“Es muy caro, no merece lo que se ha pagado por él, es un
insulto ese desembolso, viene a cerrar discotecas, es un chupón, un egoísta, sólo
busca meter goles y le da igual el equipo, no entiende el juego, no se asocia, sólo
busca su gloria…"
Si os preguntara si os suenan estas cosas, si os preguntara
a quién iban destinadas, estoy convencido de que me diríais que sí, y unos
contestarían que a Cristiano Ronaldo y otros que a Gareth Bale… y ambos grupos
tendrían razón, porque se las dedicaron a los dos, no se molestaron ni en
cambiar la plantilla…
Con Bale se ahorraron lo de las discotecas, pero sumaron una
hernia y que no se integra por negarse a hablar español... Majísimos, ¿verdad?
¿Cómo hay que entender algo que va contra toda lógica, que
resulta tan absurdo, estas acusaciones tan gratuitas? Pues desde el puro
antimadridismo, desde la pura envidia, desde la rabia… Desde el miedo, en definitiva,
a dos jugadores que saben determinantes.
Ambos han sufrido en sus carnes los beligerantes ataques del
periodismo más infausto y del antimadridismo, un clásico recibimiento a toda
estrella madridista, pero sostenido en el tiempo e impertérrito ante sus
incontestables números y merecimientos.
Estos dos cracks se han enfrentado de forma opuesta a estos
ataques, uno de los motivos por los que los aficionados los han mirado de
manera distinta, incluso dentro del madridismo.
Bale ha apostado por pasar olímpicamente del ruido de toda
esta gente, de sus acusaciones, infamias y mentiras, de sus vacuas valoraciones
absurdas, mirándoles como si no estuvieran, traspasando con su mirada sus
insignificantes figuras para posarla en su único objetivo: triunfar y ganar
muchos títulos con el Madrid.
Para ello se ha limitado a comportarse como el profesional
ejemplar que es, dejar constancia de sus números, mantener una postura tan
natural como ajena a todo lo que parece soliviantar a ese periodismo herniado.
Cristiano Ronaldo, por su parte, también decidió ser él
mismo, y su vehemencia se ha enfrentado contundentemente con todo esto,
retándoles con altivez y golpeando sin misericordia a todos los ataques. Pasando
por encima de ellos como una apisonadora. Este comportamiento se cuestiona
entre el madridismo de radio y falso señorío, que prefiere poner la otra
mejilla eternamente, pero Ronaldo no funciona así, y por eso es quién es.
Cuando atacan a Bale, éste se limita a meter más goles, dar más
asistencias y colocarse su coletilla. Cuando atacan a Ronaldo, éste mete más goles,
da más asistencias… deja de hablar a los periodistas, lanza micrófonos de
medios que le acusan de abuso de menores a un lago, saca músculo y se señala el
muslo… Cuando los pitan en el Bernabéu, porque han pitado a ambos jugadores,
Cristiano pone caras y se señala la oreja, mientras que Bale se va al
mediocampo tras el partido a devolver aplausos (aunque alguna vez no lo hizo
decepcionado). El yin y el yang.
En ellos dos radica toda la esencia madridista de toda la vida.
La caballerosidad y la vehemencia, el saber estar y la garra desbocada, el
espíritu ganador y la ambición sin límites, la conciencia de ser el mejor y el
orgullo de serlo. Las dos posturas y formas de proceder me parecen maravillosas
y seductoras, pero no puedo evitar sentir especial simpatía por la visceralidad
de Ronaldo, porque es la que pide el cuerpo en la intimidad y es la que más
solivianta a todos los que pretenden hacer daño, que se adjudican todas las
libertades que no permiten al Real Madrid ni a ninguno de sus componentes.
El antimadridismo, que nunca ha sido muy aficionado a los
datos ni los números, prefiere quedarse con las vaguedades y las hipótesis, con
las mentiras o invenciones que nos desprestigien. Es obstinado y hace como dos de los
tres monos sabios: se tapa oídos y ojos, pero nunca la boca para seguir sosteniendo que Franco nos
ayudó en su día y que Cristiano no aparece en los momentos importantes…
Bale: 12 asistencias en 2013/2014, 10 asistencias en 2014/
2015 y 11 asistencias en 2015/2016.
Cristiano: 12 asistencias en 2010/2011, 15 en la 2011/2012,
11 en la 2012/2013, 16 en la 2013/2014, 18 en la 2014/2015, 13 en la 2015/2016…
¡Qué falta de generosidad la de ambos!
