Siempre he tenido claro cuál es el motivo del éxito de esta
trilogía y ahora película, y no tiene que ver ni con el sexo ni con la
publicidad, alicientes e ingredientes importantes también que han sido usados para aumentar el
impacto, aprovechando el morbo de la historia, pero que
no son la causa esencial de ese éxito.
El éxito de “50 sombras de Grey” radica en el verdadero sueño húmedo de muchas mujeres, de toda edad y condición, aunque especialmente jovencitas, el sueño húmedo más grande y potente de muchas, que no es otro que lograr cambiar al hombre, cuanto más malote o traumatizado mejor, moldearlo, transformarlo... desde "el poder del amor". The Power of Love. El sueño húmedo que lleva a ignorar al chico normal que está al lado para desvivirse por el patán que las desprecia “porque en el fondo tiene buen corazón”. La idea de transformar al chico malo y ser la que saque a la luz ese corazoncito que no muestra a nadie parece la culminación del ego femenino, la demostración máxima de sensibilidad y empatía. Si el chico además tiene un pasado perturbador, traumático, eso ya resulta casi orgásmico. Redimirlo, reconducirlo, reeducarlo, curarlo, llevarlo a un punto de encuentro… Ahí radica el éxito de la novela y de la película, esa es la verdadera clave, ya que historias, novelas y películas eróticas ha habido, hay y habrá infinidad, pero ese toque simplista, ingenuo, infantil o juvenil de la que nos ocupa es lo que parece saciar todos los apetitos de un gran número de mujeres, porque esta historia es una historia escrita por una mujer para otras mujeres y son ellas las que la han convertido en el tremendo éxito que es.
Ahí está el pobre chico bueno, formal y normal, mirando empanado como el malote que trata mal a la chica se la lleva de calle porque ella quiere cambiarlo... "Si a mí no me tienes que cambiar, que ya vengo bien de serie", piensa desvalido... La épica y la epopeya romántica y erótica ansiada por muchas féminas.
Su concepción es básica para desarrollar esta idea, el contraste radical. Así tenemos a la chica, con la de deben identificarse todas las féminas, que es culta, profunda, ingenua, virginal, que espera al hombre de su vida y no se entrega a cualquiera, inexperta, de clase media trabajadora, insegura, sensible y cariñosa, que se encuentra con su opuesto, un hombre de éxito, también cultivado, seguro de sí mismo, experimentado, millonario, guapo, educado, cachas, pervertido y depravado, fan del sado, frío y distante… Esa es la clave de la atracción, piensa la autora, los polos opuestos, el mentor y la alumna, Pigmalión erótico, “My Fair lady” (George Cukor, 1964) en plan sensual… Lo lamentable de esto es que ni siquiera se mantiene el rigor de esa concepción y descripción de personajes, que acaban comportándose de forma arbitraria o directamente opuesta a esa definición inicial. Ella es muy culta porque lee a Hardy pero se le caen las bragas al ver el traje de Grey.
La historia que se nos cuenta en “50 sombras de Grey” es la
de la joven y alelada Anastasia (Dakota Johnson), que queda prendada nada más verle de Christian
Grey (Jamie Dornan), un joven multimillonario, musculoso y muy guapo, lo lógico en alguien tan
profundo y que valora el interior como ella. Cuando el chico, en un rapto de
sinceridad, le confiesa que es un poco especialito con las cosas del meter y el
amar, ella piensa: ¡Que cojo…! Perdón, ella no pensaría tan vulgarmente ni siquiera
en monólogo interior, pensaría: ¡Repámpanos! Bueno, yo le cambiaré aunque tenga
que soportar algún azotillo, todo sea por seguir dando paseos en ese
helicóptero tan guay.
La cuestión sociológica de brocha gorda que muchos están
exponiendo me es sumamente ajena y no le veo mucho sentido en relación a la
historia, a las novelas, a la película. En todo caso tendría que ver con el
éxito, que esto guste a tantas personas, no con la historia en sí. Pero ni siquiera
es así, ya que la idea se fundamenta en lo comentado al inicio, en la idea de
cambiar al depravado, al malote de buen corazón, no en un icono femenino
sumiso deseado. Empatía.
La película no funciona ni como comedia romántica, ni como drama, ni como
película erótica ni como ninguno de los géneros que medio toca. Es un desastre
supremo. Tiene unas deficiencias dramáticas vergonzosas, con vaivenes en los
personajes sencillamente sonrojantes y una descripción y desarrollo de los mismos lamentable.
