sus fuerzas. Esos espejos y reflejos distorsionados marcan dicha inadaptación en esa primera etapa americana.



De negro, el atuendo en su trabajo, recibirá la trágica noticia del fallecimiento de su hermana que le dará el padre Flood. Una conversación en estilo clásico, plano general al inicio y al final con plano-contraplano durante la charla.




Eilis se casará de naranja, un color mucho más cálido y luminoso, acorde a su nuevo estado emocional, lleno de contrastes. Amarillo usará en la misa por su hermana, en una elipsis de una a otra escena.

A su vuelta a Irlanda todos resaltarán su cambio y su gusto vistiendo, en tonos suaves, pastel y coloridos, con chaquetas azules y vestidos amarillos o rosas.




La fotografía de Yves Bélanger es muy clara, en tonos pastel, casi angelical, que me recuerda en cierta medida a Sorolla, aunque sin su “vaporosidad”, especialmente en las escenas de playa.



Iniciación y madurez.

Saoirse Ronan está realmente esplendorosa. Una interpretación conmovedora y con muchos matices, sutil, controlada, llena de sensibilidad y calidez, que es la base y la columna vertebral de toda la cinta. Humana, sensible, ingenua… desarrolla la evolución de su encarnación con una agudeza magistral.



Eilis es una soñadora, ingenua e inocente, firmemente enraizada en la cultura irlandesa, a la que le cuestan las relaciones personales, que no tiene éxito con los chicos, que es muy familiar, tímida, introvertida. Tiene un carácter afable, educado, muy tímido, pero encantador, que rendirá a todos los que la conozcan.

Esto se retrata a la perfección, además de en el desarrollo ya explicado de su vestuario, en una de las primeras escenas de la cinta, ese maravilloso y largo primer plano sostenido sobre su rostro en el baile donde triunfará su amiga mostrando su soledad. Soberbia Ronan.



Algo se rompe en Eilis al irse de Irlanda, algo en su interior a pesar de cumplir su sueño. La despedida de su hermana escenifica esto a la perfección, con un sentimiento y una sensación donde se intuye que no volverán a verse… Un amor sincero y necesario.


La relación con su familia está muy bien desarrollada, llena de matices. Su vínculo con su hermana, su principal apoyo y amor, protagonista de uno de los momentos más desgarradores, y su relación con su madre, más fría y respetuosa pero igualmente sentida. Las escenas con su hermana y, sobre todo, su madre son profundamente desgarradoras en los momentos más dramáticos (la despedida por ejemplo). La íntima emoción de Rose leyendo y escribiendo las cartas a su hermana, habiendo entregado su vida a su madre, es conmovedora.


Lo mismo ocurre con la asunción de la muerte de Rose, el sostén de Eilis, su ángel de la guarda, que cuando su hermana parece poder volar sola sólo le queda morir. Poco consuelo.

Incluso muerta será su principal confidente, como veremos cuando Eilis cuente a la tumba de su hermana su secreto, su matrimonio con Tony, ese anillo que oculta.






La última escena con la madre es tremendamente dolorosa, en una amalgama de sentimientos realmente complejos, donde la ausencia, el abandono y la soledad, la ruptura de los hilos familiares, se exponen con sutileza. Una madre comprensiva que debe asumir su soledad, que ve rota y truncada su esperanza de su compañía, el abandono tras tener a esa hija cerca de nuevo, algo que no puede sentir de otra manera que como un rechazo… Emocionante.






Eilis, por su parte, decide finalmente en esa encrucijada de amores y deberes, donde debía elegir entre vivir su vida o vivir la de otros, aunque fuera placenteramente. Una escena emotiva, conmovedora, dura y escueta.

También lo es la conversación telefónica de Eilis con su madre a cuenta de la muerte de Rose. Una Saoirse Ronan extraordinaria, dulce y sensible.





Su evolución se hace evidente en América. Sus dificultades sociales se van matizando, su rigidez y torpeza en las ventas se van corrigiendo y depurando, para lo que será vital la figura de Tony, un excelente Emory Cohen. También la ayuda en su casa de acogida y la amable y comprensiva supervisora en el trabajo serán de vital importancia. Veremos cómo su carácter también se va endulzando y haciéndose más vivaz, alegre y positivo en el trabajo. Cuando mejor esté, cuando el amor la redima, llegará la tragedia.



