Simpática película del Disney clásico centrada en la figura
del mítico mago Merlín, su joven aprendiz Arturo, o “Grillo”, como le apodan,
el que se convertirá en leyenda como rey de Inglaterra y la imprescindible
espada Excalibur.
En los años 60 Disney estaba más preocupada por los títulos
en imagen real que por la animación, tal es así que en esta década tan sólo
haría tres obras, “101 Dálmatas” (Wolfgang Reitherman, Clyde Geronimi, Hamilton Luske, 1961), “El libro de la selva” (Wolfgang Reitherman, 1967) y la que nos ocupa.
Pero aunque esto fuera así lo que no perdía la esencial
productora era su toque y su magia. Quizá no esté entre los títulos más
destacados pero la película sobre el mago Merlín y el joven Arturo está llena
de esos componentes. Magia y encanto.
El poder de Disney es inmenso, crea iconos con todo lo que
toca, la figura de Merlín quedará inmortalizada casi por completo con el
retrato físico que se hace aquí de él. Para todos los chavales siempre será
reconocible.
“Merlín, el encantador” o ”La espada en la piedra”, comienza
con una introducción como si de un cuento se tratara, nos explican la situación
de una Inglaterra caótica, anárquica y descontrolada…
Esa situación, más cercana a la ley de la selva, nos lleva a
un primer plano de un tenebroso bosque de forma totalmente coherente, un mundo
con sus propias leyes, primitivo, una idea excepcional, ciertamente, y sutil.
Una comparativa Bosque- Inglaterra que lo explica todo.
La planificación y el talento es excepcional, un gusto por
el detalle que casi pasa inadvertido en una primera revisión. En esa pequeña
escena del bosque veremos a un lobo, a una ardilla y a un halcón de pasada y
todos tendrán posteriormente su protagonismo.
Acto seguido se nos presenta a nuestro protagonista, el mago
más famoso que ha habido y habrá. Merlín. Genial, despistado, entrañable,
irascible, ingenuo, honesto, divertido, excéntrico… Sus bromas anacrónicas son
realmente divertidas.
Un relación, la de Merlín y Arturo, paternal y de alumno y
mentor, lo que siempre da juego.
También se nos presenta a otro gran personaje de la
película, Arquímedes, un búho extraordinariamente sabio y compañero inseparable
de Merlín con el que comparte casa y vida. Una pareja entrañable. Arquímedes,
como digo, es muy sabio, no en balde el búho es el símbolo de la sabiduría, y
es un cascarrabias constantemente malhumorado y egocéntrico pero de enorme
corazón. La facilidad de los artistas clásicos de Disney para en tres esbozos
definir personalidades encantadoras era inagotable, en esta película tenemos un
nuevo ejemplo más.
La idea principal de la película es su defensa de la
sabiduría por encima de todo, por encima del físico, de la fuerza y demás
características, son los sabios los que deben gobernar y comandar las
sociedades. Una reivindicación del estudio como el mejor vehículo para
manejarse por la vida. La fuerza la da la naturaleza pero con estudio uno puede
sobrevivir desarrollando el intelecto. Evidentemente un gimnasio también ayuda
a potenciar los aspectos más físicos, aunque a Merlín no le gusten tanto, pero
su idea queda clara. La sabiduría hará alcanzar grandes cotas, la ignorancia
sólo te llevará a ser un peón.
Estas ideas se contrastan de forma simple y maniquea desde
los personajes, Arturo y Merlín, mentor y alumno, serán los que busquen la
sabiduría, mientras que Kay y su padre, representan la fuerza bruta y la
ignorancia.
Veremos cómo Arturo y Kay intentan cazar un ciervo. Evidentemente
aquí no muere absolutamente nadie, todo es totalmente blanco y alegre.
Es interesante el aspecto que relaciona magia y ciencia.
Merlín es un mago que ha viajado al futuro, por ello ha visto cosas que no
creeríamos… Así le muestra a Arturo una mini máquina de vapor, algo que parece
magia pero no lo es. Evidentemente la magia pura y dura, o eso creemos, tendrá
el mayor de los protagonismos. El personaje del azucarero es otro ejemplo de cómo
se las gastan los creadores Disney para lograr personajes con mínimos recursos.