Llegan a producir vergüenza ajena las risitas nerviosas,
histéricas incluso, que se escuchan en las salas de cine en algunos pasajes, a
veces por el recuerdo de la novela y otras por los momentos concretos en sí, ya
sea en las escenas más subidas de tono o cuando se le pregunta por su posible
homosexualidad al protagonista… Y da vergüenza ajena porque si tienes más de 13
años parece increíble que esto pueda escandalizar o dar el más mínimo morbo. Pasaremos
por alto las que tengan que ver con el recuerdo de la novela, por aquello del
entusiasmo y la explicitud de aquella, pero queda claro que se folla muy mal,
tremendamente mal. Quizá un buen vibrador con pilas Duracell aliviaría esta desgracia…
“50 sombras de Grey” se basa en un fanfiction de “Crepúsculo",
o sea, una historia accesoria que se inventa un fan, muy a menudo con escenas
eróticas, en base a una historia original que les gusta. Aquí se cambiaron un par
de cosas y de camino al éxito. No hay un “no muerto”, pero sí un "no
romántico" que la lleva en helicóptero, le da paseos en aeroplano, regala
coches...
Pocos alicientes tiene “50 sombras de Grey”, ya sea en libro
o en película, aunque si quieren acercarse a esta historia mejor escojan la
versión literaria. Uno de los puntos acertados es la idea de plantear la relación
inicialmente a través del frio formulismo burocrático, una idea inteligente. Y
es un acierto porque no habría forma humana de tomarse esta historia en serio
ni sacar el tema en una relación normal de cualquier otra forma, ya sea lúdica,
digresiva, evasiva o intrascendente, en momentos de intimidad o diversión, sin
terminar tronchándose de la risa, resultar ridículo o salir espantado… A saber:
-Anastasia: Pues a mí me gustan los batidos de chocolate, Christian.
¡Soy tan virginal!
-Christian: Ahora que hablas de leche, a mi me gusta, vamos
que me pone muy bruto, azotaros con látigos cuando os tengo atadas a la cama y
daros calambres en los pezones… No sé como lo ves…
-Anastasia: Qué “diver”, ¿no?
-Christian: ¡A que sí! ¿Follamos?
-Anastasia: ¡Yujuuu!
Esto sólo quedaría bien en la parodia de la película, el
problema es que la película, y la novela por supuesto, parecen ya una parodia
de sí mismas. Yo doy ideas para títulos que quizá en un futuro puedan seguir
engordando la gallina de los huevos de oro, por ejemplo, “Fóllame como puedas”
o “Atízame como puedas”… sin ponernos excesivos…
Ella se llama Anastasia, como podréis comprobar un nombre
nada pretencioso, de gran duquesa rusa virginal o de virgen y mártir serbia y
católica… En la novela no para de hablar de literatura romántica inglesa,
porque ella es culta y profunda, y nada pretenciosa, como digo, y valora el
interior de las personas. Vamos, más maja que las pesetas. Anastasia
no es tonta, se quedó así de leer demasiada literatura inglesa, como don
Quijote, vamos.
Todo lo comentado tiene cierto sentido porque el chico en
cuestión está cuadrado, es guapo y está bueno, es multimillonario, tiene
helicóptero y varios cochazos, mansiones y viste trajes a medida… Ponle a
Anastasia un gordo sudoroso y barrendero, a ver qué opina cuando le diga que le
quiere trabajar el trasero con una pala de cricket… Es cierto que Paquirrín
tiene éxito con múltiples chonis, pero no es lo mismo y lo sabéis… 10 de cada
10 Anastasias se muestran reticentes a dejarse azotar por gordos sudorosos y
pobres, a los que consideran pervertidos maltratadores que deberían estar
encarcelados… No hay redención para la perversión rolliza…
La llegada de Anastasia al lugar de trabajo de Christian, su
compañía, para realizarle una entrevista sustituyendo a su amiga enferma, ya
deja estupideces y torpezas tópicas de puestas en escena. Una prestigiosa y
gran compañía en la que ella aparcará justo en la puerta sin ninguna dificultad
nada más llegar… Qué suerte, oiga.
Sus miradas iniciales en este primer encuentro deben, en
teoría, decir todo lo que piensan los personajes al verse. Ella algo así como: “Cómemelo
todo aquí y ahora, tío macizo y desconocido”, y él algo así como: “¡Qué somanta
de palos te daba en ese lindo culo, preciosa!” Tras dos horas llegarán a ello.
Lo más notable desde la puesta en escena tiene que ver con
el entorno de Grey. Sus lugares cotidianos, de trabajo o sus lugares de
residencia son mostrados con planos amplios, generales, lejanos, muy oxigenados,
con tonos neutros, blancos, asépticos, fríos… Incluso la famosa habitación roja
es fría. Esto es un acierto en una puesta en escena y una fotografía que parecen
de puro telefilm barato por lo demás.
La parejita.
