El tema de la responsabilidad tendrá especial importancia en
la cinta, pero mucho más elaborada y profunda que en la obra de Raimi y su
famosa frase, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Aquí la
responsabilidad no se limita al hecho de tener poder.
Si bien es cierto que la dirección es sobria la acción está
rodada de forma en exceso sincopada.
Tras la huida de Peter por su discusión con su tío la
cinta pega un giro, se hace más negra,
un Peter irresponsable y lanzado hacia el lado oscuro, irresponsable como sería
lógico en un chaval de su edad que debe madurar. Su actitud desencadenará una
serie de acontecimientos que concluirán con la conocida muerte del tío Ben.
Obcecación, orgullo, sed de venganza... serán las motivaciones del personaje antes
de su madurez final.
Una visión más minimalista y creíble de la historia del
Hombre Araña que la que nos contó Raimi.
El tormento del protagonista.
Veremos un Peter prepotente, chulo, egocéntrico, sabedor de
su poder, una actitud que tendrá que reconducir una vez vaya asumiendo su
responsabilidad y culpa por la muerte de su tío. Esto se apreciará en su actitud
en la escena donde defiende a una chica que está siendo agredida, y en otras
posteriores. En la escena de la chica Peter presenta una actitud casi
fatalista, pero que se acaba convirtiendo en inspiradora, una vez vea la
máscara que decidirá ponerse. Con todo, las escenas de adiestramiento siguen
siendo insuficientes.
La muerte del tío Ben y su repercusión en la relación de tía
May y Peter está tratada con pequeños gestos, pero se vuelve a antojar
insuficiente, da la sensación de que hace falta una conversación entre ambos
personajes que no llega nunca y es suplida por el gesto de los huevos que
finalmente Peter traerá a su tía.
Es simpática la escena donde vemos a Peter con su traje de
Spiderman hablando de los huevos que debe llevarle a su tía May.
Siempre será una gozada ver balancearse a Spiderman por los
rascacielos de la ciudad, aquí además esas escenas nos dejan grandes momentos.
Norman Osborn, el futuro Duende Verde, será mencionado por el doctor Connors. Es él el que mete prisa para que las investigaciones del doctor den resultados.
Se procura una relación cercana entre el villano y el héroe, no sólo
porque el malo de la función fuera íntimo de la familia y haga buenas migas con
Peter, sino porque en ambos están presentes la ira, la frustración y un
sentimiento de pérdida, uno por su padre y su tío y el otro por su miembro
cercenado.
Veremos al doctor Connors reflejado en otro cristal, justo
antes de dar el paso que transforme su personalidad. Una estupenda escena y
detalle donde el reflejo, irreal, suple la falta de su brazo derecho en una
ilusión óptica. Es de valorar el salto al vacío que da el villano, su
comprensible deseo.
La escena donde Peter y el padre de Gwen, el Capitán Stacy
(Denis Leary), mantienen una conversación, en casa del segundo, sobre los
verdaderos defensores de la sociedad es interesante por la reflexión que
subyace en ella sobre la ley y la justicia.
Esta tensa discusión desembocará en la confesión, en privado, de Peter a Gwen sobre su verdadera identidad, una escena muy interesante, especialmente en el plano donde Peter se encuentra a medio camino entre la chica y el sonido de la delincuencia en una ciudad que lo llama. Peter cederá a esa llamada.
La transformación completa del doctor Connors en "El Lagarto" es mostrada con una buena elipsis al ver las consecuencias que dejó el bicho en el taxi que lo llevaba. La presentación posterior del villano transformado será en un espectacular picado desde la perspectiva de Spiderman en un puente. Esta escena del puente es una de las más espectaculares de la película. El espigado, fibroso y delgado cuerpo de Andrew Garfield es realmente adecuado para el papel.