La escena con cancioncita donde Merlín guarda todo,
absolutamente todo lo que tiene en su casa, en el maletín es inolvidable
(“Hóquiti, póquiti…”). Tendrá su eco en la escena donde la cocina auto gestiona
su limpieza.
Para alcanzar la sabiduría se requiere aprendizaje y no dar
nada por supuesto. Merlín y Arturo deberán empezar por el principio. El
abecedario. Las enseñanzas de Merlín se vertebrarán en 3 grandes secuencias donde
la naturaleza y el concepto de la transformación serán la clave.
En la primera nuestros protagonistas se convertirán en peces
y vivirán una aventura acuática, Arturo aprenderá como siendo más débil que
otros peces deberá aprender a defenderse con su intelecto. Hay también una
mención sobre la importancia del instinto en la vida, algo que nos define, ya
sea como personas, peces o lo que sea.
Merlín, como he comentado, salpicará el relato de multitud
de bromas sobre el futuro, guiños muy divertidos al espectador.
El huraño Arquímedes irá resultando cada vez más entrañable,
por supuesto salvará a nuestro pececillo Arturo cuando su situación sea extremadamente
delicada.
La segunda de estas escenas será la aventura por tierra,
convertidos en ardillas. Aquí la enseñanza irá sobre el amor, su ilógica, su
poder, su peligro, su dolor, cómo en este tema la sabiduría sirve de poco, algo
tan incontrolable, extraño, inexplicable…como imprescindible.
También aprenderemos que las ardillas son sumamente
enamoradizas y muy salidas. Unas ardillas realmente ricas e inolvidables como
en “Up” (Pete Docter, Bob Peterson,
2009), donde su nombre nos da uno de los gags más míticos y divertidos de esa
otra excepcional cinta Disney.
En las pelis Disney siempre habrá una defensa a los valores
más tradicionales, aquí por ejemplo a la educación y el respeto, como veremos
en la conclusión de la mencionada escena de la cocina donde la magia hace el
trabajo de Arturo limpiando todos los platos sucios.
Simpática broma acerca del aprendizaje, Merlín usará el
futuro para enseñar y que Arturo aprenda, en una auténtica paradoja, y
Arquímedes se referirá al pasado como la principal utilidad para eso.
En esta misma escena tendremos un magnífico gag en el que se
sostiene largamente un plano de Arquímedes riéndose del fracaso del “invento
volador” de Merlín. Un tipo de gag que luego se ha hecho en innumerables
ocasiones y que siempre me ha gustado mucho.
Así se inicia la última aventura, esta vez por aire, con
Arturo y Merlín convertidos en pajaritos. Esta historia nos llevará a la última
parte de la película donde nos encontramos con otro gran personaje, la
egocéntrica y malvada bruja. La antítesis de Merlín. Totalmente loca,
desquiciada y con un vestuario infantil hilarante. Un personaje muy divertido.
Merlín llegará al rescate de Arturo cuando la bruja madam
Mim esté a punto de acabar con él. Para solucionar sus disputas se enfrentarán
en un combate de magia donde, una vez más, la transformación será clave. Los dos
magos se irán transformando para acabar con su oponente.
El combate entre mago y bruja es uno de los momentos que más
recordaréis.
La idea de la transformación se relaciona con la adquisición
de la sabiduría, del aprendizaje, cuanto más sabes más te conoces, cuanto más
sabes más te conviertes en lo que eres realmente, cuanto más aprendes te
transformas, ya no serás el mismo. Esta idea mostrada visualmente nos explicita
el paso a la madurez.
Una vez madam Mim ha sido vencida retomaremos el mito
artúrico. Arturo, por casualidad, logrará sacar a Excalibur de su piedra lo que
lo convertirá en rey. Un jovencísimo rey que no quiere el cargo y se encuentra
solo. Cuando esté a punto de huir Merlín llegará para ayudarle y apoyarle… el
resto es leyenda.
Arturo logrará sacar la espada que ningún guerrero, ni el más
musculoso de los hombres, logró sacar. Él, un crío sin apenas fuerzas. Es la
conclusión lógica a la tesis de la película, la sabiduría es la verdadera
fuerza.
No es la más brillante de las cintas Disney, hay ciertas
reiteraciones comentadas en las escenas de aprendizaje y se redunda en lo
evidente, pero tiene un encanto indiscutible.
