
Dirigida por un poco conocido Arthur Lubin y protagonizada por Stewart Granger y Jean Simmons, la película narra la historia de Stephen Lowry (Granger), un aristócrata inglés que ha perdido a su esposa sin que se aclaren del todo las causas, que en apariencia fueron producto de una extraña enfermedad. Lily Watkins (Simmons) trabaja como sirvienta en su casa y sabe la verdad de lo que ocurrió, lo que intentará aprovechar para conseguir el amor de su señor.
La película va directa al grano, ni se extiende, ni se alarga, ni se entretiene, las escenas son precisas y duran poco, dando la información con contundencia, sin ser redundante o enfático, y además logrando sorprender en todas y cada una de ellas con las nuevas revelaciones. No es tanto una película de suspense, aunque también lo haya, como de intriga, donde la tensión va creciendo. Es un tópico dejarse llevar sobre lo que hubiera podido hacer Hitchcock con algo así, pero lo cierto es que aunque muy diferentes en planteamientos, y en todo, los dos directores, el bueno de Lubin saca un gran partido a la intriga. Hitchcock, hizo “Atormentada”, de 1949, con una trama similar y prescindiendo de casi la totalidad de los elementos de suspense, centrándose más en el drama y la intriga. “Pasos en la niebla” no desmerece en absoluto a la cinta de Hitchcock.

La resolución, con el intento de chantaje por parte del marido de la hermana de la protagonista, podría quedar forzada, sino fuera porque aquello al final no interviene en el desenlace, lo que me pareció un detalle realmente bueno de la conclusión.
El tratamiento de los personajes es muy brillante, tanto en el caso de Granger como de Simmons, en cambio los secundarios están más desdibujados, sobre todo en el caso de la chica casadera, pero estos cumplen su cometido de complemento a los verdaderamente importantes.
Y todo esto sin efectismos, artificios o exageraciones, con talento y clase. Muestra unos exteriores casi siempre amenazantes en contraste con la seguridad y la paz de los interiores, es ahí, en su casa, donde el personaje de Granger se siente seguro, y es ahí donde muere podrido por dentro, por esa podredumbre moral de la que hablaba antes, en un final magnífico. El ansia por protegerle de ella acaba provocando su muerte inconscientemente. La película es una gratísima sorpresa. No es baladí que en los exteriores siempre se muestre el modo de ser verdadero o se hagan confesiones sinceras los personajes (reconocimiento de enamoramiento por parte del abogado, el asesinato de Lowry...).
Como curiosidad las apariciones del gato. Lowry se siente realmente a gusto con sus pájaros enjaulados, donde él se erige en controlador absoluto, por el contrario no soporta al gato, que seguramente era de su mujer y simboliza el espíritu libre, algo que no puede controlar, y que se acaba relacionado con apariciones del personaje de Simmons.
excelente pelicula me fascino.bellatona
ResponderEliminarMe alegra descubrir gente que admira estas grandes películas. Un abrazo.
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