domingo, 24 de julio de 2016

TITANES MADRIDISTAS

FÚTBOL









“Es muy caro, no merece lo que se ha pagado por él, es un insulto ese desembolso, viene a cerrar discotecas, es un chupón, un egoísta, sólo busca meter goles y le da igual el equipo, no entiende el juego, no se asocia, sólo busca su gloria…"

Si os preguntara si os suenan estas cosas, si os preguntara a quién iban destinadas, estoy convencido de que me diríais que sí, y unos contestarían que a Cristiano Ronaldo y otros que a Gareth Bale… y ambos grupos tendrían razón, porque se las dedicaron a los dos, no se molestaron ni en cambiar la plantilla…

Con Bale se ahorraron lo de las discotecas, pero sumaron una hernia y que no se integra por negarse a hablar español... Majísimos, ¿verdad?

¿Cómo hay que entender algo que va contra toda lógica, que resulta tan absurdo, estas acusaciones tan gratuitas? Pues desde el puro antimadridismo, desde la pura envidia, desde la rabia… Desde el miedo, en definitiva, a dos jugadores que saben determinantes.

Ambos han sufrido en sus carnes los beligerantes ataques del periodismo más infausto y del antimadridismo, un clásico recibimiento a toda estrella madridista, pero sostenido en el tiempo e impertérrito ante sus incontestables números y merecimientos.

Estos dos cracks se han enfrentado de forma opuesta a estos ataques, uno de los motivos por los que los aficionados los han mirado de manera distinta, incluso dentro del madridismo.

Bale ha apostado por pasar olímpicamente del ruido de toda esta gente, de sus acusaciones, infamias y mentiras, de sus vacuas valoraciones absurdas, mirándoles como si no estuvieran, traspasando con su mirada sus insignificantes figuras para posarla en su único objetivo: triunfar y ganar muchos títulos con el Madrid.

Para ello se ha limitado a comportarse como el profesional ejemplar que es, dejar constancia de sus números, mantener una postura tan natural como ajena a todo lo que parece soliviantar a ese periodismo herniado.

Cristiano Ronaldo, por su parte, también decidió ser él mismo, y su vehemencia se ha enfrentado contundentemente con todo esto, retándoles con altivez y golpeando sin misericordia a todos los ataques. Pasando por encima de ellos como una apisonadora. Este comportamiento se cuestiona entre el madridismo de radio y falso señorío, que prefiere poner la otra mejilla eternamente, pero Ronaldo no funciona así, y por eso es quién es.

Cuando atacan a Bale, éste se limita a meter más goles, dar más asistencias y colocarse su coletilla. Cuando atacan a Ronaldo, éste mete más goles, da más asistencias… deja de hablar a los periodistas, lanza micrófonos de medios que le acusan de abuso de menores a un lago, saca músculo y se señala el muslo… Cuando los pitan en el Bernabéu, porque han pitado a ambos jugadores, Cristiano pone caras y se señala la oreja, mientras que Bale se va al mediocampo tras el partido a devolver aplausos (aunque alguna vez no lo hizo decepcionado). El yin y el yang.

En ellos dos radica toda la esencia madridista de toda la vida. La caballerosidad y la vehemencia, el saber estar y la garra desbocada, el espíritu ganador y la ambición sin límites, la conciencia de ser el mejor y el orgullo de serlo. Las dos posturas y formas de proceder me parecen maravillosas y seductoras, pero no puedo evitar sentir especial simpatía por la visceralidad de Ronaldo, porque es la que pide el cuerpo en la intimidad y es la que más solivianta a todos los que pretenden hacer daño, que se adjudican todas las libertades que no permiten al Real Madrid ni a ninguno de sus componentes.

El antimadridismo, que nunca ha sido muy aficionado a los datos ni los números, prefiere quedarse con las vaguedades y las hipótesis, con las mentiras o invenciones que nos desprestigien. Es obstinado y hace como dos de los tres monos sabios: se tapa oídos y ojos, pero nunca la boca para seguir sosteniendo que Franco nos ayudó en su día y que Cristiano no aparece en los momentos importantes…

Bale: 12 asistencias en 2013/2014, 10 asistencias en 2014/ 2015 y 11 asistencias en 2015/2016.

Cristiano: 12 asistencias en 2010/2011, 15 en la 2011/2012, 11 en la 2012/2013, 16 en la 2013/2014, 18 en la 2014/2015, 13 en la 2015/2016…

¡Qué falta de generosidad la de ambos!

