lunes, 29 de julio de 2013

Crítica: EL HOMBRE DE ACERO (2013) -Parte 2/3-

ZACK SNYDER











Tendremos una primera muestra de las habilidades, poderes y valores de Kal-El, de Clark Kent, en la estupenda escena de la refinería, que se enlazará, mediante un “flashback acuático” (donde Clark también estará en cruz), con el origen de la consciencia de su diferencia, el momento donde su hipersensibilidad comienza a manifestarse repentinamente, en clase, el comienzo de sus milagros (tiene 9 años). Pasado y presente de vincularán de forma continua durante la narración, conectando momentos importantes de su vida con actos que deberá acometer, donde veremos como uno influye en el otro. Un autobús será el elemento que unirá el presente con el siguiente viaje al pasado mediante un flashback. Aquí observaremos como este ser extraterrestre tiene consolidados grandes valores gracias a sus padres terrenales, aceptará los abusos de un compañero de clase, Pete Ross (el gran amigo de Clark), para acto seguido rescatarle en el accidente (aquí tiene 13 años). En el flashback nos presentarán a un personaje importante del universo Superman que aparece de forma tangencial, Lana Lang (Jadin Gould). El chaval que interpreta a Clark sale muy guapete en ocasiones.




Clark Kent, en el presente, se nos presenta barbado, sin depilar e híper musculado, le salen músculos hasta de las encías. Posiblemente se encuentre alguna otra civilización en la zona nornoroeste de su bíceps derecho.

De alguna forma hay simetría en estos primeros pasos por la vida de Clark, demostración de poderes en el presente para dar paso a un flashback psicológico, y nostalgia al ver un autobús que nos llevará a otro flashback donde en esta ocasión sí se demostrarán poderes. Detalles de estructura característicos de Nolan, muy aficionado a la simetría en todos los sentidos.


Snyder usa muy a menudo planos solitarios de objetos o elementos de un decorado, bolsas de comprar, una taza, una cafetera, un columpio, un pomo de una puerta que se cierra, unas veces como transición y otras intercalados dentro de la escena. Planos “compresa”, muy esteticistas, que en algunas ocasiones anticipan la escena de forma simbólica y en otros simplemente pretenden subrayar sensaciones o sentimientos. Un brillante ejemplo de esto, con contenido metafórico, lo tenemos en la escena que da paso al retorno de Clark a la granja familiar. Unos planos aparentemente dispersos y sin sentido, un juguete, el reflejo de un molino de viento y una mariposa con las alas extendidas, en realidad introducen la aparición del héroe de forma simbólica, el regreso al lugar de su infancia tras haber evolucionado, haberse transformado, en un ser volador, ideas que encajan perfectamente con los objetos mencionados, el coche y la infancia, el molino y el viento con el progreso y sus poderes y la mariposa como su capacidad voladora y transformación…






Clark oirá las agudas reflexiones de su padre, Jonathan (Kevin Costner), acerca de su poder, de lo que significa su persona, de ser considerado un dios o el miedo que puede producir en la gente, el miedo a lo desconocido, su trascendencia, la incertidumbre de la reacción de la gente, algo que relacionaré con el mito de la caverna de Platón, presente en la cinta, la conveniencia de mantenerlo en secreto… Costner, como si de un flashback se tratara, llevará a su hijo al pasado, mostrándole la nave en la que llegó, comenzando a hacerle consciente de su procedencia, de lo que puede llegar a significar. Una vez más se vincula pasado y futuro, en esta ocasión a la vez, en un buen detalle de guión que desarrolla este aspecto comentado.

Un superhéroe muy filosófico.

Este nuevo Superman es mucho más trascendente que el que encarnó Christopher Reeve. A las mencionadas reflexiones e implicaciones religiosas se añaden otras filosóficas con Platón como protagonista. No sólo veremos a Clark leerlo en una escena en la que se contiene de los abusos de unos chavales mayores que él, sino que algunos aspectos de la historia y de la evolución de su personaje se podrían entroncar con tesis del clásico filósofo griego.

-La mencionada escena donde Clark se contiene del abuso de unos chavales, concluirá con el apoyo del anterior abusón, Pete Ross, y más reflexiones de su padre, necesarias para su madurez y enmarcadas en su frustración abollando una valla con el libro de Platón al lado, todo muy adecuado.