Se nos mostrará la escisión de la personalidad de Connors en otro buen detalle visual, el encuadrarle desenfocado mientras sólo se ve su rostro en un pequeño visor de una cámara. La escisión quedará completada con la voz over del propio Connors hablando consigo mismo. Esto recordará a la transformación de Willem Dafoe en el primer Spiderman de Raimi (2002).
A su vez veremos a Spiderman ponerse su máscara en la
silueta que forma su sombra, otra personalidad escindida.
La parte final es de acción desbocada, como corresponde a todo clímax. Tendremos un buen suspense en la secuencia de Gwen y el monstruo. Otra de las secuencias destacadas la tendremos en la de la solidaridad ciudadana representada por el padre del crío al que Spiderman salvó en el puente (C. Thomas Howell), donde disfrutaremos de Spiderman volando de lo lindo por las grúas y los rascacielos.
La buscada oscuridad y mayor hondura psicológica pretende un mayor impacto emotivo al final, algo que se logra eficazmente. Así el padre hará prometer a Peter que se alejará de Gwen, algo que no podrá hacer, del mismo modo que hará las paces con su tía, huevos mediante. También veremos, algo que aparece en escenas anteriores, como Peter usará una grabación de su tío para sobreponerse en los momentos más bajos. Todo ello deja un buen sabor de boca al final, con una bonita historia de amor adolescente. Ni que decir tiene que la escena del rechazo inicial de Peter a Gwen está rodada bajo la lluvia, efecto climático que subraya las emociones de los protagonistas. La escena de la reconciliación está muy bien resuelta, sin sentimentalismos. Buenos detalles de guión.
Como curiosidad también comentar que un cartel de “La
ventana indiscreta” (Alfred Hitchcock, 1954), aparece pegado en la habitación
de Peter. Buen gusto cinéfilo el del héroe.
Aciertos y defectos en una cinta más madura y adulta pero
mucho menos vigorosa que las de la trilogía de Raimi. Una cinta que pasa el
expediente sin excesos de brillantez, pero que decepciona con respecto a las
expectativas creadas.
He disfrutado de todas las adaptaciones de Spiderman, incluso de las más mediocres, porque desde pequeño ha sido uno de mis superhéroes favoritos, pero sigo decepcionado por el hecho de que aún no se le ha hecho verdadera justicia en pantalla grande.
Las re Raimi me gustaron.
ResponderEliminarEl error de esta nueva versión es que la han hecho demasiado pronto. Todavía tenemos la anterior trilogía fresca. Es como si hiciéramos una nueva versión de El señor de los anillos. Se han precipitado.
Totalmente, no venía a cuento la verdad... Gracias por comentar Rincewindcat.
ResponderEliminarNingún comentario sobre la no tan misteriosa visita al lagarto en su celda?
ResponderEliminarParece claro quién será el villano en la siguiente película.
Jajaja bueno Fer, la mención que se hace a mitad de peli creo que lo deja claro. Poca sorpresa.
ResponderEliminarElla está SU-PER-LA-TI-VA. Magnífica. La mejor de todos ellos.
ResponderEliminarEl hombre araña. Peter Parker siempre fue un perdedor. Demasiadas cargas. Sus padres muertos, se siente culpable por la muerte de su tío/padre, ha de cuidar a su tía May, tiene que ser un buen estudiante, tiene que ganar dinero en el Bugle, tiene que salvar a todo el mundo...
Sólo de cuando en cuando se permite disfrutar con su chica de turno y cuando se pone el disfraz (woooohoooo!!!) y eso también se encarga de fastidiárselo su tío Ben con la frasecita de marras. Esa cadena perpetua a la que Stan Lee lo condenó al crearlo es lo que le hace especial, lo que le convierte en una montaña rusa emocional y en un coñazo gran parte del tiempo. Quiero decir, acaba de salvar al mundo pero su tía May tiene glaucoma, o está suspendiendo asignaturas, o su traje nuevo supermolón es un simbionte alienígena, o JJ Jameson le da caña... Eso es lo que le convierte en un perdedor. Nunca puede celebrar nada. El fracaso está siempre a la vuelta de la esquina y él es demasiado sensible.
