Lo peor que se puede decir de esta segunda entrega de las
aventuras de los soldados de estas fuerzas especiales es que es peor que la
primera, lo que debería servir para deprimir a cualquiera.
Mucha gente sale satisfecha de este tipo de
superproducciones si les dan una buena colección de efectos especiales y
algunas escenas de acción desfasada. Yo a estas películas les pido lo mismo que
a todas, que me cuenten una historia y que me la cuenten bien. Que haya acción
y grandes efectos ira en su beneficio si es el género, pero sin lo otro no
serán más que mediocridades o vulgaridades por no decir algo más fuerte. Además
es necesario ser especialmente exigente por el dinero que suelen costar, si se
permiten el lujo de hacer una cinta que cuesta cientos de millones de dólares
no debería costar demasiado dedicar unos cuentos a crear una historia
mínimamente decente, sin lagunas excesivas y algo de coherencia.
Desgraciadamente no suele ser el caso.
Esta nueva entrega llega con bastante retraso con respecto a
la primera, 4 años después, y trae bastantes novedades y caras nuevas aunque el
resto sigue siendo lo mismo, destacando su gusto para regodearse en la
mediocridad y la torpeza. El cambio de director, Stephen Sommers por Jon Chu,
no ha traído nada bueno.
Los G. I. Joe se ven diezmados, han sido traicionados por su
propio gobierno, por lo que deberán recomponerse y luchar contra una reorganizada
COBRA y sus infiltrados en el gobierno de los Estados Unidos.
La cinta se inicia con una obligada escena de acción donde
vuelven a lucir los gadgets y se presenta a las nuevas incorporaciones. Por los
G. I. Joe tendremos a Duke (Channing Tatum), Roadblock (Dwayne Johnson), la
gran novedad protagonista, Flint (D. J. Cotrona), Mouse (Joseph Mazzello), Lady
Jaye (Adrianne Palicki) y Snake Eyes (Ray Park). Por los villanos de COBRA
destacan el propio Cobra (Luke Bracey), Destro, Storm Shadow (Byung-hun Lee) y
Zartan (Arnold Vosloo).
Acto seguido asistiremos a lo que podría ser una broma
metalingüística con esa batalla que oímos en off que en realidad es un
videojuego, básicamente como la película. Bromas supuestamente graciosas y
explicación sobre la situación personal de los dos protagonistas, Duke y
Roadblock.
La misión de rescate de unas ojivas nucleares tras la muerte
del presidente pakistaní será el punto de partida de la trama y la excusa para
una nueva escena de acción, ésta más espectacular.
Llama la atención, por ridículo, la forma en la que se
hablan un buen número de personajes ¿por qué se hablan como si fueran
cadetes ante un oficial entre ellos, especialmente Lady Jaye? A gritos.
La broma/homenaje a “Toy Story” (John Lasseter, 1995) queda
entre ridícula y bochornosa, pero parece obligado soltar algún chiste en estos
momentos previos a la acción.
La cosa es como sigue, para hacerse una idea de la coherencia y rigor, incluso en algo tan básico en estas cintas como una escena de acción, del cuidado y esmero en los detalles del guión. Un gigantesco avión va al rescate de las ojivas nucleares que están en un almacén, un gigantesco avión que suena, y mucho, como podemos comprobar en los planos exteriores donde lo vemos volar, pero que aterriza en el tejado del mismísimo almacén sin que absolutamente nadie se percate, no ya porque estén sordos, sino porque tampoco les da por vigilar tan importante lugar… Los malos reaccionarán al verlos ya dentro e intentarán matar a nuestros protagonistas, como es lógico, aunque un poco tarde. Allí los Joes se lucirán a conciencia y demostrarán que ellos son muy guays y la película muy mala. Flint es un personaje taciturno que da unos estupendos y gimnásticos saltos.
