Hace tiempo que leí este libro y mis recuerdos siguen siendo
muy positivos, el mismo poso que cuando lo concluí en su día.
Este pequeño libro de la italiana Susanna Tamaro es puro
sentimiento desnudo y crepuscular, una petición de comprensión y un perdón
encubierto en su gesto que emociona porque transmite autenticidad, sentimientos
sinceros y desgarro.
Es muy posible que a algunos lectores, sobre todo
masculinos, el libro les parezca ñoño o sensiblero (o un simple libro de autoayuda,
que no es en absoluto), entre otras cosas porque de lo que habla es de
emociones, con una narración muy vaga, en la que una abuela deja escrito a su
nieta su experiencia vital para explicar los motivos de sus comportamientos y
de su carácter, para dar sentido a sus gestos o los problemas que han tenido.
En ello se trasluce un amor y la idea de legado a través de la propia experiencia,
de la responsabilidad de elegir y de las virtudes de moverse por el corazón en
vez de por los convencionalismos.
El libro sería la carta que Olga, la abuela, escribe a su
nieta, Marta, que vive en los Estados Unidos, y a la que cree que ya no verá más. Una
carta que aspira al perdón y la comprensión tras muchos encontronazos entre
ambas y que además sirva de guía a su nieta en una declaración de amor
verdadero. Cuando Olga ve que su vida se apaga, siente la necesidad de
quitarse máscaras sociales y mostrarse y mostrarle todo a su nieta.
Esta vaga narración, con los momentos decisivos en la vida de
Olga que le sirve a la anciana para describir dolorosos sentimientos, es el
mayor éxito de Susanna Tamaro, que ha vendido cerca de tres millones de libros
con este título, traducido a más de 35 idiomas.
Sabedor de lo que estaba leyendo, pensé que me encontraría
con un libro blando, sensiblero, de fórmula romántica o emociones impostadas
que de alguna forma conectase con la masa. Aunque desde luego conectó, me
encontré un relato sincero, auténtico y desgarrado que me conmovió en muchos
momentos. Genuino.
Un relato sobre la pérdida, sobre el secreto, sobre
emociones fingidas que duelen por dentro, sobre la sumisión a un orden
preestablecido que nos impide ser como somos, que nos elimina y anula, de cómo
nace el arrepentimiento de esas decisiones que no tomamos aunque las sintamos…
“Donde el corazón te lleve” no es complaciente, no es amable
ni finge sentimientos, es triste, incluso dura, en aquella que fue la vida de
Olga. Un dolor que en su último aliento aspira y confía en servir de guía a una
nieta, un relato poderoso que pretende marcarse a fuego en ella para que
llegado el momento actúe en consecuencia… Ya sabe, escuchando con calma al
corazón.
El tono que logra Tamaro con esta pequeña novela epistolar,
es íntimo y muy humano, clave en esa autenticidad que transmite. Una abuela que
expresa con extrema naturalidad sus sentimientos sin minimizar los hechos, de
tú a tú con su nieta en la distancia, logrando que su mensaje llegue y nos
llegue con toda su contundencia.
La autenticidad del desgarro que nunca cae en excesos
dramáticos, consiguiendo un perfecto equilibrio y emociones genuinas. Una
catarsis de sentimientos liberadora.
Literariamente no es brillante, pero tampoco pretende serlo.
Quedaría muy impostado que en este relato donde se desvelan secretos y no nos
vamos a dejar nada dentro, se sustituya emoción y sinceridad por estilo. No sé
si esa falta de estilo se debe a una voluntad expresa o a pura incapacidad,
pero el hecho es que funciona perfectamente.
Si vas sin prejuicios es muy posible que te guste, siendo
consciente de que es un libro eminentemente triste y desolado, melancólico y
nostálgico. Y hermoso. En el peor de los casos, si te resulta ñoño, sólo puedo decir que
el suplicio es breve, porque se trata de un libro corto.
Yo me arriesgo a recomendarlo.
En 1996 se hizo una adaptación cinematográfica dirigida por
Cristina Comencini.
Recuerdo haberlo leído por recomendación de una amiga. Al empezarlo, tuve dudas, porque pensé q la carga d sentimientos llevaría a la sensiblería, pero se mantiene en el límite. En el punto justo para expresar emociones, cariño, redención, acercamiento, sin cruzar el umbral del exceso de almibaramiento. Tengo buen recuerdo, sin más, aunq no es poco.
ResponderEliminarLeyéndote me pasa como en las pelis q explicas y q he visto: me dan ganas de volver sobre mis pasos y hacer una segunda lectura, con más detenimiento.
Tus análisis tienen hondura, pero lo explicas de una manera elegante, liviana, de forma q la profundidad de lo expuesto, lo que subyace en el relato, se ve con claridad, se comprende mucho mejor.
Los autores tendrían q hacerte una capillita!!!
Me gusta mucho leerte. Admiro tu capacidad de expresión.
Bravo.
...y gracias!
Bss
Muchísimas gracias. Qué bonito mensaje. Me alegra que tengas la referencia de haberlo leído y muchas gracias por tus palabras. Un besazo.
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