En otro perfecto y sencillo uso de un objeto, Hawks
demostrará que maneja el enredo humorístico y la confusión como el maestro
absoluto que es. La confusión sobre la propiedad del bolso de la mujer del
psiquiatra dará otro gran momento de humor.
“Le advierto que nunca estará claro mientras permita usted
que ella se lo explique. Seguirá siendo un lio increíble”.
-Si David es inicialmente un reprimido de manual, de personalidad
débil, su relación con Susan iniciará una evolución que acabará rindiéndole y
haciéndole eliminar todos sus prejuicios y represiones. Cuando le vemos irse en
el lateral de su coche junto a Susan en realidad estamos viendo un primer paso
en dicha evolución, ya que está alejándose de sus responsabilidades, que son
estar con Peabody en ese momento y jugar al golf, hasta el punto que no sabemos
si se va contra su voluntad o todo lo que vemos es creación de su propio deseo
subconsciente. El hecho es que no se baja del coche y deja a Peabody (George
Irving) plantado.
“Debí presentir que estaba usted aquí. Lo intuí tarde,
cuando ya estaba en el suelo".
-Esta misma situación se repite en el restaurante en el que
se cita con el representante de su mecenas, al que dejará plantado nuevamente y
con la misma frase. Que Susan y David vuelvan a coincidir en el mismo lugar es
un nuevo ejemplo del juguetón destino usado por Hawks, y al que se vincula un
nuevo objeto esférico, la aceituna. Así se inicia otro surrealista problema que
alejará a Grant de su responsabilidad. El bolso de Susan es otro objeto
utilizado para el enredo y unión de los personajes.
“Se le escapa una aceituna y yo me siento en mi sombrero…
Veo que todo concuerda”.
“Vuelvo enseguida, ahora mismo estaré con usted, nos veremos
dentro de un momento”.
-No solo en el
exterior se manifestará el cambio de David, también lo hará en su carácter. Así
si bien David se muestra quejica y reticente pero sumiso durante toda la
primera parte de la película, cuando se vea más despojado de su dignidad,
vestido con una bata de mujer y sin gafas, cederá a un arranque de ira como no
le habíamos visto hasta entonces, dándose a valer por primera vez en toda la
película, callando a las mujeres con un grito y dando un pisotón a su enamorada
Susan.
-Aunque David siempre mostrará cierta reticencia y no parará
de quejarse, conforme avance la película se irá mostrando más comprensivo y
amable con Susan, de una forma muy sutil, sumándose a su juego en multitud de
ocasiones, aunque en muchas sea por obligación o necesidad.
-Los instintos son vinculados a los animales, como he
comentado, y jugarán de forma especialmente simbólica con David y su evolución.
-El paso definitivo en la evolución de David lo tenemos en
la última escena, donde además se define esa relación de los animales, los
leopardos, con su propia personalidad, con el cese de las represiones, con la
libertad de los instintos que poco a poco se han ido apoderando del formal personaje.
Vimos a David en su hábitat inicial, junto a su prometida, un ser lleno de
inseguridades, complejos y represiones, protegido en su burbuja laboral. Él
trabaja con huesos de animales, animales muertos. Acto seguido empezará a
interactuar con animales vivos. Así al poco tiempo un leopardo comenzará a
acompañarle, casi al mismo tiempo que inicia su relación con Susan, un instinto
latente, pero presente. Al principio temerá al leopardo, como es lógico, pero
luego lo tratará como a un gatito. En la escena final es donde David deja la
puerta abierta a todos sus instintos, reaccionando como nunca lo había hecho,
de forma valerosa y enfrentándose al leopardo violento siendo consciente de que
lo es, anteponiendo la seguridad de Susan a la suya propia, sacando a la luz y
abriendo las puertas a aspectos que tenía ocultos o no sabía que tenía. Una vez
encierre al animal en una celda se desmayará, una experiencia demasiado
intensa. Todo esto resulta especialmente metafórico, David ya conoce lo que
lleva dentro, ha dejado por fin salir sus aspectos más vitales e instintivos,
ha roto las cadenas que lo reprimían y ahora puede controlar y modular sus
emociones, siendo verdaderamente él mismo. Es por ello que tras toda esta
aventura, aunque pretenda disimular, añora la imprevisibilidad y las aventuras
que vivió con Susan, causa por la que cae rendido ante ella finalmente. El
timorato, inseguro y cobarde científico convertido en un héroe decidido y
valeroso que se enfrenta a leopardos salvajes. El leopardo y la impulsiva Susan
están íntimamente unidos también, es como la manifestación de su irrefrenable
carácter y sexualidad.
