La primera película de Nolan en un contexto histórico y
basada en hechos reales planteaba interesantes cuestiones en un director que ha
centrado su obra en la ciencia ficción y el thriller, géneros que no siempre son
tomados en serio. Esta es su película más sencilla y corta (con excepción de su debut).
Centrar su película en un género de prestigio, un drama bélico,
ponía al fin al director británico en situación de ser considerado “serio” por
los medios y las academias que otorgan premios, dando finalmente la razón a
tanta gente que venía reivindicándolo desde el inicio de su carrera, como el
que esto escribe, cuando muchos de los que se sumaron luego ni lo conocían. Y
no será porque sea mejor o peor que otras películas, sino por dicho género, que parece
contar con más respeto para los académicos que la ciencia ficción o el thriller
experimental. Nadie se va a parar a analizar que las claves son las mismas, incluso en otros casos desarrolladas con más profundidad... o casi nadie. El bélico es un
género más evidente, sin rebuscadas parábolas. Ahora Nolan es "serio"... Ahora
Nolan puede ganar premios sin que el rubor suba a las mejillas de los académicos
encorsetados. Como ocurrió con Spielberg o Eastwood…Como no ocurrió con Hitchcock o Hawks.
Por otro lado planteaba ciertas incertidumbres, ciertas
dudas sobre cómo se manejaría el director, acostumbrado a sus laberintos
lógicos, giros de guión, tramas retorcidas, estructuras complejas, con una historia
que por mucho que se retuerza es más sencilla, en este caso casi documental. "Dunkerque" es una cinta muy abstracta e inmediata, que
destila las emociones para universalizarlas, por eso los personajes son lo de
menos, elimina narración y demás elementos para abstraerlas, sin más
subterfugios que las individualice. Un acierto.
"Dunkerque" formaría un tríptico interesante con “Salvar al soldado
Ryan” (Steven Spielberg, 1998)
(lo físico, aunque es una película absoluta) y "La delgada línea roja” (Terrence
Malick, 1998) (lo íntimo y reflexivo), tres películas completamente diferentes, ya que aquí nos centramos en lo
puramente emocional, sensorial, buscando la abstracción. Aquí no hay sangre ni
cuerpos desmembrados, no hay reflexiones ni personajes que recuerden. Los
protagonistas son la angustia, el miedo, la cobardía… es lo que marca esa
diferencia con otras y la hace interesante.
Estas pequeñas claves son las que explicarán, si se diera,
que a sus fans más acérrimos esta película les gustara menos que otras suyas
anteriores y que a sus detractores les ocurriera lo contrario, que la vieran
como uno de sus trabajos más destacados.
De aquí, y de otros interesados aspectos, han surgido
algunas críticas, las mínimas (siempre habrá algunas en cualquier cosa que se
haga, es irremediable), que en realidad proceden de esa infausta manía de
extrapolar lo que uno quiere que sea o debe ser en función de los propios
prejuicios y concepciones, en vez de valorar lo que el director ha
hecho o pretendido, de lo que debería o no debería tocar en función de mi juicio, en vez de analizar por qué se hace de determinada manera, o por mera
incomprensión de lo pretendido y realizado por Nolan.
Las más reseñables han sido las protestas francesas por no
valorárseles en su justa medida y apenas mostrarlos, y las realizadas al poco o nulo desarrollo de los personajes.
Comenzando por la primera de las críticas. Correspondería al primer caso
mencionado anteriormente. Los franceses quieren que Nolan cuente la historia
que a ellos les gustaría, cuando Nolan pretende una cosa muy distinta. No ha
lugar a la crítica. El director británico escinde su mirada de una forma muy
clara, en concepción británica. Incluir el cerco francés, ciertamente heroico, se sale de los márgenes de lo que pretende Nolan, que no apuesta por un fresco de
la contienda ni de todo el planteamiento en la zona, sino de la playa y cómo
los británicos, por orden de Churchill, acudieron a rescatar a su ejército.
Tocar otros puntos sería una desvirtuación o desviación de guión o, directamente, otro
planteamiento distinto y más global, que no es lo que busca el director, como se
ha explicado.
Harán bien los franceses en hacer otra película con su punto
de vista, fuera de esa playa, que seguro será muy interesante, como hemos visto
en títulos anteriores.
La segunda se circunscribiría al segundo caso resaltado. El
principal objetivo de Christopher Nolan era la abstracción, la inmediatez y la
exposición de las emociones puras en una situación extrema, un contexto bélico.
Precisamente, para lograr esa idea, Nolan apuesta y busca
voluntariamente por vaciar de individualidad a sus personajes, clave total y
absoluta de la película. Los personajes no podían quedar individualizados
porque tiraría por tierra el objetivo buscado por el director. No hay
excepciones, los actores son avatares del público y ningún tiene una
personalidad definida ni pasado concreto ni nada que lo diferencie. Podríamos ser cualquiera de nosotros sustituyéndolos.
Esto debe quedar clarísimo.