Lo que podría darle algún carisma sería profundizar en esa parte oscura, irónica, cínica y sádica que los traumas en la vida podrían haberle dado pero siempre se ha escogido su faceta más heroica para dibujarlo o filmarlo. La excepción de la tercera parte de la trilogía anterior no es válida. Fue tratada como algo paródico -probablemente porque el actor no daba para otra cosa- que producía cantidades industriales de vergüenza ajena.
En cualquier caso supera casi siempre a su sosísimo predecesor exceptuando esos momentos en los que recurre a gestualidad rapera.
El traje. Mal. Te tiras la mitad de la película buscándole arrugas.
Lagarto, lagarto. En psicología lo llaman cerebro infantil (ello)* y en neurología lo tratan como cerebro reptiliano. Sería esa parte de tu personalidad carente de emociones o sentimientos que simplemente se ocupa y preocupa de mantenerte vivo. La programación más básica de un organismo complejo. Eso es el lagarto cuando no es Curt Connors el herpetólogo. Un ente bestialmente amoral cuya única motivación es su propia supervivencia. ¿Qué comen los lagartos? Bichos y eso ;)
Hay una escena tratada con un humor muy fino cuando Peter llega a casa y saquea la nevera. Ya sabéis padres, si vuestro hijo adolescente llega a casa demacrado, contestando con monosílabos y se come hasta los macarrones congelados no es que venga con el hambre del fumeta sino que está combatiendo el crimen, mal pensaos.
*De lo que habla Stephen King de aquella manera en 'It'(Eso, ello).
Muchas gracias por el aporte Hirvaluin, simplemente soberbio.
ResponderEliminarUn pesao el Hirvaluin ese. Vaya ladrillaco que se ha soltao el colega.
ResponderEliminarOtra buena entrada. ¿Cuántas veces ves cada peli para caer en todos esos detalles?
ResponderEliminarNo tengo la peli muy fresca, pero en dos frases resumes el poso que me dejó en su día:
" El resultado es una película que aunque correcta, se queda a medio camino en todas sus pretensiones"
" He disfrutado de todas las adaptaciones de Spiderman, incluso de las más mediocres, porque desde pequeño ha sido uno de mis superhéroes favoritos, pero sigo decepcionado por el hecho de que aún no se le ha hecho verdadera justicia en pantalla grande"
Aparte de esto señalar que la trilogía de Raimi, aun yendo de más a menos me parece nefasta toda ella, y estoy con Hirvaluin en que Gwen es perfecta. Mucho se van a tener que esmerar con MJ en la próxima película...
Por otro lado creo que han desperdiciado la típica película de surgimiento del héroe, que suele ser la más fácil y satisfactoria de hacer. Desde Superman hasta la enorme Batman Begins, el relato de la adquisición de poderes y madurez del héroe es un as en la manga que aquí se ha desaprovechado notablemente. Quizás porque la otra trilogía ya lo hizo y estaba fresca, quizás por falta de talento para hacer lo que hizo Nolan (un Batman sin Batman en su mayor parte)... a saber, pero esa baza la han dejado volar. Si en la saga hay talento se verá ahora, cuando esté libre de lastres y pueda hacer de si lo que quiera.
Un saludo a todos.
Las veo una, pero voy tomando notas y puedo revisar escenas sin quiero comentar algo concreto o para comprobar, por ejemplo una planificación...
EliminarTotalmente de acuerdo, además los inicios son lo que más me gusta y resulta frustrante cuando pasan por encima de ello como si nada, si casi es la clave de todo, eso es lo que acaba dando la enjundia a personaje y película, como en los dos ejemplos que has citado.
Exactamente, veremos como sige, ahora las secueslas se trabajan mucho más y a menudo, en contra del tópico que siempre se usa, suelen mejorar en muchas ocasiones las cosas.