Bale: 22 goles en la temporada 2013/2014, 17 en la 2014/2015
y 19 en la 2015/2016… Y llevar a Gales a rozar una final de la Eurocopa,
arrastrando pesadamente una hernia… ¡A Gales!
De Cristiano no pondré el número de goles y su porcentaje
porque resulta insultante, no se ha visto nada igual y ha batido todos los
récords en el Real Madrid. Pero además es que ha batido una cascada de récords
también en la Eurocopa, el último el de goles en fase final, y ha llevado a
Portugal a su segunda final de Eurocopa (la primera también fue de su mano)… Una vez conquistada, y en la forma en que se ha producido, ha sido un auténtico placer surcar ese océano de bilis surgido del antimadridismo… ¡Con Portugal!
Estos son los datos, que son tozudos e incontestables, orgullosos
y firmes. Lo demás son poesías de la infamia, el rencor y la envidia, muy
habituales.
Cristiano Ronaldo.
Cristiano Ronaldo, aún hoy, debe aguantar acusaciones que
deberían sonrojar a quienes las realizan. Nunca cayó del todo bien a cierta
parte del madridismo por ese aire chulesco -que tiene, por supuesto-, esa
arrogancia del que se sabe mejor, pero no han sido capaces de captar la
humildad subyacente que demuestra exigiéndose al máximo para lograr serlo,
machacándose como una bestia en los entrenamientos y demostrando su compromiso
en el campo.
Se acordarán ustedes de las críticas: La espaldinha para
humillar rivales; los gestos prepotentes como señalarse el muslo o sacar músculo;
que no regateaba en seco o en mojado; que sólo marcaba de falta o penalti;
luego que si no marcaba de falta; que si era un egoísta que solamente buscaba
engordar sus estadísticas; un chupón; que no celebraba los goles de los compañeros;
que ponía etiquetas en los chándal para escenificar pulsos al club; lo mal que
hacía en contestar a los gritos racistas y ofensivos de las gradas; que no daba
la talla en los partidos importantes, tampoco marcaba contra el Barcelona; sus goles
eran intrascendentes… En definitiva, un ser despreciable que no merecía el más
mínimo reconocimiento, sobre todo si el Real Madrid “no daba nada a cambio”,
como reconoció el subdirector del diario As…
También recordarán que esto cambió cuando esos mismos que le
atacaban se enteraron de su enfrentamiento con una bicha mayor, Mourinho.
Entonces los gestos y su afición por el gol pasaron de egoísmo a ambición bien
entendida. Se produjo una increíble transformación en Ronaldo, según contaban,
donde… seguía haciendo los mismos gestos ante compañeros, rivales y aficiones.
Claro, sostener que no rinde en los partidos importantes
cuando ha marcado en todas las rondas de Champions League varias veces,
incluidas las Champions que ha ganado, batiendo el récord de goles de la
competición; o que no le marcaba al Barcelona, cuando ni siquiera jugaba contra
ellos al estar en Inglaterra, después de ser el jugador que más ha goleado a
los azulgrana de forma consecutiva convirtiéndose en la peor pesadilla del club
culé; o que es un chupón que sólo busca goles cuando suele ser el mejor
asistente del equipo… marcando más goles aún… resulta hilarante.
Hasta empezó a parecerles barato… generoso… entregado… ¡Un
cambio radical! Hasta el punto de que en su metamorfosis ha pasado de pagar
tratamientos a niños con cáncer cuando era un "despreciable chulo" a hacerse
donante de médula cuando dejó de serlo. ¡Qué… sutiles!
Las discotecas pasaron a mejor vida cuando se descubrió a un
profesional como han pasado pocos por aquí, y lo sé de buena de tinta.
Una vez marchó Mourinho, el periodismo y el antimadridismo
han podido centrarse otra vez en despreciar a Cristiano, obtusos e indiferentes
a los incontestables datos, algo a lo que se presta jovial cierta parte del
madridismo, que con su encantador respeto habitual ahora ha cambiado su mantra
para despreciarle llamándole “acabado”; o criticarle por no irse de nadie (en
su reedición de 2016); o por vincular en exceso el juego del equipo, que rinde
menos con él en el campo (seguro que os suena, es otro mantra legendario).
Ahora debe jugar centrado para evitar el desastre absoluto, o no jugar. Lo
curioso es que Ronaldo está jugando más centrado desde hace tiempo, e
interviene menos en la gestación de jugadas, cargando sobre sí la atención de las
defensas rivales, moviéndose por todo el frente de ataque, especialmente por el
centro… Pero todo da igual, si no escarmientas con los cabezotas números y los
hechos, ¿cómo vas a escarmentar con otra cosa?