Se supone que todo esto es una mascarada, un engaño, una
emboscada para los G. I. Joe, pero que no se confirmará aquí, en el almacén,
sino poco después. Esta idea, que no lo creo, pretendería justificar la
facilidad del rescate de las ojivas, pero entonces miles de preguntas asoman a
la superficie, ¿por qué los del almacén, si estaban enterados y fingían no oír
nada, se prestan a una muerte segura? ¿Por qué los Joes, que no saben si les
esperan, son tan torpes y arman tanto ruido posando un avión gigante en el
tejado del almacén, ellos que de una supuesta emboscadas saben poco,
evidentemente? Si los trabajadores no saben nada de la emboscada ¿por qué
demonios no escuchan el avión que los Joes, en un alarde de brillantez táctica e
inteligencia estratégica, colocan ruidosamente en su tejado? Si en realidad
saben de la emboscada, ¿por qué tratan de matar con tanto esmero a los Joes una
vez los descubren? Si saben de la emboscada y están dispuestos a morir, ¿por
qué no tienen preparada una bonita bomba que acabe con todos, Joes incluidos,
cuando los descubren?... Y así, hasta el infinito y más allá.
La relación entre Duke y Roadblock pretende ser entrañable,
para que afecte aún más la muerte del primero, pero sus bromas son
desesperantes. Un ejemplo en su juego de puntería…
El falso presidente que dejamos en la primera entrega de la
saga se deja ver ante el verdadero presidente y para demostrar la calidad de su
camuflaje se acuchilla la cara… Un tipo sutil, desde luego. Al verdadero
presidente (Jonathan Pryce) lo tienen secuestrado, se supone que para que les
dé información sobre la cárcel donde están Cobra y Destro, como si no lo
pudieran conseguir de otra forma, y las claves de los misiles nucleares,
¡sorpresa! Pero según avanza la película nadie entiende por qué no lo matan y
para qué cuentan tantas historias.
Otro detalle sublime es ver al servicio secreto con pins de
Cobra, ¡hombre, un poquito de discreción! ¡Qué en la anterior película ya salía
el simbolito y era de los malos! Es mejor no publicitarlo por si acaso, ¿no
creéis? Hasta el presidente reivindicará la organización COBRA en público, el falso
presidente, claro. Así que Cobra será la salvadora mientras el comandante Cobra
está preso…
La emboscada y la muerte de Duke está mal rodada, confusa, no
se sabe dónde está cada cosa, incluso apenas se aprecia el rostro del
personaje, hasta el punto de poder sospechar que quizá no muriera… Nuestros
protagonistas serán los únicos supervivientes, salvo Duke y Mouse. Lo de apenas
mostrar las muertes ni enseñar los muertos es una absurda discreción. Este
supuesto impacto con la muerte de personajes importantes en la saga puede
recordar al inicio de “Misión Imposible” (Brian De Palma, 1996).
Un supuesto Snake Eyes será detenido, aunque en realidad es
Storm Shadow, que sobrevivió a la primera parte, cuando le creímos muerto. La
explicación a tal milagro será vaga, un dominio sobre los latidos de su corazón
parecen la respuesta, o parte de ella. Del sablazo que le dío Snake Eyes y el agua congelada a la que cayó desde varios metros de altura ni mu. El guardián de la cárcel es otro que
cuenta demasiadas historias. Por allí dejará las espadas del nuevo detenido
para que las use en cuanto decida liberar a sus jefes y a sí mismo.
La huida de Storm Shadow es surrealista, hubiera quedado más
creíble si se hubiera liberado antes de que lo encerraran en esa cápsula
líquida… pero se ve que al ninja le va la marcha y los retos complicados.
Además, siempre tendrá una estrella ninja a mano, y los disparos le esquivan
como por arte de magia. Aquí ni se comprueban identidades ni se hacen
confirmaciones, ni se publicita la detención ni se explica cómo se produjo ni
nada de nada…
Firefly (Ray Stevenson), sus moscas explosivas, unas cuantas
bombas y la inmunidad de Storm Shadow, que demuestra que los que mueren
electrocutados son unas nenazas, harán del rescate de sus jefes algo sencillo.