-Como es lógico la película debe concluir con Susan
destrozando el último reducto del anterior David, destrozando el dinosaurio por
completo.
El sexo, su deseo reprimido, es un tema latente de la
película, una represión que tiene el personaje de David. Es por ello que habrá
enredos de este tipo y sutiles juegos y gags sexuales, el primero de ellos con
la memorable e inolvidable escena donde a Hepburn se le abre el vestido por
detrás. Un roto y un “semidesnudo” de la Hepburn que un caballeroso Grant se
ofrece a ocultar en otro memorable gag visual.
-David: ¿Quiere usted hacer algo por mí?
-Susan: ¿Cosérselo?
Los dos tendrán sus trajes rotos, otro vínculo, y aunque el
bueno de Grant podría irse en cualquier momento, la situación es tan
problemática que es incapaz de oponer resistencia, por lo que volverá a marcharse
con Hepburn… Es la fuerza del destino.
Suspense humorístico.
-El suspense humorístico vertebra buena parte de los gags de
la cinta, gracias en gran medida al comportamiento de Susan, que al no escuchar
ni entrar en razón, estira y va complicando las situaciones de forma paulatina
hasta llegar al clímax. Esta escena del vestido es un buen ejemplo de suspense
humorístico, con una Hepburn resistiéndose a entrar en razón y estirando el
gag, creando un suspense donde nosotros sabemos qué ocurre y ella parece
inconsciente, una situación hilarante hasta su clímax.
-Uno de los ejemplos más notables de este uso lo tenemos con
“Baby”, el leopardo, de protagonista. Un plano absolutamente memorable que
muestra el estilo de Hawks a la perfección y el uso maestro del suspense
cómico. Un plano general medido al dedillo con la imprevisibilidad de contar
con un animal y la dificultad que esto plantea, con Cary Grant saliendo del
ascensor, el leopardo bajando la escalera y Hepburn siguiendo a ambos… La
autenticidad y virtuosismo del momento es una maravilla. El suspense provocado
por el hecho de que Grant no se percata de la presencia del leopardo es la
clave de este gag humorístico.
-Un nuevo ejemplo de suspense cómico lo encontramos en la
escena en la que “Baby” cambia de coche mientras David compra carne y a Susan
le ponen una multa, un nuevo ejemplo de cómo sacar partido a un elemento
excéntrico, al leopardo.
“No es para mí, es para Baby”.
-Una escena con similitudes a la del leopardo y David,
también con animal, en este caso el perro George, es una nueva muestra del
perfecto uso de este recurso. Otra memorable secuencia y plano con el perro,
por fin silenciado en sus ladridos, cogiendo el hueso que quedó en la cama,
como es lógico y respondiendo de nuevo a sus instintos. Un único plano general
que lo muestra todo para nuestro deleite, haciéndonos de nuevo partícipes de un
secreto que genera suspense y risas.
-Los juegos entre el leopardo “Baby” y el perro George son
una mezcla entre gag visual y suspense cómico, ya que las frases que intercala
David al verlos generan una divertida tensión, frases como “Sí, pero quien sabe
lo que durará la amistad” o “Dentro de nada mi clavícula intercostal habrá
desaparecido para siempre”. Aunque los animales juegan es evidente que la
posibilidad de que el pobre perro pueda servir de alimento al leopardo está
presente.
Panorámicas y travellings dinámicos siguiendo a los dos
protagonistas cierran las dos escenas que inician la evolución de David, la del
golf y la de la cena, desplazando la responsabilidad ante el caos de Susan.
La elipsis humorística.
