Magnífico exponente del Hard Rock americano de principios de
los años 90, reducto de los grandes momentos de gloria del género en la década
de los 80. Hard Rock clásico, contundente y directo con ciertas dosis de
melodía y algunos temas con gancho que los llevaron al éxito en su corta vida,
donde tan solo grabaron dos discos y un tercero se quedó por el camino…
Una auténtica “súperbanda” formada, nada más y nada menos,
que por Jack Blades, Ted Nugent, Tommy Shaw y Michael Cartellone.
Un trabajo, como su debut en 1990, que rezuma calidad a
raudales, fundiendo con acierto la contundencia, aridez, sequedad y potencia
del Hard añejo con matices y temas más melódicos o aoreros, aunque con
predominio de lo primero.
Son temas largos para lo que acostumbramos en la actualidad,
todos rondan o superan los 5 minutos, lo que permite el lucimiento y expresión
de los músicos. Lástima como se va perdiendo esto en el mundillo mainstream, incluso en grupos rockeros.
Un disco de nivel y características muy similares a su
debut, aunque aquel tiene algo más de prestigio.
Ese regusto que da la calidad, ese sabor que se logra desde
el deleite musical, donde se da pábulo al frenesí instrumental, donde cada
músico encuentra su sitio para saciarse con su instrumento y dar matices que
pueden pasar desapercibidos pero que mejoran el conjunto. Ese juego con los
riffs y los solos, con las partes de percusión atronando, con el uso de armónicas
o acústicas para dar contrastes. Ahí está el estilo del grupo, tan clásico y
añejo como vigente y talentoso. Y a todo ello se le insertan algunas buenas
melodías e influencias de referencia.
Hay mucho de los Led Zeppelin y el Hard Rock clásico de raigambre
blusera, con predominio de las guitarras. También se puede reconocer a los
Aerosmith en ciertas ocasiones, con toques de Night Ranger, y a grupos del
estilo en ese cambio de década, en estos primos hermanos de los Mr. Big, pero
siempre con un estilo propio. El ocasional uso de la orquestación, el sonido
blusero de guitarra y armónica, dan un sello especial. La base de ritmos,
potente y contundente, de batería, bajo y riff es francamente poderosa.
Sonido y sabor añejo salpicado con acertadas dosis de
melodía, sobre todo en los temas menos contundentes.
Y todo ello decorado con un magnífico trabajo vocal y en los
coros, más una depurada producción que potencia todo el sonido, ensalzando sus
múltiples virtudes.
Jack Blades en la parte vocal y el bajo, Tommy Shaw también
a las voces y la guitarra, Ted Nugent en la guitarra y Michael Cartellone en la
batería.
-Don’t Tread On Me: Este es el tema perfecto para definir la
esencia global del grupo. Un primer tema como piedra filosofal. Hard Rock de
esencia clásica y sonido moderno, de su época, con el punto justo de atractiva
melodía para que el gancho sea completo. Un descomunal trallazo de riffs
poderosísimos, una base de ritmos pesada y contundente y un estribillo y
melodía adictivos. Un riff que define fieramente la melodía, y del que se
escapan agudos puntos en su desgarro. Luego toma el mando la percusión, deleitándose
en detalles y en sus rotundos ritmos para dar la bienvenida a las líneas vocales,
que se desbrozan como lo hacen los clásicos hardrockeros, sucediéndose en escena
con los riffs y la batería. Puente con coro y estribillo que es la suma de
todo, melodía poderosa y categórica a coro. El bajo de Blades también se luce
para que el peso se sienta en todo momento. Estrofa alternativa y más ágil y
melódica tras el segundo paseo del estribillo, y solo de guitarra soberbio en
dos tandas, una más depurada y otra entrando en frenesí digital con el wah wah.
El estribillo se desboca haciéndose cada vez más agudo y con la guitarra
agitándose con jolgorio de fondo. Un final que parece estar en plena actuación
en directo. Gran tema que sonó mucho en el año de los españoles juegos de
Barcelona.
-Fifteen Minutes Of Fame: Un Hard Rock sensacional y que
rezuma clasicismo, con la contundente producción de un sonido moderno
enfatizado por buenos coros. Mismos parámetros: ritmos pesados y guitarras
contundentes marcando la senda. Gran puente melódico y estribillo muy
conseguido con el punto justo de melodía y cantado a coro. Descaro y calidad.
