jueves, 19 de marzo de 2015

Crítica: 50 SOMBRAS DE GREY (2015) -Última Parte-

SAM TAYLOR-JOHNSON












Sexo de jardín de infancia.

El gran interés que suscitaba la película eran las escenas de sexo, ante las que no había ninguna esperanza de que recrearan las del libro porque querían conseguir que entrara el mayor número de personas posible al cine. Si en el libro las escenas son completamente explícitas, lo que llevaría a secuencias pornográficas, aquí sólo tenemos dos o tres escenas de pseudo sexo o pseudo sado para jóvenes cristianos vírgenes e inocentes. Vamos, escenas que no se la levantan ni a un adolescente pajillero hasta las cejas de Viagra. No sé si recordaréis las películas eróticas que ponían por las noches en Telecinco, muchos veranos especialmente, en sus inicios, en los 90. Pues bien, cualquiera de esas películas es porno duro al lado de lo que nos muestra aquí la señorita Sam Taylor-Johnson.

Aquí tenemos una supuesta película erótica de más de dos horas con un referente literario donde hay constantes escenas de sexo explícito que queda reducido a 11 minutos, otros suben a 15, pero de los cuales al menos 10 y medio o más son insufribles y fríos preliminares guardiolistas. Además nuestro protagonista, Christian Grey (Jamie Dornan), es el amante del sado más delicado y suave que ha existido, asegura que él “no hace el amor, sino que folla... duro”, pero es pura mentira, se mueve a cámara lenta y la toca como si se fuera a romper… Dudo que penetre absolutamente nada.



No pido que se recreen las escenas del libro ya que si pretendían una cinta mainstream es lógico que se evitaran ciertos planos, aunque podría haber sido un impulso aún mayor que se hablara de las escenas puramente sexuales por resultar atrevidas y conseguidas. Películas de prestigio han sido celebradas y elogiadas por y con sus escenas sexualmente explícitas, como “Deseo, peligro” (Ang Lee, 2007) o “La vida de Adele” (Abdellatif Kechiche, 2012) por poner ejemplos recientes. Se podría haber echado el resto en alguna siendo atrevidos, haber intentado rodarlas mostrando más y no que películas como “9 semanas y media” (Adrian Lyne, 1986) o incluso “Instinto básico” (Paul Verhoeven, 1992) parezcan porno duro a su lado. Y es que hay un término medio entre ver un buen culo y pensar, “¡buen culo!”, a pensar “le iba a dar yo candela a ese trasero con mi puño americano o mi Rotorazer”… Rotorazer sin sentido alegórico, se entiende.





Pues aquí ni puño americano ni erotismo ni nada, lo que es asombroso, porque quien más quien menos ha disfrutado de un cachetito, de un pellizquito, de un mordisquillo… En esta película se tocan como si tuvieran llagas y las escenas eróticas no pueden estar peor rodadas, con todos los tópicos de las escenas de sexo cutres y mojigatas. Así que cuidado con lo que hacéis, ¡qué lo mismo os llaman sádicos! Porque sí, el sado en “50 sombras Grey” son tres cachetes y pasar plumas de pavo real por las teticas…


Cortes continuos, planos cortos donde apenas se ve nada de zonas oportunamente encuadradas, caricias a cámara lenta, gestos retorcidos y cuerpos arqueándose en planos cortos también y sin que se vea mucho desnudo, un besito, algún plano general fugaz para que veamos un culo o un pecho, esteticismo lamentable donde todo parece calculado y medido, como para que no se corra el maquillaje... y así hasta el final. Es decir, como cualquier escena de sexo vista en cualquier telefilm. Ver retorcerse a esta chica por un simple roce resulta muy ridículo, es como aquella memorable escena de “Celebrity” (Woody Allen, 1996), donde el personaje interpretado por Charlize Theron era multiorgásmico y su cuerpo completo una zona erógena para entusiasmo de Kenneth Branagh. Pues la Anastasia ésta es como Theron en “Celebrity”, la rozas el labio y orgasmiza. Si le pasas plumas de pavo real por el pezón, levita…


Con todo, tenemos 3 frases que son lo más destacado de la película si no fuera porque no pegan ni con cola con el tono general de la misma, al haber reducido todo el elemento sexual explícito. Frases que parecen salidas de tono y que sólo tendrían sentido con una adaptación más fiel, pero que no dejan de ser divertidas:


Si fueras mía no podrías sentarte en una semana”.