Una estupenda transgresión sobre el mito y la leyenda de
Arturo que hará las delicias de jóvenes y adultos con el espíritu infantil
intacto.
Dedicada a Parisina y Nora por hacerme recordarla.
Recién desc... ejem, adquirida para los críos. Si no es por Parisina, me olvido de ella.
ResponderEliminarSin ser lo mejor de Disney, tiene las virtudes de su cine y sirve magníficamente para que los pequeños empiecen a oír hablar de uno de los grandes mitos de la historia de la literatura, como es ese reino de Camelot.
A ver si este fin de semana puedo ponérsela a los niños.
Descontada, descontada de tus ahorros querías decir Wsmith no? jajaja
ResponderEliminarPues sí, así es, puro Disney que sin ser de lo mejor de la productora es muy eficaz y apropiada para que los crios se familiaricen con este mito.
Muchas gracias por dedicarmela, aunque sabes que no hacía falta.
ResponderEliminarMerlín es una de mis pelis favoritas de dibujos, aun suelo verla cuando la ponen en Disney Channel (y la ponen mucho).
Gran crítica, me ha gustado el análisis de las lecciones que le da Merlín a Arturo pero (si hay un pero) ¿un 3 de nota? Esta pelicula merecía un 4 o un 5!!!
Soy muy fan de Madame Mim y por supuesto de Merlín, la peli falla un poco en cuanto al personaje de Arturo que al final me llega hasta a caer mal...pero aun así es MITICA.
Adoro la escena de los pececitos y la de la lucha con la transformación y como termina ganando Merlín jijiji
Lo primero, gracias por la dedicatoria, un placer recordar pelis asi.
ResponderEliminarTus reflexiones sobre el aprendizaje me han hecho comparar la escena de los platos que se friegan solos con la de "Sorcerer Mickey" en Fantasia. Arturo se gana la ayuda de Merlin porque ha trabajado bien; en cambio, a Mickey le sale todo del revés porque ha intentado escaquearse del trabajo, a pesar del aviso del brujo.
En todo caso, excelente peli para pasar un buen rato, curiosamente es una de mis favoritas, a pesar de ser una de las menos conocidas.
De nada Norita, me alegro de que te haya gustado. Hombre pasiones a parte, que como es lógico siempre pueden aumentar un poco la nota o bajarla, he procurado abstraerme, yo no soy tan fan jejeje.
ResponderEliminarEs una película encantadora en cualquier caso que espero disfrutemos mucho.
Parisina, no hay de qué, gracias a vosotras por recordármela, no creía haberla visto hasta que vi una escena de Merlín y Arturo juntos.
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado la crítica y aún más cuanto revises la peli.
Hola, Sambo!!
ResponderEliminarAntes que la animación, yo leí el cuento con esas imagenes en un libro de Disney, q aún ronda x casa de mis padres.
Merlin y el mito artúrico vino mucho más tarde, durante las clases de literatura románica!!!
Por cierto, el mochuelo es el animal alegórico de Palas Atenea, diosa griega d la sabiduría y la guerra…
Adoro esos dibujos. Son verdaderamente deliciosos. Y me retrotraen a mi infancia y las tardes de lluvia de agosto…
Gracias por traerla aquí (a las inspiradoras también)!!!
Un beso,
R
R, me alegro que te haya traído buenos recuerdos, de hecho es lo que más aprecio de esta entrada.
ResponderEliminarLo del búho Arquímedes lo comento en la entrada, el símbolo de la sabiduría.
Ante el interés mostrado por mi inspiradora, tengo que corregirla con respecto a lo que comenta sobre Merlín y Arturo. Merlín decide ayudar a Arturo sin conocerle, desde el inicio de la película, quiere culturizarle para que se convierta en un gobernante, es la tesis de la película, el desarrollo intelectual por encima de la fuerza, la gente que se cultive debe mandar. En la escena donde Arturo limpia no le ayuda porque lo merezca, lo ayuda porque pierde el tiempo en esa labor de peón, precisamente el tipo de labor que quiere evitarle, lo que quiere es que aproveche el tiempo con sus enseñanzas, no es un premio, es el propio interés de Merlín en hacer que Arturo, en quien ve un espíritu elevado, se desarrolle lo más posible.
