La tapadera evolucionando. Se organizará un evento de prensa
para una lectura de guión, se nos mostrará de forma sutil el lugar, un
travelling de Affleck paseando, otro más, y el encuadre se abrirá ligeramente
para que veamos el rótulo del Beverly Hilton Hotel (aunque antes un plano general también lo mostró). En la producción “Argo” se calcan
casi todos los personajes de “Star Wars”, está claro que no se pretende nada
original, pero sí efectivo.
En este lugar tendremos un gran plano que ejemplifica todas
las ideas señaladas con anterioridad. Un plano sin cortes, un travelling que muestra a un camarero que atiende a Affleck en medio de la parafernalia de la
presentación del guión ante la prensa, y que lo seguirá, al estilo Scorsese,
Tarantino o Paul Thomas Anderson, hasta el interior de la cocina, donde dejará
la bandeja frente a una televisión que sigue noticiando el conflicto en Irán y el tema de los rehenes americanos. Affleck vincula de esta forma y en
un solo plano el contraste que supone la tapadera exterior con la realidad que
esta oculta en el interior. La ficción y el cine vinculándose con la realidad.
Aquí es un buen momento para reseñar la importancia de las
televisiones, están por todos lados, en cocinas, despachos, casas particulares,
como la de Affleck o el propio Lester Siegel. A través de ellas se va siguiendo
como están las cosas, así que tienen una función narrativa de gran importancia
también. Ni que decir tiene que los modelos de televisiones y demás son otro acierto de esa
magnífica recreación de época. Algo parecido sucede con los teléfonos, serán
otro elemento imprescindible a nivel narrativo, generador de suspense y
vínculo para las relaciones personales. Veremos decenas de ellos y Affleck se
fijará sobre manera, los modelos también son una delicia, otro ejemplo de
recreación de época riguroso. Veremos a Affleck relacionarse con su hijo con
uno, único vínculo entre ellos hasta la escena final. Un teléfono y una
televisión, usadas a la vez, inspirarán a nuestro protagonista para la tapadera
de la película. Habrá dos escenas donde un teléfono solitario será el
protagonista de un contraplano, una para mostrar la soledad del personaje a
nivel personal, al llamar a su mujer y que ésta no acuda a la llamada, y otra
para la creación de un suspense tremendo en el clímax de la cinta, cuando
llamen a la falsa productora para cerciorarse de la sinceridad de los americanos
y nadie esté en ese momento en el despacho. Además de todo esto se usarán
teléfonos de forma constante.
Affleck usará el montaje paralelo en varias ocasiones, por
ejemplo en el momento de la lectura del guión donde al mismo tiempo se
mostrarán las reivindicaciones iraníes, los juicios y sentencias a rehenes y
fusilamientos fingidos como forma de tortura psicológica.
23 de enero de 1980. 25 de enero de 1980.
Todo sigue su cauce, la prensa se hace eco de la producción
“Argo”, el gobierno aprueba el plan de la película de ciencia ficción como
tapadera para intentar sacar a los rehenes…Antes de emprender el viaje hacia Irán, Tony Mendez tendrá otros momentos íntimos dedicados a su familia, se
quitará su anillo de bodas, para proteger a su mujer, y mirará una foto de su
hijo.
Cameo de
Philip Baker Hall.
Poco a poco la narración se centrará en los seis
diplomáticos acogidos, veremos pequeños retazos de sus relaciones y sentir. Los
miedos del matrimonio, las inseguridades de todos, la incertidumbre, la
tensión… Una tensión que sigue creciendo y que se muestra con episodios sueltos
que impactan y generan el estado emocional adecuado para el espectador, haciendo además comprensible el de los personajes, por ejemplo el asesinato que presencian en
la calle.
27 de enero de 1980.
La labor en la dirección de Affleck es mejor que su talento
interpretativo, pero eso no significa que éste no exista, a pesar de todo lo
que se comenta. Buenos momentos de actor los tendremos en el cansado y
resignado rostro Affleck ante las dificultades del proyecto, cuando parece que
todo se va a venir abajo o cuando piensa en su familia.
La tensión general perfectamente modulada se recreará y
sublimará en escenas concretas que se multiplican según avanza el film. Una de
ellas la tenemos en la aduana a la entrada de Affleck en Irán.
La labor de Affleck y el discurso metalingüístico del film
se redimensiona. Un actor interpretando a un agente secreto que se hace pasar,
actuando, por un productor de cine.
A su entrada en Irán Tony Mendez verá un ahorcado, una
imagen que recuerda a aquella cinta interpretada por Clark Gable, “Los
implacables” (Raoul Walsh, 1955), donde también se veía lo mismo y el personaje
decía “Al fin nos acercamos a la civilización”. También habrá alguna ironía,
como el “Kentucky fried chicken” en las calles de Irán.