Yo no hago el amor. Yo follo… Duro”.

Te follaría sin parar hasta la semana que viene”.


El chico enseña varias veces los pectorales, sus músculos, que tampoco son para tanto, el culito en un par de ocasiones, una de ellas copulando dulcemente en plano fugaz, y un atisbo del pene de su doble y vello púbico. Más o menos como a la chica, que la vemos los pechos, el culo y más vello púbico. Pudorosos son para gustarles tanto el sado y el fornicio.



Primer amago sexual en el ascensor, siguiendo con el tono de comedia romántica. Una escena de humor sencillo.


¿Qué será lo que tienen los ascensores?

Luego se recurrirá a las sutilezas cuando en el helicóptero Grey amarre firmemente a Anastasia a la silla, para que no se caiga y esas cosas, en supuesto recurso morboso que adelanta futuros amarres a otros sitios… La dirección tiene tan poca fuerza que jamás se logra transmitir nada de ese morbo o tensión sexual, entregando todo eso al subconsciente del espectador que haya leído el libro y que es el que finalmente pone en su imaginación lo que la dirección, imágenes e interpretaciones son incapaces de plasmar. Esto con suerte, imaginaos si no habéis leído el libro siquiera…



Hay más morbo en Chicho Terremoto buscando bragas blancas que en “50 sombras Grey”.


Primer polvo. El desvirgamiento. Aquí observamos que ella está pasando frío o él le hace cosquillitas porque tiene los pelos de las piernas como púas de erizo. Un polvo de sobremesa, frio, tópico hasta la nausea, convencional, lleno de planos cortos y caricias suaves para describir alguna parte del cuerpo mientras la actriz se retuerce de gusto sin que sepamos porqué… Dos minutos y medio de escena de los que dos son preliminares de Ikea. Luego en el baño los volvemos a ver desnudos, el culo a los dos, las téticas también a los dos… Luego en la cama tenemos un momento fugaz de vello púbico de ella, inicio de juego con una corbata, la transgresión suprema, y un futuro polvo interrumpido por la madre. Fin. Un par de tetas y dos o tres embestidas azoradas y embarazosas, como con reparo… Otros 2 minutos para nada. Quizá faltó una gitana para comprobar la virginidad de Anastasia, pero no se puede tener todo.




Los coloretes de Dakota Johnson son encantadores, eso sí.

Yo antes tomaba leche Pascual, hasta que probé la tuya, Christian”.

-Anastasia: Verás Christian, es que soy virgen y no sé cómo va esto. ¿Quieres meterme esa cosita en mi cosita?


-Christian: Bueno sí, quizá después, pero primero te quiero meter estos 3 o 4 aparatitos y zurrarte con estas 3 o 4 cosas hasta que chilles y sangres un poco por varios sitios. ¡Pero es guay, a mí me pone muchísimo!

-Anastasia: Eso me da igual, pero si metes eso en mi cosita puedo quedarme embarazada, porque así es como vienen los niños, que lo he visto en una serie de dibujos que se llama “Érase una vez… la vida.

-Christian: Bueno, eh, si la meto por este otro sitio no hay problema, pero tú deja que te vaya atando

Firma aquí y aquí”. 

Segundo polvo. Para acelerar la firma. Este polvo es el no va más, juega con agua e incluso ¡con un hielo! Lo nunca visto. Es la escena más morbosa y “vigorosa”, la pone a cuatro patas y le da un cachate en el culo. ¡Un bruto del sado, este Grey! 2 minutos escasos. "¡Uy! Le ha vendado los ojos. ¡Uy! Un hielo. ¡Uy! La ata a la cama con una corbata…" ¡¿Pero vosotros qué hacéis en la cama, abuelos?!








Más sexo, unos azotes tras el día de la graduación, 3 para ser exactos, una barbaridad violenta y sadomasoquista a la que es sometida esta Anastasia. En el libro al menos son bastante más…



Tercer polvo. Estreno en la habitación roja. Una escena de supuesto sexo donde se ven más las cuerdas, las fustas y demás chuminadas que a estos dos dándole al tema… 6 minutos de soporífera escena, las téticas de ella, un fustazo en la mano, uno en el culo y otros dos en la parte frontal, fustazo delicado, por supuesto. La ata, da un par de besicos, algún azote y un polvo de 15 segundos con cortes por todos los lados, artificios de puesta en escena para que no se vea nada indebido, sólo veremos la parte de arriba del miembro del doble del protagonista, y fin… Si no te duermes, desesperarás. Luego bailarán para compensar.




