Uno de los más grandes maestros de la novela negra, y no tan
negra, nos sumerge siempre en universos absolutamente turbios, sombríos,
aterradores, deleznables, viciados, y a la
vez subyugantes, adictivos, fascinantes…
Una locura extrema, visceral, personajes casi esquizoides,
desdoblados, que ocultan un yo interior depravado, como el universo en el que
los engloba, corrupto, corrompido. Ahí tenemos obras como “El asesino dentro de
mí” (1952), “1280 almas” (1964), “Noche salvaje” (1953)… personajes que ocultan
un terror en su interior.
Leer un libro de JimThompson (1906-1977) es bajar con un
tobogán sucio, pegajoso, violento, sangriento, terrorífico, cuando acabas la lectura de un libro suyo necesitas ir inmediatamente a la ducha para quitarse toda esa
sangre y sudor del cuerpo. Un maestro absoluto.
Un estilo que es casi consecuencia lógica de su vida, de la
vida con su padre, las enfermedades, el alcohol… Thompson se muestra al desnudo
siempre en sus novelas, más que la mayoría de escritores, es casi una catarsis
para él y no se trata con la más mínima complacencia. Su literatura transpira
verdad y autenticidad como la de pocos. Si es considerado uno de los más
grandes escritores americanos y de novela negra no es algo gratuito.
“Aquí y ahora” (1942) es un primera novela, sumamente
biográfica (botones, alcoholismo, familia problemática…), y donde todo ese
universo mencionado ya está plenamente presente, un joven mezclado en los
peores vicios, un escritor alcohólico, una familia autodestructiva… Un mundo
desolador, sin lugar para lo positivo, para los sentimientos mínimamente nobles, un mundo donde no parece haber salida posible, asfixiante y claustrofóbico.
Todo es desolador y deja poco, muy poco, para el escape o la
satisfacción.
Pocos autores logran esas atmósferas viciadas, degeneradas, donde se incluyen unos personajes deslumbrantes. La facilidad para retratar
esos personajes perturbados es otro de los grandes rasgos de Thompson, una de
sus muchas genialidades.
“Aquí y ahora” no es la mejor novela de Jim Thompson pero
sirve como perfecta introducción, y más siendo la primera, a su universo único. Muchos han intentado imitarles pero muy pocos han logrado
alcanzarle.
Las familias disfuncionales, los padres especialmente, son
un tema socorrido por parte de Thompson, y lo trata sin compasión alguna,
siendo coherente con su inimitable estilo.
No sólo destaca Thompson por las atmósferas y la creación de
personajes sublimes, sus tramas son igualmente perturbadas, viciadas y
sangrientas, brillantes, originales e imprevisibles, por eso han llamado la atención de muchos cineastas, ahí tenemos las
adaptaciones de “Los timadores” (1963) o “La huida” (1959), por ejemplo.
No fue menos destacada su labor como guionista, suyo es el
trabajo en “Atraco perfecto” (1956) o “Senderos de gloria” (1957) las obras
maestras de Stanley Kubrick, por poner algún ejemplo.
Cuando se escribe sobre un tema determinado se presupone que aquél que lo hace lo domina . No quiero contrariarlo pero la fotografía que usted incluye en su texto es del señor Jim Thompson (James Harrison Wilson Thompson), nacido en Greenville, Dellaware, EE.UU diseñador estadounidense nacido en 1906 que en su momento llegó a revitalizar la seda tahilandesa. En ningún momento es de Jim Thompson, el escritor estadounidense de Novela Negra.
ResponderEliminarNo me molesta usted en absoluto, foto cambiada y se agradece el aviso. Desconocía que existiera ese otro Jim Thopson, de ahí el traspapelado de foto, que se eligió entre varias. Espero que, sin querer contrariarle a usted, no juzgue un artículo por una confusióen una foto, como parece hacer, sobre todo para dudar del domino del tema :))
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