CENICIENTA, MITO ERÓTICO

“Cenicienta” es la historia de un príncipe con un pene increíblemente gigantesco y una chica que acaba siendo la única capaz de contener semejante miembro.

Nos guiaremos por la versión de Charles Perrault y también por la adaptación Disney, aunque mencionaré algunos aspectos de la de los hermanos Grimm, más que nada por el interés de alguna de las imágenes, al fin y al cabo se basa también en la versión del escritor francés.

Cuando uno lee o ve "Cenicienta" no puede evitar pensar que en muchos aspectos es un auténtico sinsentido, no en base a la trama fantástica, como es lógico, sino teniendo en cuenta, precisamente, sus propias reglas.

Siempre me ha llamado al atención, e imagino que a cualquiera que conozca la historia de Cenicienta, la poca lógica que tenía todo, la absurdidad y lo incoherente de muchos de los aspectos de su trama. Cuando analizas muchos de los actos de los personajes y la historia cuesta encontrarle lógica, esa idea es la que impulsa a pensar que algo se esconde detrás del entramado de “Cenicienta”.

Cenicienta se vio obligada a llevar una vida realmente miserable, es lógico que procurase darse a la evasión cada vez que podía, sometida por una madrastra, que parece una madame de prostíbulo, que la explotó hasta límites insospechados para conservar una fortuna que languidecía. La prostituyó. Cenicienta se hizo experta sexual por obligación y mandato de ese terrible personaje que no iba a someter a sus propias hijas a semejante ultraje.

Esta prostitución de Cenicienta fue muy bien vista por Garry Marshall en “Pretty Woman” (1990), esa Cenicienta moderna.

A nadie se le puede escapar que Cenicienta acaba siendo una yonki de cuidado, es su forma de evasión y lo único lógico para explicar los pajaritos, ratoncicos y demás animalitos que ve y que incluso la llegan a coser un traje de ultimísimo modelo. Yo he tenido perro y he visto pájaros, incluso he tenido un loro en la casa de mi abuela… pero ninguno ha demostrado estas virtudes artísticas. Tampoco nadie que conozca me las ha mencionado nunca de sus animales.

Sí, Cenicienta habla con pájaros que la despiertan por las mañanas, la duchan, le hacen vestidos a medida… Cenicienta se pone hasta arriba de todo, le da a los psicotrópicos de mala manera. En la primera escena de la película Disney se quejará de que los pajaritos la despierten en una clara referencia a esa búsqueda de evasión de su dura realidad.

Nuestro príncipe es un ser verdaderamente encantador, tímido, sensible y de buen carácter que vive acomplejado y con sufrimiento su problema. Sí, el tamaño de su miembro es un problema porque no estamos hablando de una cosa normal, que simplemente exceda lo habitual, algo de lo que pueda sentirse incluso orgulloso… No.  El miembro del príncipe es sumamente grande, mastodóntico, gigantesco, descomunal, tan exagerado que da miedo, monstruoso, que no encuentra lugar donde cobijarlo. Su obligación de lograr descendencia, encontrar una mujer adecuada, se acaba reduciendo a una chica que pueda soportar semejantes dimensiones. En su ardua búsqueda, en su faceta de príncipe no le cuesta encontrar candidatas, cualquier opción ya es buena. Cuando Cenicienta se cruza en su vida, una chica de vida dura pero experimentada en estas lides, ve el cielo abierto, su gran oportunidad, la gran vagina que cobijará a ese “otro yo” que lo acompaña siempre.

En la cinta Disney hay una escena donde el padre, desesperado, habla con un subalterno sobre la imperiosa necesidad de que su hijo encuentre esposa.  Su desesperación es absurda porque su hijo es joven aunque él se sienta mayor. Quiere un heredero. El caso es que la escena mostrará una sucesión de cuadros donde se enseña al príncipe cada vez más grande, llegando al último donde lo ocupa entero con unas dimensiones desproporcionadísimas (montando además un enorme corcel), mientras el padre dice ”…no sabes lo que significa ver al único hijo crecer, y crecer, y creer… y alejarse cada vez más de ti”. Y de su objetivo.

Es normal que la forma de encontrar candidatas sea mediante una fiesta. En ella se exige doncellas, lo que es un verdadero problema, la chica que esté con el príncipe debe tener poco de virginal y mucho de experimentada, es por ello por lo que Cenicienta queda fuera de inicio. Jóvenes casaderas dispuestas a ofrecer sus vaginas al miembro de la realeza.