Se pretende cierto morbo en la escena de la comida familiar de los Grey, cuando él intenta meterle mano bajo la mesa a ella. Falsa alarma, Anastasia cortará de lleno tal osadía…






Cuarto polvo. Destensar. Se sugiere un problema, indeterminado, en el trabajo de Grey, por lo que para destensar dará unos cuantos latigazos, tres para ser exactos. El sadismo le sale por los poros al chico. Tras esto, como si de “Pretty Woman” (Garry Marshall, 1990) se tratara, nuestro protagonista tocará el piano.



Último polvo. Que no es polvo. La escena cumbre, el clímax, que podemos situar entre los más ridículos del cine moderno. Tras confesar su tormento interior a Anastasia, la chica le pide que le haga lo más fuerte que se pueda hacer en la habitación roja, lo más doloroso. Christian se resiste un poco, medio minuto, pero como ella insiste empieza a notar que se le acumula la sangre en otra zona, se va poniendo pálido y comienza a sudar, con lo que tras esta dura lucha interior acaba diciendo: “venga va…”. Recuerden, ella se lo pide a él. 


Puede que lo que voy a relatar hiera la sensibilidad de alguno ya que contiene altas dosis de violencia gratuita, sangre y vísceras. Quedan advertidos para saltarse esta parte. 

Así que en la habitación roja el chico anuncia que la va a azotar con un cinturón en el culete, 6 latigazos… La flexiona para apoyarla en la mesa, con los pechos sobre la superficie y de pie. Yo pensé, “madre mía, aquí vamos a ver la segunda parte de “12 años de esclavitud” (Steve McQueen, 2013)… Pero no, el chico, con su delicadeza habitual, sin siquiera tensar un musculo para que los latigazos sean suavecitos, le da los 6 mientras pone una cara indefinida, parecida a la del resto del metraje donde no se sabe si está estreñido, siente cierto pesar o está gozándolo al máximo… El caso es que de repente ella, que le había pedido eso mismo, se levanta y ofendidísima le dice de todo, no en balde semejante violencia no merece menos, un monstruo desaprensivo y sin sentimientos, así que se va y le deja sin polvo ni nada. Fin.

No puedes quererme”. Con frases como esta no sé ni cómo te mira a la cara, Christian

La segunda parte queda perfectamente encauzada, y así recaudar más dinerito fresco.

Hay múltiples testimonios de personas mayores, treintañeros e incluso chavales y niños que aseguran que sus progenitores han llegado a zurrarles más veces y más fuerte que el Grey éste a la alelada Anastasia cuando hacían algo mal… Educaciones eróticas desviadas, supongo.



Se hace evidente que la historia de la mujer que descubrieron masturbándose al asistir a una sesión de esta película fue puro producto de marketing para vender más entradas, porque no hay quien se lo crea…

Es desolador que esta película cree cierto morbo como es desolador que las novelas sean un referente del erotismo, desolador porque sólo demuestra que se folla muy mal, rematadamente mal, y que cuando ven un hielo o alguien atado a la cama se ve como la panacea, el súmmum de la cópula, lo nunca visto, lo que denota la falta de imaginación, interés o dedicación a esto del sexo en las camas de medio mundo. Aplíquense señores, porque da vergüenza escuchar las risitas nerviosas e histéricas, ver los codazos espasmódicos en las salas al ver un pezón o se insinúe un vello púbico que apenas se ve, ¿es que acaso se acuestan con el cinturón de castidad y no se quitan las enaguas para estos menesteres? ¿Qué clases de polvos tienen ustedes? O se folla muy mal o no han follado en su vida o si lo hicieron no se acuerdan… No hay otra explicación.

La película tiene momentos ciertamente tronchantes, como cuando Grey va a comprar bridas y cinta aislante a la ferretería donde trabaja Anastasia, todo muy natural, normal y poco estrafalario, nada forzado. Un tipo sencillo.

"Anastasia, tengo unos gustos muy peculiares que no puedo contarte... Por cierto, véndeme unas bridas". "Anastasia, tengo unos gustos muy peculiares que no puedo revelarte... A todo esto, agáchate un momento para que el látigo impacte mejor". "Anastasia, tengo unos gustos muy peculiares que no puedo decirte... Me pasas la cinta aislante y la cuerda". Sutilezas made “50 sombras de Grey”. Las frases son inventadas, pero podrían ser verdaderas.