Despertar la carcajada a través de la elipsis es un arte
realmente complicado, es necesario elaborar la secuencia a la perfección para
que resulte efectiva, pero no sólo eso, requiere especial inspiración para que
además sea imprevisible, que cobre todo su sentido humorístico tanto en el
antes como en el después de la elipsis así como en su vínculo. Un corte para
hacer un gag de humor puede resultar simpático pero suele hacerse previsible a
nuestros ojos al analizarlo de forma global, lograr la sorpresa porque esa
elipsis resulte inesperada es un talento al alcance de muy pocos. En “La fiera
de mi niña” tenemos un ejemplo absolutamente sublime de este recurso, muy
imitado pero no sé si alguna vez igualado. Ya cuando vemos a “Baby”, el
leopardo, asomarse por la ventanilla trasera del coche a observar ese banquete
de gallinas que ha quedado suelto tenemos un gag sencillamente perfecto, pero
como todo gran maestro, en un aspecto que he comentado muchas veces, siempre
dará más, extendiendo la escena, haciéndola girar para sacarle todo el partido
posible. Así que veremos como el leopardo, fiel a sus instintos, lucha por
salir del coche mientras nuestros dos protagonistas tiran de su cola para
impedirlo recitando unos diálogos tronchantes. La elipsis se resuelve cuando
vemos salir al leopardo del coche, dispuesto a darse un banquete, y encadenamos
con el rostro de Cary Grant lleno de plumas de gallinas… Esto es puro
magisterio cinematográfico, una elipsis tan sorpresiva e inesperada que despierta
la carcajada al lograr que imagines toda la escena en el rostro emplumado de
Grant. Es algo realmente complicado lograr la risa con esto y Hawks lo hace de
una forma tan sencilla que resulta casi humillante para el resto.
“Cante, cante, David”.
“¡No, no le tire nunca de la cola a un leopardo, Susan!”.
La cazadora, la presa.
En las claves de la comedía hawksiana expliqué que una de
las diferencias entre hombres y mujeres era su claridad en los objetivos, si
bien el hombre no es consciente de lo que verdaderamente quiere, encerrado en
su burbuja de seguridad, la mujer tiene meridianamente claros sus objetivos.
Generalmente estos objetivos son amorosos, la mujer reconoce y elige su
conquista y al amor de su vida en cuanto lo ve. Con Hepburn en “La fiera de mi
niña” apreciamos esto de forma cristalina. El primer plano que le dedica Hawks,
que no solía usarlos mucho, con lo que cuando lo hacía adquirían especial
significación, cuando Grant confiesa que está prometido lo dice absolutamente
todo… Ella ya lo ha fichado y ese pequeño e insustancial problema, su
compromiso, será lo que deberá resolver. Susan comenzará a trabajar en su
objetivo de manera inmediata, retrasando voluntariamente la llegada a casa de
Peabody, confesado en otro excelente diálogo, y lanzando piedras a lo bestia
para despertarle de su plácido sueño y así convertir en una molestia mayor el
asunto que los lleva allí y que tan importante es para David… La inacción de
David vuelve a desvelar que en realidad acepta todo eso.
“Si yo fuera su prometida no tendría inconveniente en
esperarle eternamente”.
“Ahora deberíamos marcharnos, pero no puedo moverme”.
Habrá otro primer plano de Hepburn exactamente igual al mencionado en la siguiente escena,
realmente divertido y que rompe en carcajada, cuando David anuncie que se casa,
rematado con un diálogo memorable.
-David: Bueno, además mañana por la tarde me caso.
-Susan: ¿Y para qué?
“No es que yo no la aprecie, Susan, ya que en los momentos
de paz me he sentido, digamos, atraído por usted… Pero la verdad es que no ha
habido paz”. “Y ahora Susan, le deseo suerte y confío en no volver a verla
nunca más”.
Como todo héroe hawksiano que se precie en el momento que
siente atracción por una mujer procurará mandarla lo más lejos posible, que desaparezca
de su vida, algo a lo que la mujer se negará, por supuesto. Aquí David lo
manifiesta verbalmente, en una reivindicación de su dignidad tras reconocer su
atracción de forma sui generis. Cuando diga que no quiere “volver a verla nunca
más” se volverá digno y caerá al suelo demostrando la habitual torpeza de los
hombres de Hawks en las comedias, aspecto que les hace entrañables y distingue
de sus alter egos más dramáticos. Esa caída, al estar en una comedia, le hace
perder la dignidad, en teoría porque Cary Grant no la pierde jamás, sólo hay
que ver cómo se levanta, en un detalle visual de Hawks que escenifica que ese
propósito no va a ningún sitio… que en realidad no es el verdadero propósito de
David. Una evidente metáfora. La escena queda rubricada con otro primer plano
de la Hepburn maquinando.
El leopardo y su simbolismo.