El ministerio de cultura iraní se tragará, por el momento,
la tapadera. Mendez tiene vía libre para seguir con el plan.
En un par de ocasiones, y siguiendo con ese juego
metalingüístico con respecto al cine, veremos aparecer a un sosias de Jack
Nicholson hablando brevemente con Lester Siegel y con John Chambers. Además es
un placer oír las bromas cinéfilas de Siegel, por ejemplo con respecto a John
Wayne.
La narración se vuelca cada vez más en los seis diplomático
huidos, en los progresos del plan, las dudas, las discusiones, las negativas a
asumir el riesgo que pide Mendez… Así llegaremos a otra de las escenas cumbre
de la cinta, repleta de suspense y tensión. El arriesgado paseo por el Bazar.
En esta secuencia sale todo el talento de Affleck a relucir,
una dirección que potencia al máximo el suspense hasta hacerlo casi insoportable,
algo que logrará mejorar aún más en el clímax final. El director explota al
máximo todos los elementos, estira las situaciones y crea otras nuevas con la
intención de llevar la tensión al máximo. Todo empezará en la misma furgoneta y
su encontronazo con una muchedumbre. Luego se codearán con la multitud en el
mismo Bazar, que rodeará a nuestro angustiado grupo de diplomáticos cinéfilos.
Les veremos fotografiando y siendo objeto de miradas inquisitivas y
sospechosas, protagonistas de un conflicto por una foto perdida en una tienda,
fotografiados por otros a su vez, crispados por ser extranjeros en una
acalorada discusión de la que salen a duras penas, hasta llegar a la embajada
zarandeados y agitados. Planos subjetivos, panorámicas bruscas, travellings, inestabilidad
en los encuadres, montaje paralelo con la visita de unos iraníes a la embajada
canadiense… Una dura prueba y una magnífica escena.
Affleck les hará un examen para comprobar el conocimiento
que tienen de sus nuevas identidades. Un Affleck que tiene cualquier cosa menos
un look latino, como correspondería al papel que encarna.
Cuando todo parece lanzado, desde Estados Unidos frenan el
plan, se suspende, pretenden hacer una intervención armada… Affleck les dará la
noche libre y les incitará a divertirse un poco. Él por su parte se irá a
reflexionar solo a casa. En su camino al hotel verá un coche ardiendo que casi se
funde con su rostro, la perfecta imagen para mostrar su estado anímico. Como
rúbrica a esta secuencia Affleck volverá a recurrir al montaje paralelo, donde
veremos dos borracheras, una alegre y placentera, la de los diplomáticos, y
otra depresiva, la del propio Affleck en soledad.
Los iraníes por su parte avanzan cada vez más en el
reconocimiento concreto de los seis diplomáticos fugados, lo que hace obligado
salir de allí cuanto antes.
Por la mañana el bueno de Tony Mendez verá todo de forma
distinta y con decisión. Una determinación que se verá reflejada en la mirada
de Affleck, que levantará su vista mientras mira por la ventana y la música crece exponencialmente, indicando que la
suerte está echada. Los sacará de allí esa misma mañana, pase lo que pase.
La dirección nos sigue dejando placenteros travellings para
nuestro deleite. Entre estos cabe destacar uno circular en el que el personaje
de Bryan Cranston debe reivindicarse ante su superior. En él veremos que la
cámara se sitúa a su lado, dando toda la importancia al jefe, pero mediante el
travelling circular se pondrá al lado del jefe, engrandeciendo a Cranston,
remarcando su predominancia y dominio en la escena, que su postura será la que
se mantendrá.
De aquí al final tenemos un clímax alargadísimo de suspense
de primer nivel, digno heredero del maestro Hitchcock, como he citado en varias
ocasiones.
El viaje al aeropuerto, la confirmación de los billetes que parece no llegar nunca, una tensión en aumento ya desde el inicio. Son tres los controles que deben pasar. Lo iraníes reconociendo a uno de los seis diplomáticos en el grupo que se hacía pasar por equipo de rodaje. La comprobación de las fichas blancas y amarillas, donde parece que no habrá salida y donde Affleck maneja el sonido a la perfección, ocultándolo casi por completo mientras los controladores dudan y surgiendo cuando dan su aprobación y sellan el documento. Los juegos de miradas, las esperas…
Otro teléfono solitario, en esta ocasión en la oficina, ya
comentado. El último control, y más difícil, con la guardia revolucionaria. Los
malos modos, la nueva espera, el no dejarlos salir, los dibujos de la falsa
película, los iraníes corriendo para avisar sobre quienes son, la comprobación a
la desierta oficina donde Siegel y Chambers no están, el teléfono solitario que
vuelve a sonar… El teléfono que se descuelga en el último momento, el acceso al
avión, la marcha de la camioneta que los debe llevar al mismo que no entra… La
subida al avión, la persecución de los jeeps y coches de policía iraníes al
mismo… El avión elevándose por fin.
