Antagonismos.
DiCaprio representa al hombre de familia, pacífico, apegado
a la naturaleza, mientras que Fitzgerald es el individuo desarraigado, sin
vínculos, sólo apegado a lo material, por ello habrá algo místico en nuestro
protagonista y su resurrección, por eso el choque entre ambos es irremediable.
Fitzgerald ve en el espejo de DiCaprio lo que no es y, además, aunque lo
deseara, sería incapaz de ser.
Las ganas que tiene Fitzgerald de matar a Glass son
evidentes desde el primer momento, unas ansias incontenibles. Desde el guión hay
que reconocer que resulta una temeridad dejar a Fitzgerald (Tom Hardy), junto a
dos muchachos a cuidar de ese hombre al que odia, con el premio de 200 dólares
por aguantar un par de días… Es evidente que el hombre no iba a aguantar mucho
más…
DiCaprio es un hombre universal, que está entre dos mundos,
el de los nativos y el de los pioneros. Ese aspecto también le salvará la vida.
Dará en sacrificio a su antagonista a esos nativos que buscaban a la hija de uno
de ellos. Un detalle: Glass llevará encima siempre la piel del oso que casi le mata, y que le protegerá del frío.
Hardy vive en el odio, en el recuerdo de los indios que
quisieron cortarle la cabellera, algo que paga con Glass y su hijo. Es puro
odio, rencor, resentimiento, hipocresía, cobardía y practicidad.
Tom Hardy hace una encarnación magnífica, se le presiente
siempre al borde de la locura, pero sabe muy bien lo que hace en su propio
beneficio. Una interpretación matizada. Han sido famosos sus encontronazos con el director Iñárritu.
Es un duelo clásico, el retador del grupo que cuestiona toda
decisión y quiere imponer su voluntad. o simplemente tocar las narices
cuestionando cualquier otra decisión que se tome o que no le satisfaga
personalmente.
Son antagónicos. Si Glass se aferra con fuerza a la vida, porque tiene algo a lo que aferrarse, para Fitzgerald esa actitud resulta inconcebible, tanto que intentará manipularle para que acceda a una especie de eutanasia, algo que Glass aceptará para proteger a su hijo. Cuando el hijo salga a protegerle, Fitzgerald lo asesinará con frialdad ante los impotentes ojos de nuestro protagonista… Lo raro es que no termine el trabajo con el propio Glass… Ese asesinato le dará un vuelco a todo, prendiendo en Glass otro motivo para sobrevivir. La venganza.
El duelo entre Glass y Fitzgerald trasciende lo puramente profano y adquiere tintes místicos, donde nuestro
protagonista acaba convertido en una deidad, una figura casi Crística, y
Fitzgerald en el contenedor de los peores pecados y defectos humanos: La
envidia, la avaricia, la soberbia, el racismo...
Hay algo mesiánico en Glass. Ese plano de él subiendo una
colina tras comerse un pescado crudo y encontrar una manada de búfalos que le
darán carne poco después, con un crescendo musical y un bastón, lo asemejan a
Moisés, en su recuperación casi completa… Sorprende lo rápido que mejora su
pierna derecha, casi destrozada, en concreto su tobillo, que parecía roto...
El renacimiento de Glass, una vez abandone a su hijo muerto,
recorrerá los pasos de un bebé. Primero surgiendo de la tierra, luego gateando,
luego intentando andar, poco a poco, paso a paso, buscando comida ligera y agua
que digiere a duras penas, hasta terminar cabalgando y peleando con el vigor de
un adulto al final.
Hay más aspectos místicos o religiosos en la cinta, de una
manera directa o metafórica. Fitzgerald (Tom Hardy) hablará sobre religión y su
padre, al que mató con sus propias manos, de cómo descubrió aquel a Dios.
Incluso en una de las ensoñaciones de Glass lo veremos en un
templo, una iglesia cristiana, luterana, derruida, donde se encontrará con su hijo. Se
abrazarán, pero el hijo terminará convertido en un árbol, elemento simbólico
recurrente como he explicado con anterioridad, simbolizando el objetivo vital
de DiCaprio. Todo ello insinúa a DiCaprio como un enviado divino, unido a la
naturaleza, la religión y la familia. Hay que aclarar que el Glass real no tuvo mujer ni hijo mestizo, es un añadido de guión del equipo de Iñárritu.
El clímax final será en medio del bosque, en plena
naturaleza. Glass desperdiciará penosamente su excelente emboscada, en la que
sólo conseguirá herir a Fitzgerald, pero no cejará en su empeño y continuará su
persecución hasta llegar a una bestial lucha cuerpo a cuerpo. Un duelo desnudo,
sangriento, físico, carnal y a cuchillo. Una lucha que recuerda al clímax de
“The Hunted” (William Friedkin, 2003).
Una pelea y una lucha salvaje y bestial, como auténticos
animales, para cumplir una venganza y confirmar una supervivencia. Glass cederá
los honores de la muerte de Fitzgerald a los nativos que buscaban a la india
que él rescató y que se ha reencontrado ya con ellos.