La cuestión es que si tan fácil era descubrir el paradero de
la prisión donde tenían al comandante Cobra y a Destro, si con esa pequeña
artimaña logran entrar en el recinto, ¿para qué mantienen vivo al presidente? Y
lo que es más absurdo ¿para qué le preguntan? Es posible que el presidente se
lo dijera, aunque no queda constancia, ni parece que necesitaran mucho de esa
información. Lo de dejar a Destro ya es la repanocha.
Snake Eyes, el verdadero, tendrá su presentación también en
esta escena, observando la jugada de los villanos.
Curiosamente los de Cobra se enterarán pronto que
sobrevivieron 3 Joes a la masacre, lástima que no lo descubrieran cuando los
tenían cerca, a escasos 2 metros… Lástima para los de Cobra, que quede claro
que yo voy con los Joes ¡eh!
Jinx (Elodie Young) es la prima de Storm Shadow, aquí hay
unos conflictos y líos familiares tremendos, pero es de las buenas y será compañera
de Snake Eyes. Veremos peleítas varias.
“G. I. Joe 2: La venganza” es una cinta tremendamente mal
narrada, saltando a trompicones sin sentido alguno.
El doblaje y el tono que le han puesto a Lady Jaye son demenciales.
La inspiración y lucidez ocasional de nuestros G. I. Joe no conoce límites,
sospecharán que el presidente pueda haber sido suplantado porque sí, y las
excusas y argumentos que dan luego rozan el absurdo, basándose en gestos y
expresiones públicas del estafador.
Lo mejor de la cinta es la presencia del gran Bruce Willis,
que interpreta al General Joe Colton, la razón por la que ellos se llaman Joes.
Sus toques de humor y carisma hacen que en su presencia te olvides de las
incoherencias y tonterías del argumento y la trama. Ejemplo de tontería… la
presentación del personaje.
La película no sólo es mala, es aburrida, pero nos
sorprenderá con frases donde Roadblock menciona la amnesia anterógrada. ¡Nivelazo!
En otro salto espectacular nos vamos a la nieve a disfrutar de unas peleítas entre Snake Eyes y Storm Shadow, curado en tiempo récord. Peleas a dos bandas, ya que Jinx también repartirá lo suyo. El resultado se saldará con la victoria de nuestros amigos sobre Storm Shadow y su secuestro, que dejará una de las escenas más espectaculares, la de los cables en las empinadísimas montañas. Una escena que tiene su gracia pero en la que no se entiende por qué no cortan esos cables en vez de ir a por el cuerpo que aguantan… Eso sólo se les ocurrirá a los buenos y tras varias pasadas…
Seguimos brincando. Le encargan a Lady Jaye que contacte con
el presidente y el taciturno Flint le pedirá que “no llame la atención”…
Muchacho, va con un escotazo espectacular y un vestido rojo pasión, o bien no
la viste o ya es un poco tarde para tal consejo… Evidentemente tardarán poco en
reconocerla. Aquí habrá más peleas, donde Roadblock es salvado por los pelos en
su enfrentamiento con Firefly y sus moscas explosivas. Estos salvamentos serán
habituales, Firefly también se libra de lo suyo, y es que la mayoría de los
personajes aparecen de la nada.
Entre Flint y Lady Jaye habrá una especie de coqueteo y
relación que no llega a ninguna parte, la escena cumbre, o la única de hecho,
relacionada con esto jugará con los espejos donde la chica excita al retraído
soldado inconscientemente cuando la ve semidesnuda reflejada en uno. Será un momento
íntimo en su relación donde ella habla de su pasado, así de repente.