Una secuencia absolutamente magistral para un clímax
excelente que pone los pelos de punta. Cerca de 20 minutos sublimes.
Es increíble la liberación que se siente y comparte con los
personajes cuando éstos lo celebran una vez se saben a salvo. La identificación
y tensión que logra Affleck con lo que ocurre en pantalla implica al espectador
de forma total. Todo adornado con una bonita música. Momentos muy emotivos.
Una vez llegamos a la feliz resolución con homenajes varios,
unos públicos y otros secretos, toca poner fin al trayecto de la trama
secundaria, la de la historia personal de Tony Mendez.
Un gran plano desenfocado al actor según se acerca a la casa
de su mujer que se hace nítido al llegar a la puerta, una bandera
estadounidense ondeando y un emotivo abrazo lo resuelven todo.
El cine liberador triunfa, la ficción creada como salvadora
e incluso redentora para nuestro protagonista. En “Argo” además de todo lo
comentado, el tema de la familia subyace con fuerza, en el fondo de todas las
acciones del protagonista está presente su familia, siempre presente. Incluso la idea de la farsa con la película de ciencia ficción se le ocurrirá
hablando con su hijo que estaba viendo “La conquista del planeta de los simios”
(J. Lee Thompson, 1973), como ya comenté. De hecho el regreso a casa, a su
país, de los diplomáticos redundaría en esta idea, hay cierta connotación familiar en su regreso, la patria como familia de cada uno y se relaciona con
la del propio Affleck. Es más, Affleck parece identificarse de tal modo con esta misión por ese sentir compartido. Reivindicación
total y absoluta del cine y la ficción.
Los planos finales confirman todo esto y esa reivindicación
metalingüística del cine, padre e hijo junto a los muñecos de películas de
ciencia ficción, de Star Wars, de Star Trek, que tiene el pequeño en sus estanterías.
Los rehenes fueron liberados 444 días después del secuestro,
John Chambers fue condecorado y Tony Mendez regresó con su familia, viviendo en
paz en Maryland. Este último intertítulo saldrá en el momento en que entra en
plano uno de los storyboards realizados para “Argo” (que Affleck se guarda con
toda la intención en vez de devolverlo), en concreto uno del héroe en una nave
junto a un pequeño, quizá su hijo, regresando, posiblemente, a casa. Una vez
más la identificación entre esa ficción que es “Argo” y la vida de Affleck
parecen coincidir de pleno en ese plano final.
Vemos a George Clooney en la producción. Pero sobre todo
vemos el talento de un joven director que ha callado muchas bocas, Ben Affleck,
también productor de la cinta. Uno de los grandes títulos de este año, sin
ningún género de dudas.
¡Hay que Argoderse!
Gran crónica Mister, y al igual que Affleck te guardaste lo bueno para el final y el ritmo subió ahí. Affleck ha empezado un camino que ya recorrió Eastwood, y que es el de mejorar su carrera de actor con una todavía mejor como director, de seguir con la progresión en un par de películas nos va a ganar para siempre. Y yo apostaría que va a ser así.
ResponderEliminarLo único que he de discutirle (como ya comenté contigo) es su chulería. Me parece un autentico capricho asumir el papel de Mendez y no intentar parecerse en nada al personaje original, cuando en el resto de personajes se busca al máximo el parecido físico, es más el tío busca hasta verse guapo y con buena mata de pelo (que sabemos no es uno de sus fuertes)
Visto, el resultado final de la película, se lo perdonaré...
También quiero resaltar, el buen uso en el final de la película, de uno de esos epílogos que tanto nos gustan, en las películas basadas en hechos reales. Y es que a esa narración de que fue pasando con cada uno de los personajes, acompañada de la foto del personaje real junto a la del actor que lo interpreta, esta realizada con la misma pericia que el resto de la cinta.
La he votado con un cuatro, el cinco se lo jugará quizá, cuando la revisemos dentro de un par de años y la podamos analizar mejor, con la perspectiva que nos vaya dejando.
Un honor Vicent. Concuerdo en todo, es muy probable, yo también apuesto por ello, a que el camino se Affleck sea similar al de Eastwood, también mucho mejor director que actor.
EliminarAdemás parece tener unos temas e ideas muy claros, y un género, el thriller o el rollo negro, como su referente.
Me comentaste sobre el hecho de su caracterización, totalmente de acuerdo jajaja. Tenía que salir guapo y con pelazo jajajaja.
Cierto, me gustan esos epílogos.
Sí, quizá crezca con el tiempo hacia un indiscutible 5, lo bueno es que puedo editar para añadir cosas o cambiar la nota.
Un abrazo.
Hola!!