“La venganza está en manos de Dios, no en las mías”.
Como ocurriera en “Birdman”, la escena y el plano final de
la película son sugerentes y admiten debate. Un Hugh Glass, que una vez
cumplida su venganza, vuelve a tener visiones recurrentes, esta vez despierto,
donde ve a su amor y termina dedicándonos a nosotros, al público, una mirada
para cerrar la película. Ya no tiene motivos para resistirse, ya no hay nada por
lo que luchar, puede abandonarse… El único motivo para seguir (no es poco,
precisamente) sería forjar un futuro, pero, ¿quiere?
Quizá esos sueños que se insertaban en la narración, eran
una llamada a la paz, al sosiego, a que abandonara la idea de venganza, y él
huía de ellos, con lo que ahora podría dejar de hacerlo. O quizá apelaban a esa
venganza, a que no olvidara, y una vez cumplida su misión, esos sueños le
dedican una sonrisa satisfecha, le apelan a la paz de espíritu, que no tiene
por qué ser una renuncia a la vida, al contrario… Un hombre que tras cicatrizar sus heridas corporales, cicatriza las espirituales.
La mirada final a cámara de DiCaprio nos hace cómplices tras
haber asistido a su épica aventura, como si nos preguntara: Y vosotros, ¿qué
haríais ahora?
No sólo destacan la dirección y las interpretaciones, con ese
descomunal Leonardo DiCaprio, la fotografía de Emmanuel Lubezki, de una belleza
inconmensurable, y la estupenda partitura de Ryuichi Sakamoto y Alva Noto son
otros de los grandes atractivos de la cinta.
Un poco de Malick, un mucho de Tarkovsky, una de las grandes
influencias de Iñárritu (observen este video), un poco del Pollack de “Las
aventuras de Jeremiah Johnson” (1972)…
Esta adaptación de la novela de Michael Punke, que relata el
caso real de Hugh Glass, está rodada con vigor y una crudeza llena de realismo
y violencia explícita a la que se añaden pequeñas dosis líricas. Una de las
películas más impactantes visualmente de las vistas últimamente que reflexiona
sobre la capacidad humana, su resistencia y su apego a la vida, a los objetivos
que le importan.
Una gran película, que no llega a emocionar en su autoconsciencia
y cierto exhibicionismo, un peligro que corre Iñárritu en ocasiones, se alarga
demasiado para ser una historia tan simple, pero que no deja en absoluto
indiferente al espectador en su impactante calidad y brutalidad visual, en su
primor técnico.
El comentario contiene SPOILERS.
ResponderEliminarParte 1ª.
La película me ha gustado mucho. Por ponerle un pero, aunque está inspirada en hechos reales, te puedes creer o no la casi sobrenatural capacidad de sobrevivir de Glass en las condiciones más adversas, pero la decisión de que al final solo salgan a capturar a Fitzgerald el capitán y el propio Glass favorece el clímax, al permitir el enfrentamiento entre los dos, pero perjudica la credibilidad de la película. Fitzgerald roba el dinero que guardaba el capitán, no sabemos cuánto había, pero se intuye que mucho porque el capitán había dicho que nadie cobraría hasta que, en su caso, se recuperasen las pieles y por su reacción cuando ve que Glass se ha llevado el dinero. Así las cosas, no solo porque había asesinado al hijo de Glass, sino para recuperar el dinero robado, parece lógico que hubiesen salido a capturar a Fitzgerald muchos más hombres.
La película está escrita para que el espectador empatice con Glass y deteste a Fitzgerald desde el principio. Yo disfruté y sufrí muchísimo viéndola porque me resultaba imposible permanecer ajena al padecimiento de Glass. Me revolvía en la butaca, resoplaba y hasta apartaba la vista de vez en cuando. :-)
Entiendo el deseo de Fitzgerald de que Glass muriera lo antes posible. Nadie, ni el capitán que estuvo a punto de rematarle y no fue capaz, creía que Glass pudiera recuperarse y llegar al fuerte. Fitzgerald sí llegó a un acuerdo con Glass, apelando a su hijo –cada minuto que él permaneciera con vida acercaba a los indios y podía suponer la muerte de su hijo- y prometiéndole que nadie sabría que se había rendido. Es magnífica la escena en la que Glass se resiste, pero al final parpadea.
Sin embargo, después de eso Fitzgerald intenta acabar con Glass de una forma cruel, nada compasiva, mientras reza de forma mecánica; el hijo de Glass le sorprende y le mata a sangre fría mientras le pregunta ¿por qué los de tu raza sois así? Desde el principio Fitzgerald muestra su animadversión por Glass y su hijo y hace comentarios racistas (aunque sabemos que había sido torturado por los indios y eso explica su odio). Me encanta la escena en la que le dice a Glass que sea consciente de cuál es su sitio y este responde: “soy muy consciente de que estoy aquí sentado sujetando este rifle”.