He comentado que la relación de la pareja se fundamenta en
el radical contraste, colocar a uno de los personajes en un extremo y al otro
en el otro para que vayan dirigiéndose a un punto de encuentro donde ambos
cedan y aprendan, maduren y corrijan… Muy original.
Sus presentaciones son convencionales, con algo más de
misterio para Christian, al que se le encuadra de espaldas o perfil ocultando
su rostro, que nos resulte intrigante… sin acercarse a conseguirlo siquiera.
Así se les irá describiendo de forma fugaz marcando dichos contrastes, que se
acentuarán con el desarrollo de la historia y el descubrimiento de los pequeños
secretos de él. Opuestos.
-Christian Grey (Jamie Dornan): Multimillonario, deportista,
musculoso, detallista, viste bien, usa coches caros, es un gentleman, bien
situado, con personalidad y dotes de mando, líder de una gran compañía, usa chófer,
nada romántico, solitario, tiene un pasado… Tiene 27 años y no se le conoce
pareja.
-Anastasia Steele (Dakota Johnson): Brillante estudiante de
sobresalientes y trabajadora en una ferretería, culta, estudia filología
inglesa, no hace deporte, le preocupa poco su aspecto, descuidada, torpe,
insegura, de clase media, usa un coche prestado, muy romántica, tiene amiguitos,
no tiene pasado…
Ella tiende a poner los ojos en blanco, morderse el labio y
chupar bolígrafos, a él todo eso le vuelve loco… A Anastasia él le parece
elegante, limpio, intenso, intimidante, fascinante… A nosotros no.
-Se nos cuenta que Christian no es nada romántico, que no le gustan esas cosas, que está incómodo con ellas, algo sobre lo que se incide mucho en la novela, pero que aquí no vemos en ningún momento salvo de boquilla y avanzada la película, porque el chico no puede ser más encantador, amable y romántico. Regalos de primeras ediciones del autor favorito de ella, visitas inesperadas al lugar de trabajo, rescates de acosadores sin mirar en gastos ni molestias en las borracheras de ella, viajes nocturnos en helicóptero, veladas en lujosas mansiones, noches durmiendo en cucharita… La lógica de los personajes y sus comportamientos resultan alucinantes por absurdos, incoherentes y contradictorios, no paran de contradecirse y demostrar lo opuesto a lo que se supone les define, cambian de opinión constantemente sin sentido alguno y dan bandazos durante toda la narración.
“No me va lo romántico. Mis gustos son muy peculiares, no lo
entenderías”. ¿Recuerdas las bridas que
te compré?
Vamos, él es más de pensar cosas estilo: “¡Cómo me pone ese
gato hidráulico! ¡Le veo tantas posibilidades!”
-Ella, en cambio, es muy romántica y lo demuestra leyendo
mucha literatura inglesa, máxima demostración de que alguien es romántico. Esto
es lo que se dice y explica en el libro, aquí se ve más bien poco, aquí lo que
se ve es que quiere penetraciones a mansalva en todas las posturas posibles
desde que ve a Grey, y una filosofía clara, que las penas y las palizas en la
habitación roja se sobrellevan mejor en una mansión, bebiendo champagne y dando
paseos en helicópteros o aeroplanos. Es decir, se le ve bastante más romántico
y enamorado a él que a ella en este bodrio.
Si le montas una escenita de celos y él acude raudo en viaje
supersónico a Georgia donde visitas a tu madre para darte un paseo en
aeroplano, le gusta dar paseos a Anastasia en cosas voladoras, pues claro, a
una se le quitan las penas más fácilmente. Intente usted ser igual de romántico
sin dinero, intente hacer eso… Este es “el no-romántico”.
-Christian: Me gustaría morder ese labio.
-Anastasia: Creo que eso me encantaría.
Al diálogo anterior se le llama romper y destrozar el clima
y el momento. Y es que estos dos van así, ahora sí, ahora no, te digo pero me
retracto, te magreo pero me voy… Dos insufribles horas hasta que le da los
latigazos.
Esto podría ser Disney. Igual me equivoco, pero ¿no es cierto que en todas las historias de pareja rico/pobre el rico es él? No hay chica rica que se líe con el pobre. Salvo si es una rica arruinada, o sea, pobre, que se lía con alguien no tan pobre. Al menos, no consigo recordar ninguna peli de Disney o de este tipo en que el pobre sea él.
ResponderEliminarBueno, lo de los personajes que te veo es lo típico de la mala literatura. Como pasa en las bestselleradas, como dice la Fiera Literaria (que cuando he podido comprobar son monjitas de la caridad), en que se dice que los personajes son tal y cual; pero cuando actúan no se parecen en nada a eso.