Son esas emociones las que son las protagonistas del film,
no las abstracciones de los personajes que las sufren o encarnan, que podían ser
cualquiera en su falta de individualización. La angustia, el miedo y todas las
reacciones que provoca, la cobardía, el heroísmo, la esperanza, la impotencia, la
desesperación… Esas son las protagonistas del film, creando set pieces que las
provoquen, sin un fluir lógico que vaya provocando una narración continuada, y
sus personajes-avatares se comportarán como haríamos cualquiera de nosotros,
con cobardía, miedo, heroísmo… Los personajes simplemente se limitan a representar
esas ideas y sentimientos, no son individuos definidos. No se trata de que los
entendamos o que nos identifiquemos con ellos, sino de que sintamos directamente
lo que ocurre en esas situaciones y ese contexto. Es la misma idea de
interactuar con el espectador que tenía en “Origen”, donde dotaba al público de
su propio totém, ya que convierte a los actores en avatares del espectador, al
sustraerles su personalidad y no desarrollar su individualidad. Esto molesta a
algunos, ha sido criticado por otros, pero es la clave de la película,
absolutamente voluntaria y buscada (por cierto, tengo la satisfacción de
comunicar que el propio Nolan, con declaraciones muy recientes, me ha dado la
razón en todo esto), por lo que son críticas que proceden de una incomprensión por parte de algunos espectadores de
lo que pretende el director con su cine.
Absolutamente todo redunda en la idea de abstracción. ¿Por
qué creen si no que no vemos a un solo alemán en la cinta, que no vemos sus rostros,
que no se los individualiza? Es la amenaza en abstracto. De alguna forma
pretende con elementos de puesta en escena crear el verdadero (y oculto) sentido
de la narración, hallazgo que le debemos a Spielberg especialmente, que lo sublimó en “E. T. El extraterrestre” (1982). Confiemos también en que los alemanes no protesten porque tampoco se les vea...
Observen, por ejemplo, como Nolan asigna un decorado o un lugar
concreto a cada uno de sus personajes, como si fueran pequeñas cápsulas que los
definen y contienen. Rylance y su hijo en el barquito, Branagh en El Espigón,
Hardy en el avión… Whitehead parece el único sin lugar definido, vagando de la
tierra a los barcos sin saber dónde meterse: es el personaje que huye, ese es
su objetivo.
Sólo la mención de Rylance a un hijo fallecido en la guerra o
el comentario sobre sus deseos del chico moribundo amenazan con tirar por
tierra la idea de inmediatez y abstracción que pretende la película, pero en
realidad no se moja mucho, ya que son historias muy genéricas y globales… la de
un padre que perdió a su hijo en batalla, sin más matices y detalles, o un
chico que aspiraba a la gloria. Siempre aspectos íntimamente relacionados con
el contexto bélico, aplicables casi a cualquiera en ese contexto.
Esto algunas personas o comentaristas lo han entendido
con un defecto porque transmite falta de implicación emocional, frialdad, pero
en realidad es, simplemente, que no han captado la idea propuesta. Porque hay
un hecho cierto, “Dunkerque” sí es capaz de emocionar, pero no lo hace con las
peripecias de sus personajes (sí emociona también en ese sentido en cuanto a
que transmite las sensaciones que ellos viven), sino donde debe, en las
manifestaciones públicas de júbilo despersonalizadas, de la masa, no con los
dramas o situaciones de sus protagonistas, demostrando el éxito de su
concepción emocional y abstracta.
Todo ello queda afianzado y me da la razón, cuando ayer, una vez
terminado este pequeño artículo, conocimos la intención inicial de que "Dunkerque" se desarrollara sin guión, sin que tuviera una estructura definida. Esto
me ha obligado a añadirlo aquí, para dar aún más argumentos a estas
reflexiones. Finalmente, y tras una conversación con su mujer, escribió un guion
de 76 páginas, muy corto, pero él sabía lo que quería: escenificar emociones, y
para ello necesitaba situaciones límite y abstracción, poco más. Un avión que amenaza, un
barco que se hunde con gente dentro, otro que puede derribar "El Espigón"… y
sacarles todo el partido para explorar esas emociones extremas que provoca la
guerra.
Además, Nolan parece querer responder a retos, incluso a
peros que se ponen a sus cintas. Si se le tachó de frío, demostró con "Interstellar" que, más allá de las tramas retorcidas y laberínticas, es capaz de
conmover con las relaciones. Si se le acusaba de verbalizar demasiado en esa
inseguridad de que quizá no quedaran claras las claves de sus juegos de inteligencia,
nos dedica en “Dunkerque” una película sin apenas diálogos, que muchos han
relacionado con el mudo incluso.
No me voy a marchar, aunque implique alargarme un poco más,
sin destacar ciertos aspectos de la dirección de Christopher Nolan que merecen
todo el elogio. Así como del reparto.
Desde los más jóvenes a los más veteranos y reputados, todos
los actores cumplen con una gran solvencia, empezando por Fionn Whitehead,
siguiendo por Aneurin Barnard y pasando por Harry Styles, miembro de la exitosa
banda One Direction, que tiene aquí un estupendo debut, citando a algunos de
los jóvenes.