Él, por su parte, se limita a seguir cerrando bocas.
Ha batido todos los récords con el Madrid, e incluso en las
Eurocopas, ¡con Portugal! Nos ha traído dos Champions y la Liga de los récords, ha ganado una Eurocopa…
Si no han venido más cosas, desde luego no será porque él no ha puesto todo de
su parte…
Ronaldo, un jugador que lleva 10 u 11 temporadas seguidas en lo más
alto, en la élite, sin altibajos y superándose en cada una de ellas, algo que
no se ha visto en la historia del fútbol, y difícil será que se vuelva a ver.
Un jugador que en sus años en el Real
Madrid ha facturado más de 50 goles por temporada, alguna más de 60 (con la
salvedad de la primera por culpa de una lesión), y siendo habitualmente el
máximo asistente.
Cristiano es un espejo que devuelve un reflejo difícil de asumir
para los mediocres.
Gareth Bale.
Desde que Crono castrara a Urano sujetando sus genitales con
la mano izquierda, esa ha sido considerada como la mano del mal agüero…
Herencias mitológicas.
Esto fue así hasta que el Real Madrid vino a cambiar las
cosas, y de la mano de otro héroe legendario, Paco Gento, los zurdos quedaron
redimidos para siempre. Gareth Bale es heredero de esa heroica estirpe redimida
con el hombre de las Seis Copas de Europa.
No es mal heredero. Tras recibir palos por su precio, poner en
duda sus cualidades futbolísticas, su entendimiento del juego (todo el mundo
sabe la necesidad de saber resolver logaritmos neperianos en esto del fútbol),
ser azotado a golpe de hernia e insultado al grito de “atleta”, el bueno de
Gareth nos ha traído dos Champions y una Copa del Rey en las que ha sido
determinante… Cosas de atletas herniados...
Bale es el yerno perfecto, el novio que toda madre querría
para sus hijas, pero esto no lo oirán en la prensa generalista –coto acotado
para Casillas y, como mucho, Iniesta-. Un chico formal y sensato asentado con
su familia y ajeno a la tentadora noche madrileña, para desgracia de
periodistas deportivos y del corazón (si es que no son lo mismo). Un hombre de mirada limpia, tanto que observa a sus
“odiadores” como si nos los viera. Los ignora sincera y benevolentemente.
Ya ha pasado a la historia -no de la ciencia médica por
jugar herniado-, sino porque en su primera temporada marcó en casi todas las finales (Copa, Champions, Mundialito)… Por si fuera poco, en un gesto muy
madridista por su épica, lanzó un penalti con la pierna hecha polvo en la tanda
decisiva de la Undécima.
Ha sabido guardar un rol más secundario a la sombra de
Cristiano Ronaldo, en una prueba más de su educada y respetuosa humildad, para
ir cobrando protagonismo y refulgiendo cada vez más, siendo determinante desde
su llegada, pero tirando del carro cuando tocó, como ha demostrado no sólo con
Gales, una selección más que modesta, sino con el mismo Real Madrid, al que se
echó a las espaldas en la parte final de esta temporada, sobre todo cuando no
estaba Cristiano.
Las críticas le hacen más fuerte, las lesiones más poderoso,
otro aspecto que lo une a Cristiano Ronaldo.
Bale es ya un insigne miembro de la saga de los grandes
zurdos. Es su destino, y su cenit parece no tener límite. Listo para dominar
Europa en los próximos años.
El Rey y el Príncipe, el uno y su contrario, se unen desde
polos opuestos, se dan la mano formando el perfecto círculo madridista para
forjar una dinastía que esperemos traiga muchos más títulos. Dos ganadores
irremediables e insaciables. Por lo demás, confiemos en que el ruido de fondo
antimadridista siga sonando, siempre es muy buena señal.
Soberbio como siempre Mr Sambo. Me descubro nuevamente y las veces que haga falta (que sean muchas mas).
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, mi amigo Bigfoot. Siempre es un placer leer tus apreciaciones por distintos lugares. Un abrazo fuerte.
Eliminarpedazo de análisis,desde una perpestiva neutral,y como explicas que sin pasar por el morro ,los datos,los goles,las asistencias y todo lo demás que un gran jugador de fútbol tiene que tener,,....cristiano lo sobrepasa con creces,yo sin ser del madrid,solo hay que reconocer,lo grandisimo jugador y con 2 cojones que es ronaldo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Metaleros! Es es así, valoro mucho tu comentario desde esa perspectiva neutral ante lo que es una evidencia. No tiene sentido negarla.
EliminarUn abrazo fuerte.