jueves, 12 de noviembre de 2015

Crítica: LA LIGA DE LOS HOMBRES EXTRAORDINARIOS (2003) -Parte 1/2-

STEPHEN NORRINGTON











Un poco antes de que la moda de las películas de superhéroes se desmandase y de que también se recurriera a cómics de culto, aunque ya se estaban haciendo cosas, nos llegó la adaptación de la novela gráfica de Alan Moore y Kevin O’ Neill, cosa que hay que reconocer, para desgracia de sus fans, hay que decir.

Y es que el resultado no convenció a nadie, ni a los seguidores del cómic ni a los que fueron vírgenes a ver la película. Sí, es un cúmulo de tonterías mal llevadas, torpes y de un infantilismo atroz.




El problema de estos proyectos con un origen menos convencional, es que hay que tener un poco de valentía para adaptarlos, ya que se suelen salir del estereotipo y tienen un tono más adulto, menos mainstream, con lo que los responsables de la adaptación suelen tomar la decisión de ablandarlos, hacerlos accesibles a todo público. Así no es tanto una cuestión de matices o ligeras variantes en la trama, que en realidad no tienen por qué cambiar la esencia de la propuesta, sino del tono e intenciones, que la pervierten por completo.




Una de las diferencias esenciales es que la película se toma excesivamente en serio con respecto a la novela gráfica original, vulgarizándola además en casi todo. Sin ironía, sin ese toque de farsa, sin ese aire decadente y nada complaciente, adelgazada en sus referencias culturales, sin el punto gamberro y juguetón, limitada a una gran propuesta inicial que convierten en pura pirotecnia de acción.



Y es que la idea es excelente. Reclutar una banda de hombres extraordinarios, donde podemos encontrar algunos grandes personajes de la literatura inglesa y francesa (en la película también americana para que el público potencial conozca o les suene alguien), y con ellos luchar contra las amenazas del mundo y posibles guerras mundiales.

En cualquier caso, la fidelidad o no al cómic no es algo esencial para este análisis ya que no soy un gran conocedor del mismo, por lo que me centraré en el análisis cinematográfico y en alguna divergencia llamativa con respeto a la novela gráfica.

Estamos en 1899, a punto de llegar al nuevo siglo, y se resalta la falta de tecnología en la época, en guerras arcaicas, por lo que los países luchan y buscan nuevos métodos para superar a sus rivales, una tecnología que va a dar un salto cualitativo con ese nuevo siglo… Así, lo primero que veremos será un tanque blindado, que es lo último para la época, y la trama se basará en la clonación de seres extraordinarios para ser usados como armas y enfrentar países.



Apreciamos una estética gótica en las escenas nocturnas, ya sean en Londres o en París, para empezar a dar rienda suelta al cúmulo de torpezas y cosas absurdas a las que asistiremos durante la película. Unas atractivas estampas decimonónicas, aunque algo artificiales y excesivamente limpias.






Lo primero, para ir entrando en calor, se nos presentará a un heroico policía que se pone frente a un tanque que viene corriendo calle abajo y, lejos de apartarse, dice algo así como “eh, que yo soy de Bilbao”, y aunque lo ve venir desde una considerable distancia el tío no se quitará hasta que el acorazado le pase por encima… ¡Con dos narices por no decir coj...! Luego se dirá, pero los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado han mejorado mucho en todos los países…



En esta escena asistimos a un butrón en plan bestia, dopado, con tanque y todo, para robar unos planos…

Un tal “M” irá reclutando al grupo de Hombres Extraordinarios… y literarios: Quatermain, El capitán Nemo, el Hombre Invisible… y ladrón, la misteriosa Mina… Posteriormente se unirán Dorian Gray, con mención al cuadro para los más torpes e incultos… Su eterna juventud será recalcada en exceso en este inicio; Tom Sawyer y el doctor Jeckyll con su íntimo compañero Hyde.


Lo de los personajes en la película es surrealista. Todos ellos serán héroes sacados de conocidos relatos de la literatura fantástica inglesa y francesa, aunque en la película se añade a uno americano, supongo que por eso de hacer patria… El villano está decentemente caracterizado, con un bastón que lleva una calavera y una máscara que tapa a duras penas su rostro desfigurado. El caso es que este villano tendrá más nombres que un actor de serial venezolano. Además es más bien torpe, exhibicionista y con serias dificultades para esconderse… Su objetivo: provocar una guerra y enfrentar países para forrarse.


El villano se llama “M” (Richard Roxburgh), que a su vez es “El Fantasma”, que a su vez descubrimos es el profesor Moriarty, ya saben el malo de Sherlock Holmes.




-Nuestro protagonista será Allan Quatermain (Sean Connery), aunque en la novela gráfica el personaje principal es Wilhelmina Murray, aquí bastante cambiado y reducido… Quatermain salió en los relatos de H. Rider Haggard, como “Las minas del rey Salomón”, y vive en África alejado del mundo y del imperio británico, que le trae malos recuerdos por la muerte de su hijo. Al contrario que en la novela gráfica derrocha salud y buena forma, mientras que en el original literario es un adicto al opio. Connery se defiende bien en las escenas de acción, como demuestra en su presentación, a pesar de su edad, y con dobles bien disimulados. Se le reclutará allí, en África, lugar donde no puede morir, en teoría, y donde veremos la tumba de su hijo, el pasado que le atormenta…



Sean Connery nunca se equivoca, si dice que un monstruo como Hyde tiene miedo, aunque le hayamos visto descojonarse justo antes, porque lo huele, pues tiene miedo y punto. El actor está competente como siempre.