Tras una hora y diez minutos de película y estando el
presidente secuestrado desde el inicio, los villanos se deciden a hacerle un
escáner ocultar para el tema del arsenal nuclear. Escáner que le hacen en unos
siete segundos, así que volvemos a las preguntas del inicio, ¿por qué lo
mantienen vivo? ¿Por qué esperan tanto a conseguir lo que necesitan? Supongo
que todos sabemos las respuestas pero al guión y a la película no se le puede
ver más el cartón, y mira que estos tópicos han sido señalados, criticados y
ridiculizados veces…
Amagos de peleas entre los Joes donde tampoco entendemos por
qué no se rematan, especialmente los que no se conocen, el ejemplo de Flint y
Storm Shadow es realmente sangrante, sobre todo sabiendo como sabemos cómo
actúan con otros… Debo comentar que Storm Shadow ahora está con los buenos
porque tuvo otro de esos arranques de lucidez donde se percató que el asesino
de su maestro y el que le obligó a huir, parte que no vimos en el flashback de
la primera película pero sí ahora, fue Zartan. Esta visión repentina molestó un
poco al chaval que se rebela contra Cobra y se une, entre refunfuños, a los G.
I. Joe.
El General Joe Colton (Bruce Willis) la tomará con Lady
Jaye, presumiendo de virilidad y cierto machismo. Él proporcionará el arsenal
al grupo e irá aleccionando a la chica con los vaciles más divertidos del film.
La reunión de presidentes y la actitud del estadounidense, el
falso presidente, no puede ser más surrealista, aunque es divertido verle jugar
al Angry Bird. El plano del impacto del misil sobre Londres es muy bueno,
francamente espectacular. En esta le toca a Gran Bretaña, en la anterior fue
Francia. También la Casa Blanca se llevará lo suyo, muy sufrida en esta época.
Storm Shadow tendrá su venganza matando por fin a Zartan,
camuflado con la cara del presidente, lo que no explican es el encogimiento
corporal para que eso pase inadvertido, quizá la máscara de nanobites encoja el
cuerpo… pero bueno, el caso es que el ninja duerma tranquilo por fin. Son
hábiles no mostrando el cuerpo de pie con su identidad real al morir.
Dwayne Johnson está competente en un papel que le va a la perfección, de su estilo. Le veremos en tanques y en lanchas hasta acabar con Firefly, muy sobrado nuestro protagonista y un punto chulito. El villano por su parte es casi una parodia, no hay más que oírlo reír antes de pelear con Roadblock. Por desgracia el comandante Cobra, un nazi de toda la vida poco disimulado, escapará para la tercera parte que llegará en 2016. Digo desgraciadamente por la secuela, no porque escapara el villano, que quede claro.
Algo tendrán si van a hacer otra secuela, de nuevo con
bastante tiempo tras ésta, pero la verdad es que las dos cintas son rematadamente
malas, no hay por donde cogerlas y ésta en cuestión logra superar en
mediocridad a su antecesora.
"Entre Flint y Lady Jaye habrá una especie de coqueteo y relación que no llega a ninguna parte"
ResponderEliminarCosa bastante curiosa, teniendo en cuenta que en los dibujos resultaba bastante evidente que estos dos estaban juntos. No sé si lo estarán dejando para la siguiente peli, o si será un ataque de "originalidad" de los que mencioné al comentar la anterior entrega. Y ya puestos con la "originalidad", pues nada, ponemos a hacer de negro (bueno, mulato para ser exactos) a "The Rock", que puede estar muy bronceado, pero hasta donde yo sé NO es negro (vale, esto podría ser un error mío). Muy curioso, teniendo en cuenta que en los GI JOE originales sí había un hipermegacachas blanco (El sargento Slaughter).
Alegra ver a un fan de los Joes, sabes y recuerdas mucho más que yo! Creo que como dices lo de Flint y Jane, si los mantienen en reparto, se desarrollará en la siguiente película. Lo de The Rock es reclamo comercial, supongo que es con quien pudieron contar...
EliminarUn saludo Anónimo.
Lo del reclamo comercial es lógico, pero ya puestos, mejor dadle un papel que le pegue más. No sé por qué pero parece que en Hollywood existe alguna norma en contra de que los personajes de película se parezcan al personaje original (real o ficticio) en el que se inspiran.
ResponderEliminarHombre los hay peor parecidos jajaja. Dentro de lo que cabe Roadblock tiene ese toque con La Roca, podía haber sido peor jajaja
Eliminar