También es terrible cómo abandona a Glass, arrastrándolo brutalmente, pese al dolor que debía sentir, hacia su propia sepultura y quitándole su rifle. Bridger se lo recrimina y le responde que no podría sujetar el rifle ni aunque se lo pegasen a las manos con brea. Poco después Glass finge que dispara con un trozo de madera a unos animales que cruzan el río. Finalmente, Fitzgerald intenta matar a Bridger y, como el arma no tenía pólvora, continua el viaje con él como si tal cosa.
En definitiva, Fitzgerald me parece un villano muy bien construido, nada sobreactuado (estoy pensando por ejemplo en la crueldad excesiva del coronel en El patriota). Es un personaje duro, violento y despiadado, pero porque vive en un mundo duro, violento y despiadado que, si no logra justificar sus acciones, sí las explica.
Sigo en otro comentario.
Pearlsbu
Contiene SPOILERS.
ResponderEliminarOtra escena que me encantó, por lo que representa, es cuando los franceses ahorcan al indio que ayuda a Glass con un cartel que pone: “Todos somos salvajes”. Ese indio es el personaje más humano y puro de la película, el menos salvaje de todos. Ayuda a un desconocido de otra raza, a cambio de nada, comparte su alimento y montura con él, cura sus heridas y le resguarda del frío. No busca venganza, solo un futuro.
En cuanto al componente onírico de la película, me recordó a Gladiator, cuando Máximo, otro personaje traicionado en busca de venganza, tenía visiones de su mujer y de su hijo asesinados.
El final abierto no me disgustó, culminada la venganza, ¿tiene Glass motivos para seguir viviendo o descansará al fin?
El renacido es una película visualmente grandiosa, con una de las escenas –el ataque del oso- más impactante que recuerdo y unas interpretaciones magníficas. Espero que Di Caprio gane el Óscar por fin.
Muy recomendable.
Besos, Sambito.
Pearlsbu
En el primer comentario me he equivocado, el que se lleva el dinero no es Glass, sino Fitzgerald.
ResponderEliminarSe entendió todo, Perla :) Muchas gracias por tu aporte y comentario. Un beso.
EliminarLa acabo de ver. Coincidimos Sambo, aunque a ti parece que sí te han gustado más los pensamientos o sueños de DiCaprio por las explicaciones que das de estos; a mí me aburrían xD.
ResponderEliminarLa película es brutal. Es una pena que otras como Deadpool (humor del tipo caca, culo, pedo, pis y que no innova nada por mucho que se las dé de revolucionaria) hagan más taquilla. Yo creo que no se lleva la nota máxima por los personajes y la historia simplona. Los personajes me parecieron muy del tipo buenos y malos sin haber "grises". Sí, tienen sus debilidades como se ve en algunas situaciones, pero aún así...
Tom Hardy. Al igual que en Mad Max, se le infravalora. Y no lo digo por ti eh. Me refiero a que aquí se dice (el público en general) que DiCaprio es el mejor, y en Mad Max es Furiosa. Y para nada de acuerdo. Me gustaría saber cómo sería la película si Hardy y DiCaprio se intercambiaran los papeles. Sería una pasada.
Hay un fallo en tu visión de la cinta. Dices que el villano y el prota llegan a un pacto para que le hagan la eutanasia. No lo creo. Hardy le dice que parpadee si está de acuerdo pero DiCaprio no lo hace y al final lo hace pero joder, porque ya no podía aguantar más con los ojos abiertos. Hardy se hubiese pasado ahí todo el rato hasta que cerrara los ojos. De hecho, cuando se enfrentan en la batalla final Hardy le dice que hicieron un pacto y DiCaprio le dice que no lo habían hecho.
Por cierto ¡¿De verdad le has cascado un cuatro a Birdman?! ¡Pero sí es un tostón! Empieza bien pero luego se vuelve aburrida de cojones. Y Gravity otro cuatro. Supongo que será porque la vistes en el cine y te impactaron los efectos especiales. Yo la vi en la TV y estaba deseando que acabara. Me pareció muy flojo el guión. Pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito.
Para terminar. Dices que el Renacido y Mad Max te parecen lo mejor de 2015. Yo te digo el Renacido y Sicario. Nos vemos Sambo!!!
No, no. Digo explícitamente que esos momentos oníricos son uno de los mayores defectos porque no encajan bien con una narración tan descarnada y realista. Las explicaciones están porque de eso va este blog! Jajajaja
EliminarBueno en eso no estamos de acuerdo. Con el "no" DiCaprio se refiere más a que le puso entre la espada y la pared y lo que sucedió luego no tiene mucho que ver con el pacto. DiCaprio no hace un parpadeo de cansancio, sino marcado de aceptación.
Los porqués de los 4 a esas dos están bastante desarrollados en los análisis, querido El Salvilla jaja
A Sicario no la veo a esa altura ni como película de acción, que es donde circunscribí esos dos títulos que citas, porque hubo otras pelis que me gustaron más, ni como película en general, aunque Sicario no me disgustó.
Como siempre un placer leer tus opiniones, crack.