Sí las hay, si recuerdo te diré alguna, pero sí las hay, hace poco vi una francesa donde el chico se servía de una rica y tal, pero suele ser al revés, será por aquello de la vulnerabilidad, que queda más efectiva en las mujeres...
EliminarLo de los personajes en la película es de traca, pero de la buena... Disney ha hecho cosas mucho más transgresoras que esta cosa jajajaja
JUAJUAJUAJUAJUAJUAJUA!!!
ResponderEliminarVitriolo aparte (por favor, más diálogos!!!), y con la salvedad d q ni he leído los libros ni he visto la peli (y q "a Dios pongo por testigo" q eso no va a suceder), estoy de acuerdo contigo en muchos puntos: el primero en q muy mala (o breve) ha tenido q ser la experiencia amatoria como para q tres azotes y dos cuerdas sulibeyen tanto. Q el sado es otra cosa. Y eso m lleva a darte la razón en q el sexo no es la cuestión, sino el influjo del malote redimido por los encantos personales de la amada, sublimando malote y amada en un buenorro con pasta y una pura y casta doncella, con aura de listérrima, y monina y tiposa. Si los protas fueran como estatuas de notero y poligoneros, de qué.
Me parto con tus comentarios, en serio!! SOLO 3 PARTES?!!! Con las risas q me causa ES UNA PENAAA!!!
Jajaja!!
Esperando las siguientes!! Besos!!!
Jajajajaja total. Es que es así, lo del sexo y el sado son parafernalia que oculta la esencia del verdadero sueño húmedo, domar al malote.
EliminarSe hacen guarreridas muy malamente, Reina, muuuuy malamente jajajajaja.
Me alegra que te hayan parecido graciosos, yo me lo pasé muy bien haciéndolo. Hay más diálogos en las siguientes si no recuerdo mal jajajajaja.
Besos!
Vi la peli el viernes noche en casa con Luna, versión chusca en castellano con substítulos en chino y dos o tres muriéndose al verla de la tos que tenían. Un horror es poco,yo creo que es la mayor basura que he visto en mi vida. El problema que veo yo es que es una peli que quiere ser para todos los públicos cuando lo destacado de la novela no es para todos los públicos, eso la lastra y la hace ser una peli con una historia sin ningún sentido pero que encima no ofrece lo que en teoría era revolucionario en las novelas,falla en todo. Escenas sin sentido, las frases duras como la de te follaría todo el fin de semana sin parar en la reunión sobre el contrato son las serían esperables tras saber como es la novela pero que en esta película no tienen sentido con el tono de la misma. Coge Cronenberg este material y te hace una peli digna,con escenas duras y turbias y un vocabulario acorde. Y una última cosa, si la cosa va de folleteo etc..., al menos que graben los polvos de una forma creible y no la típica mierda que hacen. Un polvo a lo Monster Ball (no he visto nada mejor grabado) hubiera dado algo de calidad y credibilidad a la peli porque como historia de amor es una basura de proporciones cósmicas. Al dia siguiente a verla, en A3 a las 17h pusieron Corazones en llamas, telefilm típico, y era 100000 veces mejor que 50 tonterías de grey. Un saludo
ResponderEliminarJajaja lo has clavado, tal cual, una película mojigata cuando debía ser explícita y sin miedo ya que va de eso, sin sentido, elaboración ni coherencia. Como dices, si la coge un Cronenberg hubiera sacado algo más que notable.
EliminarExactamente, con una sola escena potente, potente de verdad, estilo MONSTERS BALL la película habría crecido, pero no puede ser más tópica y estar peor rodada, en especial los polvos, que me tocan las narices porque era exactamente lo que preveía.
Es que esos telefilms son mucho mejores!!!
Un saludo Chu4che!!
Jajajaja que gran critica! La película es una mierda como una casa! A los tres minutos de empezar le dije a Chu4che que porfavor la quitara! Qué horror mas horroroso! Le he cogido una manía inmensa a los protagonistas!
ResponderEliminarPd: que puntazos tienes, me he reído un montón!
Es rematadamente mala. Tienes dos partes más, por si no las leiste. Muchas gracias Luna!.
EliminarHacer una buena película de una mala novela es ciertamente difícil, por no decir imposible. La única parte que hemos visto ha sido esta parte, y la verdad, salimos escaldados del cine, aunque eso sí, escuchando a las señoras (ya entraditas en años) decir lo 'bonita que era'.
ResponderEliminarSi de la mejor parte de una trilogía floja sacaron este truño (con todo el respeto), mejor ni pensar en la segunda y tercera parte.
HemosVisto
Yo las veo con devoción para poder divertirme con entradas de este tipo jaja.
EliminarGracias por el aporte, JoanRa