Llegados a la mitad de película, una vez ha cesado un tanto el tono el comedia romántica, se pretende indagar en la personalidad y pasado de Grey, que se supone blindado, pero en cuanto Anastasia le pregunta él contesta sin problemas, contándole que él mismo fue sumiso durante 6 años. Sumiso de una amiga de la madre a los 15, una Mrs. Robinson. Sentirse seguro al renunciar al control. Confesiones en paraje natural donde él parece, una vez más, más enamorado que ella. En el libro ese hermetismo está más recalcado, claro, pero el desarrollo en la película, su exposición y descripción es sencillamente lamentable. Un guión chapucero que se basa en dos personajes y no sabe qué hacer con ellos.



Un montaje paralelo muestra las dudas, disquisiciones, tensión, incertidumbre ante la firma del contrato de Anastasia, una espera que él tratará de reducir con otro polvo “vainilla”. Chateos, lecturas, esperas… 


Es patente también la enorme torpeza de la puesta en escena de Sam Taylor-Johnson, que más bien parece una directora amateur. Hasta en tres ocasiones veremos a Christian sorprender por la espalda dando un susto, involuntario se supone, a Anastasia, hasta en tres ocasiones tenemos que aguantar la misma chorrada. ¿No hay otra forma de hacer las cosas? ¿No se le ocurre alguna forma de variar los encuentros? En la ferretería, en el apartamento de ella y en la cocina de él tras un polvo…

La graduación, Grey presentado como novio de Anastasia a su padrastro, bautismo y celebración con champagne por la graduación y la firma del contrato, y regalo de un coche rojo. El rojo se descubre como un color vinculante, así es la habitación de juegos de Grey. En la siguiente escena veremos a la madre de Anastasia bebiendo vino de rojo intenso.





50 sombras de Grey” es una película tremendamente fría, pero no una frialdad buscada como en “Crash” (David Cronenberg, 1996), sino porque no tiene alma alguna, rezuma artificiosidad, es un producto manufacturado, una película Ikea, en serie. ¡Si Cronenberg hubiera cogido esta película! No hay conflicto alguno durante todo el metraje, ni siquiera con las revelaciones que se van descubriendo, y los que se pretenden resultan forzados y ridículos. En la escena de la cena con la familia de Grey se pretende exponer el carácter posesivo y controlador de él cuando descubre que su amada se va a ver a su madre sin decírselo, un reproche hasta cierto punto entendible, y más en la forma en que lo hace… Ese es el mayor conflicto que vemos a la pareja, salvando el final, que también tiene tela…


Ver a la madre de Anastasia con su pareja pretende retratar la normalidad que le es ajena a ella. Una normalidad donde el hombre es sumiso y complaciente con la mujer, que parece dominarlo.

Si queréis ver una película erótica, morbosa o con buenas escenas de sexo, mirad mejor “El último tango en Paris” (Bernardo Bertolucci, 1972), “La vida de Adele” (Abdellatif Kechiche, 2013, “Lunas de hiel” (Roman Polanski, 1992), “Crash” (David Cronenberg, 1996), “El imperio de los sentidos” (Nagisa Oshima, 1976), “El amante” (Jean-Jacques Annaud, 1992), "Soñadores” (Bernardo Bertolucci, 2003), “La mano” (Wong Kar-Wai, 2004), “Deseo, peligro” (Ang Lee, 2007)… cualquiera de las películas eróticas que ponía Telecinco en sus inicios, como comenté, cualquiera donde salga una teta…. Si queréis ver torturas o cosas así escoged una película de Tarantino o “Saw” (James Wan, 2004) incluso. Si os gusta el goce de la violencia, podéis recurrir a “El club de la lucha” (David Fincher, 1999), pero jamás apostéis por “50 sombras de Grey” salvo por puro masoquismo o ganas de conciliar el sueño por insomnio… Esto es pornoDisney y es lamentable que genere esta polémica y morbo con los grandes y provocativos títulos que se han dado en otras décadas. Las comparaciones son muy odiosas.


Muchos han ido a ver este bodrio y más que irán, aunque no los padres de la criaturita, de Dakota Johnson.