Luego a Cillian Murphy o Mark Rylance, estupendos como
siempre… Pero, ¡qué bueno es Kenneth Branagh! Sus miradas al horizonte
cambiando su expresión radicalmente, transmitiendo todas las emociones sin necesidad de corte, conteniendo sus ojos vidriosos por la emoción… En fin,
soberbio.
Y mención especial para Tom Hardy y su valentía. Me asombra
y hace gracia su ausencia de ego y su discreción, que me tienen ganado. Este
camaleón no tiene problema, casi se diría que para él ya es un gusto o placer,
en interpretar enmascarado, son muchos los títulos donde así aparece (El caballero oscuro: La leyenda renace, Mad Max: Furia en la carretera,
Dunkerque). Pareciera como si Nolan le tuviera manía o le retara
inmisericordemente, de hecho.
En cuanto a la dirección, todo deben ser elogios. Nolan cada
vez rueda mejor las escenas de acción. Aquí se ha dado cuenta de que debía
oxigenar la película, y sus planos generales (esos aéreos por la playa o las
batalles por el aire) logran la épica buscada y la claridad expositiva desea. Cuando cierra los entornos lo hace para transmitir lo deseado, angustia, claustrofobia... Además, su uso del celuloide prescindiendo de lo digital y su apuesta por lo
artesanal evitando el ordenador en los efectos, dan una fuerza, un vigor, un realismo y una calidad, que se echan en falta en una gran mayoría de las
películas actuales.
Desde la extraordinaria fotografía de Hoyte van Hoytema, a
la metálica y rítmica banda sonora y el uso de la ahora célebre escala Shepard,
mucho menos pegadiza que otras pero perfecta en sus logros, de Hans Zimmer.
Aunque será la película que más premios le dé y que le subirá
a los altares, no es, en absoluto, la mejor cinta de Nolan, que, aunque no lo
parezca, mantiene muchas de las constantes de su cine, aunque algunos las
estén descubriendo en estos días... por no haber leído Cinemelodic,
especialmente.
La fragmentación narrativa y temporal, la muerte de un ser
querido, la reunión familiar, en este caso extrapolada al ámbito nacional, la
evasión de la realidad, los engaños, la muerte...
En cualquier caso, todos estos aspectos los desarrollaré
cuando haga el análisis exhaustivo del film.
Mil gracias porque voy a ver la peli, mi nene la marca como objetivo y ta sabes…
ResponderEliminarNo me sorprende nada q des con la clave de lo que pretendía Nolan. Eres buenísimo. Y los q no le entiendan es que no te leen, pobrecitos, q vida tan triste!!!
Me ha parecido interesantísimo. Espero el análisis con muchas ganas.
Y estoy contigo: Q bueno es Branagh!!!!
Gracias de nuevo por este estupendo pre-análisis, ideaca!!
Bss
Gracias a ti! A ver si os gusta!
EliminarJajajaja es buenísimo.
No se si es una gran idea, porque casi es un análisis en sí mismo, lo sería en otra web, pero me apetecía antes de meterme en detalle cuando toque, aprovechando que la vi en el cine.
Un beso!
Me gustó mucho la peli. Volví a tener esa sensación de sentir miedo sin ni siquiera ver al enemigo, como lo remarcas, algo que extrañaba de películas como ET o como Jaws, siendo para mí Spielberg el referente de la abstractacion. Esperamos tu análisis pronto craaaack! Un saludo desde el otro lado del charco!
ResponderEliminarUn saludo, Melvin, un placer verte por aquí y que te hayas animado a comentar!
EliminarMuy cierta la mención a Spielberg, que también señalo, porque además las hace en sus películas en apariencia menos trascendentes.
Un abrazo fuerte.
Muy buen análisis, preferiblemente para quien ya la ha visto. Revelas algunos detalles.
ResponderEliminarMe gratifica ver que no soy el único que piensa que es una película de situaciones antes que de personajes. Yo tenía la misma teoría, pero pensé que era el único. Y también opino que no es su mejor película, pero no por ello menos buena. Argumentalmente, me gustan más otras de sus películas. Pero vamos, que como todas sus películas, la voy a ver muchas veces. En cine ya lo he hecho dos veces.
Saludos.
Gracias Patrick. Sí, mucha gente los prefiere después, aunque no toda jajaja. Es normal, aquí el que entra sabe que se destripan con detalle los films, así que hay que ser precavido.
EliminarMuchas gracias por tu aporte. Un saludo!
De nada, para aporte el tuyo con tamaño artículo. ;)
EliminarSaludos.
Jejeje siempre es un gusto conocer las opiniones y reflexiones de los demás, un placer :)
EliminarSaludos!
Dice usted "Nadie se va a parar a analizar que las claves son las mismas" y no puedo estar más de acuerdo. Esta película, como el resto de las de Nolan, es pura ficción. De hecho, a mí me parece la más fantasiosa de su filmografía.
ResponderEliminarGracias por el aporte, JCRR.
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