Bale: 22 goles en la temporada 2013/2014, 17 en la 2014/2015 y 19 en la 2015/2016… Y llevar a Gales a rozar una final de la Eurocopa, arrastrando pesadamente una hernia… ¡A Gales!

De Cristiano no pondré el número de goles y su porcentaje porque resulta insultante, no se ha visto nada igual y ha batido todos los récords en el Real Madrid. Pero además es que ha batido una cascada de récords también en la Eurocopa, el último el de goles en fase final, y ha llevado a Portugal a su segunda final de Eurocopa (la primera también fue de su mano)… Una vez conquistada, y en la forma en que se ha producido, ha sido un auténtico placer surcar ese océano de bilis surgido del antimadridismo… ¡Con Portugal!

Estos son los datos, que son tozudos e incontestables, orgullosos y firmes. Lo demás son poesías de la infamia, el rencor y la envidia, muy habituales.

Cristiano Ronaldo.

Cristiano Ronaldo, aún hoy, debe aguantar acusaciones que deberían sonrojar a quienes las realizan. Nunca cayó del todo bien a cierta parte del madridismo por ese aire chulesco -que tiene, por supuesto-, esa arrogancia del que se sabe mejor, pero no han sido capaces de captar la humildad subyacente que demuestra exigiéndose al máximo para lograr serlo, machacándose como una bestia en los entrenamientos y demostrando su compromiso en el campo.

Se acordarán ustedes de las críticas: La espaldinha para humillar rivales; los gestos prepotentes como señalarse el muslo o sacar músculo; que no regateaba en seco o en mojado; que sólo marcaba de falta o penalti; luego que si no marcaba de falta; que si era un egoísta que solamente buscaba engordar sus estadísticas; un chupón; que no celebraba los goles de los compañeros; que ponía etiquetas en los chándal para escenificar pulsos al club; lo mal que hacía en contestar a los gritos racistas y ofensivos de las gradas; que no daba la talla en los partidos importantes, tampoco marcaba contra el Barcelona; sus goles eran intrascendentes… En definitiva, un ser despreciable que no merecía el más mínimo reconocimiento, sobre todo si el Real Madrid “no daba nada a cambio”, como reconoció el subdirector del diario As…

También recordarán que esto cambió cuando esos mismos que le atacaban se enteraron de su enfrentamiento con una bicha mayor, Mourinho. Entonces los gestos y su afición por el gol pasaron de egoísmo a ambición bien entendida. Se produjo una increíble transformación en Ronaldo, según contaban, donde… seguía haciendo los mismos gestos ante compañeros, rivales y aficiones.

Claro, sostener que no rinde en los partidos importantes cuando ha marcado en todas las rondas de Champions League varias veces, incluidas las Champions que ha ganado, batiendo el récord de goles de la competición; o que no le marcaba al Barcelona, cuando ni siquiera jugaba contra ellos al estar en Inglaterra, después de ser el jugador que más ha goleado a los azulgrana de forma consecutiva convirtiéndose en la peor pesadilla del club culé; o que es un chupón que sólo busca goles cuando suele ser el mejor asistente del equipo… marcando más goles aún… resulta hilarante.

Hasta empezó a parecerles barato… generoso… entregado… ¡Un cambio radical! Hasta el punto de que en su metamorfosis ha pasado de pagar tratamientos a niños con cáncer cuando era un "despreciable chulo" a hacerse donante de médula cuando dejó de serlo. ¡Qué… sutiles!

Las discotecas pasaron a mejor vida cuando se descubrió a un profesional como han pasado pocos por aquí, y lo sé de buena de tinta.

Una vez marchó Mourinho, el periodismo y el antimadridismo han podido centrarse otra vez en despreciar a Cristiano, obtusos e indiferentes a los incontestables datos, algo a lo que se presta jovial cierta parte del madridismo, que con su encantador respeto habitual ahora ha cambiado su mantra para despreciarle llamándole “acabado”; o criticarle por no irse de nadie (en su reedición de 2016); o por vincular en exceso el juego del equipo, que rinde menos con él en el campo (seguro que os suena, es otro mantra legendario). Ahora debe jugar centrado para evitar el desastre absoluto, o no jugar. Lo curioso es que Ronaldo está jugando más centrado desde hace tiempo, e interviene menos en la gestación de jugadas, cargando sobre sí la atención de las defensas rivales, moviéndose por todo el frente de ataque, especialmente por el centro… Pero todo da igual, si no escarmientas con los cabezotas números y los hechos, ¿cómo vas a escarmentar con otra cosa?  Él, por su parte, se limita a seguir cerrando bocas.