ResponderEliminarLa verdad es que no lo recordaba del todo asi, tendré que volver a ver la peli para confirmarlo. Pero no me costara ningun esfuerzo.
ResponderEliminarJajaja estoy seguro de que no.
ResponderEliminarResulta curioso que parece que las películas de dibujos animados parece que no las haga nadie, no se comenta "espléndido trabajo de fulanito o menganito". Al margen de Disney, amo del cotarro, fundamental como supervisor de todo en los primeros años, pero por esta época más centrado en los parques de atracciones, hay un director, Wolfgang Reitherman, que fue insigne animador en anteriores películas, y director de todas las producciones Disney en las décadas 60 y 70, un "guionista", aunque en animación no se usa esta palabra, Bill Peet, que realiza el "story board" que viene a ser un guión dibujado, una especie de tebeo, y que es muy raro que lo haga una persona sola, como en este caso, un compositor,(la música es fundamental en las películas Disney) George Bruns, los animadores, equiparables a los actores en una peli de dibujos, siendo en esta película los principales Milt Kahl (diseñador de los personajes junto con Peet), Frank Thomas, Ollie Johnston y John Lounsbery, gente que se tiró toda su vida dibujando personajes en Disney. Luego hay gente especializada en animación de efectos (lluvia, agua, viento, fuego, etc...) o en pintar los fondos y "decorados".
ResponderEliminarNo es un reproche, pero siempre me ha resultado curiosa la ausencia de mención en las críticas de películas animadas a la gente que las hace, salvo en medios especializados.
No estoy para nada de acuerdo, se habla en mucho sitios, aquí por ejemplo siempre que se analicen pelis de animación, el trabajo de guión o la calidad del dibujo, es más la música es tema en exceso predominante en estas cintas. Pero como opinión es respetable.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por el aporte, Raúl.
Reconozco que por mi parte he realizado un comentario sobre un aspecto que puede tomarse como negativo hacia tu crítica, y es un poco injusto porque por lo demás, he descubierto tu blog hace un par de días y las críticas que he leído me parecen muy buenas y muy completas.
ResponderEliminarPero si comparamos cualquier crítica, no ya tuya, de películas de imagen real, donde se analiza el trabajo del director menganito, la fotografía de fulanito, el guíon de zutanito y no hablemos de los actores, por supuesto, choca con las críticas de dibujos animados, donde se habla mucho menos de ello en el sentido de asignar un mérito a determinados nombres.
En concreto en tu crítica, no nombras más que al director en el título.
Que no te echo la culpa, ya digo que es generalizado, lo digo sólo para que la gente valore que detrás de esa película hay unos artistas con nombre y apellidos que merecen reconocimiento.
De hecho, mi comentario pretendía más ser una aportación, efectivamente, que un comentario negativo.
Reitero mi admiración por tu blog.
Sí ,ciertamente es posible que se nombren menos participantes, pero sigo manteniendo que sí se destacan directores, guionistas o compositores, ten en cuenta que comentar sobre un dibujante resulta algo intrascendente, además no hay vestuario ni actores etc. En las pelis de imagen real se destaca el vestuario o los efectos especiales y no se nombran muchas veces al director encargado de esas cosas, no por nada sino porque están en un segundo rango y es un tema más informativo que se puede pasar por alto, además de haber páginas de "datos" o donde vienen los títulos de crédito al completo. Yo lo veo más por ese sentido.
ResponderEliminarY no te preocupes que no me lo tomé a mal ni me pareció un comentario negativo para nada, me pareció un aporte interesante que invita a la reflexión y que me pondrá las pilas para mejorar aún más los análisis que haga, así que no te cortes y pásate como si estuvieras en tu casa.
Es un placer encontrar blogs como el tuyo Sambo, ya que fucionas originalidad y accesibilidad en un mismo post. Personalmente La espada en la piedra es una de mis películas preferidas y es sin duda, un recuerdo muy importante de mi infancia. Con tus bellas palabras me histe sentir como si tuviera 10 años menos. Muchas felicitaciones y seguí así.....
ResponderEliminarMuchas gracias Anónimo, es un placer ver que te gustó así el análisis y sobre todo que vives así el cine y esta peli en concreto. Un abrazo.
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