Gran solo de Nugent, una constante en todo el disco, mimando su guitarra con
agresividad. La subida en agudos dentro del estribillo es magnífica, esa parte
es la más notable del mismo. Caos sonoro con coros de fondo dando potentes
armonías durante el último estribillo rematan un gran tema que se deja llevar
con todo el aplastante acompañamiento instrumental.
-Where You Goin’ Now: Si en su debut lograron su mayor éxito
con la balada “High Enough”, aquí nos regalan esta joya. Una balada con el
mismo feeling, estilo y características de aquella, con esa lírica y luminosa
ligereza que las define, no tan desgarradas como las clásicas Power Ballads,
aunque igualmente emotiva. Bella, preciosista, melosa en su ligereza, apostando
más por el lirismo que por el desgarro, con una melodía perfecta e ideal para
reventar las radios de la época. Esa mezcla de acústicas y eléctrica, tan
característica del Hard melódico de los 80 y 90, que dan ese toque de
sentimiento melódico casi irreproducible. Y esas acústicas abren la canción, de
la que brotan una solitaria eléctrica y las primeras estrofas vocales. La
progresión es sutil, avanzando por el puente y llegando al sublime estribillo,
que es pura luminosidad. Cantado a dúo por Shaw y Blades resulta
extraordinario. Los apuntes vocales del dúo de cantantes, que van
complementándose o sumándose a la línea principal, es un juego sensacional que
da un plus al estilo del grupo. Hardrockera estrofa de transición, sin perder
un ápice de lirismo, y un Shaw sensacional en los agudos, para dar entrada al
solo de Nugent. Y es el estribillo, repitiéndose con ganas, el que nos llevará
al final de esta ejemplar balada. Un hit.
-Dirty Dog: Vivos toques de Charlie y platillos dando brillo
a ritmos contundentes, característicos del grupo. Rock gamberro y guitarras de
toque Funky en el riff secundario. Estribillo típico ochentero y arreglos de
viento. Un tema puramente hardrockero, minimizando la melodía, más rítmica y
puramente hardrockera. Los juegos del dúo vocal siguen destacando y dando
calidad al conjunto. Un tema de Hard Rock más clásico y convencional. Cambios
rítmicos en las transiciones de entrada al solo de guitarra, con mucho sabor y
marcando con fiereza cada nota. El estribillo de rítmica melodía nos deja en
manos de un epílogo instrumental para la improvisación. Autenticidad, calidad
y sabor. La pista de percusión quedará en soledad para la despedida. Un
aceptable tema, ideal para los amantes hardrockeros ochenteros.
-Mister Please: Otras acústicas, pero con un tono muy
distinto, despiertan a la canción para ponerse en marcha. Guitarras y voz que
inspiran un Hard latente a punto de estallar. Bajo y sutil plato marcan un nuevo
avance en la siguiente estrofa que mantiene las constantes. Coros y eléctrica
de transición y el zambombazo esperado con ritmos y riffs pesados y tajantes.
Imposible no reconocer la influencia de los Zeppelin en ese cambio de ritmo y
el estribillo. Un tema muy zeppeliano. Estribillo largo, por el que pasamos
dos veces, y solo de guitarra en dos tonos, con una segunda parte más agresiva.
Tremenda la base de ritmos, atentos al juego con los platos. Transición
instrumental con las acústicas y arreglos orquestales para finalizar el tema de
manera circular, como lo empezamos, con estrofas acompañadas de acústicas
desnudas. Hard clásico. Un tema menos apasionante.
-Silence Is Broken: Uno de mis temas preferidos, entre otras
cosas porque es de los más melódicos. Ya el riff y los ritmos delatan ese
carácter. Tras la introducción todo se confirma, melodía por los cuatro
costados acompañada por suaves ritmos y acústicas, con los coros dialogando
con la voz principal, llevándonos hacia un memorable puente, que es casi mejor
que el estribillo, también excelente. Una eléctrica se incorpora en las nuevas
estrofas mientras los coros siguen apuntando detalles. Tras el segundo
estribillo, transición y solo, una fase instrumental muy buena y efectiva. El
último tercio va haciendo los estribillos más intensos, añadiendo alguna
improvisación vocal para rematar este temazo. La parte final con la melodía acompañada de coros y la irrupción de la guitarra es magnífica. Banda sonora
de “Sin escape (Ganar o morir)” (Robert Harmon, 1993). Temazo.
