Sergio Leone es un director verdaderamente peculiar. Con una
filmografía cortísima pero tremendamente personal, es sin duda, uno de los
directores más influyentes y respetados del cine moderno. Su estilo ha sido
referente para todo tipo de cineastas y su manera de preparar las películas,
con mimo y precisión, de ahí la escasez de su filmografía, ha influido en su
consideración de director “especial".
Su peculiaridad no tiene que ver sólo con los aspectos
mencionados, ese afán perfeccionista, ese cuidado por los planos, la escasez de
su filmografía, en realidad tiene que ver con todo lo que le rodea. En muy
pocas ocasiones en la historia del cine se puede ver más claramente la
evolución de un cineasta en todos los sentidos, técnica, artística o
intelectualmente. Cada película mejora y depura el estilo de la anterior y se
aprecia con una claridad y un placer para todo cinéfilo verdaderamente
exquisito. El estilo hipnótico y revolucionario de Leone fascina y fascinará en
todo tiempo y lugar.
Así, después del péplum rodado, “El coloso de Rodas” (1961),
llegó la primera película en la que iría definiendo su estilo, el remake o
plagio de la cinta de Kurosawa “Yojimbo” (1961), que sería “Por un puñado de
dólares” (1964). A ésta le seguiría “La muerte tenía un precio” (1965) que
mejora en todo a la anterior, su estilo se hace cada vez más definido y las
características personales y temáticas se depuran y desarrollan de forma
exponencial y extraordinaria, “La muerte tenía un precio” es ya una obra
maestra. A la anterior le sigue “El bueno, el feo y el malo” (1966) que cierra
la conocida trilogía del dólar y que mejora a la anterior una vez más. En “El
bueno, el feo y el malo”, su estilo alcanza su nivel más alto, la depuración y
definición del mismo llega a la perfección, es una obra sin parangón, una
absoluta obra maestra que rubrica el perfeccionamiento paulatino de la obra de
este director.
El estilo único y personal, detallista, de planos alargados
hasta el delirio, montajes trabajadísimos, planos detalle y encuadres perfectos
y personales (el plano Leone que va de barbilla a media frente es un
referente), va adquiriendo una precisión, una maestría cada vez más remarcada
en un ritmo más lento y preciso en cada uno de sus films. En cada película se
aprecia una mayor calidad, es algo que he visto muy pocas veces.
Una vez acabada la trilogía del dólar comenzaría otra
especie de trilogía, algo que queda remarcado por la intención de llamar a las
películas que la componen, “Érase una vez el oeste”, que aquí se tradujo como
“Hasta que llegó su hora”, “Érase una vez la revolución”, que es la que nos
ocupa, y “Érase una vez en América”. Por circunstancias la película que
comentamos cambió de nombre. Tanto la primera como la tercera mantienen la
maestría en la evolución y la calidad del estilo excepcional de su director, en
cambio la segunda, que sin duda es su peor película, parece realizada por un
imitador mediocre.
Los rasgos comunes con las antecesoras son evidentes, la
pareja de amigos, su contraste de caracteres, su relación algo paternal, la
influencia del pasado, reproducido en un flashback… Pero pocas cosas funcionan.
Las interpretaciones son pobres tanto la de James Coburn como, especialmente, la de Rod Steiger, que está realmente insoportable. Esta pareja repite el típico esquema Leone de amistad entre dos hombres, uno sobrio y el otro su contrario.
"¡Agáchate maldito!", está situada en medio de la
segunda trilogía, la que incluye a "Hasta que llegó su hora" y
"Érase una vez América”. Siguiendo la evolución en la calidad de su
dirección y de sus films cabría esperar de "¡Agáchate maldito!" un
nivel alto...Pero nada más lejos de la realidad. La película parece hecha por
los imitadores de Leone, cayendo en todos los tópicos y vulgarizaciones que se
hicieron de su cine, eligiendo siempre la peor de las opciones, no logrando
nunca el clima que siempre conseguía en sus películas, mal estructurada e
incluso estéticamente mediocre, hortera, auto paródica. Los flashbacks tan
logrados en otros films de Leone, que además dan hondura psicológica a sus
protagonistas, aquí resultan ridículos, un despropósito. Una grandísima
decepción que no aporta nada a la filmografía de Leone. No quiero decir que
todo sea malo en "¡Agáchate maldito!", ya que la película tiene
momentos de talento en referencias cinéfilas y momentos de dirección, pero el
cómputo global no es otra cosa que pobre.
Muy bien al recordar esta película casi olvidada de Leone.
ResponderEliminarHola Arcanus, bienvenido de neuvo. La verdad que sí, nadie se acuerda de ella, aunque no les culpo, ya que comparada con el resto de su obra casi no parece suya jejeje.
ResponderEliminarPUES A MI ME ENCANTA, TIENE SECUENCIAS MAGISTRALES, COMO LA DE ROD STEIGER EN LA CUEVA CON SUS HIJOS MUERTOS, Y LA MÚSICA DE FONDO...
ResponderEliminarMe alegra Anónimo y que disfrute así del cine, un abrazo.
EliminarPues como yo la ví con 7 u 8 años, pues me encantó, y era mi película favorita. con los años he visto el resto de la obra de Leone y no puedo discutir que es la de más bajo nivel entre sus trabajos (impagable "Hasta Que Llegó Su Hora"). Pero no deja de gustarme cada vez que la veo, porque me recuerda a la niñez, y la veo con la emoción del chiquillo de 7 años, un saludo a todos.
ResponderEliminarSe me olvidaba, también quiero hacer mención a la BSO de Enio Morriconne, que es buenísima.
EliminarBienvenido Jose Antonio. Entiendo perfectamente lo que dices, eso que nos marca de pequeños siempre tiene un sitio en nuestros corazoncitos, me pasa con otras que no son muy valoradas. En cualquier caso esta película camina a mucha distancia de las grandes obras de Leone, y él lo sabía, aunque se pueda ver bien.
EliminarPor si quieres leer algo más de Leone, con más exhaustividad, hay críticas a ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA y HASTA QUE LLEGÓ SU HORA, que veo te gusta mucho.
Un saludo.