Los ratoncicos ayudarán a Cenicienta. Para ello usarán tijeras, collares, telas… todo ello nos remite de forma sutil a la sexualidad de manera simbólica. Los rabos de los ratones estarán presentes en muchos momentos, al comienzo de la película Disney el de uno de ellos aparece enredado en sí mismo. ASOMBROSO. En otros momentos los usarán para despistar al gato, elegir quien se arriesga a una aventura o para llevarse en él las cuentas de un collar roto, como si fueran bolas chinas.

El gato en algunas culturas simbolizaba la fertilidad, en otras ocasiones sirve para representar la malicia, la sutileza, lo taimado, lo retorcido, el lado oscuro femenino. De alguna manera la lucha de los animales, los simpáticos y honestos ratoncitos y el gato, es una representación de las pulsiones internas de los personajes, especialmente de la propia Cenicienta, que controla sus aspectos más oscuros y procura mostrar y defender siempre los más positivos, aunque no siempre lo logre.

Volviendo al tema antes mencionado de la ilógica de la historia, comentaremos el tema de la hada madrina. En la película de Disney habrá un gag dedicado a la “varita”, como no podía ser de otra forma. Magnífico el momento en el que la varita se alarga ante los sorprendidos ojos de Cenicienta. Entrañable e impagable.

El tema de la hada madrina no deja de sorprender, resulta que quiere ayudar a Cenicienta y crear un milagro, pero lo que ofrece es un alquiler… alquila una carroza, un vestido y unas joyas… todo en plan mágico al transformar una calabaza y demás… Si de verdad se quiere ayudar ¿por qué limitar el tiempo? ¿Y si se limita por qué con tan poco margen? Es evidente que todo lo que tiene que ver con pajaritos, ratones modistos o costureros y con hadas madrinas viene de la dependencia a los alucinógenos y psicotrópicos que consume la buena de Cenicienta. Eso explica que tengan límite de tiempo, una vez pase su efecto ya no verá calabazas convertidas en carrozas… Evidentemente.

El otro punto que deja anonadado al lector y espectador de Cenicienta es la resolución y el tema del zapato. El zapato es el símbolo clave de la historia, representa al miembro del príncipe... Invertido.

El hecho es que al príncipe, tras pasar una noche de amor con Cenicienta (hay que mencionar que en el texto son varias las noches en las que se ven, donde desarrollarán su intimidad y experiencia sexual), donde queda embelesado y fascinado, al tener que salir ella por piernas, ya que a las 12 el alquiler del hada madrina concluye, y perder un zapato de cristal… no se le ocurre otra manera de reconocerla que ¡probando el zapato!...

¿Esto cómo se explica? ¿El príncipe miraba al escote a Cenicienta en vez de a la cara para no distinguirla? ¿Cómo es posible que pueda tener duda con respecto a sus hermanastras si son tan feas y desagradables que casi se prefiere tocarlas con un palo antes que acercarse a ellas?

¿Tan difícil es reconocer a alguien mirándola a la cara…? ¿Qué solución es probar un zapato, pongamos del número 36 o 38, un número común que tendrán miles de chicas? Es total y completamente absurdo e ilógico. ¿Pretenden hacernos creer que si el zapato entrara bien a los callos de las hermanastras se casaría con ellas?

Es aquí donde hay que darle un sentido al zapato. El zapato simboliza la vagina, el lugar a acomodar el miembro de nuestro protagonista. Si recordamos, en la versión de los hermanos Grimm probarán el zapato a las hermanastras que se cortarán, literalmente, partes de sus pies para amoldarlo al tamaño, la sangre delatará la mentira… la virginidad. No están capacitadas para recibir semejante donación en sus cuerpos. En cambio el zapato entrará perfectamente en el pie de Cenicienta. Es intrascendente que el pie de las hermanastras sea mayor, la idea es el acoplamiento.

Por supuesto tendremos más símbolos fálicos como puros, espadas, la llave… El plano, en la versión Disney, de la cerradura por la que mira Cenicienta viendo como se acercan los ratones con la llave es SUBLIME.

Cierta marginalidad, soledad, une al príncipe y a Cenicienta, uno por su posición y problema de dimensiones y la otra por el ostracismo social al que es sometida por sus familiares.

Es encantadora la mirada en la versión Disney de "Cenicienta" cuando se entera de que el príncipe la busca para casarse con ella. Una mirada extasiada y orgásmica, rememorando momentos, supongo.

Por supuesto tendremos final feliz porque… siempre hay un roto para un descosido.

En próximas entregas “PINOCHO, el seductor arte de la mentira” o “Miénteme Pinocho, miénteme mucho”.