-Firefly: Una eléctrica desnuda despista antes del estallido
de este trepidante y frenético tema de ritmos speedicos y acelerados. Hard Rock
a todo tren con una batería desbocada y un riff sin frenos. Estribillo con
vistosos juegos vocales. Transición más calmada en una estrofa que suaviza algo
los ritmos antes del solo de Nugent, que vuelve a desatar la locura con un
bombo atronador y vertiginoso. El trabajo en la batería es excelente, así como
el solo de Nugent. Saliendo de la fase instrumental el ritmo vuelve a descender
levemente para llegar a un parón, calma antes de la tormenta final con el
estribillo a todo trapo. La despedida será, merecidamente, para el riff y la
batería, que se lucen marcando los ritmos. Un tiro.
-Someone To Believe: Nuevo inicio con acústicas y armónica.
Pura esencia americana. Melódicas estrofas, muy desnudas. Country-Rock. Percusión y riffs
guitarreros entran a desentrañar más estrofas, puente y estribillo. Cambio de
ritmo, muy acertado, y avanzar incesante. Bellas estrofas con coros y cambios
de ritmo suaves y melódicos. Potente transición riffera y solo de guitarra
hardrockero. De vuelta por el estribillo con armonías guitarreras, segundo
solo desmelenándose con toques vocales y acústicas de despedida. Un muy buen
tema.
-This Side Of Hell: Un nuevo trallazo salvaje que desde el
mismo inicio, con las guitarras y la percusión, parece pedir guerra. El
chillido inicial marca el tono. Un tema muy Aerosmith en su versión ochentera.
Hard Rock ochentero y clásico con puente divertido y contundente y estribillo
característico de ruda melodía. Reiteración y punteos acompañando en este
vendaval rockero. Hay una estrofa que recuerda al “Jump In My Car” de Ted Mulry
Gang que versionó David Hasselhoff, justo antes del solo de guitarra. La
estructura se repite para caer en un breve parón y un arranque hacia el
estribillo que despedirá el tema con gran trabajo de guitarra. Destacable de
nuevo la potente base rítmica.
-Double Coyote: Introducción blusero-guitarrera y arranque
al ritmo de Rhythm and Blues en las primeras estrofas, que estallan en un
espléndido estribillo con todo el sabor añejo y clásico americano. La guitarra
de Nugent es puro feeling y sabor rockero y blusero, pura esencia hardrockera,
por tanto. Transiciones oníricas y parte a capela que resultan curiosas, solo
de guitarra más moderno que se zambulle en la distorsión blusera. Y de
estribillo a duelo guitarrero, un goce para los rockeros. Me encanta este tema.
-Uprising: Atronadora base rítmica con unos bombos aplastantes
y un bajo demoledor que dan paso al riff y una agresiva y aguda guitarra en
contraste. Estrofas a lo Whitesnake más hardrockeros y ramalazos zeppelianos
avanzando sin pausa. Brillante el trabajo de batería y su acompañamiento
rítmico guitarrero. Tras varios pasos por estrofas y una breve transición, llegamos a un estribillo coreado y con su punto melódico rockero. Nugent con su
solo atronando y tomándose su tiempo con las seis cuerdas. Saliendo del nuevo
estribillo volvemos a una fase instrumental, como la que dio inicio a la
canción, para concluir de forma circular el tema. Tiene sus momentos.
Un estupendo disco para los amantes del Hard Rock con
ciertos tintes melódicos de inicios de los 90 pero esencia ochentera, de
raigambre clásica. El segundo trabajo de un grupo que tuvo bastante éxito, de
tanta calidad como el primero aunque en general se le valore algo por debajo,
pero esto ya es más cuestión de gustos. Un gran trabajo de Hard Rock de
calidad.
Un tercer álbum estuvo a punto de publicarse, pero por ciertos
desacuerdos con los productores y demás circunstancias al final no pudo ser, aunque se ha podido disfrutar de buena parte de aquel material en discos en
solitario de Jack Blades, Tommy Shaw y Ted Nugent.
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