ResponderEliminarNo hay mucho más que añadir a tu gran crítica. Como bien dices, 'Argo' es una de las joyas de este año. Ben Affleck es uno de los directores más prometedores de la actualidad. La película es una delicia. Hacía mucho que no me sentía tan tensa en un clímax, la escena del avión es brillante. Tras leer la crítica me he dado cuenta de muchos detalles que hacen que la película sea mejor aún de lo que pensaba, y me has convencido en el planteamiento de la relación padre e hijo. Pese a que esta ejecutada de manera formidable, al principio me pareció algo forzada. Me encanta el plano final de storyboard.
'Argo' es una maravilla de peli. De las que más me ha gustado en este 2012.
Saludos ;)
Bienvenida Naiara. Me alegra haberte hecho descubrir cosas nuevas, especialmente teniendo como tienes ese gran blog, "Como lo haría Wilder". El clímax es de lo mejor que he visto en mucho tiempo.
ResponderEliminarLo del padre e hijo en algún caso se ha criticado, por ser una trama secundaria, pero acaba siendo básico, como espero haber expuesto. Me alegra haberte convencido también jejeje.
Un abrazo.
Oooo.. gracias por lo del blog!! jeje :D
ResponderEliminarJajaja de nada. Ya te dije alguna vez lo que me parecía, tocabas y comentabas cosas que no suelen leerse en otros.
ResponderEliminar¡Es lo que intento! No siempre lo consigo jaja Pero la intención es esa. Ahora que lo pienso, es verdad que me lo comentaste jeje
ResponderEliminarPues claro que es verdad, coherente y sincero jajaja
ResponderEliminarAl final me gusta la escena del avión tan alargadísima jajajaja, es lo que no tiene entender mucho, no se valoran del mismo modo las cosas. Pero tengo que decir en mi favor que también me llamó la atención que no hubiese parecido entre Ben Affleck y entre quien interpretaba, más teniendo en cuenta que sí existía ese parecido con los demás. Lo que no entendí fue cómo la gente podía estar saliendo de la sala continuando (más o menos) la película, soy de quedarme todos los créditos finales, no sé. =)
ResponderEliminarGracias por otra película más que me has ayudado a entender algo mejor.
@nerodu
Me alegra mucho Nerodu que así sea. Lo que comentas es cierto, aunque intrascendente, es un debe en el realismo pretendido, una tontería snob por parte de Affleck pero que en nada mancha la cinta. Mucha gente no conoce esta historia ni tampoco el rostro del protagonista, aunque luego se muestre. No es nada importante.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, un placer leerlas. Un abrazo fuerte.
Jajaja ya sé que es una bobada, sólo comentaba que en eso sí me había fijado, pero no le di importancia; además Ben Affleck es más mono que el protagonista de verdad (con todos mis respetos, conste)así que mejor. =) Gracias a ti.
ResponderEliminar@nerodu
Nerodu, jajajajajajajajaja crack, lo es sin duda.
ResponderEliminarPues para mí Ben Affleck tiene mucha más pinta de latino que Cameron Díaz ;), aunque ciertamente desentone lo de no parecerse al personaje real, después del esfuerzo de caracterización de los demás actores.
ResponderEliminarAnónimo jajaja, desde luego lo parece más que Cameron jajajaja
ResponderEliminarSublime película. Cuando vi la temática de la película no me atrajo en exceso, pensé que sería la típica americanada, pero me equiviqué, ha valido la pena y mucho.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo con la crítica, para mi el verdadero valor de esta película está en hacer que el espectador se identifique y comparta el sufrimiento de igual o mayor manera que los protagonistas de la misma. Durante las dos horas de película, te mantiene agarrado a sofá, excepto las escenas con las bromas de argoderse y demás (muy buenas, por cierto, hacer reír en una película como esta no es nada fácil).
El sufrimiento que pasé viendo la película no fue normal, jajaja, y creo que justo ahí está la causa de que me gustara tanto. Saludos Sambo!!
Jajaja exactamente ahí estuvo la clave para que te gustara tanto, seguro. Se pasa mal y bien a la vez, tensión como hacía tiempo no se veía en el cine.
EliminarUn saludo crack.
La verdad es que para muchos es una obra magistral, para otros tantos sólo fue entretenida pero en lo personal es un film narrado con inteligencia. La verdad es que este tipo de cintas no son de mis favoritas, decidí ver Argo por el hecho de que el tráiler me pareció atractivo, en cuanto al desarrollo creo que es una película muy amena y con un buen equilibrio en la exposición de sus emociones pero definitivamente me parece una propuesta sobrevaluada pues le falta épica, suspenso y personajes de mayor interés para ampliar su empatía. En cuanto a la banda sonora esa sí me gustó pues nos podemos deleitar con canciones de los Rolling Stones, Van Halen y Led Zeppelin.
ResponderEliminarGracias por el aporte Sofía, un saludo.
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