sábado, 17 de diciembre de 2011

Crítica: AL CAER LA NOCHE (1956)

JACQUES TOURNEUR






Notable muestra de cine negro por parte del imprescindible maestro Jacques Tourneur. Poco conocida, estoy convencido de que ha sido una gran influencia para el cine de los hermanos Coen o, especialmente, el de Quentin Tarantino.
Como tantas veces en Tourneur, lo difuso se va aclarando paulatinamente, como si una espesa niebla se estuviera levantando, algo que también visualmente es muy personal de Tourneur, un director con una estética siempre muy especial, un sello realmente personal donde la extrañeza y la atmósfera no son sólo algo superficial. Uno de los autores más reconocibles. La niebla, la magia, la extrañeza y Tourneur.


Un hombre, pintor, es acusado de un crimen que, parece, no cometió. Por ello irá intentando evitar a la justicia y a unos ladrones que lo persiguen para ir consiguiendo pruebas que demuestren su inocencia.
El guión, la historia, es tremendamente simple pero Tourneur, a parte de su brillantez visual y talento en la dirección, es de una inteligencia extraordinaria, con lo que logra convertir algo en apariencia sencillo en poesía visual e innovación narrativa, donde los personajes, especialmente la pareja de ladrones que persiguen al protagonista, son de una modernidad tal que es uno de los elementos que seguro han influido en los Coen o Tarantino, como antes mencioné.


El romance, que tratándose de una película tan corta podría resultar poco elaborado o forzado, es resuelto con gran inteligencia siendo lo primero que Tourneur desarrolla en la película. Entrando de primeras en la relación de los dos protagonistas minimiza esa posible sensación que podría dar y vertebra en gran medida las conductas y reacciones de ambos, equilibrando la sencilla historia de intriga con el desarrollo de los personajes. Es ahí donde entra el uso del flashback, la intriga se cuenta mediante este recurso, lo que favorece a su vez que el desarrollo y vínculo entre los dos protagonistas siga evolucionando de manera natural y efectiva.  Este uso del flashback es también muy tarantiniano.

Ella es una mujer decepcionada con la vida, descreída, que apenas confía en nadie y que vaga con resignación por la ciudad. Él está un poco en la misma situación, al ver como la verdad no cuenta y como está siendo perseguido por algo que no hizo. Les diferencia que él no se ha resignado y sigue luchando por demostrar su inocencia. Dos personas con el anhelo de la autenticidad, ella le cree y le atrae su lucha, que no se haya rendido ni resignado, ve que sí existe autenticidad y sinceridad en él. A él le pasa lo mismo con ella, al ver que alguien cree en él, que no teme mostrarse sincera y vulnerable, acaba entregándose a ella. Dos personas que se encuentran en una ciudad infinita y descubren un vínculo común, hilos invisibles e irrompibles. Una vez más Tourneur da una clase magistral para retratar esa magia, para evocar, sugerir lo intangible, lo invisible, lo etéreo, lo misterioso que nos une.



Dos personas que encuentran la autenticidad añorada el uno en el otro y que juntos encuentran las fuerzas para luchar por ellos mismos.
El magnífico inicio con una ciudad bulliciosa y nuestro solitario protagonista encuadrado en un kiosco con los periódicos de todos los estados del país, lo que acentúa su vulnerabilidad, una ciudad llena de coches y luces de neón donde casi todo el mundo acaba siendo invisible, es un breve prólogo al inicio de la trama, como un momento dedicado a marcar el tono del film. Un bar cualquiera, de una calle cualquiera, en un taburete cualquiera nos encontramos un día cualquiera a la persona que nos cambiará la vida, una vez más los hilos invisibles.



El primer contacto entre Aldo Ray y Anne Bancroft en la barra del bar está lleno de magníficos diálogos y además va definiendo a los personajes. Él, desconfiado, confía en esa desconocida para prestarle dinero. Ella, resignada de la vida y de la gente, no tiene miedo de mostrarse vulnerable con él y pedirle dinero para salir de su pequeño apuro. Ya está el vínculo creado.
Es por ello que la forma de tratar el romance, de iniciar la película con él, es realmente innovador, Tourneur no tiene miedo y sí una seguridad pasmosa en lo que hace, de perder el interés del espectador, no inicia con una secuencia espectacular, de acción o suspense. No. Inicia la película con una conversación casual en un bar, desarrollando lo que puede ser un romance.