-Mina (Peta Wilson) tiene el protagonismo en la novela gráfica, pero aquí su personaje no pasa de secundario poco atractivo y convertido explícitamente en vampira. En la novela gráfica esto no queda claro y se especifica que no tiene poderes, como le ocurriría a Quatermain, lo que no le impide ser la líder de ese grupo de seres extraordinarios gracias a su personalidad. Mina era la protagonista de “Drácula” de Bram Stoker, y ella nos contará que luchó junto a su marido y Van Helsing contra el mítico vampiro, aunque la mordió, convirtiéndola en una letal vampira.


Lo fliparemos todos cuando la veamos en acción junto a su ejército de murciélagos… no harían falta más miembros en el equipo, pero bueno, tampoco prodiga mucho sus intervenciones. Un personaje que en poco se parece al del cómic. Muy desnaturalizado.

La interpreta Peta Wilson, la que fuera la “Nikita” televisiva, y aquí se asemeja más a la protagonista de la saga “Underworld” que a otra cosa.



-“El Hombre Invisible” (Tony Curran) no tiene desperdicio. Le veremos ponerse cremita para hidratar el rostro y que el sol no le reseque la piel, la cosa es que cuando sale al exterior vemos que está nublado y llueve… En realidad es maquillaje para que le distingan el rostro, supongo, ya que no debe valer con ponerse una buena gabardina. Lo curioso es que jamás le veremos con zapatos, ya sea en el asfalto lluvioso de la ciudad, el desierto africano o la nieve. El tipo no tiene desperdicio, irá con su sombrero, su gabardina y sus gafas de sol, que no se quita ni de noche, pero no usa ni zapatos ni calcetines, que eso debe ser de pobres. No creo que use calzoncillos tampoco, que en la libertad de la invisibilidad cuantas menos apreturas mejor… ¡Con otras dos narices!





Sí, este señor se pasea en bolas como si tal cosa en la nieve. El tío desnudo (y descalzo, porque yo creo que va contra su credo ponerse zapatos), por la nieve haciendo chistes sobre sus genitales. Eso sí, cuando se meta en la cueva hará uso de su pack de maquillaje y vestuario. Sus explicaciones por su desaparición del submarino causan estupor.

El ajetreo que lleva el pobre con su maquillaje, quitándoselo y poniéndoselo según sea conveniente, no está pagado. No lo tiene ni un actor profesional. ¡Pobre hombre!



-El Capitán Nemo (Naseeruddin Shah) pone la tecnología… y las artes marciales. Un karateka que lo flipas, un guerrero asombroso con barba a lo Sandokán y unos principios muy estrictos que suelta tortas y patadas como panes. Ni Jackie Chan.



-Tom Sawyer (Shane West), es un boy scout americano que se llevará muy bien con Quatermain, al que verá como una figura paterna. Su principal preocupación será disparar y demostrar lo valiente que es. Un estereotipo americano.



-Jeckyll y Hyde (Jason Flemyng). Un personaje que se pasa media película hablando solo, consigo mismo, se entiende, para enfatizar su conflicto interior, que el hombre lo pasa muy mal convirtiéndose en Hulk. Vamos, que está como una jodida cabra. A ver, que todos tenemos conversaciones con nosotros mismos, a veces algunos incluso en alto, pero es que este señor va exhibiéndose… Además, habla solo incluso cuando no es con su otro yo, por puro vicio... Sobre sus transformaciones, pues hombre, que crezca un tío pase, pero que con él crezca también su ropa ya resulta más extraño… Lo digo por ese sombrero gigantesco que Sawyer se queda mirando y que pertenece a Hyde. La ropa se le rompe siempre igual, lo que resulta curioso. No debe ganar para trajes, aunque tampoco sabemos dónde los lleva.





4 comentarios:

  1. Jaaaaajajajajajajaja!!!!
    Mira yo me parto!!!!
    Me rechifla cdo afilas los colmillos!!!
    Pobre peli! Espero q le pagaran bien al bueno de Sean Connery!!!
    Esperando la siguente!!!
    Jajajajaja!!!
    Graciaaaasss!

    Bss

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  2. Pues MrSambo, para que te hagas una idea, a mí me parece bastante mejor la película que el comic original (y si una novela gráfica no es un comic, que alguien me explique la diferencia). Al menos la peli está bien para pasar el rato, siempre y cuando no te fijes en cosas como que han pasado unos 30 años desde 20.000 leguas de viaje submarino (aunque la continuidad del "Universo Nemo" ya se la cargó el propio Julio Verne en "La isla misteriosa") y unos 40 desde las aventuras de Tom Sawyer sin que a ninguno de los dos personajes parezca haberles afectado (a ver si también teníam un cuadro como el de Dorian Grey...), o que el Mr. Hyde auténtico tenía muy mala leche pero no superpoderes (y no digamos ya, Mina Harker, la nueva condesa Drácula). Buenos pues aun con todo eso, me sigue gustando más que el tebeo.

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    1. Jejejeje gracias por el aporte, Anónimo. Esa visión me parece muy interesante y contracorriente. Me gusta.

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