Ha batido todos los récords con el Madrid, e incluso en las Eurocopas, ¡con Portugal! Nos ha traído dos Champions y la Liga de los récords, ha ganado una Eurocopa… Si no han venido más cosas, desde luego no será porque él no ha puesto todo de su parte…

Ronaldo, un jugador que lleva 10 u 11 temporadas seguidas en lo más alto, en la élite, sin altibajos y superándose en cada una de ellas, algo que no se ha visto en la historia del fútbol, y difícil será que se vuelva a ver. Un jugador  que en sus años en el Real Madrid ha facturado más de 50 goles por temporada, alguna más de 60 (con la salvedad de la primera por culpa de una lesión), y siendo habitualmente el máximo asistente.

Cristiano es un espejo que devuelve un reflejo difícil de asumir para los mediocres.

Gareth Bale.

Desde que Crono castrara a Urano sujetando sus genitales con la mano izquierda, esa ha sido considerada como la mano del mal agüero… Herencias mitológicas.

Esto fue así hasta que el Real Madrid vino a cambiar las cosas, y de la mano de otro héroe legendario, Paco Gento, los zurdos quedaron redimidos para siempre. Gareth Bale es heredero de esa heroica estirpe redimida con el hombre de las Seis Copas de Europa.

No es mal heredero. Tras recibir palos por su precio, poner en duda sus cualidades futbolísticas, su entendimiento del juego (todo el mundo sabe la necesidad de saber resolver logaritmos neperianos en esto del fútbol), ser azotado a golpe de hernia e insultado al grito de “atleta”, el bueno de Gareth nos ha traído dos Champions y una Copa del Rey en las que ha sido determinante… Cosas de atletas herniados...

Bale es el yerno perfecto, el novio que toda madre querría para sus hijas, pero esto no lo oirán en la prensa generalista –coto acotado para Casillas y, como mucho, Iniesta-. Un chico formal y sensato asentado con su familia y ajeno a la tentadora noche madrileña, para desgracia de periodistas deportivos y del corazón (si es que no son lo mismo). Un hombre de mirada limpia, tanto que observa a sus “odiadores” como si nos los viera. Los ignora sincera y benevolentemente.

Ya ha pasado a la historia -no de la ciencia médica por jugar herniado-, sino porque en su primera temporada marcó en casi todas las finales (Copa, Champions, Mundialito)… Por si fuera poco, en un gesto muy madridista por su épica, lanzó un penalti con la pierna hecha polvo en la tanda decisiva de la Undécima.

Ha sabido guardar un rol más secundario a la sombra de Cristiano Ronaldo, en una prueba más de su educada y respetuosa humildad, para ir cobrando protagonismo y refulgiendo cada vez más, siendo determinante desde su llegada, pero tirando del carro cuando tocó, como ha demostrado no sólo con Gales, una selección más que modesta, sino con el mismo Real Madrid, al que se echó a las espaldas en la parte final de esta temporada, sobre todo cuando no estaba Cristiano.

Las críticas le hacen más fuerte, las lesiones más poderoso, otro aspecto que lo une a Cristiano Ronaldo.

Bale es ya un insigne miembro de la saga de los grandes zurdos. Es su destino, y su cenit parece no tener límite. Listo para dominar Europa en los próximos años.


El Rey y el Príncipe, el uno y su contrario, se unen desde polos opuestos, se dan la mano formando el perfecto círculo madridista para forjar una dinastía que esperemos traiga muchos más títulos. Dos ganadores irremediables e insaciables. Por lo demás, confiemos en que el ruido de fondo antimadridista siga sonando, siempre es muy buena señal.


4 comentarios:

  1. Soberbio como siempre Mr Sambo. Me descubro nuevamente y las veces que haga falta (que sean muchas mas).
    Un abrazo.

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    1. Muchísimas gracias, mi amigo Bigfoot. Siempre es un placer leer tus apreciaciones por distintos lugares. Un abrazo fuerte.

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  2. pedazo de análisis,desde una perpestiva neutral,y como explicas que sin pasar por el morro ,los datos,los goles,las asistencias y todo lo demás que un gran jugador de fútbol tiene que tener,,....cristiano lo sobrepasa con creces,yo sin ser del madrid,solo hay que reconocer,lo grandisimo jugador y con 2 cojones que es ronaldo.

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    1. Muchas gracias, Metaleros! Es es así, valoro mucho tu comentario desde esa perspectiva neutral ante lo que es una evidencia. No tiene sentido negarla.

      Un abrazo fuerte.

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