-La rígida organización prediseñada del planeta Kypton, ante la que Jor-El no está muy de acuerdo, nos remite a la ideada por el eterno filósofo como su sociedad ideal, en cierta medida. Jor-El y, posteriormente, su hijo, Kal-El, son más de tendencia liberal. En Krypton todos los nacimientos son artificiales, los individuos son destinados y dirigidos genéticamente para dedicarse a algo concreto, científicos, dirigentes o militares. Una ordenación rígida de la sociedad donde el arbitrio no tiene sentido, por ello supone una perturbación tan grande el nacimiento natural de Kal-El. Platón planteaba así también su sociedad perfecta, ubicando según las cualidades naturales a cada persona, dirigentes, militares… Jor-El abogará por la libre elección, como su hijo Kal-El, la educación en valores, la generosidad y la dedicación como opciones personales, aboga por una sociedad flexible y libre. Tres niveles dividen la sociedad de Platón y la de Krypton… Obreros, líderes, militares… Jor-El y su mujer defienden la intervención del azar, la libertad de elección, así lo manifestará, rebelándose contra el control preestablecido de la sociedad kryptoniana. Un interesante enfrentamiento entre liberalismo y socialismo.



¿Y si un niño soñaba con convertirse en algo distinto a lo que la sociedad tenía previsto para él? ¿Y si un niño aspiraba a algo más?”

-Superman es, aparte de su concepción religiosa en la película, el ejemplo perfecto para explicar el mito de la caverna platónico. Superman inicia su tránsito vital inconsciente de su naturaleza, asumiendo la propia en igualdad con la del resto de chicos y personas de su alrededor, pero una vez su verdadera naturaleza comience a manifestarse tendrá que replantearse su verdad, una verdad, una “realidad”, en continuo cuestionamiento, de creerse normal a creerse un bicho raro, de creer estar tocado por Dios a conocer su verdadera procedencia… Una vez esta madurez llegue a su punto culminante se mostrará al resto… Platón incidía en las represalias que ese conocimiento que el ser especial mostraría podrían tener, es lo que le advierte su padre, Jonathan, pero el camino es necesario recorrerlo hasta el final. Efectivamente, como en el mito de la caverna, tras replantearse la realidad y alcanzar la madurez máxima, al volver, muchos se asuntan y desconfían, pero finalmente Superman es aceptado, previa demostración de poderes, por todos. Un superhéroe de tintes platónicos en su evolución.







El individuo, la sociedad, la identificación de ambos en una persona y el peligro que ello supone, la concepción de sociedad como una suma de individualidades… son temas que se contrastan y sobre los que se reflexiona.


Costner y Crowe son los dos padres que forman y educan a Kal-El/Clark, sus valores y esa fusión entre divinidad, consciencia de ella y la forma de gestionarla con generosidad, sin abusos. Los dos son transcendentales en su maduración y crecimiento, para asumir y entender los cambios. Muchos de estos cambios coinciden con su etapa adolescente, lo que en cierta forma lo asimila con sus compañeros humanos, la aceptación, la búsqueda de una identidad, la inseguridad… aunque de distinta naturaleza, une a Clark con el resto de chavales. Un adolescente cualquiera más, aunque algo dopado.



En esta maduración y aprendizaje, esa asimilación de valores, iremos viendo hacia donde avanza Clark, salvando a sus compañeros, aunque lo maltraten, rescatando a los trabajadores de la refinería, actuando de caballero protector de la camarera en el bar donde trabaja… Heroicos actos de bondad en los que cuesta contenerse y no dar rienda suelta a su poder en ocasiones. Así veremos cómo se contiene con los chulos del bar, ya mayor, y con los abusones de joven, si bien es cierto que con los chulos del bar se resarcirá de otra forma.

Presentando a Lois Lane.

La primera vez que veamos a la chica de Superman será bajando de un helicóptero, sutil broma que remite a la escena del rescate de Superman a Lane en la cinta original de Donner, así como por el hecho de que la primera vez que la vemos sea dentro de un aparato volador, uno de los poderes de Superman, ayudada por el propio Clark a bajar del mismo. 