Esto es soberbio, como lo es el hecho de que no sepamos de qué va ni que pasa hasta bien entrada la película, Tourneur no tiene ninguna prisa por contar la historia, todo es confuso, invisible, nebuloso pero poco a poco se irá aclarando. Puro Tourneur. Una vez más viene a la cabeza Tarantino.






Luego veremos al policía que le habló (James Gregory) antes de entrar en el bar descubriéndonos, en una conversación con su mujer, sus intenciones y sospechas hacia el protagonista, lo que hará que la confusión aumente pero también que la historia empiece a evolucionar. Además se fracciona la narración, mientras la pareja sigue hablando en el restaurante, se nos inserta esta escena del policía y su mujer. Una fragmentación, que sumada al flashback, también recuerda a Quentin Tarantino.




Talento sutil de este director que vemos reflejado en ese plano en el que Ray se para a sacar tabaco de una máquina, 5 segundos, pero en el encuadre se introduce en segundo plano a dos personajes que lo miran, no se acentúa nada, casi pasa desapercibido, hasta que otros 15 segundos más tarde vemos que cuando salieron por la otra puerta esos dos hombres era con la intención de encontrarse con nuestro protagonista.
La película está repleta de detalles de una sutileza extraordinaria que elevan sin duda la categoría de la película muy por encima de su sencilla historia. Así cuando los dos ladrones que paran a Ray y Bancroft, una vez salen del restaurante, insinúan que estaban complicados con ella, que eran cómplices para encontrar a nuestro protagonista, nada en la cara y actuación de ella hace suponer que sea cierto. Pero Aldo Ray lo cree.
Como curiosidad mencionaremos que suena “As time goes by”, la canción que inmortalizaría la banda sonora de “Casablanca” (Michael Curtiz,1942), en la escena del restaurante donde conversa la pareja protagonista.
En este momento tenemos uno de los grandes rasgos diferenciadores de la película, esa pareja de ladrones, totalmente distintos, que no paran de hablar de sus cosas y de hacer digresiones, exactamente como los asesinos a sueldo de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994). Dos personajes realmente originales, uno nervioso en extremo, el otro tranquilo en extremo, no se aguantan pero se tienen que soportar.




Esto nos lleva a una de las escenas de más suspense de la película, tensión aumentada con las intrascendentes conversaciones de estos personajes y las ideas para torturar al protagonista que se les ocurren.
La trama es poco novedosa, es el trabajo de Tourneur lo que hace de “Al caer la noche” una película distinta. La historia es de “falso culpable” un tema muy querido por Hitchcock.
Aldo Ray está correcto y Anne Banchoft muy guapa y entonada en su papel de acompañante del protagonista.



Puede pecar de inverosímil en el planteamiento de algunas escenas pero parece algo premeditado, forzar al máximo las situaciones, algo que ha influido en los cineastas modernos.





No se recordará o mejor dicho, no se recuerda como una de las grandes películas de Jacques Tourneur, ni se la menciona entre sus más destacadas pero, sin lugar a dudas, está dentro de sus películas notables, que son muchas, de las películas que han hecho de Jacques Tourneur uno de los grandes directores de la historia, quizá algo infravalorado, pero incontestable.




5 comentarios:

  1. Dan ganas de verla!!!

    No me ha quedado muy claro a quién ha influído Tourneur...lo puedes repetir? (pfffff)....

    En serio: me encanta cómo has descrito el ambiente (la niebla y denás) y la relación amorosa.

    No había visto a la Bancroft de joven, solo de mayor. Guapa.

    Gracias Sensei!!!

    Un beso,

    R

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  2. Muchas gracias R, aunque no te guste que desarrolle todos los puntos que han influído en Tarantino jajaja

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  3. http://soundcloud.com/marbahon/lo-que-dura-dura-mix-03
    Una vacilada sin acabar para animar la tarde: Dura lo que dura dura, de su grupo preferido, El Nombre no Importa

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  4. http://snd.sc/s7DXEN
    como se ponen links?

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  5. Han llegado perfectamente, sólo hay que copiarlos. Muy chulo. Tenemos que hacer aquello...

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