Cualquier parecido con el tono del libro y sus escenas más comprometidas es pura coincidencia. Allí Anastasia, que va de virginal, es una experta en el sexo oral sin haberlo hecho antes siquiera… Se ve que los tutoriales del Youtube funcionan bien…







50 sombras de Grey” es un bodrio, basura. Un telefilm y de los malos. Una película fría, convencional, tópica, incoherente, sin sentido ni tono definido, un proyecto de marketing puro y duro, descarado, vergonzoso, anodino, vacuo, manufacturado para la venta al por mayor y que lo consuman abuelas picaronas y jovencitas inexpertas, más otras muchas mujeres poco “complacidas”… El punto positivo es que si al menos saca al cine erótico del ostracismo y el tabú absurdo, pues bienvenido sea…

Insistir, si esto te gusta o te pone es que algo falla en tu vida sexual… se folla muy mal.



 







14 comentarios:

  1. Jojojo.
    Toda la razón.
    Q se hacen muy mal las cosas.
    En fin, gracias por el esfuerzo, me he reído mucho.
    Bss

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    1. Me alegra mucho que lo hayas hecho Reina, era la idea principal :))

      Muy maaaal se hacen jajaja.

      Besos.

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  2. El problema, mr Sambo, es que lo has visto mal. Sólo hay una escena de sado: cuando toca el piano. Una tortura para cualquier amante de la música. El problema es que Anastasia no es amante de la música sino de la literatura. En vez de tocar el piano tendría que haberle leído "50 sombras de Grey: el libro" y entonces sí que iba a pensar que eso era peor que el potro.

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    1. Jajaja pues al menos hubiéramos visto algo más auténtico, algo de sufrimiento de verdad. A mí lo que más pereza me da es que quedan dos, y aunque luego me divertiré escribiéndolas, prometen ser un coñazo de los grandes.

      Creo que lo del piano y el sufrimiento es para la segunda parte de WHIPLASH, donde Grey es protagonista y se fundamenta la causa de su trauma o algo así jajaja

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  3. lo que me he podido reir con esta parte de la crítica. hay frases muy ingeniosas y demoledoras

    muy buena Sambo

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    1. Muchas gracias Chu4che jajajaja. Me alegra que te haya gustado, lo pasé bien escribiéndola, que no viéndola jaja.

      Un abrazo.

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  4. Enhorabuena, una crítica muy completa y en un tono divertido. Debo reconocer que me defraudó bastante la película pero es que yo soy un poquito rara... Para mi ni la novela (tanto jadeo y suspiros) ni la película... Yo me quedo con el audiolibro, que es como si te contaran un cuento y puedes "dejar volar tu imaginación..." :P

    Os dejo el enlace por si le interesa a alguien... http://audioteka.com/es/audiobook/cincuenta-sombras-de-grey

    Un saludo!!

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    1. Jajajajaja pues ahora que lo dices puede que sea la mejor opción. Muchas gracias Anónima :))

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    2. jajaja pues no sabía yo la existencia de estos audiolibros... se lo comentaré a mi novia, ya que le da pereza leerse las novelas... :P

      Por cierto MrSambo, enhorabuena por el artículo.

      Un saludo.

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    3. Muchas gracias Rubén jejeje.

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  5. Reconozco que leí los libros, por las escenas eroticas, más que nada, ya que la trama en si es una mala copia de la "gran saga" crepusculo. Sabía que la peli me iba a defraudar porque el contenido erotico iba a ser nulo, por supuesto, pero lo que no sabía es que el prota era d ecartón piedra. La pobre Dakota hace lo que puede, pero es muy difícil expresar nada con ese guión de mierda a un muñeco.

    Gracias por el artículo MrSambo, me han encantado los nuevos diálogos! jajaja

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    1. Totalmente, esas son las sensaciones, Anabel, aunque a él tampoco le voy a matar, no pega en el papel pero es que su guión es lamentable, da bandazos sin sentido y se regodea en la ilógica. En eso él no es responsable ni puede hacer nada. Luego el chico no intimida ni resulta amenazante y en eso sí tiene responsabilidad, pero el guión es tan ambiguo y mal trabajado que esto lo sabemos por el libro...

      Gracias Anabael, ¿a que están mejor que los originales? Jajajaja

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  6. Habiendo visto la serie "Spartacus" esta peli es como Caperucita montando a Doraemon, me quedo con las risas leyendo el artículo y si llego a ver que voy a pisar playa este verano igual me bajo el audiolibro este de audioteka para escuchar en el android en vez de radio makuto... Me pregunto si se oirán gemidos y tal o si me los tendré que figurar...
    Un saludoooo!

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    1. Jajaja gracias Christian, desde luego al lado de muchas series también es un título Disney... No apostaría por los gemidos, pero quizá... jajaja

      Un saludo.

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