Lois es descarada, bravucona, chulita, intrépida, curiosa, valiente, decidida… Una mujer de armas tomar. Esta fase de la película, en un paraje helado, rodeados de nieve y con el descubrimiento de una nave enterrada en el hielo, nos remite de forma extraordinaria a esta joya de la ciencia ficción que es “El enigma de otro mundo” (Christian Nyby, 1951) o a su remake “La cosa” (John Carpenter, 1982). De hecho Lois es una mujer muy hawksiana…


En las escenas en la nave el montaje resulta algo confuso o engañoso, dando la sensación de que Lois descubrirá a Clark en cualquier momento.

Puedo hacer cosas que los demás no pueden”.


En contra de lo que sucede en otras versiones de Superman, Lois no tardará en descubrir la verdadera naturaleza del superhéroe, sus superpoderes y su particularidad.  Como es lógico y coherente con su condición de periodista, Lois escribirá un artículo sobre su descubrimiento, pero ni siquiera su prestigio por haber ganado un Premio Pulitzer conseguirá convencer a su director, Perry White (Laurence Fishburne), para que lo publique. White, como el padre de Clark, piensa en lo que supondría ese artículo, el impacto en la sociedad, y prefiere no hacerlo público. Las justificaciones que Lois va dando para publicar su artículo son un tanto débiles, con la ambición tendría más que suficiente.


Son varias las referencias que se pueden encontrar en “El hombre de acero”, entre ellas “Star Wars”. En este sentido el momento en el que Jor-El le dice a su hijo, “Soy tu padre, Kal”, no puede más que producir una sonrisa nostálgica en el espectador.


La íntima conversación entre padre e hijo en la nave vuelve a jugar con ese vínculo pasado-futuro que se repite durante toda la película y al que he hecho referencia en varias ocasiones. Allí el padre contará a su hijo de donde procede, el pasado de su pueblo y lo que ocurrió con él, un flashbacks sin irnos del presente… Como si de una película se trata, con representaciones y aspectos de la historia que ya vimos al inicio.


Tras esta conversación Kal-El da un paso más en su evolución, en ese replanteamiento constante de su realidad al estilo platónico ya mencionado, y pasará a asumir su responsabilidad. Por fin veremos el traje, casi armadura, para el superhéroe, que practicará el vuelo por primera vez, aceptando su categoría de deidad en la Tierra. Un guía y una esperanza para la gente, por eso es significativo que veamos el traje en este momento, por su simbolismo, ya que se nos explicará que la “S” de su traje significa “esperanza” en Krypton.



Así el padre acaba guiando a su hijo hacia esa idea liberal, donde el desarrollo del potencial individual, bien encauzado, acaba repercutiendo en mayor prosperidad. Aquí se funden los principios enseñados por los dos padres. Un ser que no se somete a la sociedad sino que se desarrolla de forma individual para mejorarla. En este caso al servicio del bien.

Dejaremos de ver al Clark barbado, ahora acicalado, en la nave suponemos, y muy bien peinado para acometer actos heroico. Resulta fascinante su primer vuelo, símbolo absoluto de la libertad adquirida en la escena anterior. La fuente de la fuerza de Clark, el sol. Con todo, lamentablemente, no faltará alguno de los planos "compresa" o anuncio trascendente de coches en estos momentos…

Las prácticas de vuelo son excelentes, planos espectaculares con zooms, grandes y bellas extensiones sobrevoladas, tierras, mar, espacio, la sombra de Superman luchando por seguirle…Libertad, felicidad, desarrollo individual.

 





2 comentarios:

  1. bolsonxx: ¿Que tal Mr Sambo? Como sabe escribo como espectador y no como crítico de cine, eso te lo dejo a tí que tan bien lo haces.

    La vi este verano en un cine de verano y disfruté mucho. Crecí viendo las superman de Reeves (varias en el cine) y la verdad es que la diferencia se nota... en todo.

    Me gusto mucho esta nueva versión y la verdad que el personaje se merecía una película así. El principio muy bueno, Kripton lo han definido de forma espectacular.

    Sigo leyendo el resto de partes de la crítica.

    Saludos.

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    1. Me alegra verle de nuevo, Bolsonxx. Así debe verlas y comentarlas, como espectador y disfrutando, yo también pasé un buen rato, aunque aquí le pongo distintos peros, ya sabe. En cualquier caso espero que encontrarse material y elementos interesantes en el análisis para complementar el visionado, que al fin y al cabo es lo que se pretende. El inicio efectivamente es esplendoroso y visualmente llamativo.

      Saludos!!

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