He comentado lo que gusta a Hawks utilizar animales en sus
cintas. En las comedias además suelen tener una significación especial. Uno de
los casos más claros y paradigmáticos lo tenemos, precisamente, con la cinta
que nos ocupa y el imprescindible leopardo “Baby”. “Baby” es un leopardo
pequeño y domesticado, un poco como David, que no deja de ser un inocente
leopardo que aún no ha enseñado las garras. El animal en las comedias de Hawks
suele tener carácter simbólico, implicando la entrada de lo instintivo en la
sensata y ordenada vida de los protagonistas, del hombre. Así la aparición de
“Baby” implica el viaje de no retorno de David, justo antes de ir a
Connecticut. David se negará a ir, pero todos sabemos que finalmente cederá. El
manejo que hace Hawks del leopardo, cómo lo usa y la significación que le da es
un portento, sobre todo cuando lo complemente con un segundo leopardo, este nada
domesticado y especialmente violento.
En la escena de la presentación de "Baby" tenemos momentos
sensacionales, por ejemplo esa cara de orgásmica satisfacción de Susan tirada
en el suelo cuando Grant pica el anzuelo al llamarle por teléfono y engañarle,
que es impagable, o ver a “Baby” andando despreocupado al lado de los dos
actores, una auténtica gozada.
“Él es Baby”.
“… y le gustan los perros. No sé si Mark quiere decir que le
gusta comérselos o jugar con ellos”. “Le gusta la música, sobre todo la canción
Todo Te Lo Puedo Dar Menos El Amor, Baby”.
La caza, los animales y la estructura de perseguidor y presa
son ideas básicas del cine de Hawks, elementos siempre presentes en su obra,
como he comentado. Aquí, en “La fiera de mi niña” está todo hilado e incluido
de forma magistral. Susan es una cazadora, David su presa, como he expuesto, y
ella hará lo que sea necesario, sin miramientos, para cazarlo… Ya se sabe, “en
el amor y en la guerra…”. Si a esto sumamos que al panoli de David en el fondo
le gusta que Susan lo maneje, el resultado no puede estar más claro.
“Baby” será un aliado fiel y perfecto de Susan en su trabajo
de caza, así lo comprobaremos en el mismo inicio y su paseo conjuntos por la
calle, con un Grant despreocupado, ignorante del leopardo que tiene al lado
acompañándole. Por supuesto tras esto Grant irá a Connecticut.
La cantidad de ocurrencias y situaciones divertidas,
surrealista e imprevisibles que tiene la película, que ocurren en ella, es
alucinante, y sucediéndose a un ritmo endiablado, portentoso. Una imaginación y
surrealismo desbocados que nunca resultan forzados, exagerados o artificiosos, ya
que se usa siempre en la fase de planteamiento, es decir, se introduce un
elemento excéntrico, como por ejemplo el leopardo “Baby”, y luego se le saca
todo el jugo de la forma más brillante posible, con situaciones hilarantes que
casi pedían a gritos ser explotadas. El ejemplo perfecto de esto, una vez tienes
un leopardo en tu coche hacerlo chocar contra otro que esté repleto de
gallinas…
“Estaba exactamente enfrente de mí… por eso choqué con
ella”.
“Pero si ha hecho una escabechina entre gallinas y patos…
por no mencionar un par de cisnes”.
-Susan: Si hubiéramos salido corriendo no habríamos tenido
que pagar por ellos”.
-David: Susan, cuando un hombre trata de arrastrar a un
leopardo no tiene ninguna ocasión de salir corriendo.
Dedicada a Juanitoj, cómplice de esta locura.
Si sale Cary Grant, tendré que verla. Sigo su blog, MrSambo, que lo he visto mencionar varias veces por Twitter y me ha entrado la curiosidad. Cuando od. quiera, échele un vistazo a mi blog. Mi casa es su casa. Un abrazo.
ResponderEliminarLo haré, amigo. Me alegra que llegarás aquí, también estás en tu casa.
EliminarEs que toda la película es desternillante.
ResponderEliminarKate está preciosísima. Muy guapa. Le va tan bien ese papel!! Y…quién no se enamoraría de Cary? Aunque vaya vestido con un deshabillé!!
Ay…que se me acaba. Pero este finde…tatachán!! Peli con apuntes!!!
WEEEEEE!!!
Besos!!!
Pues cuando la veas ya me dirás si encajan los apuntes jajaajja
EliminarBesos.