El impacto del cambio de vida y de continente es lógico. Una simple mirada a una foto de su familia nos llevará a Irlanda de nuevo, brevemente, para que veamos la rutinaria vida de Rose (Fiona Glascott), y sus lecturas de las cartas que le manda su hermana. Eilis, por su parte, caerá en depresión, al no saber canalizar ese cambio, echando de menos a su familia y su sencilla vida irlandesa. Conforme las cartas se hagan más positivas, una vez conozca a Tony, Rose se emocionará y a la vez sentirá una amalgama de sentimientos, ya que es consciente de que pierde a su hermana para siempre, que no volverá…



El costumbrismo es predominante, siempre tranquilo y sutil. Comidas, trabajos, ocio en bailes… Una escena muy simpática al respecto la tenemos en la casa de Tony, cuando éste presenta a Eilis a su familia italiana y a su grosero e indiscreto hermano menor.




La iglesia y el cura que la ayuda será su principal vínculo con la Irlanda de sus raíces. La labor y presencia del cura, el padre Flood (Jim Broadbent), será indispensable para Eilis, ya que le proporcionará el trabajo, la inscribirá en clases en la universidad para que tenga conocimientos en contabilidad, como su hermana, algo que ella quería, pagándole el primer semestre, además de darle todo el apoyo moral posible. La escena cumbre será en Navidad, junto a un montón de irlandeses que ayudaron a levantar tantas y tantas infraestructuras en los Estados Unidos, ahora desahuciados. En esa escena navideña, donde Eilis colabora en un comedor ayudando al padre Flood, tendremos un momento profundamente emotivo con la canción tradicional, que define ese arraigo que nunca se pierde, que nunca se olvida, que permanece agazapado o tímido o preso… pero nunca muere. La añoranza y los hilos invisibles. La labor de la iglesia queda muy bien plasmada.



No sólo recibirá el apoyo de la iglesia, también de la señora Keogh, a la que se gana con su carácter y educación como huésped suya, así como a las amigas con las que allí convive, que la guiarán, depurarán su estilo e incluso la enseñarán a comer pasta para que dé buena impresión en casa de su novio Tony, que es italiano. Keogh llegará a darle la mejor habitación de la casa y la más independiente.





Eilis tiene un carácter más serio y responsable que sus compañeras, más juerguistas y experimentadas, es por ello que le tocará ser la cuidadora de la chica nueva que no parece caer muy bien a nadie…

A su regreso a Irlanda los comentarios sobre su adquirido glamour serán constantes, en una demostración más de que Eilis ha dejado atrás a la inocente mojigata que fue, pero sin dejar de ser ella misma.



El final de su evolución lo tenemos en una de las escenas finales, en su viaje de regreso a América, cuando culmina su madurez aconsejando a una joven desvalida e inexperta, como aquella que fue ella misma al inicio del film, convertida en mentora donde antes fue alumna, recomendándola que no coma para evitar los vómitos en el barco. Una conversación con desenfocados en el mismo plano según intervengan las chicas en la charla.




Brooklyn” es una encantadora y delicada película que se disfruta sin dudas, aunque sin gran trascendencia y con sus defectos. Una buena película que deja la deslumbrante, cautivadora y adorable interpretación de Saoirse Ronan como el principal aliciente, y el tono agradable y romántico generalizado. También por la adaptación de Nick Hornby.








3 comentarios:

  1. Una peli amable.
    Tanto tiempo leyéndote y me sigue admirando tu capacidad de observación. Tu manera de explicar mil detalles (coincido contigo en el recuerdo de Sorolla), tu lenguaje fluido, rico, y tu maestría.
    Gracias.
    Bss

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    1. Muchas gracias Reina. Creo que te gustaría, a mi me gustó bastante. Besos!

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  2. PELÍCULA: El renacido

    DIRECTOR: Alejandro Gonzalez Iñárritu (El renacido)

    ACTOR: Leonardo DiCaprio (El renacido)

    ACTRIZ: Brie Larson (La habitación)

    ACTOR DE REPARTO: Sylvester Stallone (Creed)

    ACTRIZ DE REPARTO: Alicia Vikander (La chica Danesa)

    GUIÓN ORIGINAL: Inside out

    GUIÓN ADAPTADO: The Martian

    PELÍCULA EXTRANJERA: El hijo de Saúl (Hungría)

    PELÍCULA ANIMADA: Del revés (Inside Out)

    FOTOGRAFÍA: El renacido

    VESTUARIO: Cenicienta

    MONTAJE/EDICIÓN: Mad Max: Furia en la carretera

    MAQUILLAJE: Mad Max: Furia en la carretera

    BANDA DE SONIDO: Los odiosos ocho

    CANCIÓN ORIGINAL: Till it happens to you (Hunting ground)

    DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Mad Max: Furia en la carretera

    MEZCLA DE SONIDO: El renacido

    EDICIÓN DE SONIDO: Mad Max: Furia en la carretera

    EFECTOS VISUALES: Mad Max: Furia en la carretera

    DOCUMENTAL: Amy

    CORTOMETRAJE: Ave María

    CORTOMETRAJE DOCUMENTAL: Body team 12

    CORTO ANIMADO: Sanjay's Super Team

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